Política
A río revuelto en Madrid, ganancia de malhechores

26 años de poder de la derecha madrileña deja un poso que solo puede eliminarse recuperando sin impaciencia lo colectivo frente al “sálvese quien pueda”
Militantes de Antikapitalistak Euskal Herria
18 may 2021 07:02

La verdadera batalla de Madrid, como dijera un amigo, se va a producir pasado el fuego de los resultados electorales. Desde los rescoldos de una infinidad de análisis, sectores de la izquierda, incluyendo a algunas personas de la izquierda combativa, tratan de buscar cómo reorientar y repensar su labor. Llama mucho la atención que casi todo el esfuerzo de ese repensar apunte, casi en su totalidad, al terreno de lo electoral y de lo discursivo, con el único fin, al parecer, de llegar como sea a la gente, aunque esto signifique más populismo. Así que, en esa reorientación, se nos presenta como novedoso la idea de un populismo progresista, en contraposición al populismo “cañí” de derechas que Ayuso ha utilizado para enmascarar sus políticas privatizadoras y cayetanas. A quienes vivimos a orillas del Cantábrico, estas propuestas de búsqueda del voto perdido de la izquierda nos recuerdan en demasía, a las de un cierto progresismo regionalista, basado en la política de la anchoa y el pasiego, que se practica muy cerca de nuestra tierra.

Opinión
Ayuso: entre lo Pop y lo popular
La pregunta de esta campaña ha sido precisamente la de un plebiscito a la gestión de la pandemia en la Comunidad de Madrid. El ascenso de Ayuso se debe a la popularidad de su gestión en contraposición a la del Gobierno central.

Muerto al hoyo, vivo al bollo

De poco ha servido la denuncia de muertes, más que evitables, si se hubiera aplicado una política seria, que priorizase el bien común y donde se hubiera abordado el verdadero problema de la situación de las residencias, las constantes denuncias por parte de las trabajadoras de la sanidad, o una práctica de zonificación elitista durante el confinamiento, que beneficiaba a las áreas de clase alta frente a las populares. Por su parte, la prensa, los grandes medios generalistas, se han dedicado a dejar todo este drama fuera de los titulares principales durante la campaña.

“Si no entendemos que solo es posible con un trabajo constante en los barrios populares difícilmente desde la izquierda alternativa seremos capaces de darle la vuelta a esta situación”

Había datos que auguraban hacia donde iban a ir los votos, de un abstencionismo despolitizado, por años de falta de una oposición radical a tantos gobiernos de derechas. ¿A quién pensábamos que votarían esos cientos de jóvenes pillados en fiestas? ¿A quién iba a votar ese mundo de la hostelería que, ante la falta de ayudas, veía desesperado como mantener abiertos sus locales se convertía en la única fórmula para no tener que cerrar definitivamente? Y así, uno tras otro, decenas de sectores sumidos en una gran desesperación. Mientras, Ayuso y su gobierno prometían la panacea y se presentaban como la resistencia a unas medidas muy difusas a la par que insolidarias del gobierno de Sánchez,

Otra política es necesaria

26 años de poder institucional de la derecha madrileña deja mucho poso, que solo puede eliminarse dejando a un lado la impaciencia, a través de mucho aguante que recupere la conciencia de lo colectivo frente al “sálvese quien pueda”. De lo contrario volverán, una y otra vez, las victorias electorales de aquellos que se mueven como pez en el agua en la maraña del significante vacío de “pueblo”, sin importarles ni un ápice la desigualdad que el mismo sufre y donde los madrileños se reducen a un elemento de disputa electoral. Se trate de las distintas sensibilidades nacionales del Estado, de los inmigrantes o de todo aquel que ponga en cuestión los valores establecidos por los que durante 26 años se han dedicado a forjar esas señas de identidad, nos encontramos ante un discurso que ha calado en los sectores menos politizados de ese pueblo.

¿Y ahora qué?

Vienen tiempos difíciles, sí, muy difíciles, pero si no entendemos que solo es posible con un trabajo constante en los barrios populares, donde las diferencias de clase se manifiestan claramente en el día a día, difícilmente desde la izquierda alternativa seremos capaces de darle la vuelta a esta situación. Porque volver a esos barrios significa vivirlos desde su cotidianidad y no ir de vez en cuando a mendigar el voto, como hace la izquierda institucional en época electoral. Significa hacer trabajo de organización y movilización continuada abordando sus problemas y escuchando las sentidas reivindicaciones de los más desfavorecidos de forma objetiva. Demandas que Ayuso y la extrema derecha maquillan desde un españolismo a la madrileña.

“La gestión del Gobierno ha sufrido el desgaste de año y medio de crisis sanitaria y económica, lo que ha permitido a Ayuso convertirse en la voz de los olvidados abstencionistas y de los desesperados”

En este debate hemos leído, tanto en redes como en algún artículo, una serie de críticas a una izquierda que plantea hoy, como ya hiciera en el pasado, unas tesis tildadas de acartonadas y ancladas en el siglo pasado. Nos acusan de que no hemos aprendido de los errores de la izquierda clásica marxista, como si el postmarxismo y el populismo hubieran sido la solución triunfante en todos los lugares donde se han aplicado. Tesis que automáticamente parece excluir la experiencia Latinoamericana, de Ecuador, de Brasil, etc., como si no hubieran significado estrategias plausibles del siglo XXI.

No toda la izquierda se ha hundido

Hay quien, en ese afán por recobrar voto como sea, plantea el populismo como si fuese solo una concepción en relación al uso del lenguaje popular. Estos olvidan que la idea de los populistas de suprimir la dialéctica, entre lo estructural y lo superestructural, entre lo político y lo económico, es la misma base de planteamiento donde el regionalismo “cañí” de Ayuso juega con ventaja.

La gestión del Gobierno ha sufrido el desgaste de año y medio de crisis sanitaria y económica, gestionada desde las orientaciones de la Unión Europea. Cuestión que ha permitido a Ayuso, con su “no programa”, convertirse en la voz de los olvidados abstencionistas de conciencia muy individualista y de los desesperados de una crisis global. Situación donde por desgracia han primado “la libertad”, la economía y el anhelo de ocio por encima de todo.

Planea un sentimiento de hundimiento total de la izquierda, y ese sentimiento debiera ser matizado. Por un lado, es más que cuestionable si, a día de hoy, el social- liberalismo, cada vez menos diferenciado del neo-liberalismo, puede calificarse como una fuerza de izquierdas. Por otro lado, aun asumiendo que lo fuera, el PSOE, se ha dejado 13 escaños y cerca de 275.000 votos, mientras las otras dos organizaciones suben, Más Madrid, gana 4 escaños y 139.000 votos, y Unidas Podemos, gana 3 escaños, suma 80.000 votos.

Elecciones Madrid 4M
No hagamos largo el duelo
Tan cierta y sólida como la ansiedad que sufrimos tras el 4 de mayo es la pertenencia que sentimos cuando salimos a defender la sanidad pública, es el calorcillo que nos mete en el cuerpo ponernos en marcha, es la victoria cotidiana de confabular con las vecinas.

Queda claro a quien le han afectado más las políticas del gobierno Sánchez, acompañadas de un inicio de campaña donde se buscaba el voto de Ciudadanos, a través de un lenguaje moderado y simple, que a la postre ha terminado reforzando la mayoría de Ayuso. De poco ha servido el giro de última hora de Gabilondo aceptando formar un supuesto gobierno de izquierdas junto a Unidas Podemos y Más Madrid, cuando la suerte ya estaba echada. Datos que nos debieran hacer pensar si ese tipo de giros, desde lo discursivo hacia cualquier lado, deben formar parte de nuestra estrategia política.

“El eje de una victoria electoral de la izquierda vasca no debería pasar por la gestión, sino por tratar de ser el máximo defensor de las libertades nacionales y de los derechos sociales”

Quizás estemos solamente monopolizando la reflexión desde una perspectiva institucional que deja de lado multitud de experiencias de lo que han supuesto las estrategias de cambio al margen del poder real. Quizás parezca que únicamente nos hayamos centrado en lo discursivo, como si el tema del poder estuviera resuelto con crear grupos parlamentarios más o menos amplios. No debemos abandonar la calle y la movilización entendida como uno de los ejes estratégicos de la lucha organizada de las clases populares.

Quienes llevamos, elección tras elección, padeciendo las victorias aplastantes de un partido neoliberal como el PNV, aunque menos conservador en lo político que el PP, vemos como una y otra vez se nos presenta como el líder de la gestión eficaz y como ese titular, una y otra vez, le otorga mayorías absolutas o, como mínimo, le permite gobernar sin problema. Desde Euskal Herria, podríamos caer en la tentación de competir en el terreno de que la izquierda puede y debe ser mejor gestora. Está bien hacerlo, pero el eje de una victoria electoral de la izquierda vasca no debería pasar por ahí, sino por tratar de ser el máximo defensor de las libertades nacionales y de los derechos sociales.

Se trata de acrecentar el sindicalismo combativo frente al de concertación, de reforzar los movimientos sociales reivindicativos y de que todo esto se realice desde la calle y no únicamente desde el púlpito del parlamento. El feminismo, otro modelo de sociedad no consumista y defender lo público como forma de igualdad y libertad del bien común deben convertirse en labores primordiales para la izquierda alternativa, sin tratar de competir en el terreno de lo discursivo. Está bien utilizar palabras que la gente comprenda y volver a los lemas de cercanía, en vez de emperifollar un léxico excesivamente tecnificado, pero ahí no está el quid de la recuperación de la conciencia antagonista de clase.

Debemos volver al trabajo militante, a nuestras asociaciones vecinales, a las plataformas de afectados por la hipoteca, al sindicalismo combativo, al colectivo para movilizarnos con nuestros iguales, en definitiva a los movimientos y a la recuperación de una calle vacía y vaciada. Si no es así, la izquierda se verá reducida a ser un mero recambio que cumpla una función de gestión a merced de un neoliberalismo rampante, perdiendo una y otra vez en un terreno embarrado que impide un juego limpio en el campo de lo electoral.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Elecciones Madrid 4M
El PP ganó el 4 de mayo en todas las franjas de edad salvo una
El Centro de Investigaciones Sociológicas arroja la foto de la incontestable victoria de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid.
Opinión
La fuerza superadora
La mayoría habló, no lo hizo posible y no se fijó en lo que de verdad importa. Perder estaba dentro de lo previsible, hacerlo con los resultados finalmente obtenidos, no. Para tener opciones en 2023, la nueva derrota de las fuerzas progresistas madrileñas el 4 de mayo debe dar paso a una reflexión profunda y a decisiones extraordinarias.
Opinión
Ayuso: entre lo Pop y lo popular
La pregunta de esta campaña ha sido precisamente la de un plebiscito a la gestión de la pandemia en la Comunidad de Madrid. El ascenso de Ayuso se debe a la popularidad de su gestión en contraposición a la del Gobierno central.
#90590
21/5/2021 8:46

El modelo de partido llamados por ellos mismos de izquierda y derecha que genera el Pacto de la Transicion es una Agencia de Empleo donde medrar hasta las elecciones ,configuradas como las Vueltas Ciclistas un tinglado con Meta/Podium y hasta la proxima,son el anverso y reverso de la misma moneda sostenidos por un entramado economico oscuro y corrupto sin mas ideologia que el beneficio,nuestro rol se limita a sostener la papeleta y repetir sus sesudas reflexiones ...o ir a la carcel despues que te han calentado los antidisturbios del Ministro

3
1
Memoria histórica
Memoria histórica Cultura, exilio e loita das bibliotecarias galegas na Segunda República: a vida de María de los Ángeles Tobío
Durante os primeiros anos trinta, as bibliotecas tornaron en espazos de traballo ideais para un modelo de muller que aspiraba ser independente e que manifestara un claro compromiso político. A Guerra Civil remataría con todas as súas aspiracións.
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Gobierno de coalición
PSOE-Sumar El Gobierno toma nota de la presión social y cambia su discurso sobre vivienda
En la semana en que los sindicatos anunciaron la histórica manifestación estatal del próximo 5A, la ministra Isabel Rodríguez sube el tono.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Opinión
Derecho a la vivienda Flex Living: el caballo de Troya de la precarización del alquiler
No es una respuesta moderna a las nuevas formas de habitar la ciudad. El ‘flex living’ no es más que la última jugada del sector inmobiliario y los grandes fondos de inversión para maximizar beneficios a costa del derecho a la vivienda.
Opinión
Opinión La unidad del anarcosindicalismo es la acción conjunta
Al hilo de supuestos movimientos desde la CGT hacia la unificación con CNT es necesario diferenciar entre lo que es una relación en clara mejora y lo que sería un proyecto real en marcha.
Galicia
Memoria histórica Cultura, exilio y lucha de las bibliotecarias gallegas durante la Segunda República
Durante los primeros años treinta, las bibliotecas se convirtieron en espacios de trabajo ideales para un modelo de mujer que aspiraba ser independiente y que había manifestado un claro compromiso político. La Guerra acabó con todas sus aspiraciones.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Sindicatos piden el cese de la dirección del Hospital 12 de Octubre tras las obras de remodelación
Los problemas con las nuevas instalaciones han cristalizado en una unión sindical que ha reclamado formalmente el fin de la cúpula de dirección tras ser “ignorados” de manera “sistemática”.
Madrid
Acusaciones de violencia sexual Monedero, bajo investigación de la Universidad Complutense por la denuncia de acoso sexual de una alumna
La confidencialidad del expediente no permite saber cuándo se presentó la denuncia ante la Unidad de Igualdad o cuánto se demorará la resolución. La Complutense afirma que la Inspección de Servicios está tramitando la acusación.

Recomendadas

Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.