Dana
Arrimando el hombro contra la inundación de racismo

Mientras se organizan para superar la mayor catástrofe que han vivido en su vida, personas migrantes y racializadas afectadas por la dana tienen además que afrontar racismo y la manipulación de la extrema derecha.
DANA Barrio de la Torre Valencia - 4
Voluntarios llevando víveres al Barrio de la Torre en los primeros días tras la dana Gabriel Rodríguez
5 nov 2024 10:19

Karina Almirón y sus compañeras pasan la tarde del lunes acumulando testimonios y capturas de pantalla que reflejan un racismo que están viendo emerger entre el barro. Son historias de gente que necesita ayuda y no la ha recibido, personas que no han sido tratadas como otras afectadas más, sino como elementos sospechosos de los que defenderse. Mensajes que cuentan cómo familias rumanas van a buscar ayuda y les dicen que vuelvan ya mañana cuando esté la Cruz Roja, alguien que comenta que a una mujer no le quisieron dar unas botas en una iglesia por ser musulmana, gente que escucha en el llamado puente solidario comentarios irónicos sobre personas migrantes “que van muy limpias y con bolsas”, insinuando que vienen de aprovecharse de la situación, gente que da por hecho que quienes vandalizan son gitanos rumanos. Vecinos que dicen que están entrando por la noche a las casas, y que seguro que son inmigrantes quienes entran.

 “Hemos detectado muchos casos de racismo, así que decidimos que era bueno visibilizar esto”, explica Almirón, integrante de diversos espacios, como Jovesolides o Fuerza Migrante. Pero que está organizando esta especie de balance antirracista, mientras se suman a la respuesta solidaria tras la Dana, con diversas asociaciones migrantes que están actuando en común. Sumar indicios del racismo que se está removiendo con la catástrofe está siendo un mal trago, explica: “contarlo es duro, pues mientras no lo cuentas, es algo que vives como migrante y que de alguna forma acabas normalizando”.

No les está costando recabar información, siendo todas activistas antirracistas, la gente acude a contarles cosas que les han pasado o han presenciado, y ellas, también son testigo: “Todos esos comentarios que tú escuchas, que quizás no te los dicen a ti, pero al final los escuchas, hacen tanto daño porque al final dices ¡eh! Hemos elegido este lugar para vivir, estamos igual de damnificadas que el resto. Vivimos aquí, tenemos a nuestras familias aquí. Son nuestros barrios, nuestros amigos y amigas”. El racismo, reflexiona, te dice que no formas parte del lugar donde creías pertenecer. “Sin embargo, este es tu lugar y cuando pasa algo como lo que está pasando ahora, esto también te afecta a ti. Entonces, sentir esa mirada de desconfianza es tremendo”.

València
dana El voluntariado convocado por la Generalitat denuncia caos y descoordinación
Unas 1.000 personas estuvieron paradas en la localidad de Chiva sin poder ayudar, ante la falta de coordinación entre la alcaldía y la Generalitat, según denuncian desde una de las brigadas de voluntarios.

Y sin embargo, esta mirada contrasta con lo que ella y tantas pueden ver, las personas que están arrimando el hombro, como corresponde, son también personas migrantes, y lo que urge, es poder también garantizar los derechos de personas migrantes o racializadas como ellas, que tienden a ser olvidadas en la respuesta a la catástrofe.

A Almirón ya le removió que en los grupos de Whatssap para responder a las necesidades y poder coordinarse, aparecieran mensajes con noticias que criminalizaban a las personas migrantes, o directamente bulos racistas

La extrema derecha y sus periferias, por su lado, ya se han puesto a actuar, pero no precisamente para que nadie se quede afuera. A Almirón ya le removió, cuando se empezaron a armar grupos de Whatssap para responder a las necesidades de la gente y poder coordinarse, el hecho de que aparecieran mensajes con noticias que criminalizaban a las personas migrantes, o directamente bulos racistas. No pasó mucho tiempo hasta que empezaron a surgir los grupos de defensa para patrullar las calles contra los robos. Muestra varios de ellos en una captura. Se trata de la concreción en el terreno de una deriva política: “Es una cortina de humo: culpabilizan a un sector concreto de la población para desviar la atención”. Frente a esta deriva Almirón defiende las redes migrantes pero también las alianzas con todas esas redes y colectivos de la ciudad que no ponen los derechos de las personas migrantes en duda. “Ahora toca arrimar el hombro, ayudarnos y hacer lo que hay que hacer”.

A través de un contacto en la Asamblea feminista, o del colectivo Cau de Muixeranga, la activista antirracista Silvana Cabrera, muy activa en movimientos como Regularización Ya, encontró cómo empezar a ayudar tras la dana. “También me he integrado al Support mutu de la dana, que es como una red inmensa de gente trabajando para las miles de necesidades que hay: necesidades de enseres, comida, medicación, de encontrar gente, de llenar formularios para estar de voluntarias”. Desde ahí hace lo que puede intentando sumar una mirada antirracista. “Hay una reivindicación que siempre hemos hecho desde aquí, que “aquesta també es la nostra terra”, es nuestro territorio y como tal sentimos ese corazonar con esto que está sucediendo”.

Entre los colectivos preocupan especialmente las personas en situación irregular afectadas por las inundaciones, muchas que cobran su salario en B. “De momento no sabemos cómo vamos a poder gestionar esto”

A Cabrera también le preocupa cómo se está respondiendo ante las necesidades específicas de las personas migrantes. “Las inundaciones han afectado sobre todo a la zona de la periferia valenciana, donde vive muchísima gente trabajadora, muchísima gente migrante”. Aunque a día de ayer no había conseguido trasladarse hasta las zonas más tocadas, entre los colectivos preocupan especialmente las personas en situación irregular afectadas por las inundaciones, muchas que cobran su salario en B. “De momento no sabemos cómo vamos a poder gestionar esto”, confiesa, pero no falta gente que se está moviendo para afrontar estos otros desafíos. “Todos estos días han ido sobre la urgencia vital: encontrar a las personas, acceder a agua y comida, poder salir de casa, medicación. Creo que ahora irán saliendo este tipo de problemas, porque hay personas migrantes que han perdido todo”.

València
DANA ¿Cómo apoyar económicamente a las víctimas de la dana?
Diferentes iniciativas organizativas ponen a disposición su cuenta de banco para apoyar a las víctimas desde el Estado Español y el extranjero.

Con todas estas urgencias, ¿queda tiempo para ocuparse de responder a esa ultraderecha engrandecida por la catástrofe? “Esto hay que responderlo, porque lo que no se dice no existe, no se pueden omitir los discursos de la derecha, porque son peligrosos, y en un momento de tanta tragedia, son preocupantes”. Cabrera habla de paradas por perfiles raciales, como algo que esperan poder confirmar pronto.

El escenario post dana, como a tanta gente, más que para descubrir un racismo que ya estaba ahí, le está sirviendo para apreciar en toda su dimensión el “sols el poble salva al poble”, “no ha habido una respuesta inmediata de las autoridades, ha sido la gente que con las cosas que tenía y como ha podido, a través de los colectivos que ya había organizados, ha logrado llegar a los sitios, llevar suministros básicos, hacer las donaciones”.

Los colectivos Uhuru Valencia, casa Massapé, Mujeres Voces y Resistencias, y la organización Azahara —todos ellos integrados por personas migrantes, negras o afrodescendientes— se han asociado para recibir y canalizar suministros y donaciones

Después de que las inundaciones dejaran el pasado martes un escenario sin precedentes, Gabriella Nuru y otras compañeras del movimiento antirracista valenciano también se preguntaron qué podían aportar y cómo. “No nos pareció buena idea ir improvisadamente, sin protección y sin conocer el terreno, así que nos decidimos a activar un punto de recogida y abastecimiento, con alimentos no perecederos, productos de higiene, de limpieza”.

Así los colectivos Uhuru Valencia (al que pertenece Nuru), casa Massapé, Mujeres Voces y Resistencias, y la organización Azahara —todos ellos integrados por personas migrantes, negras o afrodescendientes) se han asociado para recibir y canalizar suministros y donaciones, también de gente de su entorno. Como red, lo que quisieran es llegar a poblaciones a las que, consideran, que no se está llegando, “nos empezaron a llegar testimonios de barrios donde seguían sin ayuda, como El Raval en Algemesí, poblado en gran medida por personas migrantes y racializadas. Nos dijimos, queriendo o sin querer, se está perpetuando lo que en la vida ‘normal’ siempre vemos”. Poblaciones a las que se deja atrás.

Por ello la propuesta de estos colectivos es también centrarse en estas zonas donde hay más población migrante y racializada: “si bien no queremos hacer distinciones, sí que es verdad que vamos a priorizar que la gente migrante o racializada que viven en estos pueblos pueda acceder a ayuda que no está recibiendo”. Para ello se sirven de lo que les va contando la gente sobre necesidades en zonas que han quedado más fuera del alcance de la ayuda. Allí esperan poder llegar con furgonetas o coches, para repartir lo recogido.

Redes más allá de Valencia

Desde Granada, Susana Muñoz parece un centro logístico en sí misma, esta activista gitana está ayudando a poner en contacto a gente de afuera que quiere ayudar con gente de València que distribuye la ayuda. Uno de ellos es Pakito, un chatarrero pro, lo define, que está yendo de un lado para otro con su furgoneta cargada de suministros para la gente que más difícil lo está teniendo. Entre ellos muchas personas gitanas, pero no solo.  “Tiene mucho contacto con todos los vecinos, se lleva coordinando desde 2020 con los bancos de alimentos… pues ayer mandaba un audio a todos sus contactos diciendo  que la comida está en las naves y no está llegando a los barrios, que hay gente sin comer, mayores que viven solos… y que quien pueda que se acerque a los polideportivos y que ayude a repartir”, apunta Muñoz, e insiste: “este gitano, está acudiendo a las zonas donde nadie acude, las zonas más desfavorecidas, y barrios guetificados donde nadie acude, y luego te dicen en el tuiter que por algo será si no va nadie, es que es muy fuerte”.

La activista hace referencia a una respuesta a un tuit suyo en el que alertaba de la situación en una zona de chabolas en Aldaia y avisaba de la necesidad de ayuda porque nadie se estaba acercando por allí. No es la única actitud racista que la tiene, a ella y tantos otros, indignada, “en la televisión ha salido una vecina con afirmaciones desafortunadas, decía “estamos sin agua, sin medios, como en la prehistoria, como los gitanos”. Muñoz admite que las prioridades ahora son otras, pero le resulta insoportable: “mientras escuchamos estas cosas, estamos viendo que a los barrios de gitanos nadie acude. Muchos voluntarios y mucha ayuda, pero a los barrios de gitanos no llega.  Y además si vas a una nave de las que te están diciendo que vayas y te lleves lo que necesites, según tu fenotipo te van a mirar mal y te van a preguntar que de dónde vienes, de dónde eres”.

Muñoz reivindica que la solidaridad está siendo enorme: “No tenemos que hacer algo heroico para que tengamos derecho a ser tratados como iguales…  pero sí que es cierto que se han movilizado todos los gitanos que hay de punta a punta de España”

Frente a esas actitudes racistas, Muñoz reivindica que la solidaridad está siendo enorme: “No tenemos que hacer algo heroico para que desde ahí se nos dignifique y tengamos derecho a ser tratados como iguales…  pero sí que es cierto que se han movilizado todos los gitanos que hay de punta a punta de España”, y habla de gente en Bilbao, Catalunya, las iglesias evangélicas de todo el Estado, Madrid, Jerez… mandando ayuda y apoyando como puede: “Un montón de gitanos que se están movilizando, uno pone la furgoneta, buscan ayuda, piensan dónde hay que ir, y allí que van. Y cuando nosotros llegamos no miramos a quién atendemos, si es blanco, negro, rubio o qué. Pero sí que es cierto que como vemos que los nuestros están peor, intentamos ir a esas  zonas, que además geográficamente son de difícil acceso”. 

Dana
Apoyo mutuo Dónde alumbrar en mitad de la emergencia social por la dana en Valencia
El martes pasado anocheció en las comarcas de la Plana de Utiel-Requena, L’Hoya de Buñol, L’Horta Sud o la Ribera, y después de seis días aún es noche cerrada.

Muñoz comenta que estos días hablaba con un compañero, y compartían que estaban muy contentos de cómo se estaban organizando las redes entre gente gitana de muchas partes del estado, pero también, que imaginaban que pronto empezarían a surgir los comentarios racistas. Incluye uno más: el de un hombre que dice en un reel que hasta los gitanos están ayudando más que los políticos. “¿Perdona? los gitanos ayudan porque son vecinas y vecinos de Valencia y están sufriendo esta catástrofe como vecinos de Valencia y están intentando sobrevivir como todo el mundo”.

Susana cuenta que Aurora, la activista que alertó sobre las chabolas de Aldaia les ha pedido que no le llamen al teléfono si no es para mandar ayuda. Que están hasta arriba de fango organizándolo todo, y que ya no queda gente en las chabolas, pues el agua había arrasado con ellas y los han ido llevando a un lugar seguro.

Las infraviviendas, los asentamientos situados en la intemperie, son los primeros lugares que se llenan de barro con las lluvias y eso lo saben bien en Huelva, donde el pasado viernes tuvieron que vérselas con el temporal

Y es que las infraviviendas, los asentamientos situados en la intemperie, son los primeros lugares que se llenan de barro con las lluvias y eso lo saben bien en Huelva, donde el pasado viernes tuvieron que vérselas con el temporal. En la Asociación de Mujeres Migrantes  en Acción (AMIA) el viernes estuvieron llamando a todos los asentamientos de la zona para saber qué necesitaban: “no nos ha contactado nadie ni nadie se ha interesado”, les dijeron, con el agua corriendo por el suelo de las chabolas, algunas caídas, sin comida. El asentamiento que peor estaba era el de Lucena, cuenta Fátima Ezzohayry, integrante de AMIA. “Estaban todos mojados con un montón de agua sobre los plásticos. Pasaron la noche con mucho miedo, con todo el viento, a que se pudiera caer un árbol sobre las chabolas”.

El sábado los encontraron llenos de barro y sin dormir, les llevaron mantas, sábanas, agua comida. Ayuda similar a la que están mandando a Valencia desde la asocaición, “desde aquí sufrimos con lo que está pasando ahí, con lo que está pasando en Aldaia”, explica Ezzohayry. Saben bien lo que significa que llegue la lluvia y se lo lleve todo, pero también cómo organizarse para llegar ahí donde las autoridades se niegan a llegar.

València
Dana Vecina de Benetússer: “Estamos en shock, pero sales a trabajar a la calle hasta que el cuerpo aguante”
Los efectivos de Emergencias siguen sin entrar en el barrio Grupos, el más pobre de Benetússer. En Paiporta pasaron dos días “completamente aislados; así que nos dijimos que primero el agua y los cadáveres, luego ya veremos qué tal están las casas”.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Migración
Migraciones La batalla por conseguir citas para pedir el asilo
Los retrasos en las citas para pedir el asilo suponen una vulneración de los derechos humanos y la legislación vigente.
México
Opinión El umbral hacia el fin
Las autoras expresan los malestares de ellas y otras mujeres mexicanas que han tenido que migrar a consecuencia de la violencia desatada por “la guerra contra las drogas” impulsada por el expresidente mexicano, Felipe Calderón, en 2012.
Editorial
Neofascismo La peste en Euskal Herria
Cada vez que el régimen de acumulación capitalista se enfrenta a una crisis estructural es el momento de los chivos expiatorios y del disciplinamiento duro del trabajo.
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar intentan llegar a un acuerdo para no perjudicar con el IRPF a los trabajadores con el SMI
La ministra de Hacienda ha confirmado que sería “algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores” en la situación de tener que tributar con el salario mínimo.
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.

Últimas

AGANTRO
Agantro Tatuaxe: terapia e tendencia
Da marxinación á moda, o carácter simbólico e ritual da tatuaxe atópase actualmente erosionado polas dinámicas capitalistas.
Música
Música Pervertidos y puritanos, a los pies de Ethel Cain
Proyectos musicales como ‘Perverts’ de Ethel Cain son capaces de imponer silencio en medio de tanto ruido para pensar en un momento en que las redes sociales son herramientas tendenciosas para la difusión de propaganda de ultraderecha.
Gasto militar
Gasto militar “No nos resignamos a la guerra”: 70 organizaciones rechazan la deriva militarista de la UE y el Gobierno
Más de 70 organizaciones y personalidades de la cultura y el activismo firman un manifiesto que rechaza la escalada belicista y el rearme frente a una posible agresión rusa.
Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Minería
Minería estratégica en Extremadura La Comisión Europea declara “estratégicos” tres proyectos mineros en Extremadura
Las Navas (Cañaveral), Aguablanca (Monesterio) y La Parrilla (Almoharín) obtendrán financiación, verán facilitados sus procesos de tramitación y se beneficiarán de plazos más reducidos. La mina de Valdeflores no es considerada estratégica.
Más noticias
Obituario
Obituario Jesús Santos, el basurero que se ganó el corazón de Alcorcón
Alcorconero de toda la vida, teniente alcalde, activista social y sindicalista, Jesús Santos hizo que aquellos que le acompañaron en su camino se ilusionaran por la política.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente Milleiros de persoas enchen A Pobra do Caramiñal para berrar contra a celulosa de Altri e a mina de Touro
Unha grande multitude por terra e centos de embarcacións por mar esíxenlle ao Goberno de Alfonso Rueda que “recúe” ante o potencial desastre ambiental que sobrevoa Galiza.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Colegios underground en Járkov después de tres años de guerra
La ciudad ucraniana construye escuelas subterráneas, preparadas para aguantar ataques balísticos y nucleares.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.