Opinión
Las flores no nos libran de la culpa de no ser vírgenes

Estamos maternando en una Andalucía cuajada de modelos religiosos cautivos en la lógica patriarcal, y está en nuestra mano ofrecer a la nueva generación de churumbeles una versión decente de las imágenes o una negación desfasada de lo que ven sus sacáis
Flores
Flores en un Jardín. Foto Javier Rodríguez-Señales de Humo CC BY-NC
15 may 2025 12:00

En la Andalucía de mi infancia, mayo era el mes de las flores, de la virgen y de la madre. Virgen, como madre, no hay más que una. O eso se decía. Entonces, ¿de dónde salen las patronas de tanta cofradía, estampa y procesión?

El imaginario católico nutre sus altares, por imperativo popular, de la representación de la Virgen María en diferentes momentos de su vida: la angustia, la ascensión, los dolores, la encarnación, la esperanza, etc. También tiene sobrenombres según los lugares en los que ha aparecido, como en Atocha, Covadonga, el cerro de la Cabeza o el Monte Carmelo (en Palestina), y por supuesto de sus atributos: auxiliadora, inmaculada concepción, remedios, mercedes, prudencia, etc.

En una sociedad de clases, la moral dominante es la de la clase dominante y eso no lo digo yo que lo dijo un señor burgués  europeo de alto reconocimiento intelectual.
Ni que decir tiene que este artículo no va de aquella señora palestina hija de Ana y madre de Jesús de Nazaret, que hace más de un par de siglos se atrevió a desafiar el orden social patrilineal de acumulación y conquista para poner la vida en el centro. Nanai, ni muchísimo menos trata de la fe de las personas católicas, cristianas o agnósticas que veneran cualquier versión de Doña María de Imran.  Este artículo versa sobre el secuestro de las experiencias a través de la manipulación de los relatos. De las mentiras repetidas mil veces en los púlpitos, los almimbares y los libros de texto. Aunque, ¿qué sería de esos canales de difusión sin la colaboración de la industria cinematográfica?

En el relato institucional María se presenta como una madre virginal, aséptica, con una sexualidad sometida al deseo masculino, que pone la vida de sus criaturas al servicio de la voluntad del padre (ausente para más inri) y cuanto más sufrimiento soporte más santa y venerada será (un hijo crucificado).

Esta interpretación de la vida y obra de María tiene un fuerte calado en la sociedad andaluza contemporánea, incluso en las vidas de las personas de otros credos o de quienes fanfarronean de no tener ninguno. Pues al final, en una sociedad de clases, la moral dominante es la de la clase dominante y eso no lo digo yo que lo dijo un señor burgués  europeo de alto reconocimiento intelectual.

Para muestra, un botón: doña Sofía de Grecia hubo de convertirse al catolicismo para casarse con su majestad el rey emérito don Juan Carlos de Borbón (Roma, 1938).

Pero no solamente la experiencia trascendental de María ha sido secuestrada por los cuentacuentos del poder; lo mismitico ocurre con la vida de Aisha, hija de Abu Bakr, a quien el sobrenombre de “madre de los creyentes” eclipsa toda su labor política y esfuerzo interpretativo de las azoras coránicas en los tiempos que siguieron a la muerte del Profeta Mahoma, su marido.
La madre patriarcal ha de estar dispuesta a entregar a su prole a las batallas de acumulación, conquista y sometimiento que se libran en las guerras de los hombres poderosos, de los dioses

Podría traer a colación, dentro de la cosmovisión islámica, la figura de Fatima Zahra de quien el relato oficial difunde una imagen de mujer de su casa y ferviente oradora que sufría con abnegación y paciencia el martirio, consentido por dios, de sus dos hijos. Otra vez la misma historia.

La madre patriarcal ha de estar dispuesta a entregar a su prole a las batallas de acumulación, conquista y sometimiento que se libran en las guerras de los hombres poderosos, de los dioses. Su labor como mujer es incubar y como madre  educar a las crías para que perpetúen los valores de dios/padre. Es importante que esto quede claro y que haya símbolos femeninos que lo recalquen, que las mujeres tengan un espejo en el que mirarse,  porque quién educa a una mujer educa a una nación entera. Esto lo dijo un señor africano.

Se han referido en esta exposición la interpretación sesgada de la vida de iconos femeninos ligados a diferentes credos religiosos, y lo mismo podría extenderse a otras personalidades de reconocimiento internacional y a las que se ha dado un papel importante en el transcurrir de la historia, se me vienen a la cabeza Malinche o Aisha Al Hurra, ambas señoras habitaron en los albores de la modernidad.

Frente a este secuestro de relatos, el esfuerzo hermenéutico de la teología feminista es un acto urgente de descolonización espiritual y simbólica que muchas veces no tiene el reconocimiento que merece y que incluso es vilipendiado en espacios que deberían ser seguros.

Leer a María, a Aisha, a Fátima, a Malinche no desde la obediencia sumisa impuesta, sino desde la agencia política de sus cuerpos y experiencias es una deuda pendiente de creyentes, agnósticas y ateas. Porque estamos maternando en una Andalucía cuajada de modelos religiosos cautivos en la lógica patriarcal, y está en nuestra mano ofrecer a la nueva generación de churumbeles una versión decente de las imágenes o una negación desfasada de lo que ven sus sacáis.

Esto no es una cuestión de fe, es una cuestión de referentes. Porque no basta con desbaratar ídolos pretéritos, como la divinidad aconseja al profeta Abraham en el Corán, sino que hay que ocupar los altares con simbología liberadora, placentera y viva, y dejar las flores en el campo para que las abejas tengan donde darse el gozo de la mera existencia.

Por cierto, en mi pueblo hay cortes de luz diarios desde que llegaron los gigantes, que ya lo dijo don Alonso; no son molinos sino gigantes (económicos).
Libertad de expresión
Condenada por la procesión del Coño Insumiso: “Lo que ofende es una vulva en la calle”
Un juzgado ha condenado a E. M. por ofender los sentimientos religiosos durante la Gran Procesión del Santo Chumino Rebelde en Málaga, en un procedimiento iniciado por la organización Abogados Cristianos. La mujer explica que se trata de un acto de “sublimación” y recurrirá la sentencia.
Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Conversamos coa investigadora América Navarro sobre o desprazamento forzoso en Chiapas.
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Salto medra contigo
O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Crónica visual de como unha enorme multitude encheu de diversidade o centro da cidade de Vigo.
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
O Teleclube
'O Teleclube' pecha a temporada cos supervivintes de '28 anos despois'
Danny Boyle e Alex Garland volven ao mundo dos infectados que inspirou o renacemento dos 'zombis'.

Recomendadas

Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Tras o progresivo desmantelamento de varios dispositivos de acollida, moitos refuxiados foron trasladados a outros puntos do Estado sen aviso previo. Outros son simplemente desaloxados trala denegación da súa solicitude de asilo.
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...