Crímenes del franquismo
Billy el Niño muere sin haber sido juzgado por sus crímenes de torturas
Antonio González Pacheco, ex policía de la Brigada Político Social en Madrid, ha muerto hoy en la clínica San Francisco de Asís.

Antonio González Pacheco, el policía de la Brigada Político Social franquista, destinada a la persecución de la oposición al Régimen, ha muerto a primera hora de esta mañana en la clínica madrileña San Francisco de Asís, según ha adelantado hoy eldiario.es.
El expolicía habría muerto a causa del coronavirus, según afirma este diario, y padecía también problemas en el riñón. González Pacheco, de 73 años, muere así sin enfrentarse a las causas judiciales que le acusan de torturas durante los últimos años del régimen.
Hasta ahora son 18 la querellas interpuestas por torturas y malos tratos contra Billy El Niño, que es uno de los imputados en la querella argentina contra los crímenes del franquismo. Pero, aunque es el policía franquista más conocido, no es el único acusado de delitos de lesa humanidad. Hasta julio, se contaban 36 querellas interpuestas contra policías del régimen por torturas o malos tratos.
Chato Galante, que también ha muerto recientemente a causa de la epidemia de coronavirus, fue una de las personas que sufrió torturas a manos de González Pacheco y dedicó esfuerzos a impulsar la querella contra los crímenes franquistas. “No solamente es que dieran palizas, se trataba de destruir físicamente a las personas, y hay muchas que aun no son capaces de relatar su testimonio”, subrayaba entonces Galante a El Salto, quien destacaba la especial crueldad en las torturas ejercidas contras las mujeres. “Ya no parirás más, puta”. La frase que Lidia Falcón recuerda que Billy El Niño le dijo mientras la torturaba hace estremecerse. En su caso, pasó nueve días bajo las torturas de González Pacheco en 1973. A las agresiones en su cuerpo —tuvo que pasar por el quirófano en cinco ocasiones como consecuencia de las torturas que sufrió— se sumaron las amenazas de agresiones a su hija, también detenida en los calabozos de la Dirección General de Seguridad, según relata en una entrevista publicada en La Marea.
Cuando dejó el cuerpo de policía, ya en democracia, González Pacheco se dedicó, como muchos de sus compañeros de esa época, entre ellos el comisario Villarejo, a la seguridad privada y vigilancia. En su caso montó, junto a otro policía denunciado por torturas, Jesús Martínez López, la empresa Servicios de Prevención de Atentados y Secuestros, que aparece en el Registro Mercantil, con las siglas SPAS, a nombre de la esposa de González Pacheco, según publicaba El Mundo en mayo de 2018.
González Pacheco aun no ha respondido ante la querella argentina, de la que fue uno de sus primeros 20 imputados. La causa, abierta en 2010, fue en 2015 bloqueada por el Consejo de Ministros, entonces del Partido Popular, que decidió que se negara la extradición de los imputados para que la juez argentina María Sevini les tomara declaración.
A pesar de las acusaciones contra Pacheco, el expolicía aun conservaba hasta su muerte una medalla de plata al mérito policial pensionada, y en 2018 asistió, como invitado oficial, a un acto en la Comisaría de Policía del Distrito de Ciudad Lineal de Madrid.
Crímenes del franquismo
Las causas pendientes de Billy el Niño
Represaliados y represaliadas del franquismo presentaron un total de 18 querellas criminales por torturas contra Antonio González Pacheco, alias Billy el niño, uno de los pocos miembros de la Brigada Político Social que quedaban en vida y que hoy ha fallecido a causa del covid-19.
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La sangrienta carrera de Billy El Niño, el torturador condecorado del régimen franquista
Antonio González Pacheco, ‘Billy El Niño’, tiene ahora 71 años. Desde los 20 ejerció como policía secreta del régimen franquista, distinguiéndose por ser uno de los torturadores más crueles del régimen. Está condecorado con una medalla al mérito policial.
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Policías siniestros sin punto final
Viaje al origen de las llamadas cloacas del Estado, una mafia organizada en paralelo y desde dentro de la policía. De los torturadores de la Brigada Político Social y la guerra sucia contra el terrorismo al espionaje, los informes inventados y la intoxicación mediática.
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