La ciudadanía responde a la política sanitaria de Ayuso: “Estoy aquí porque estamos tocando fondo”

Máximo respeto en vagones de tren, andenes y metro repletos de gente. Miles de personas andando desde las diferentes columnas, como en las grandes manifestaciones de las mareas o el 15M. La marcha por la sanidad pública desborda las previsiones de sus convocantes.

Y Madrid se levantó. Este domingo 13 de noviembre la ciudadanía madrileña de pueblos y ciudades se sintió interpelada como hacía meses no ocurría y desbordó, más allá de lo previsible, las calles del centro de Madrid. Todos, todas a una, viendo que la sanidad, su sanidad, la que paga con sus impuestos, está siendo secuestrada por una gestión no solo errática sino también peligrosamente irresponsable que puede causar una alarma sanitaria sin precedentes.

Las urgencias de hospitales están desbordadas porque la atención primaria y los servicios de urgencia de cercanía han sido  desmanteladas aceleradamente por el gobierno de Isabel Díaz Ayuso desde el minuto uno del día que se decretó la emergencia sanitaria por covid-19. 32 meses después, han reabierto todos los SUAP —ahora PAC— con la plantilla incompleta, a veces sin médico siquiera, solo con enfermera o celador. El nuevo plan de reorganización de urgencias comprende la apertura de 80 PAC con la única plantilla de los ya extintos 40 Servicios de Atención Rural (SAR).

El pasado 22 de octubre, usuarios de la sanidad pública madrileña y el personal sanitario de todos niveles, dieron el primer toque a la presidenta madrileña, a su consejero y la plana mayor de la Consejería de Sanidad. Tres semanas después el caos —sí, el caos— llegó con la reapertura de los PAC. Esto ha supuesto el desmantelamiento de los centros de atención rurales, dejándolos prácticamente sin facultativos, y con una o dos sanitarias. Y la gente se hartó. Nadie se quedó en casa, hoy 670.000 personas, de acuerdo a los datos de las organizaciones convocantes, salieron a las calles.

Máximo respeto en vagones de tren, andenes y metro repletos de gente. Miles de personas andando desde las diferentes columnas, norte, sur, este y oeste de la capital, como en las grande manifestaciones de las mareas o el 15M. Cuadras y cuadras llenando ambos sentidos de las avenidas El Prado, Castellana, y Alcalá por el este y el oeste, como atestiguan fotos aéreas hechas desde la terraza del Ayuntamiento de Madrid.

Pañuelos blancos han ondeado cada vez que los contingentes paraban y reivindicaban al unísono sanidad pública y de calidad, pero también pidiendo dimisiones, empezando por la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, cuyo desprecio hacia la ciudadanía ha sido patente a través de sus declaraciones en medios y redes sociales en los últimos días. Ni de izquierdas ni de derechas, o sí, ciudadanía de izquierdas y derechas pidiendo que se acabe la desesperación por conseguir una consulta con la médica de familia, que te atiendan presencialmente y no por teléfono, que te dediquen más tiempo, que te vean, que te tomen el pulso y que te vean la mala cara que traes desde hace días porque te sientes mal.

“Sanidad pública de calidad”, “Recortar en sanidad es un acto criminal”, “Ni un euro más para la privada” y “Ayuso dimisión” son las consignas que se han escuchado de manera insistente

Este domingo tal vez se advertían menos pancartas en cada mano, pero sí las que llevaban grupos de cientos de plataformas, asociaciones, federaciones, sindicatos, partidos políticos, y miles y miles de personas, sin más signo político que pedir que la atiendan con dignidad y no le quiten a su médica de cabecera para mandarla a cubrir un puesto a 50 kilómetros. Las consignas igualmente variaban poco y se corearon insistentemente: “Sanidad pública de calidad”, “Recortar en sanidad es un acto criminal”, “Ni un euro más para la privada” y “Ayuso dimisión”.

El Salto ha podido tantear los ánimos de la gente mientras cada quien se abría paso como podía en un desbordado Paseo del Prado pasadas las doce del mediodía. “Estoy aquí porque es obvio, para protestar por lo que está pasando en la sanidad pública que no es de ahora; llevamos muchos años de deterioro y estamos tocando fondo”,  explicaba Luisa. Una vecina del suroeste de la región añadía: “En Fuenlabrada, llevamos ocho meses concentrándonos en las puertas de las urgencias todos los viernes; queremos que abran las urgencias 24 horas, como estaban antes”. “Es lo que a ella le duele, que salgamos a la calle a decirle cómo tienen la sanidad pública y cómo nos la quiere privatizar, igual que quiso hacer el Lasquetty, reclamaba un vecino de la Asamblea Republicana de Henares.

Familias enteras marcharon también por la sanidad pública. Dos mujeres, Nandi y Laura, madre e hija, enfermera y estudiante de enfermería respectivamente, reaccionaban también. Ante las expectativas de los profesionales en la sanidad madrileña, Laura indicaba: Está todo fatal, todo el mundo me dice que me vaya”, refiriéndose a como le recomiendan salir a trabajar fuera de España. Su madre, Nandi, trabajadora desde hace 21 años en el Summa 112 y personal fijo desde 2014, explica: Desde 2020 que cerraron los SUAP solo hago coche y ni siquiera me dan la opción de ir a los que llaman ahora PAC para consultas en interior fundamentalmente por el deterioro de la sanidad en general. Quieren cubrir los antiguos SUAP sin personal. Quieren poner videoconsulta en atención urgente lo que no es viable... por eso estoy aquí.

“Esto lo hemos organizado gente corriente; no hemos necesitado ningún caudillo para atraer a las más de 670.000 personas que hay hoy aquí”, arengaba José Luis Yubero, uno de los coordinadores de la marcha

Esto lo hemos organizado gente corriente, gente de los barrios, gente de los pueblos. No hemos necesitado ningún caudillo, ningún personaje para atraer a las más de 670.000 personas que hay hoy aquí, arengaba José Luis Yubero, uno de los coordinadores que han hecho posible la movilización, sobre todo de los pueblos Madrid, desde el escenario del acto final. Vecinos de barrios y pueblos de Madrid decimos ya basta de maltratar a los trabajadores de la Sanidad,  y nos hemos unido ante semejante agresión. Señora Ayuso, nos quiere quitar la libertad y porque nos quiere enfermos. Esta manifestación viene a decir que el Madrid de la dignidad sabe unirse por el bien común. Sanidad 100 por 100 pública y de calidad, terminaba Yubero.

No es que se superaran las expectativas, es que se cumplió un deseo, una reivindicación fruto de años de maltrato y desmantelamiento de nuestra sanidad pública. Aguantad hasta mayo, se decía desde el escenario, en referencia a la fecha de las próximas elecciones de la Comunidad de Madrid, “que se tiene que notar a la hora de votar”, corearon desde la multitud.

Sanidad pública
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