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Energía
Aitor Urresti: “Las interconexiones no van a abaratar el precio de la luz”
El profesor de ingeniería en energías renovables de la UPV/EHU desgrana las razones y consecuencias del proyecto de interconexión eléctrica entre Gatika y Francia y otros proyectos de alta tensión en Euskal Herria
Aitor Urresti Gonzalez (Bilbao, 1975) es profesor de ingeniería en energías renovables, especializado en política energética, en la UPV/EHU. Ha colaborado en la campaña a favor del cierre de la central nuclear de Garoña o contra el fracking, entre otras luchas ecologistas. Actualmente participa en la plataforma contra la interconexión internacional de alta tensión entre el municipio bizkaino de Gatika y Cubnezais (Francia). También pertenece a Gure Energia/Plataforma por un Nuevo Modelo Energético.
Desde hace años, Red Eléctrica Española (REE) persigue conectarse con Francia. ¿Por qué?
Porque desde la Comisión Europea se argumenta que una mayor capacidad de intercambio entre Estados va a ayudar en la integración de las energías renovables, en la bajada del precio de la electricidad y en la reducción de los gases de efecto invernadero. Sin embargo, para el caso de España, el informe del comité de expertos sobre transición energética demostró que aumentar las interconexiones a través de los Pirineos supondría un aumento del precio de la electricidad y de las emisiones de los gases de efecto invernadero, mientras que no aumentaba el porcentaje de renovables.
¿Por qué entonces se insiste en la reducción del precio de la luz, cuando el coste total de la infraestructura está proyectado en 1.750 millones de euros?
Una de las cosas que más nos ha sorprendido con este proyecto es la falta de información pública, sobre todo en lo relacionado con el análisis coste-beneficio de la infraestructura. Además del comité de expertos, el informe que presentó la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), junto con la entidad reguladora francesa advierte que, de llevarse a cabo todas las interconexiones propuestas, la factura de la luz aumentaría al menos un 3,5%.
¿A quién benefician estos proyectos?
Existen grandes intereses económicos, tanto en el sector energético como en la construcción. La infraestructura necesaria supondría importantes beneficios para las empresas constructoras, que, además, en caso de fallos, siempre quedan cubiertas por las arcas públicas, tal y como se ha visto en otros casos como el proyecto Castor. Además, Red Eléctrica Española —una empresa cuyo capital público es solo del 20%—, aumentará sus beneficios económicos al mejorar su posición de monopolio en las interconexiones con otros países, y las energéticas podrán ver mejoradas sus ganancias al beneficiarse de los precios bajos de la electricidad de origen nuclear de Francia.
¿Por qué Red Eléctrica y su homólogo francés han optado por un proyecto submarino?
Según la CNMC, la elección de un proyecto submarino supone un sobrecoste de 1.000 millones de euros con respecto a una línea aérea convencional. La conexión terrestre por Irun está bastante saturada en este momento, pero en lugar de plantear una mejora en la conexión actual en esa zona para mejorar la capacidad de intercambio de energía, se ha optado por una obra faraónica y de gran complejidad técnica. Por lo demás, llevar un cable eléctrico por el agua no tiene mayor complejidad, siempre y cuando esté bien aislado. Por ejemplo, hay un cable similar entre la Península y Mallorca. En este caso el problema real está en el subsuelo marino, por la existencia de un cañón submarino de gran profundidad. El cable va a tener que atravesar el cañón del Capbreton, que alcanza profundidades de más de 1.000 metros. La información que nos ha llegado de Europa, y que no está contando REE, es que se plantean perforar por debajo del cañón, una obra que nunca se ha realizado en el mundo y que pone en entredicho la viabilidad técnica del propio proyecto.
Resulta muy extraño que en un proyecto como este, en el que Europa va a invertir casi 600 millones, la información pública sea tan escasa
¿Cómo afectará al suelo marino y al territorio de Bizkaia?
En estos momentos disponemos de poca información sobre el proyecto final que se va a llevar a cabo, ya que estamos a la espera del informe de impacto ambiental. De todos modos, está claro que una infraestructura de este tipo va a suponer un impacto importante en todo el territorio. Desde el propio municipio de Gatika, en el que se plantea construir la estación conversora, un edificio de 20 metros de altura y varias hectáreas de superficie, pasando por el tendido de las líneas aéreas, o el posible soterramiento de las mismas; hasta el tramo marino, que se trata de un ecosistema muy frágil, en el que cualquier alteración puede suponer un impacto enorme. Además, la simple instalación de líneas de alta tensión puede impedir el desarrollo de otras actividades económicas en la zona, como las relacionadas con el turismo rural o la agricultura ecológica.
¿Qué relación hay entre el cable submarino de Gatika y la línea Gueñes-Itsaso?
Parece evidente que la línea de Güeñes-Itsaso está directamente relacionada con la interconexión por el Golfo de Bizkaia. En la actualidad, la conexión eléctrica entre Bizkaia y Gipuzkoa, pasa por la subestación de Gatika. Si se convierte en el nodo de entrada de la electricidad de Francia, habría que buscar una vía alternativa para no saturar la subestación, con lo que se propone la construcción de la línea entre Güeñes e Itsaso, liberando en parte la congestión que se podría dar en Gatika. De hecho, en la planificación estratégica del sistema eléctrico español, cuando se propone la construcción de esta línea, se da como argumento para la misma el apoyo a los intercambios con Francia.
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¿Es necesario seguir esperando?
Diversas investigaciones apuntan tanto a los impactos ambientales como sociales o personales de las líneas de alta tensión.
¿Estaría relacionada con el TAV?
A pesar de que en algunos medios de comunicación, desde REE se ha mencionado el TAV como uno de los motivos para la construcción tanto de la interconexión por el golfo de Bizkaia como de la línea Güeñes-Itsaso, la relación de esta líneas eléctricas con el TAV es muy difícil de justificar, ya que en ningún momento se conecta a estas infraestructuras, sino que va a subestaciones eléctricas diferentes. Ni siquiera se conecta en la misma tensión que estas líneas.
Energía
Una maraña de alto voltaje
Ecologistas denuncian que el cable submarino que pretenden construir para conectar Gatika con Francia no responde a necesidades reales y solo beneficiará al oligopolio energético.
¿Cuál ha sido la respuesta a nivel de los movimientos sociales?
Hasta ahora el trabajo que se ha hecho desde la plataforma de Gatika ha estado centrado en la divulgación de todas las dudas que existen al respecto y de los problemas que va a generar en la comarca. Se presentaron casi 10.000 alegaciones al proyecto inicial. Además, se está en contacto con la plataforma de Güeñes-Itsaso y con los movimientos de oposición a infraestructuras similares, como los proyectos de interconexión por Navarra y Aragón, o el gaseoducto Midcat por Cataluña así como con la plataforma CADE de Iparralde, que también se está movilizando en contra de esta infraestructura. Tenemos claro que detrás de este proyecto está el intento de mantener un sistema energético caduco, que hay que cambiar lo antes posible, para transitar hacia un nuevo modelo basado en el ahorro, la eficiencia energética y las energías renovables en manos de la ciudadanía. Por este motivo estamos también en contacto con Gure Energia, el nodo de Euskadi de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético.
¿Hay alguna manera de que no se ejecute?
Ahora están empezando a hacer el estudio de impacto ambiental, para el que nos han confirmado que están entrando en terrenos privados. Veremos qué deciden, ya que se están empezando a plantear propuestas diferentes a las del principio. También estamos haciendo un análisis serio a nivel económico. Resulta muy extraño encontrar un proyecto como este, en el que Europa va a participar con una inversión de casi 600 millones de euros, en el que la información pública disponible sea tan escasa. Por eso también se está trabajando para pedir la información que falta a las instituciones, ya que, por ejemplo, no sabemos muy bien la postura de la ministra Teresa Ribera. Queremos poner de relieve la incoherencia del propio proyecto y demostrar que la viabilidad tanto técnica como económica del mismo es más que dudosa. ○