Diego Naranjo Barroso

Artículos

Tecnopolítica
Privacidad Que no se queden con tu cara
Organizaciones de toda Europa que velan por los derechos humanos y en Internet lanzan una campaña contra el reconocimiento facial y sus consecuencias.
Videovigilancia
Vigilancia masiva: de entrada, no

Las nuevas medidas que se han ido normalizando debido a la pandemia han de analizarse de manera crítica al regular, básicamente, la forma de relacionarnos y de interactuar como sociedad. Otro punto importante es la privacidad, debate por el que las instituciones, junto a las grandes corporaciones tecnológicas, pretenden estandarizar qué entendemos por “seguridad”. Sin duda, entramos en un nuevo ciclo histórico del que el autor del artículo arroja datos acerca de lo que pueden suponer los datos biométricos o el reconocimiento facial en una futura legislación.

Tecnología
COVID-1984, ¿vigilando al virus o a la sociedad?

Debido al confinamiento mundial y la creación de nuevos paradigmas, las grandes tecnológicas no son ajenas y ya estamos oyendo el “ofrecimiento” de empresas como Google o Apple, que mediante sus sistemas móviles de Android y iPhone rastrearán ubicaciones mediante GPS para detectar posibles contagios. En numerosas ocasiones, no se cuenta con las autoridades sanitarias para este ejercicio de presunto altruismo, sin saber las consecuencias de un rastreo global. Diversos colectivos preocupados por la privacidad y la soberanía tecnológica han respondido con informes advirtiendo de los derroteros que puede llevar estas prácticas que, poco a poco, se asientan en nuestro día a día.

Tecnología
Bloqueando al Tsunami y espiándote en WhatsApp

“Una vez que la ubicuidad de la conservación [de datos] se combinó con su almacenaje permanente, todo lo que cualquier gobierno tenía que hacer era seleccionar una persona o un grupo para usarlos como cabezas de turco y buscar pruebas de un delito”.


(Edward Snowden, “Permanent Record”)

Tecnopolítica
Hacia una soberanía tecnológica

Cada vez hay menos actividades que no se realizan por Internet o que sólo se pueden realizar por Intern: selección de candidaturas a un puesto de trabajo, horarios de trabajo de riders, policía predictiva, fronteras “inteligentes”, plataformas online para diversos propósitos como YouTube, Twitter, Dropbox o Tinder, por no hablar de nuestros correos electrónicos o los sistemas operativos como Android o Windows. ¿Estamos preparados para dejar todo en manos de empresas privadas?