Opinión
Lo que no puede durar en Izquierda Unida Extremadura

Un grupo de militantes de Izquierda Unida Extremadura reflexiona en público acerca del futuro de la organización, de sus debilidades y de los que, a su juicio, se representan como ineludibles cambios necesarios.
Movilización de IU Extremadura

Los procesos asamblearios en el seno de las organizaciones políticas “deben hacerse con el mayor grado de transparencia, tanto hacia el interior como hacia la sociedad y medios de comunicación. El proceso de debate de una asamblea debe significar una gran movilización del conjunto de un partido político”. Izquierda Unida Extremadura nunca ha sido una excepción a esta regla y aún más no puede permitirse serlo.

¿Qué ha pasado en Izquierda Unida Extremadura?

Desde hace décadas el proyecto de Izquierda Unida, también en Extremadura, languidece por diversos motivos, a veces por divisiones internas y otras por la falta de acierto de sus direcciones políticas que olvidaron que su principal capital son las manos de su militancia, la implantación de la organización en el territorio y la salvaguarda de los intereses de la clase trabajadora en nuestra región.

A lo largo de todo este largo periodo se fue creando una atmósfera irrespirable en lo interno que debilitó la capacidad de propuesta y respuesta política de Izquierda Unida que, finalmente, se tradujo en la pérdida de representación institucional del espacio IU-PCE por primera vez desde el comienzo de la democracia. Cierto que los tiempos políticos no acompañaban, recuérdese la intensidad del azote neoliberal de aquellos años, lo que significaba definirse como comunista o activista en aquella etapa, pero difícilmente puede encontrarse a alguien que exima de responsabilidad a la propia organización en la explicación de sus resultados.

Podríamos hablar pormenorizadamente de la multitud de factores que han terminado por socavar la capacidad de nuestra organización en nuestra tierra, lo que no resulta un final inesperado para un proyecto que durante bastantes años consiguió luchar con éxito en competencia con la versión más derechizada del PSOE, como es el PSOE de Extremadura

Desde hace décadas el proyecto de Izquierda Unida, también en Extremadura, languidece por diversos motivos, a veces por divisiones internas y otras por la falta de acierto de sus direcciones políticas que olvidaron que su principal capital son las manos de su militancia

Los más escépticos suelen afirmar que el principal fin de la burocracia es la protección de los intereses propios. El recorrido de Izquierda Unida Extremadura durante aquellos años es una muestra de ello. Es lo que pasa cuando se te olvida que el único propósito legítimo que puedes perseguir es la defensa de tus motivos fundacionales. Para IU la superación del capitalismo, la construcción de un proyecto emancipador, la defensa de las clases populares…, y bueno, un día dejas de tenerlo presente y te vas al carajo. Así de simple.

Y es aquí cuando debemos comenzar a plantearnos algunas de las preguntas que pueden resultarnos de utilidad para el futuro de Izquierda Unida, o lo que es más importante, para cualquier proyecto de izquierdas en nuestra región. La falta de relevancia social y política de IU-Extremadura, la pérdida de pulso frente a buena parte de los movimientos sociales que actúan en nuestra región, la incapacidad para marcar la agenda, la sequía de propuestas de calado que sitúen el interés de los vecinos en nuestra organización, no son cuestiones que debamos situar en el escenario de la actualidad más inmediata.

A la hora de establecer un balance sobre el presente de nuestra organización, la pregunta que debemos hacernos no es cuál ha sido el balance de la actividad de la actual dirección. No, error. La realidad de la crisis que actualmente sufre Izquierda Unida Extremadura se viene fraguando desde hace décadas, debido a la incapacidad de las diferentes direcciones de vincular los esfuerzos de la organización con los fines que justifican su existencia. Así de claro. Por ello, la pregunta acertada sería: ¿Puede la actual dirección de Izquierda Unida en estos momentos establecer las pautas y mecanismos que nos permitan superar esta situación? En nuestra opinión, la respuesta es no.

¿Cuál es la política de Izquierda Unida en Extremadura?

No creemos desvelar ningún secreto si afirmamos que la realidad social se percibe desde los lugares de la inmediatez y lo efímero, donde todo carece de importancia o trascendencia, es decir de responsabilidad, en el sentido estricto del término. Tampoco es una novedad que las organizaciones que pretendan dar una respuesta crítica a esta situación no deben reproducir los esquemas que dicen combatir. Ante esto, la pregunta que debería plantearse en IU-Extremadura, en sus órganos y ante su militancia es: ¿Cuál es el papel de Izquierda Unida en el desarrollo de la lucha de clases que tiene lugar en nuestra región? Hace demasiado tiempo que nos planteamos este tipo de preguntas.

El primer cometido de cualquier organización, sea cual fuere su naturaleza, es definir sus fines y sus criterios de actuación. Léase con respecto al asunto que nos trae a estas líneas ¿Cuál es la política de Izquierda Unida en Extremadura? Las personas que firmamos este escrito no podemos dar respuesta a esa pregunta, pues es una cuestión que apenas se ha formulado.

Lo cierto es que la agenda que nutre el orden del día de los órganos de dirección en Izquierda Unida Extremadura nada tiene que ver con los intereses de la población extremeña, y ni siquiera de la propia militancia que abandona las sedes a un ritmo aún mayor que aquel con el que nuestros paisanos dejan nuestra región para emigrar a otras latitudes a modo de mano de obra cualificada y, de paso, barata. La despoblación, el desempleo, las consecuencias de las políticas medioambientales protagonizadas por la Junta de Extremadura, la educación o la vivienda, los problemas de transporte o la acuciante desigualdad que azota nuestra tierra, son cuestiones que simplemente han desaparecido de la agenda interna de una organización que se define a sí misma como transformadora. Esa es la realidad de los hechos.

La agenda que nutre el orden del día de los órganos de dirección en Izquierda Unida Extremadura nada tiene que ver con los intereses de la población extremeña, y ni siquiera de la propia militancia

En lugar de ello, ganan posiciones la improvisación, las carreras de ultimísima hora para hacerse las fotos en los hospitales, la repetición de debates estériles alejados de la realidad de nuestros vecinos y vecinas;  vuelven a ganar relevancia las cuestiones internas y burocráticas que poco o nada importan a los que jamás han pisado la sede un partido político.

Algunos dirán, con razón, que el escenario al que ha tenido que hacer frente la actual dirección bajo la coordinación de Joaquín Macías era de todo menos halagüeño; otros dirán que menos mal que vino Podemos a salvarnos con la confluencia —¿o fue al revés?— , aunque quizás los más avezados se pregunten: ¿Alguna de las iniciativas que ha tomado Izquierda Unida en los últimos cinco años tienen alguna utilidad a la hora de enfrentarse a los gravísimos problemas de toda índole que debe afrontar nuestra organización? ¿Cuándo fue la última vez que Izquierda Unida-Extremadura protagonizó una campaña política reseñable? ¿Cuál fue la última movilización en la que Izquierda Unida sostuvo un papel relevante en nuestra región? ¿Ha mejorado nuestra capacidad de interlocución? ¿Hemos conseguido mayor coordinación entre nuestros cargos públicos? ¿Tenemos más o menos presencia en el ámbito local? ¿Hemos mejorado nuestra presencia en las redes sociales? Es más, ¿cómo demonios se llama vuestro coordinador regional?

Algunas de las respuestas

El análisis de las cuestiones que pueden llegar a explicar la trayectoria que nos ha arrojado a una situación sin rumbo requiere detenerse sobre algunos aspectos estructurales que nos aproximarían, aunque sea parcialmente, las causas profundas que explican el lento declinar de Izquierda Unida-Extremadura como proyecto político:

A) La figura del coordinador general

El lenguaje no es inocente, y en este caso tampoco. La elección de esta terminología para designar el órgano de dirección unipersonal de nuestra organización no es casual. Atribuir al máximo responsable de la organización la función de coordinar, y no la de dirigir, describe su lugar y sus funciones a modo de “primus inter pares”; un compañero más, que se diferencia del resto, no por criterio de jerarquía, sino mediante la lógica diferenciación de funciones fruto del principio de división del trabajo. El coordinador no es tu jefe, es tu compañero. Y Nada más lejos de la realidad. Ahora bien, cuando la maquinaria comienza a funcionar, la relevancia de esta figura no es la de tu compañero, sino la de alguien que determina  —y mucho— el modo de hacer las cosas.

La desorientación llega hasta tal extremo que con el mismo entusiasmo se puede tomar una decisión y su contraria, en momentos sucesivos y a propuesta de una misma persona. Eso ha pasado

En contra de la cultura crítica que se presupone a una organización como Izquierda Unida, cuestionar el papel de las decisiones adoptadas por la dirección tiene un coste. Cualquiera que se atreva a ponerla en tela de juicio será acusado de vendepatrias, de querer dañar a la organización, de afán de protagonismo o de ser un enviado del PSOE —el peor de los insultos—. Pese a la imagen de cuestionamiento constante que se deduce de la imagen pública de Izquierda Unida alimentada por los medios, lo cierto es que la coordinación desarrolla su papel sobre la base de su superioridad sobre el resto de una militancia, por lo general acrítica, que acepta pausadamente los dictados de tan alta figura, hasta el punto de que una opinión contraria solo se entiende como una suerte de sobreactuación de los críticos en busca de protagonismo o en beneficio propio. Eso que algunos llaman actitud cainita es uno de los principales calificativos hacia cualquiera que plantee una crítica. Está permitida la crítica, mientras no se ejerza. La desorientación llega hasta tal extremo que con el mismo entusiasmo se puede tomar una decisión y su contraria, en momentos sucesivos y a propuesta de una misma persona. Eso ha pasado.

B) Mayorías y minorías

El principio de organización de la democracia lo constituye la relación entre la mayoría y la minoría. Nada que añadir, salvo un matiz de la mayor importancia. La democracia no se define por la imposición de la voluntad de la mayoría, sino por las notas características que perfilan las relaciones de poder entre la mayoría, y su contraria, la minoría. El procedimiento de elección de la figura del coordinador coordinadora no, nunca hemos tenido se vertebra según la lógica de suma cero. El que gana lo gana todo, los que pierden obtienen representación y demás, pero una vez que has conseguido los apoyos necesarios para obtener la coordinación, la misma mayoría que te apoyó te mantendrá en tu puesto contra viento y marea, y los que no formen parte de tu lista, cierto que podrán protestar, cierto que podrán discrepar, cierto que podrán dar a conocer su opinión, pero cierto también que nunca dispondrán de los mecanismos burocráticos puestos a disposición de la dirección para difundir opiniones, juicios, prejuicios y lo que sea necesario para que aquellos que perdieron continúen en la parte baja de la tabla.

Así, la lógica orgánica y la definición de las relaciones entre las distintas familias o corrientes que configuran la organización se definen no sobre la operatividad necesaria que atiende a la consecución de los fines de la organización, sino sobre la lógica competitiva que, por cierto, preside el funcionamiento ordinario de una cosa que se llama mercado, tan propio de la sociedad a la que pretendemos combatir y superar.

La lógica orgánica y la definición de las relaciones entre las distintas familias o corrientes que configuran la organización se definen no sobre la operatividad necesaria que atiende a la consecución de los fines de la organización, sino sobre la lógica competitiva

¿Cuál es la solución? Pues no es tan difícil. Lo que resulta evidente es que el arrepentimiento y la buena voluntad no sirven. Nuestra tradición siempre ha sabido distinguir entre eso que llamaban condiciones objetivas y condiciones subjetivas, hagámosle caso. La buena voluntad no sirve, el buenismo tampoco,  pues no podemos dejar en manos de la arbitrariedad de las buenas intenciones el adecuado funcionamiento de una organización que pretende cambiar el mundo —ahí es nada—, lo que sí debe servir es la inclusión de normas de funcionamiento en la toma de decisiones mediante mayorías  cualificadas (2/3, 3/5…) que generen la necesidad del entendimiento y la negociación entre las partes para adoptar las decisiones más relevantes, y ¿por qué no?, las que no lo sean tanto. O dicho de otro modo, si necesitas a todo el mundo para tomar una decisión, escucharás a todo el mundo, contemplarás las opiniones de todo el mundo y esos mismos serán participes de una decisión que no tendrán motivos para cuestionar.

C) La militancia

La militancia de Izquierda Unida es el principal recurso de nuestra organización, y se nos está agotando, tanto física como políticamente. La edad juega malas pasadas, y buena parte de la militancia de Izquierda Unida Extremadura hace tiempo que dejó de ser joven. No es una circunstancia que afecte exclusivamente a IU-Extremadura, ni siquiera a Izquierda Unida, sino un signo de los tiempos que corren para el conjunto de los partidos políticos, que se debe explicar por las consecuencias de los cambios culturales y económicos que ha provocado la imposición del sistema de valores propios del neoliberalismo, las notas características de organización del capital globalizado, el deterioro de la legitimidad de la democracia representativa y, con ella, de los partidos políticos, el desprestigio generalizado de la política y la falta de alternativas a la hora de organizar la representación política institucional. No vamos a hacer responsables a la dirección de IU-Extremadura de los resultados del signo de los tiempos, pero creemos que cabe señalar que poco o nada se ha hecho al respecto para revertir esta situación.

La quiebra parcial de la legitimidad de nuestro sistema político e institucional a raíz de la crisis de 2008 y las consecuencias políticas del 15-M, no permitieron que la energía que desbordó la política española se tradujese en una renovación de la militancia de organizaciones como Izquierda Unida. El 15-M hace su aparición como un movimiento que inmediatamente se convierte en un hito generacional y por lo tanto en cierta medida excluyente, en el que sus protagonistas se vehiculan a través de rasgos comunes que podemos identificar con los propios de una generación. Cualquiera que no se encontrara incluido en esos términos corría el riesgo de quedarse fuera. El 15-M, entendido como una expresión política generacional, implica la reafirmación de mecanismos propios de intervención y representación política, frente a los cuales, la política realmente existente —y sus organizaciones, sean las que fueren— pertenecen poco menos que al espacio exterior.

El 15-M, entendido como una expresión política generacional, implica la reafirmación de mecanismos propios de intervención y representación política, frente a los cuales, la política realmente existente —y sus organizaciones, sean las que fueren— pertenecen poco menos que al espacio exterior

Los códigos, las actitudes, conductas y valores representados por las organizaciones políticas que hasta ese momento participan como protagonistas en la política institucional no encuentran una correspondencia en un espacio político, en cuyo centro se sitúan precisamente los grupos sociales cuyas expectativas se han visto truncadas por esas mismas organizaciones contra las que se dirigen todo tipo de reclamaciones y denuncias de corrupción, bandolerismo, incompetencia, o incluso ausencia de democracia real. Podríamos decir que el 15-M nos echó del tablero porque no podía ocurrir otra cosa.

No obstante, no deja de ser contradictorio que muchas de las reivindicaciones que los indignados introdujeron en la política española para siempre, podrían ser dirigidas con la misma contundencia por parte de la militancia de IU-Extremadura contra la dirección de Izquierda Unida-Extremadura. La militancia, como todo en esta vida requiere de una razón de ser, militar en una organización política tiene que consistir en algo más que en pagar una cuota, y lo cierto es que, a la vista de lo ocurrido en los últimos años, podría afirmarse que la militancia cuenta más bien poco en IU-Extremadura.

El fomento de la participación de la militancia se puede vislumbrar según dos visiones distintas: la primera, señalaría la necesidad de disponer de unas bases políticamente conscientes y participativas, exigentes, que fuera poco menos que los ojos y las manos de la organización, los interlocutores naturales de IU-Extremadura ante los vecinos y la sociedad extremeña; la segunda, entiende la militancia como un problema. El militante es aquella persona ante la que estás obligado a rendir cuentas, que puede no mostrarse de acuerdo con las decisiones que toma la dirección, e incluso las cuestiona, y a quien en definitiva tienes que explicar y justificar aquello que muchas veces es más cómodo callarse.

Muchas de las reivindicaciones que los indignados introdujeron en la política española para siempre, podrían ser dirigidas con la misma contundencia por parte de la militancia de IU-Extremadura contra la dirección de Izquierda Unida-Extremadura

A la vista de los hechos, pudiera pensarse que, por agotamiento, falta de iniciativa o por mera incompetencia, la dirección actual de IU-Extremadura hubiera llegado a una conclusión, que para ellos debe resultar evidente: una organización muerta es una organización en calma. Si la militancia no interviene se terminaron los conflictos; si la militancia no está informada —que no lo está— se reducen las posibilidades por las que se cuestionan las decisiones de la dirección; si la militancia no participa, finalmente practicará la delegación de funciones propia de las organizaciones estrictamente burocráticas, aquellas que ejercen los responsables orgánicos, mientras el resto calla y asiente; en definitiva, mientras la militancia duerme yo puedo seguir siendo coordinador, secretario de organización, de finanzas, asesor en el grupo parlamentario…; en fin, ese tipo de cosas. Por algún motivo que no alcanzamos a entender, parece ser que esta situación no preocupa en exceso a la dirección actual de Izquierda Unida- Extremadura, que no es capaz de comprender que mientras la militancia duerme, las organizaciones se mueren, y de paso las direcciones dejan de merecer tal nombre.

Extremadura
Unidas por Extremadura Unidas por Extremadura: hundidos y salvados
El pasado mes de octubre de 2020, Equo Extremadura fue expulsado de Unidas por Extremadura por decisión de IU, Podemos y Extremeños.

Lo cierto es que el número de militantes y asambleas locales disminuyen a pasos acelerados, las listas electorales presentadas por IU-Extremadura se reducen en número en cada nuevo proceso electoral, los más jóvenes apenas tienen presencia en la organización, mientras que el número de militantes con más de 60 años comienza a resultar alarmante. Cuando se plantea esta cuestión, la dirección responde que las causas hay que encontrarlas en la presión ejercida por el caciquismo del PSOE en el entorno rural, ¡¡¡cómo si eso fuera nuevo, y además pudiera explicarlo todo!!! ¿Es la dirección actual directamente culpable de esta situación? Posiblemente no, pues el problema, como ya hemos dicho, viene de lejos y ciertamente algunas de las razones escapan de nuestro control. Ahora bien, ¿Ha hecho la actual dirección algo al respecto en los últimos cinco años?

Solo un escenario de prevalencia de la figura del coordinador y de derechización de la organización y de su militancia, puede haber permitido que esto haya ocurrido durante tanto tiempo.

¿Para qué sirve Izquierda Unida-Extremadura?

Izquierda Unida-Extremadura adolece de problemas esenciales: la ausencia de participación de la militancia y de sus cargos públicos, la falta de una política definida, la precariedad programática, son carencias que difícilmente pueden obviarse, y que finalmente se ponen de manifiesto en el hecho de que nuestra organización haya obtenido representación institucional únicamente gracias a los procesos de regionales de confluencia. Dicho esto, el principal problema que sufre IU-Extremadura, por encima de cualquier otra cosa, es que nuestra organización no dedica un minuto a hablar de los problemas del pueblo extremeño.

Las personas que firmamos este escrito hemos decidido comenzar a hacernos algunas preguntas, pero también va siendo hora de establecer algunas posibles respuestas.

Izquierda Unida-Extremadura adolece de problemas esenciales: la ausencia de participación de la militancia y de sus cargos públicos, la falta de una política definida, la precariedad programática, son carencias que difícilmente pueden obviarse

En nuestra opinión, la persistencia de estos problemas de nuestra organización y la falta de iniciativa por parte de las personas que dirigen IU-Extremadura a la hora de hacerles frente, a pesar de ser tan graves que ahogan el futuro de nuestra organización, tienen una explicación: los problemas de IU-Extremadura no son los problemas de las personas que dirigen IU Extremadura. Las personas que la dirigen no entienden como un grave problema la ausencia de debate político, el vaciamiento de los órganos, el abandono de la militancia, la desaparición de Izquierda Unida de la vida política pública extremeña, etc. ¿Es esto debido a que el propósito y la finalidad de su actividad política no está en consonancia con los fines para los que en su momento se fundó y organizó nuestra organización? Como vino a decir Antonio Maillo en su despedida como Coordinador de IU-Andalucía, la profesionalización de los cargos de dirección en un partido de izquierdas es un cáncer que termina por manifestarse como la metástasis de la organización.

La necesidad de la alternativa

Ya no nos queda tiempo. Hubo una época en la que se pudo pensar que el acervo ideológico y político de la lucha por las libertades, la sintonía con los sindicatos —los de entonces—- y los rescoldos de la lucha antifranquista, eran suficientes para mantener un proyecto político, por muchas decepciones y fracturas y fracasos que fuésemos acumulando. “Así somos nosotros” se decía muchas veces en las sedes de Izquierda Unida, a modo de explicación —y conclusión—, cuando alguien aireaba los problemas que acuciaban a IU-Extremadura. Las personas que hemos escrito estas líneas somos conscientes de que la sociedad extremeña no percibe a IU-Extremadura como instrumento imprescindible, y que en cualquier momento puede llegar el colapso de una organización que ha dejado muchas disputas, pero también mucho esfuerzo y mucha valentía en el camino.

Los problemas de IU-Extremadura no son los problemas de las personas que dirigen IU Extremadura. Las personas que la dirigen no entienden como un grave problema la ausencia de debate político, el vaciamiento de los órganos, el abandono de la militancia, la desaparición de Izquierda Unida de la vida política pública

Para que eso no suceda, es del todo necesario que tengamos bien claro lo que no puede seguir ocurriendo en Izquierda Unida Extremadura. Cierto que vivimos en tiempos que dificultan cualquier forma de actividad política; cierto que muchos de los problemas que le podemos atribuir a la dirección regional también se reproducen en muchas asambleas locales, y ciert —insistimos— que la dirección actual no puede ser la única responsable de buena parte de los problemas que hemos señalado; pero aún es más cierto que la impronta de Joaquín Macías y su equipo de dirección en el rumbo de Izquierda Unida-Extremadura dista mucho de ser la solución, ante una dirección que no se enfrenta a los problemas que requieren medidas que consideramos improrrogables.

En resumen, las personas que hemos tomado la decisión de firmar este escrito, entendemos que las dificultades por las que atraviesa Izquierda Unida-Extremadura tienen solución. Mientras sigamos teniendo brazos podremos seguir siendo útiles a nuestra tierra. Los brazos no son más que los hombres y las mujeres que forman y han formado parte de Izquierda Unida, y que en multitud de ocasiones se han decidido a poner la cara en una tierra en la que siguen sobrando caciques. Cualquier persona que haya sido cargo público de una fuerza política minoritaria en el entorno rural sabe perfectamente a lo que nos referimos: al riesgo de perder tu trabajo si entras a formar parte de una lista electoral, a perder las ayudas del PER por militar en IU-Extremadura, a que te arrojen un cóctel molotov en la puerta de tu casa. Esas cosas han pasado, y son muchísimo más frecuentes de lo que podamos pensar.

¿Qué le pasa a la izquierda extremeña?
¿Hacia una Extremadura sin izquierda?

Nuestra matria extremeña y las gentes que la habitan merecen un destino mejor que esta suerte de distopía periférica de emergencia sanitaria y social, apologías del genocidio, bulos racistas, termómetros al rojo y parajes calcinados a la que este verano ha venido a servir de episodio piloto. 

Esa es la Extremadura que aún nos queda por vencer, aquella en la que todavía hay que hacerle frente al miedo, aquella en la que el mero hecho de presentarte como candidato en tu pueblo puede suponer poner en riesgo tu medio de vida, esta Extremadura de clientelismos, clientes y dueños, que ha fraguado la democracia a base de sometimiento, falta de pan y paro.

La clave de bóveda para entender los mecanismos que permitirían vislumbrar la solución para Izquierda Unida, la encontraremos en esa militancia que quiere seguir donde está, y a la que únicamente hay que darle los cauces de coordinación y organización que permitan dar rienda suelta a las energías que en su día motivaron a cientos de personas para tomar la decisión de entrar a formar parte de un proyecto de transformación social como Izquierda Unida.

Somos plurales, somos diversos, somos integradores y somos muchos y muchas. Hemos estado en posiciones distintas, diferentes, incluso antagónicas, pero también somos lo suficientemente generosos para entender que, como hasta ahora, no merecería la pena avanzar. Somos conscientes de las limitaciones y los problemas, y también somos algunos de nosotros y de nosotras las que hemos recordado cuales fueron los motivos que nos empujaron a dar el paso y comenzar a militar en una organización que creíamos entregada al pueblo extremeño. Somos las mismas personas que queremos recuperar Izquierda Unida Extremadura.

FIRMANTES
Belén de Miguel. Asamblea de Izquierda Unida en Trujillo; Antonio Carmona Blanco. Asamblea de Izquierda Unida en Higuera de La Serena; Maribel Bautista Pecellín. Asamblea de Izquierda Unida en Monesterio; Álvaro Vázquez Pinheiro. Asamblea de Izquierda Unida en Mérida; Encarna Muñoz Blázquez. Asamblea de Izquierda Unida en Villanueva de La Serena; Toribio Macías Rodríguez. Asamblea de Izquierda Unida en Calamonte; Nuria Álvarez Gutiérrez, Asamblea de Izquierda Unida en Villamiel; Edelmiro Soto Bello. Asamblea de Izquierda Unida en Aldeanueva del Camino; Juan Alessandro Schirinzi Pareés. Asamblea de Izquierda Unida en Montijo; Javier Nieto Muriel. Asamblea de Izquierda Unida en Llerena; Patricia Ayala Redondo. Asamblea de Izquierda Unida en Malpartida de Plasencia.

 



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En defensa de IU, la formación política en la que creí durante mucho tiempo, entonces llena de gente honesta y entregada a la lucha por un mundo más justo.
#84010
2/3/2021 9:42

La izquierda extremeña empieza a ser ridícula en el momento en el que sus decisiones y aspiraciones no miran a Extremadura.

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#83998
2/3/2021 0:09

Es necesario que las organizaciones políticas se auto evalúen. Y en este caso, que lo hagan públicamente al calor de una asamblea, sirve para airear IU, que falta le hace. Reconocer las debilidades y las amenazas que acechan a la izquierda es el necesario principio para reaccionar. Las nuevas oportunidades y la fuerza para reactivar IU solo pueden venir de la mano de sus afiliados y simpatizantes. ¿Que el artículo es largo? Si, pero acortarlo mutilaría aspectos que de otra manera se echarían en falta y que son necesario leer.

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#83992
1/3/2021 21:24

La gente que lo firma dice que IU no ha hecho nada en DÉCADAS? Se están llamando a sí mismo inútiles? Si es así, lo veo muy coherente. Y además IU no se quedó una vez sin representación sino dos, pero entiendo que alguno de los firmantes consideraron eso una victoria.

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#89723
11/5/2021 12:24

Inútiles la dirección la militancia hemos estado en las calles en todas las luchas.

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#89724
11/5/2021 12:24

Inútiles la dirección la militancia hemos estado en las calles en todas las luchas.

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#84001
2/3/2021 0:20

Ojo seco se llama eso.

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0
#83991
1/3/2021 21:20

Patético. Si est@s son la solución en IU Extremadura la cosa pinta muy mal. Podían haber escrito 7 u 8 folios más para no llegar a nada. Falta de todo, un poco de historia, de humildad, un poco de análisis marxista. Y sobra cabreo y frustración, que es lo único que comparto.

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#83964
1/3/2021 17:17

Os habéis lúcido con el artículo, mucho escribir y poco decir que no se sepa ya.

Pero vosotros también sois parte del problema, siempre conspirando para quitar a la cúpula y sustituirla,. Toda la vida igual, porque en vuestros pueblos la mayoría cada vez pintais menos, porque estáis taponado para que nadie más crezca en la organización,lleváis toda vida agarrados al cargo.
Hacerlos mirar, vuestra aptitud os hará desaparecer.

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#83948
1/3/2021 13:15

Muy buena reflexión! Totalmente de acuerdo en lo que se expresa. La izquierda en Extremadura es más necesaria que nunca. Coger impulso y rearmarnos en lo ideológico es el camino de la izquierda transformadora en la región.

9
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#83944
1/3/2021 12:51

ESTATUTOS APROBADOS XI ASAMBLEA DE IU

Artículo 89. Personal contratado por IU
A las personas contratada por IU les será de aplicación lo establecido en el punto 4.1 del reglamento 3 anexo a estos estatutos y lo establecido en la Ley Orgánica de Financiación de Partidos Políticos. La Coordinadora Federal regulará los procesos de selección y contratación.

4. PERSONAL AL SERVICIO DE LOS GRUPOS INSTITUCIONALES

7. Para la designación de estas personas, se garantizaran los principios de publicidad, mérito y capacidad en su selección, que se hará de entre los/as afiliados/as a IU, siempre que el puesto lo permita, siendo elegido por el órgano de base, o en su defecto por el órgano político correspondiente.

¿Alguien me puede explicar en base a qué procedimientos de selección y criterios se ha contratado al personal de IU en el grupo parlamentario de la Asamblea de Extremadura?

9
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#83956
1/3/2021 15:28

Que se lo pregunten al liberado del ayuntamiento de Mérida que es el que lleva más años cobrando.

3
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#84000
2/3/2021 0:13

Bulo

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#83989
1/3/2021 21:02

No es cierto

0
1
#83943
1/3/2021 12:50

IU, como el PCE, son un lastre para la transformación social. Véanse los innumerables ejemplos históricos o, sin ir más lejos, cómo no han dudado de traicionar (y van...) sus trémulos principios en Extremadura (aliándose al PP) hace unos años o, a día de hoy, de qué manera han acabado con las aspiraciones transformadoras en Andalucía (al más puro estilo estalinista) con Adelante Andalucía. Por no hablar de sus posicionamientos ultraconservadores en materia trans, LGTBI en general, feminista y ecologista. Loable intento, pero la única manera de arreglar IU es acabando con IU.

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#83941
1/3/2021 12:25

Loable intento, pero ya es tarde, la autodestrucción de IU es irreparable y en el fondo es benéfica: el PCE e IU son un cáncer de la izquierda transformadora y Podemos una metástasis que ha copiado los peores métodos burocráticos y verticales de sus predecesores. Cuánto antes se hundan o se desvelen en toda su inutilidad ambos chiringuitos antes nacerán las simientes del cambio social, probablemente ya refractarias a cualquier tentación de renuncia institucional, resistentes a cualquier traición burocrática y profesionalizada.

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#83942
1/3/2021 12:34

Pues yo creo que nunca es tarde si la dicha es buena, y que de la cantidad de gente buena que todavía resiste en esa organización se puede sacar parte de la energía necesaria para que Extremadura se organice para resistir. Las lógicas de poder y de supeditación institucional hecho mucho daño en IU y en Podemos, pero de todo se sale aprendiendo. Algo nuevo con la sabiduría de lo viejo se hace indispensable.

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#83947
1/3/2021 13:14

Las naríces.

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La Cámara de Diputados italiana ha aprobado por amplia mayoría una ley que permite a las organizaciones anti-elección entrar a los centros de asesoramiento público donde acuden mujeres que están pensando en interrumpir su embarazo.

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Violencia institucional Iridia consigue reabrir judicialmente el caso de una muerte por pistola taser policial
Es uno de los 56 casos en los que ha litigado la entidad de derechos humanos en 2023 y en los que hay un total de 156 agentes o funcionarios encausados.
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Rumbo a Gaza La Flotilla de la Libertad se prepara para zarpar hacia Gaza
Un carguero con 5.500 toneladas de ayuda humanitaria y tres barcos más cargados con cientos de personas, entre ellas observadores de los derechos humanos, personal médico, periodistas y políticos —incluida Ada Colau—, integrarán la Flotilla.
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Personas sin hogar “Una noche por todas sus noches” en protesta por las personas sin hogar en Granada
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Los audios del PNV Las presiones de Unai Rementeria a un alcalde: “Le tienes que exigir que se pringue"
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