Coronavirus
Confinamiento a oscuras: la Zona Norte de Granada, entre la pandemia y los apagones

Repetidos cortes de luz en los barrios del distrito norte de Granada afectan a miles de residentes confinados en sus casas por las actuales medidas impuestas por la crisis del Coronavirus. El grupo municipal socialista de la capital solicita presionar a Endesa y sostiene que “no valen las excusas”.


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Protesta en Granada por los cortes de luz de la Zona Norte en febrero de 2019 Jose A. Cano

Durante las últimas dos semanas de aislamiento debido a la crisis del Coronavirus, la zona septentrional granadina ha sufrido parones eléctricos que alcanzan una duración de hasta 48 horas, según denuncia el PSOE en una nota prensa. Una situación que afecta a las más de 40.000 personas residentes en los sietes barrios que forman el distrito (entre ellos, Cartuja y La Paz son los más afectados).

Aunque los residentes conviven desde hace nueve años con el problema el suministro eléctrico, “se hace más preocupante en la situación de pandemia que vivimos, con granadinos que no pueden salir de sus casas y que no tienen luz en estas circunstancias tan difíciles” advierte el viceportavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Granada, Miguel Ángel Fernández Madrid. Además, el concejal puntualiza que al no producirse una mejoría inmediata de los servicios el Gobierno Andaluz “debería comenzar a sancionar a la empresa que no está garantizando un servicio básico a una población”.


Entrevistada por El Salto Andalucía, la exconcejala de Derechos Sociales Jemi Sánchez (ahora activa en los grupos de apoyo mutuo de la zona norte) señala algunos de los problemas que se padecen en las áreas afectadas, concretamente, por la habitual ausencia de electricidad “muchas personas mayores o con movilidad limitada se ven imposibilitadas a desplazarse por su propia casa a oscuras”. A esto se suman las dificultades de acceso a servicios educativos para los jóvenes, muchos de los cuales no tienen internet, lo que conlleva que no puedan participar en sus clases regularmente, ni hacer en sus trabajos o estudiar por la noche.

“Por otro lado, las personas diabéticas necesitan que su insulina este en la nevera a temperatura, si se va la luz durante varias horas se tendrá que tirar. Solicitar una nueva sin justificante es un lío”. De manera similar ocurre con los productos alimenticios frescos que abundan en las casas de los residentes. “Todo esto no solo viola los derechos humanos sino que vulnera cualquier pensamiento de sociedad civil”, determina Sánchez.

La causa de los Cortes

El Ayuntamiento, por su lado, anuncia en una nota la creación de una brigada técnica especializada para gestionar “las redes en la zona norte” y alega que la raíz de su saturación son “los enganches ilegales”.

En cambio, según afirma la exconcejala, a pesar de que se haya comprobado su presencia en varias ocasiones, los enganches no son mayoritarios ni suficientes para que se justifiquen los continuos recortes eléctricos. “Cada vez que se ha producido un fallo técnico la empresa no ha invertido suficientes recursos para resolver el problema definitivamente. Las instalaciones de la red eléctrica son antiguas y cuando los cables se calientan demasiado son sustituidos por otros de baja calidad porque prevén que habrá otro fallo; es la pescadilla que se muerda la cola” cuenta Jemi Sánchez.

A juicio de Sánchez, existe una situación de desigualdad entre los sietes barrios del Norte con respecto al resto de la ciudad. “Realmente se necesita una tensión eléctrica equilibrada como la que hay en el resto de la ciudad; si esto existiera evidentemente no habría estos cortes”, afirma.

Ya en el 2018-2019 el anterior equipo de gobierno interpuso tres denuncias a Endesa en relación a la situación del Distrito Norte

Una eventual sanción, tal y como la plantea Fernández Madrid, no sería algo nuevo para Endesa. Ya en el 2018-2019 el anterior equipo de gobierno interpuso tres denuncias a la compañía en relación a la situación del Distrito Norte, mientras la Junta ha abierto un expediente sancionador a la misma.

“Es una lucha que agota mucho. Además, si las administraciones no se posicionan firmemente: hablamos de David contra Goliat. Por un lado están las personas más vulnerables –las que menos voz tienen y más necesitan–  y en el otro está Endesa, una empresa que tiene muchísimo poder político y económico a nivel internacional”, indica la exdelegada municipal de Derechos Sociales.

Los Grupos de Apoyo en el Distrito Norte

Respecto a los grupos de apoyo mutuo durante el Estado de Emergencia, de momento en la zona Norte colaboran alrededor de 100 personas. “Hay entidades sociales, congregaciones religiosas, profesionales de los servicios sociales y también vecinos anónimos que simplemente quieren echar una mano. Estamos además en coordinación con la Policía y el Ayuntamiento para que no se multen a las personas que están prestando este tipo de servicio”, afirma Sánchez.

Por otro lado, el grupo parlamentario regional de Adelante Andalucía urgió a la Junta a garantizar el suministro eléctrico ya que diversos barrios de Granada (Zona Norte) y Almería (El Puche) sufren cortes de luz “inasumibles” en momentos de “especial vulnerabilidad por las condiciones de confinamiento doméstico”.

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