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Estamos inmersos dentro de un cambio constante. Buddha dijo que “todo es impermanente”. A lo largo de la existencia, el destino lo vamos forjando nosotros mismos con nuestros actos y decisiones tomadas a diario; la ley causa-efecto o “karma” dice que si plantamos una semilla y la regamos, algún día, podrá brotar un árbol. Así, a cada una de las decisiones tomadas en nuestra vida le sigue irremediablemente una consecuencia. Las personas que gobiernan nuestra ciudad y nuestra región se encuentran, ahora mism,o en una de esas encrucijadas históricas en la que tienen que tomar la decisión trascendental de si la Montaña de Cáceres, la Sierra de la Mosca y el acuífero del Calerizo se van a convertir en una zona extractiva, plagada de minas o, por el contrario, se mantendrá conservada, tal y como la conocemos en la actualidad. En concreto, tienen que tomar la decisión de si aprueban el proyecto San José-Valdeflórez o deciden respetar el paisaje para que sea un lugar digno de acoger la nueva “Tierra Santa Budista” que atraerá a millones de turistas espirituales y practicantes del “Dharma”, la ley filosófica basada en los antiguos “Vedas y Sutras”, muy extendida en Asia y seguida por un número cada vez mayor de personas en los países occidentales.
¿Cáceres se convertirá en un futuro próximo en una ciudad de paz y de peregrinación espiritual, como Fátima, Lourdes o La Meca? ¿O la veremos transformarse en un paraje árido, seco, polvoriento, ruidoso y deprimido como muchas zonas mineras de Huelva o Murcia? ¿Se alejará para siempre de nuestra ciudad la armonía, la salud, la naturaleza cercana, la gran biodiversidad, el aire limpio y el silencio tan necesario para los meditadores budistas que con sus plegarias, oraciones y largos retiros de silencio extienden los buenos deseos sobre todos los seres?
Minería
Cáceres, de montaña a cráter
Un proyecto de mina a cielo abierto de la empresa australiana Plymouth en colaboración con el Grupo Sacyr amenaza la Montaña de Cáceres y a la ciudad Patrimonio de la Humanidad.
En las manos y en la “mente” de nuestros políticos está ahora mismo la importante y profunda decisión que afectará al futuro de esta pequeña, tranquila y hermosa ciudad Patrimonio de la Humanidad en la que vivimos. Deben tener la suficiente “lucidez mental” para vislumbrar el modelo de ciudad que quieren para Cáceres. ¿Realizarán, quizás, un esfuerzo para “despertar” y conseguir una “visión directa” y clara de lo que es más favorable para su pueblo? Recae sobre sus espaldas una gran responsabilidad porque hemos depositamos en ellos nuestra confianza como defensores y garantes del interés público general.
En las manos y en la “mente” de nuestros políticos está ahora mismo la importante y profunda decisión que afectará al futuro de esta pequeña, tranquila y hermosa ciudad Patrimonio de la Humanidad en la que vivimos
Los intereses son contrapuestos a todas luces. Para las empresas mineras uno de sus objetivos es el lucro económico, constituye el principal eje de sus actuaciones. En el budismo se conoce como “avidez” y es uno de los velos o “kilesas” que nublan la mente. Extraer a toda costa el mineral, no sólo el litio, sino también todas las pequeñas partes por millón de otros minerales metálicos como estaño, tántalo, rubidio y algunos incluso radiactivos como el Cesio que aparece en las solicitudes de investigación y en sus estudios de viabilidad (véase permiso Romolus), supondría poner en serio peligro la vida y la salud de los cacereños. Algunos de estos minerales radiactivos, al entrar en contacto con el aire de la atmósfera cuando son extraídos, pueden tener reacciones vigorosas o violentas y liberar isótopos de radioactividad. Además, las solicitudes de explotación se tendrían que tramitar por la sección D) de la preconstitucional Ley de Minas, que obliga a unas medidas más estrictas en los trámites y mayores garantías medioambientales.
La presión se ejerce desde Bruselas, donde países como Alemania tienen un mayor peso e imponen recuperar la mermada industria automovilística para que siga siendo el motor de su economía y no quede atrás en los competitivos mercados internacionales. El empuje de las empresas que se benefician de la especulación financiera en los dañados mercados bursátiles, el jugoso reparto y aprovechamiento de las subvenciones públicas, de los cuantiosos fondos europeos destinados a la extracción de materias primas críticas dentro de las fronteras de la Unión es cada vez mayor en la actual crisis-Covid, y beneficia al enriquecimiento de compañías privadas multinacionales que sustentan un “desarrollismo” económico ilimitado y a toda costa, con un ritmo exponencial que acabará esquilmando los recursos de una Tierra finita en un corto plazo y que, si nada lo remedia, favorecerá futuras pandemias como la actual o incluso algunas más graves. Estos lobbys económicos no tienen en cuenta el desarrollo de tecnologías menos agresivas como el hidrógeno u otras alternativas de la movilidad y no quieren esperar porque sus cadenas de montaje están ya funcionando y diseñadas para esta alternativa eléctrica. Elon Musk, el propietario de Tesla, declaró hace poco en su cuenta de Twitter que se daría un golpe de estado en el país que fuera necesario para conseguir el codiciado litio, imprescindible en la fabricación de sus modelos de automóviles que esperan en las cadenas de montaje.
La planta de procesado del mineral de litio estaría activa las 24 horas del día, los 365 días del año, por un periodo de veinte años, emitiendo a la atmósfera (...) 206 toneladas de metano, 106 de CO2 y 62 de óxido nitroso al año
Esta carrera desenfrenada de extracción de minerales para la mal llamada “transición ecológica” supone tomar decisiones sobre lugares determinados geográficamente y desplazar la contaminación y las emisiones de CO2 de las grandes ciudades a las llamadas “zonas de sacrificio”, donde sus habitantes verán mermada su salud, el derecho fundamental a un aire puro, a un agua limpia y a un medio ambiente saludable. El pueblo se verá despojado de la propiedad privada legada por sus antepasados y constitutiva de sus principales medios de vida, donde desarrollan actividades económicas, agrícolas y ganaderas. ¿Seremos los cacereños otra vez saqueados? ¿No saldremos nunca de esta eterna “rueda del samsara” que nos ocasiona tanto sufrimiento y que se repite históricamente una y otra vez en nuestra bella tierra?
Minería
Sobre la minería de litio y la sostenibilidad en Cáceres
En esta estrategia por rentabilizar la sostenibilidad se crean entramados y redes empresariales y financieras, públicas y privadas, complejas de seguir y, por ende, también difíciles de fiscalizar, como es el caso de la red de intereses que hay detrás de la explotación de la mina de litio en Cáceres.
La ubicación del Centro Budista en el Cerro Arropez hace del todo inviable la compatibilidad de ambas actividades. ¡O el Gran Buda o las minas extensas, ruidosas y contaminantes! No es posible instalar un complejo religioso tan cerca de la nueva concesión minera del Trasquilón al norte, y justo enfrente de la que sería la planta de procesado del mineral de litio que estaría activa las 24 horas del día, los 365 días del año, por un periodo de veinte años, emitiendo a la atmósfera (según datos del propio proyecto, San José-Valdeflórez de la empresa australiana Infinity Lhitium) 206 toneladas de metano, 106 de CO2 y 62 de óxido nitroso al año, superando hasta dos y tres veces los límites legales de emisiones y provocando dolencias graves para la salud como asfixia, taquicardia, depresión del sistema respiratorio, enfermedades oncológicas, etc. A esto se sumarían las explosiones o detonaciones que se proyectan producir a diario, el trasiego continuo de maquinaria pesada, de camiones de gran tonelaje y el polvo en suspensión que hacen totalmente inviable un Complejo Budista en la ubicación elegida por el Ayuntamiento.
Nuestros representantes no deberían contemplar ninguna decisión basada en intereses individuales espurios, como parece que algún ex-político regional ya ha demostrado. Moral y legalmente están obligados a desaprobar los permisos de investigación y de explotación de las minas que se están tramitando
Nuestros gestores deben desarrollar la “visión profunda” y a largo plazo, tienen que convertirse en estadistas, pesa sobre ellos la obligación de ser responsables del futuro de su ciudad, de su región, y del destino del pueblo al que representan. ¿Contribuimos a revertir el efecto invernadero con nuestro patrimonio natural que actúa como un gran sumidero de CO2 y absorbemos emisiones con nuestros árboles? O, por el contrario, ¿lanzamos a la atmósfera más cantidades de contaminantes para agravar el calentamiento climático local y global? Nuestros representantes no deberían contemplar ninguna decisión basada en intereses individuales espurios, como parece que algún ex-político regional ya ha demostrado. Moral y legalmente están obligados a desaprobar los permisos de investigación y de explotación de las minas que se están tramitando.
Solamente así, tomando estas valientes decisiones, los budistas podrán ubicarse enfrente del “Pequeño Monfragüe” rodeados de la naturaleza y del silencio que necesitan para iluminar la mente y crear un “mandala” benefactor alrededor que se extienda hasta la ciudad y sus habitantes.
Sólo así la codicia, la avaricia, el ansia de poder, el individualismo y el egoísmo, dará paso al cuidado de los otros, a la protección de la naturaleza, a preservar la salud de nuestro pulmón y corazón verde, a velar por todos los seres que habitan la zona, a mejorar la vida de la mayoría, y en definitiva, a la práctica de la generosidad colectiva. ¿Estará Buddha enviando una señal a los cacereños? ¿Alcanzaremos algún día el “nirvana” meditando en la Montaña? Aunque parezcan utópicos estos objetivos, que nadie dude que se convertirán en absolutamente necesarios de respetar si queremos preservar nuestra propia especie humana dentro de esta gigante nave azul que viaja por el universo y es llamada Tierra.
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En cuanto al machismo budista, ya tal.
En Kadampa, hay maestras en Madrid, Barcelona, Donostia, Castellón, Mallorca, que ahora recuerde. La directora general de España es mujer y lo es la directora a nivel mundial.
Me parece excesivo hablar de "millones de budistas" que vendrán a Cáceres. Siendo objetivo pienso que aquí la discusión está entre crear empleo a costa de cargarse el entorno o mantener el entorno a costa de no crear empleo. No sé qué será mejor, supongo que si necesitase trabajo preferiría la mina y si tengo trabajo y me gusta salir al monte, preferiría el Buda. Pero no nos engañen con artículos tan sesgados por favor.
Creo que hablar de "millones de budistas" que van a venir a Cáceres es bastante exagerado. Intentando ser objetivo pienso que la mina daría más empleo y beneficios y el Buda menos impacto al entorno. La cuestión es decidir entre crear empleo a costa de cargarse el entorno o no. Lo demás es propaganda de una parte y de otra.
Gracias por informar.
La batalla está ahí, informar contra demagogia.
Triste futuro nos espera a Extremadura si tenemos que elegir entre una mina de litio o centro de una religión tan machista, retrógrada y poco respetuosa con los derechos humanos y que dicho centro budista solo buscar hacer negocios, como el de las minas. Que triste el destino de nuestra tierra
Me equivoqué. No tienes razón.
Hay muchas tradiciones y comunidades budistas. Las que conozco son rabiosamente feministas
Te recomiendo la lectura de este libro: El budismo ¡vaya timo!
http://www.laetoli.es/vaya-timo/140-el-budismo-vaya-timo-miguel-angel-alvarez-9788492422890.html
Y el visionado de este video, es muy breve: 5 Religiones MÁS MACHISTAS https://www.youtube.com/watch?v=HfuPR9aWvfk
Su Santidad el Dalai Lama dice que en su próxima reencarnación va a nacer como mujer.
Su Santidad el Dalai Lama dice que en su próxima reencarnación va a nacer como mujer.