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Tecnopolítica
Que no se queden con tu cara: reconocimiento facial y libertades públicas
Un sistema de vigilancia masiva recorre Europa: el reconocimiento facial. El 24 de marzo 70 académicos, activistas y expertos enviaron una cara al gobierno español pidiendo una moratoria sobre el uso de tecnologías de reconocimiento facial. Si bien ya habíamos hablado en este artículo en El Salto sobre la vigilancia masiva y el reconocimiento facial, desde entonces el uso de estas tecnologías ha continuando avanzando con impunidad.
¿Qué es el reconocimiento facial y por qué es importante para las libertades públicas?
El mayor peligro sigue estando en el futuro, con el perfeccionamiento de las capacidades de la inteligencia artificial, como el reconocimiento facial y de patrones “ (Edward Snowden)
El reconocimiento facial es un tipo de tratamiento biométrico, es decir de captación de datos como huellas digitales, la cara o la forma de andar. El Grupo de Trabajo del Artículo 29 define el reconocimiento facial como el ”tratamiento automático de imágenes digitales que contienen los rostros de las personas para su identificación, autentificación/verificación o categorización“, independientemente de que las personas hayan dado su consentimiento o tengan conocimiento de su uso.
El Relator Especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación Clément Voule expresó en su Informe de 2019 presentado ante la Asamblea General de la ONU que ”[l]a utilización de técnicas de vigilancia para el control indiscriminado y indiscriminada y no selectiva de quienes ejercen su derecho de reunión y asociación pacíficas, en tanto en espacios físicos como digitales“. La necesidad y la proporcionalidad de estos sistemas también han sido puestas en tela de juicio por el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Privacidad, Joseph Cannataci y el Relator Especial de las Naciones Unidas para la libertad de expresión David Kaye, que han planteado preocupaciones similares sobre el impacto en los defensores de los derechos humanos de los derechos humanos, periodistas, y activistas en general.
En el informe que publicó European Digital Rights (EDRi), contamos con al menos 15 estados europeos que tienen en fase de prueba o de pleno uso sistemas de reconocimiento biométricos, tales como reconocimiento facial, en lugares de acceso público. Cuando se desplegaron inicialmente, estos sistemas escaparon a la atención de los medios de comunicación. Pero, en torno a febrero de 2019, empezaron a surgir los primeros escándalos en Europa y Estados Unidos (EE.UU.).En EE.UU. varias ciudades (Oakland, Berkeley, Somerville, Massachusetts, San Francisco y otras prohibieron estas prácticas. En Europa, donde existen leyes generalizadas de protección de datos y privacidad y tribunales especializados en derechos humanos, la respuesta fue el silencio. La única excepción a este silencio ocurrió, paradójicamente, cuando estos sistemas estaban amenazados. Cuando se filtró el informe de la Comisión Comisión Europea (CE) de Inteligencia Artificial de la Comisión Europea (CE) consideraba lanzar una prohibición similar en la UE (sólo para ser descartada unas líneas más tarde en el mismo documento) el tema se convirtió en algo que valía la pena debatir durante las dos semanas que duró la atención de los medios de comunicación. Desde entonces el reconocimiento facial se ha usado en Mercadona para reconocer a sospechosos habituales, para ver si te mereces un alquiler o hasta para pagar el autobús. Este artículo de Marilín Gonzalos recoge la multitud de usos del reconocimiento facial y su papel en la vigilancia masiva de los ciudadanos.
¿Qué hacer?
Parar los usos que conocemos
Entre las medidas inmediatas que he sugerido en otros informes, la primera es saber qué sistemas existen. Es por ello que la primera medida es solicitar a los estados, regiones y municipios la publicación de una lista de todos los sistemas en uso o en fase de preparación asegurarse de que todos estos sistemas biométricos/de reconocimiento facial sean mapeados y analizados hasta el punto de comprender su base legal (si la hay), el impacto en los derechos fundamentale y las medidas de seguridad y de protección de datos que se hayan tomadoes (evaluaciones de impacto de la protección de datos, uso de cifrado, quién tiene acceso a los datos, etc.). Asimismo es de máxima importancia saber qué empresas están desarrollando y aplicando los diferentes sistemas y las posibles conexiones con personas en el poder que ”casualmente promueven políticas que permiten el despliegue de estos sistemas.
Prohibición expresa de los sistemas biométricos de vigilancia masiva
Para garantizar la seguridad jurídica y evitar la caza permanente de sistemas se despliegan y cancelan aprovechando la falta de orientación clara de los los responsables políticos, la Unión Europe debe tomar medidas para preparar una legislación que conduzca, de forma inmediata, a la prohibición del uso de sistemas de reconocimiento facial y otras tecnologías de vigilancia masiva. La Comisión Europea, como garante de los Tratados fundacionales de la Unión Europea (incluida la Carta Europa de Derechos Fundamentales), debe establecer la prohibición del despliegue y el uso de sistemas de reconocimiento y otras tecnologías biométricas utilizadas para la identificación remota en vivo en espacios de acceso público y el desmantelamiento de dichos sistemas ya existentes en los estados miembros hasta que el análisis de su necesidad y proporcionalidad demuestre su adecuación a la legislación de la UE.
Toma partido: firma la Inicitativa legislativa popular
Para lograr esta prohibición, la coalición Reclaim Your Face (“Reclama tu cara”), formada por asociaciones como Amnistía Internacional, la central sindical europea UNI Europa y liderada por EDRi, ha lanzado una iniciativa legislativa popular para pedir la prohibición en toda Europa de las tecnologías de identificación biométricas, tales como el reconocimiento facial, que puedan llevar a la vigilancia masiva. Necesitamos 1 millón de firmas en 7 estados miembros para poder pedir a la Comisión Europea que considere esta prohibición expresa.
Las firmas se están recogiendo en la siguiente web coordinada por multitud de organizaciones defensoras de derechos digitales y civiles, https://reclaimyourface.eu/es/