Fotografía
Fotografías de un año en el que no se pudo parar el genocidio

Comenzamos el año con los ojos puestos en Gaza y Cisjordania y pendientes de la vida de cientos de miles de palestinos amenazados en todo el mundo por el estado sionista de Israel. La cosa no ha ido a mejor en estos 12 meses y a este genocidio calculado le han acompañado otras desgracias, como la creciente crisis ambiental con efectos cada vez  más recurrentes en todo el planeta, incluida nuestra españita. En Valencia 231 personas han perdido la vida y 4 más permanecen desaparecidas a causa de una dana que arrasó en pocas horas la comunidad, muertes que quizá pudieron haberse evitado si los responsables políticos hubieran actuado con algo de los que se les presupone, vocación de servicio público, en vez de esconder sus miserias y tratar a toda costa judicial de evitar responsabilidades.

El fin de año además nos arroja otra cifra, no por esperada menos demoledora: la estimación de más de diez mil personas muertas tratando de llegar a nuestro país. Personas que, por mucho que se empeñe una extrema derecha en auge mediático, solo buscaban mejorar en algo sus vidas y que la perdieron por un sistema cruel que denomina a este otro genocidio “crisis migratoria”.

La estafa inmobiliaria y los malditos desahucios, la cada vez más necesaria memoria histórica, el aumento de la pobreza y la desigualdad, o la violencia machista, son algunos de los temas que este año también hemos cubierto desde El Salto y que tratamos de resumir con las imágenes que vienen a continuación.

A pesar de este desmotivador resumen que anticipa un 2025 todavía más inhumano, estos meses nos ha dejado también algunas ventanas a la esperanza, pequeñas alegrías que nuestras cámaras han captado con la misma ilusión con la que, a pesar de todo, enfocamos hacia este nuevo año.

Paremos el genocidio palestino.