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Coronavirus
Cuarta dosis o el día de la marmota en la vacunación contra el covid-19
Las cifras marcan que asistimos a un repunte de casos de covid-19 en lo que ya se está conociendo como la séptima ola. Según los datos del Ministerio de Sanidad a 28 de junio, la incidencia acumulada se sitúa en los 841 casos por 100.000 habitantes, cifras altas que nos retrotraen al pico de la sexta ola. Sin embargo, y como ya sucedió en diciembre, los datos de ocupación hospitalaria permanecen contenidos en un 7,79%. Las UCI no llegan al 5% de ocupación y en la última semana se han producido 152 decesos.
Con este telón de fondo, el pasado 16 de junio la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se aventuraba a lanzar en directo desde La Sexta un controvertido mensaje: habrá una cuarta dosis para toda la población. Inmediatamente después, el Ministerio de Sanidad matizaba estas palabras y, en declaraciones a EFE, aseguraba que, por el momento, la cuarta dosis se limitará a las personas inmunodeprimidas —que la están recibiendo desde los primeros meses del año—, mayores de 80 años y personas que viven en residencias. Aseguraban, eso sí, que toda la población recibirá una cuarta dosis contra el covid-19, pero no será inmediatamente.
“No es positivo ese mensaje, puede lanzar la sensación de que vivimos en el día de la marmota. Se lanza la idea de que vamos a estar siempre revacunándonos y no tiene porque ser así”
Para el médico salubrista y epidemiólogo Javier Segura, las declaraciones de Darias no son adecuadas en el actual contexto. “Ese mensaje no es positivo, puede lanzar la sensación de que vivimos en el día de la marmota. Se lanza la idea de que vamos a estar siempre revacunándonos, y no tiene porque ser así“, explica Segura, quien valora que la vacunación contra el coronavirus no tiene por qué acabar como la vacunación estacional frente a la gripe. “Todo depende de cómo avance el virus”, añade.
Segura, quien formó parte del comité que evaluó la desescalada en el Ministerio de Sanidad, asegura que no es el momento de anunciar una cuarta dosis para todo el mundo, en consonancia con las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), quienes en una nota conjunta con el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), solo recomiendan esta dosis para las personas inmunodeprimidas y para mayores de 80 años.
Vacunas
Efectos secundarios Afectadas por la vacuna contra el covid-19: “Solo pedimos que se investiguen nuestros casos”
“¿Cómo vamos a hablar del segundo refuerzo si todavía hay una parte importante de la población que no tiene la tercera dosis?”, añade Segura. Según los datos oficiales, solo un 53% de la población cuenta con la dosis de refuerzo, una cifra que camina lentamente tras la llegada de ómicron en la sexta ola. “Es comprensible con una sexta ola en la que se ha perdido el miedo al coronavirus. ¿Para qué me voy a revacunar si cuando paso la infección es leve? Esto es entendible desde un punto de vista individual, pero desde el punto de vista poblacional hace que el virus no deje de circular”, añade. Considera que el mensaje de Darias camina en dirección contraria a fomentar este refuerzo.
“Las vacunas y las infecciones previas previenen de enfermedad grave, pero los contagios existen debido a la llegada de subvariantes de ómicron. Al estar bastante mutadas, se escapan de parte de la protección que ya tenemos”
Una estrategia sin tanta urgencia
África González Fernández, catedrática de inmunología de la Universidad de Vigo, coincide en que desde el punto de vista inmunológico no es necesaria una cuarta dosis para el conjunto de la población. “Por lo que estamos viendo las vacunas y las infecciones previas previenen de enfermedad grave, pero los contagios existen debido a la llegada de subvariantes de ómicron. Al estar bastante mutadas se escapan de parte de la protección que ya tenemos”, explica González
Esta inmunóloga especifica que la cuarta dosis se ha demostrado eficaz en personas mayores o con sistema inmunitario debilitado porque incrementa los niveles de anticuerpos neutralizantes y evita el desarrollo de la enfermedad grave, las secuelas y los fallecimientos. Pero descarta una dosis para toda la población y pide paciencia a la espera de nuevas vacunas.
“Estamos en un momento de no tanta urgencia y se pueden diseñar los siguientes pasos de una manera más tranquila y analizando bien las cosas”
Destaca los estudios que se están llevando a cabo con otras vacunas, como Novavax, Hipra, GSK o Sanofi, que utilizan técnicas diferentes; algunas con proteína recombinante y sustancias que potencian la respuesta, lo que se conoce como adyuvantes. “Sería interesante estudiar la combinación, ya que se puede conseguir una inmunidad más potente. Estamos en un momento de no tanta urgencia y se pueden diseñar los siguientes pasos de una manera más tranquila y analizando bien las cosas”, explica.
Y, si se toma una decisión para un nuevo refuerzo, las expertas insisten en que se haga con la evidencia científica por delante, cosa que aún no tenemos disponible. “A nivel general, en todas las campañas de vacunación, introducir una vacuna significa que a ella irán muchos millones de los presupuestos generales”, alerta Javier Segura. “La industria farmacéutica siempre tiene unos intereses en presionar para que los gobiernos se gasten el dinero y, luego, las agencias del medicamento están actuando de contrapeso. Al final, se toman decisiones que a veces están bien equilibradas, basadas en la evidencia científica. Otras veces predominan actitudes que tienen más que ver con otros criterios que no son los epidemiológicos”, concluye este médico salubrista.