We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Francia
La impunidad de las agresiones sexuales en el cine francés llega a su fin tras la condena a Depardieu

L’enfant terrible del cine francés, Gérard Depardieu, idolatrado por el séptimo arte y galardonado con la mayor condecoración francesa, la Medalla de la Legión de Honor, ha sido declarado culpable de agresión sexual y ha precipitado la caída del que en el país galo apodaban “el monstruo sagrado”.
Depardieu siempre fue esa estrella a la que nadie nunca puso en entredicho. Su apetito voraz por actuar, el vino y la comida, su voluptuosidad y su habilidad para provocar le llevaron a ser considerado el ‘ogro’ del cine francés. El actor que alcanzó la cima en los años 70 y 80 se dio a conocer en una época de cambio en Francia. Los cineastas buscaban nuevos actores más realistas y que se asemejasen a la gente “común”.
Un proceso judicial histórico
Frente a la belleza y las buenas costumbres de Alain Delon, Depardieu se convirtió en el bruto que podía encarnar cualquier papel y podía permitirse cualquier exceso. Un actor políticamente incorrecto e indiscutible al que nadie osaba combatir. Pero la Belle Époque ya pasó para el ‘ogro’ del cine. A pesar de que siempre ha negado los hechos, Depardieu ha sido declarado culpable en un juicio que ha marcado un antes y un después en Francia.
Este proceso judicial es un hecho histórico por dos razones. En primer lugar, porque nunca se había condenado a una estrella del cine de tal calibre por agresión sexual. Si bien otros directores habían sido procesados anteriormente, no tenían la talla ni el peso político y social de Depardieu. En segundo lugar, porque se ha aplicado, por primera vez en Francia, la victimización secundaria por maltrato judicial, un concepto creado en 2021 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y que tiene como objetivo proteger mejor a las víctimas que durante el proceso judicial podían verse de nuevo maltratadas por la justicia.
A pesar de que siempre ha negado los hechos, Depardieu ha sido declarado culpable en un juicio que ha marcado un antes y un después en Francia
En Francia, el abogado del conocido actor, llamó “mentirosas” e “histéricas” a las dos víctimas durante el juicio, lo que ha hecho que Gérard Depardieu tenga que pagar 1.000 euros más a cada una de las víctimas por los insultos que su defensa profirió a ambas.
Granada
Violencia Sexual Tres mujeres más denuncian agresiones sexuales del director de la escuela de teatro La Seducción en Granada
Según la presidenta de la asociación #MeToo Media, Emma Dancourt, “es el fin de una cierta impunidad. Todo el mundo puede ser enjuiciado. Gérard Depardieu ha sido sometido a juicio y los que están por debajo de él también podrán ser juzgados. Creo que asistimos al juicio de una época, de una era. La era antes que nosotras, antes del #MeToo, cuando [ellos]podían permitirse cualquier cosa. El cuerpo de la mujer, y el hombre también, estaban disponibles para depredadores, directores, genios. Podían permitirse hacer cualquier cosa, hoy eso se ha acabado”.
La importancia del movimiento #MeToo
Desde el nacimiento del movimiento #MeToo en Francia en 2019, con la denuncia de la actriz Adèle Haenel al director Christophe Ruggia por agresión sexual cuando ella era menor, los avances hacia una mayor condenación y eliminación de los crímenes sexuales en la industria del cine, liderada principalmente por hombres, habían sido mínimos. Sin embargo, las condenas del último año a Ruggia, al director Nicolas Bedos y ahora, a Gérard Depardieu, muestran que las víctimas ya no están dispuestas a seguir en silencio y la justicia está, por fin, condenando a los agresores.
Feminismos
Las raíces del movimiento #MeToo en los derechos de las mujeres trabajadoras
Heroína olvidada de principios del siglo XX, Rose Schneiderman organizó a las mujeres para luchar por leyes que las protegieran del acoso y agresión sexuales en el trabajo.
La movilización desde 2017 de las asociaciones de la sociedad civil y las activistas feministas han conseguido que las instituciones que protegían a los agresores ya no lo hagan. El Festival de Cannes, que tiene lugar en estos momentos, había sido criticado por dejar participar en 2023 en el evento a Johnny Deep, acusado por su exmujer de violencia de género, pero ha vivido un cambio radical en esta edición.
El mismo delegado general, Thierry Frémaux, que dejó participar a Deep en Cannes hace dos años, ha decidido excluir al actor Théo Navarro-Mussy por las acusaciones de agresión sexual de tres antiguas compañeras, una decisión inédita en Cannes. Igualmente, el jueves 15 de mayo, durante una mesa redonda en el festival, una víctima se levantó delante de toda la sala y acusó al vicepresidente del ACID (Association du Cinema Indépendant por sa Diffusion), una sección paralela de cine independiente el Festival de Cannes, de agresión sexual tras haberle puesto droga en una cerveza. El delegado general expulsó tras las declaraciones al vicepresidente del ACID del festival.
Las dos compañeras de trabajo que denunciaron a Gérard Depardieu no han vuelto a trabajar desde que pusieron la demanda porque ya no las contratan
Las agresiones sexuales hasta antes de la aparición del movimiento #MeToo eran un tabú del que no estaba bien visto hablar en público. Gracias a esta movilización, ahora, las víctimas se están atreviendo a denunciar públicamente a sus agresores a pesar de las repercusiones que esto tiene para ellas. Las dos compañeras de trabajo que denunciaron a Gérard Depardieu no han vuelto a trabajar desde que pusieron la demanda porque ya no las contratan. De hecho, una de ellas ha decidido dejar de trabajar en el séptimo arte y estudiar veterinaria.
La cultura de la violación y la impunidad
Según la presidenta de la asociación MeToo Media, en el sector cultural se miraba hacia otro lado y no se denunciaba por “la cultura de la violación. Se banalizaban los comportamientos violentos sexuales, las bromas sexistas”. Además, la industria del cine está dirigida principalmente por hombres, por lo que las personas con mayor poder en el cine tenían una impunidad que hacía que las víctimas no se atrevieran a denunciar ante el escarmiento público y el miedo ante la imposibilidad de no volver a trabajar en la industria.
Dancourt considera que en el mundo del celuloide se pueden encontrar tres posiciones diferentes frente al #MeToo. Un sector de la generación del cine de los años 40-60 con actrices de renombre como Catherine Deneuve o Brigitte Bardot. “Son de otra generación, de otro tiempo. Consideran que ellas son las verdaderas feministas, porque lucharon por el derecho al aborto, y piensan que nosotras, las feministas contemporáneas, no somos útiles”. Este sector, que ha defendido, al menos hasta su condena, al 'monstruo sagrado', considera que se exageran los acosos o las bromas sexistas y se condena demasiado fácilmente a los hombres. Otra parte del mundo del cine, según la presidenta de MeToo Media, no se quiere implicar en la batalla por las víctimas o les es indiferente.
Violencia machista
Abuso de poder La Asociación de Terapia Gestalt expulsa a una escuela tras varias denuncias de alumnas por prácticas abusivas
Por último, existe un sector de los empleados y empleadas del celuloide que apoya a las víctimas y se ha movilizado para cambiar las mentalidades, como es el caso del Centro Nacional de Cinematografía y de Imagen Animada (CNC), la mayor institución pública del cine galo. Desde 2018 se comprometió en luchar contra la violencia y el abuso sexual en el sector. Así, desde enero de 2025, a los equipos de las empresas que reciben ayudas a la producción del CNC se les exige una formación obligatoria en materia de prevención y lucha contra la violencia y el acoso sexual. El CNC también ha creado y puesto en marcha una célula de escucha psicológica y jurídica destinada a los y las profesionales de la cultura víctimas de acoso y violencia sexual.
Será obligatorio incorporar coordinadores y coordinadoras de intimidad en las películas rodadas en Francia para que los actores y las actrices se sientan cómodos en todo momento
Por otro lado, se está potenciando la figura de los y las coordinadoras de intimidad. Se trata de un puesto específico para revisar y seguir con los actores y las actrices las escenas de sexo. Un nuevo puesto que va a ser obligatorio en las películas rodadas en Francia para que los actores y las actrices se sientan cómodos en todo momento con las escenas y puedan evitarse tocamientos o escenas no consentidas.
Falta de voluntad política
La Comisión de investigación parlamentaria sobre el #MeToo en la cultura en Francia publicó el pasado mes de abril un total de 86 recomendaciones para evitar el abuso y las agresiones sexuales en el mundo de la cultura. Al tratarse solo de recomendaciones, no tienen un carácter obligatorio. Dancourt, lamenta que estas pautas no sean obligatorias: “No hemos cambiado nuestra ley porque no hay una voluntad política. Afortunadamente, hay diputados y diputadas y algunos senadores y senadoras que se están lanzando a la batalla”.
A pesar de la falta de voluntad política para endurecer las leyes ante el acoso y la violencia sexual, la condena a Depardieu ha demostrado a la sociedad francesa que incluso las personas más importantes del país están sometidas a la justicia y, el mundo del cine ya no puede mirar hacia otro lado ante las agresiones sexuales.