Política
Podemos marca distancia con Sumar mientras Díaz se enzarza con Junts por la amnistía

Ha sido un fin de semana de tira y afloja entre los espacios políticos que aspiran a ser fundamentales en una potencial investidura de Pedro Sánchez cuando, con toda probabilidad, la de Alberto Núñez Feijóo fracase de forma estrepitosa el próximo 26 de septiembre. En un acto de partido del pasado sábado, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 en funciones, Ione Belarra, ha puesto sobre la mesa cinco puntos que consideran básicos para la nueva legislatura. El último de ellos ha agitado la coalición que lidera Yolanda Díaz. Una subida del salario mínimo de los 1.080 euros actuales a los 1.500; la derogación integral de la Ley Mordaza; una congelación de los alquileres durante los cuatro años de ejercicio político; una limitación de los márgenes de beneficio para las empresas; y, en un giro estratégico tras reivindicar su figura, Belarra ha planteado que para que el feminismo siga siendo el motor político de la legislatura es “imprescindible” que Irene Montero siga al frente del próximo Ministerio de Igualdad.
Con ánimo de intentar salir del papel secundario en el que estaba colocado en las últimas semanas, la primera oradora del acto, la exdiputada del Parlament catalán Conchi Abellán, avisaba: “A todos los que creían que estábamos muertos o los que nos querían matar, les decimos que estamos aquí”.
De hecho, la sacudida no fue solo simbólica. Cuando la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, cogió el micrófono acabó de solidificar la nueva táctica del partido y repartió responsabilidades políticas por las rebajas de penas amparadas en la ley del solo sí es sí: “Hubiera sido más fácil cuando empezó la reacción machista y la ofensiva de los sectores más reaccionarios del Estado contra la ley sólo sí es sí decir: miren sí, la ley tiene un error, un error garrafal que como todo el mundo sabe ha cometido el Ministerio de Justicia que es del PSOE, porque en este país todas las reformas del Código Penal las define el Ministerio de Justicia. Para nosotras hubiese sido mucho más fácil que estar ahí dando la cara durante meses”. Defendió que “las mujeres de este país” no les hubiesen perdonado el “ponerse de perfil” ante la “reacción machista”.
La ministra de Igualdad ha señalado al ministerio de Justicia del PSOE por el “error garrafal” que cometió en la reforma del Código Penal con la ley de solo sí es sí y sus rebajas de condenas
¿Podemos en solitario a las elecciones europeas?
Tras su asistencia al acto como espectador, uno de los intelectuales y fundadores del partido morado, Juan Carlos Monedero, publicaba un extenso análisis en el diario Público sobre la situación de su partido y, concretamente, sobre las relaciones cosidas y descosidas con la coalición que representa Sumar. Por primera vez desde las elecciones, alguien con peso estratégico en el partido de Belarra saca a la luz la idea de que Podemos concurra en solitario a los comicios de la Unión Europea: “Son muchos los temas a debatir. Entre otros, si no debiera Podemos ir en solitario a las elecciones europeas, como forma de decirle a Sumar cuántos apoyos reales tiene, con los riesgos que eso implica”.
El profesor de ciencias políticas se ha explayado criticando la necesidad de que Sumar “enmiende sus errores de partida”. “Un Frente Amplio debe tener un funcionamiento democrático, y la importancia de las diferentes fuerzas debe corresponderse con las que realmente tiene cada partido. Las primarias son un referente democrático, y la negativa de Sumar a hacer primarias le lleva más hacia la vieja política que nuevos lugares”, sostiene como condición de posibilidad de que, a medio plazo, las gaitas de los quince partidos que confluyeron juntos el 23 de julio acaben por templarse.
Amnistía, unilateralidad y el optimismo de la izquierda
Mientras tanto, los líderes del PSOE y Sumar tienen la cabeza en otra cosa. Tanto Pedro Sánchez como Yolanda Díaz no dudan —al menos en público— de que habrá una investidura que garantice un Gobierno de coalición progresista para los próximos cuatro años. Aunque nadie está en condiciones de garantizar que eso vaya a ocurrir con certeza, en el marco discursivo instalado entre unos y otros parece que no hay dudas. “Vamos a hacer lo que prometimos en campaña: dije que buscaría votos hasta debajo de las piedras para seguir haciendo políticas progresistas, garantizando la igualdad y la concordia entre los pueblos de España, y es lo que vamos a hacer”, gritaba este domingo el presidente en funciones en la romería del PSOE gallego celebrada en Oroso (A Coruña).
Juan Carlos Monedero plantea el debate sobre si Podemos debería concurrir en solitario “como forma de decirle a Sumar cuántos apoyos reales tiene”
“Los españoles han hablado y habrá un Gobierno progresista, claro que lo va a haber”, zanjó Sánchez ante un PSdeG que vive su batalla interna. En ese sentido, el secretario general de los socialistas gallegos mandó un recado a la vieja guardia del partido encabezada por Felipe González, Alfonso Guerra y el recientemente expulsado Nicolás Redondo: “Pedro, haz lo que tengas que hacer. Este partido sabe pasar página”.
Lo que parece que tiene que hacer es fraguar una amnistía que no se atrevió si quiera a mencionar en el mitin, pero que estuvo presente como subtexto durante todo el acto. La que sí se atrevió a exponerse esta vez fue Yolanda Díaz que, en una entrevista en La Vanguardia, marcaba un límite claro a Junts per Catalunya: “Donde hay un acuerdo, no caben unilateralidades. Cuando una parte se sienta a negociar ya está renunciando a la unilateralidad”. La primera confrontación pública de calado tras la reunión de Carles Puigdemont con Díaz en el Europarlamento.
Apenas unas horas tardó en seguir tensando la cuerda el expresident: “Creo que alguien se confunde. No somos nosotros quienes necesitamos apoyos para ir a la investidura. A ver si nos entendemos: las condiciones no las pone quien te pide ayuda. Esto va al revés”, contestó en Twitter a la vicepresidenta. “Tienes todo el derecho a discutir las condiciones y a negociarlas, sólo faltaría. Como cuando vas al banco a pedir un crédito: puedes negociar si existe un período de carencia y el tipo de interés que te proponen, por ejemplo. Pero no puedes ponerle condiciones y pedir que renuncie a cobrar intereses. Vamos, si es que quieres que te den el crédito, por supuesto”.
Díaz destierra la idea de la unilateralidad de Junts y Puigdemont le responde que “las condiciones no las pone quien pide ayuda”
En la misma entrevista en La Vanguardia, Díaz destaca que la solución al conflicto institucional en Catalunya debe estar fundamentada en “un acuerdo político y social que incluya a los partidos, los empresarios, los sindicatos y la sociedad civil”. Y dice que ese “amplio acuerdo” culminaría con la promulgación de una “ley orgánica para la amnistía”. La líder de Sumar reconoce que “hay mucha gente que hoy tiene dudas” acerca de esta medida, pero subraya que “lo que hay que entender es que la amnistía no es una ley, sino que acaba en una ley”.
Feijóo vuelve a Galicia a resignarse con liderar la oposición
El que parece vivir en una distopía es el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. En un acto de partido convocado durante el fin de semana en Santiago de Compostela, Feijóo se erigió como adalid de “la igualdad entre españoles” con un discurso que arrancó, de nuevo, instrumentalizando las lenguas minorizadas del Estado español hasta que tocó tierra para acabar asumiendo que perderá la investidura: “Defenderemos la libertad y la igualdad de los españoles aunque nos cueste la Presidencia del Gobierno”. No sin antes recurrir al lenguaje bélico que ha dictado la mano en la sombra del expresidente Aznar. Recordando los 45 años de la Constitución Española, Feijóo lamentó que “nunca” en este tiempo fue preciso “defender con tanto énfasis un principio básico que diferencia a la democracia de la dictadura: la igualdad de todos los ciudadanos”.
Feijóo ha vuelto a esgrimir la supuesta ilegitimidad de Sánchez desde que el aparato del PSOE se intentó deshacer de él en el año 2016. Aprovechando la reciente expulsión del de Nicolás Redondo, el líder del PP ha querido tratar de hacer sangre y ha vuelto al discurso electoral llamando “Partido Sanchista” al PSOE asumiendo que “cederá ante los independentistas” por “conveniencia personal”. Feijóo trató de combatir la euforia de Sánchez con sus propias críticas e insistió en que no es “una pérdida de tiempo cumplir y hacer cumplir la Constitución, cumplir y hacer cumplir el mandato del jefe del Estado” o “cumplir y tener respeto por el resultado de las urnas”.
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