Síndrome de alienación parental (SAP)
Una madre amenazada con cárcel tras intentar proteger a sus hijos

Silvia Aquiles ha sido arrancada de sus hijos tras denunciar abusos sexuales a los menores por parte del padre. Hoy está pendiente de tres causas en una guerra judicial en la que afirma que todo se le ha vuelto en contra.
Silvia Aquiles
Silvia Aquiles.

Cuenta Silvia Aquiles que su fatídica historia comienza cuando su hija, con apenas tres años, refirió abusos sexuales por parte de su padre. “El papa me ha tocado”, expresó la niña mientras la bañaba, según relata su madre, que remarca que estaba felizmente casada. Era 2015 y tenía que sacar adelante a su hija y a un bebé de meses. “Me enfrenté al padre y fue lo peor que pude hacer. Pasé dos meses y medio aterrorizada, acostándome en la cama temblando, sin saber si me despertaría viva. Quería conseguir pruebas para pillarle. Finalmente denuncié y me fui de mi casa”.

Tras la denuncia, como medidas provisionales, se estableció un punto de encuentro obligatorio para que el padre se encontrara con sus hijos y se denegó una orden de alejamiento. “En las visitas, mi hija entraba en ataques de ansiedad. Suspendieron las visitas pero me obligaban a que el pequeño las cumpliera”, relata esta madre, quien afirma que en esos encuentros también hubo abusos.

Tras denunciar abusos sexuales a los hijos por parte del padre, ha perdido la custodia de ambos, lleva más de 600 días sin ellos y se enfrenta a tres delitos.

Hoy, y tras una larga lucha judicial plagada de informes, incluso algunos que la culpan a ella de supuesto Síndrome de Alienación Parental (el controvertido SAP), a los que ha tenido acceso El Salto, ha perdido la custodia de ambos, lleva más de 600 días sin ellos y se enfrenta a tres delitos.

Uno por una supuesta desobediencia en el punto de encuentro. “Hay cuatro visitas en las que no pude llevar a mis hijos, justificadas médicamente. Se han convertido en cuatro requerimientos: tres se han archivado y uno de ellos lo quieren llevar para adelante”, explica. Por esto, la fiscal le pide seis meses de prisión. También le han reabierto un delito de sustracción de menores. Aseguran que tardó 14 días en entregar a sus hijos, “pero a mí me lo notificaron el 3 de marzo de 2020 y yo el 4 los había entregado”, señala. Además, se enfrenta a otro delito de revelación de secretos por colocar una grabadora en el menor durante una visita con su padre. Para Silvia, esta acumulación de causas no son más que una estrategia. “Quieren crear antecedentes para que yo entre en prisión. Son represalias por haberme querellado contra dos magistrados”, explica.

Su caso se parece al de otras madres que empiezan acudiendo a la justicia para denunciar abusos sexuales a sus hijos y acaban perdiendo la custodia, cuando no condenadas también por secuestro. Madres protectoras como María SevillaPatricia González o Daria Sidorkevich, que respaldadas por la Federación de Asociaciones del Consejo Nacional de Mujeres Resilientes de la Violencia de Género, hacen hincapié en que no son creídas y denuncian la reiterada utilización del Síndrome de Alienación Parental (SAP), que la nueva ley de infancia ha prohibido utilizar, una figura sin respaldo de la comunidad científica y desaconsejada por el propio Consejo General del Poder Judicial. Este supuesto síndrome describe una situación en la que un progenitor aliena a su hijo o hija contra el otro alegando con falsas acusaciones de agresión sexual o malos tratos.

Violencia machista
Madres protectoras piden actuar contra el maltrato institucional cuando denuncian violencia machista y abusos
La Federación de Asociaciones Consejo Nacional de Mujeres Resilientes de la Violencia de Género tiene constancia de medio centenar de casos de mujeres a quienes la justicia separó forzosamente de sus hijos tras denunciar malos tratos hacia ellas o los niños. Los casos de Sara en Extremadura o de Juana Rivas son algunos recientes.

Coordinación parental

Pero a su historia se suma un componente más: el papel del “coordinador parental”, una controvertida figura, sin regulación e inexistente en la ley, que algunos jueces utilizan para la resolución de conflictos entre progenitores. En su caso, y en palabras de esta madre, solo ha facilitado que le quiten a sus hijos.

“El papá me ha hecho muchas cosas malas. Empujarme, pegarme, tocarme la vulva…”. Así se expresa la hija de Silvia en una grabación en la Unidad Funcional de Abusos al Menor del Hospital Sant Joan Déu de Barcelona

“El papá me ha hecho muchas cosas malas. Empujarme, pegarme, tocarme la vulva…”. Así se expresa la hija de Silvia en una grabación, a la que ha tenido acceso El Salto, realizada en la Unidad Funcional de Abusos al Menor del Hospital Sant Joan Déu de Barcelona. Los profesionales de este punto concluyeron que su declaración no era creíble y que hay “signos de contagio del discurso de preocupación de la madre”. Una declaración que tuvo que realizar después de que se anularan las visitas en el punto de encuentro.

Con esta grabación, entre otras pruebas, Silvia Aquiles consiguió un auto protector, fechado el 5 de mayo de 2018, en el que se suspenden las visitas y la comunicación con el padre de los menores. El padre recurrió esta decisión ante la sección 12 de la Audiencia Provincial de Barcelona. Sala que falla la reanudación de las visitas y la instauración de un coordinador parental en una sentencia firmada por los magistrados José Pascual Ortuño y Vicente Ballesta Bernal.

La hija, que ha manifestado en diversas ocasiones que no quiere ir con su padre, pasa a un centro de menores y el hijo pasa a estar bajo la custodia del padre

Tras esto, el padre demandó a Silvia Aquiles y solicitó que se le quitara la custodia de sus hijos. “Me acusaba de impedir la relación paterno filial y me dice que yo me puedo fugar de mi domicilio habitual, en el cual llevo cinco años, tengo trabajo y está la escolarización de mis hijos”. Tras esta demanda, y con tres informes de la coordinadora parental en contra de Silvia, el Juzgado de Primera Instancia número 18 de Barcelona emite en febrero de 2020 un auto que supone el arrancamiento de sus hijos.

La hija, que ha manifestado en diversas ocasiones que no quiere ir con su padre, pasa a un centro de menores y el hijo pasa a estar bajo la custodia del padre. La hija deberá ser sometida a terapia “para restablecer la relación paternofilial”. Silvia solo podrá ver al menor cada 15 días en un punto de encuentro. A su hija no podrá volver a verla hasta que la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) lo estime. Por su parte, la coordinadora de parentalidad asegura que “la madre no tiene ninguna empatía con los menores” y que “no los preserva del conflicto ni de su odio hacia el padre”.

“El sistema judicial falla a la hora de proteger a los niños y niñas: son obligadas a declarar hasta cuatro veces y algunos procesos se alargan hasta cinco años”, alerta Save the Children

Procesos largos y tortuosos

Aquiles denuncia un proceso largo en el que siente que no se han protegido los derechos de sus hijos. E insiste en que no es la única que se enfrenta a esta “desgastante” maquinaria judicial. En este sentido, el pasado jueves 18 de noviembre Save The Children presentaba el informe 'Los abusos sexuales hacia la Infancia en España' en el que se incide en el “calvario judicial” que sufren los niñas y niños que denuncian abusos sexuales tras la revisión de 394 sentencias.

“El sistema judicial falla a la hora de proteger a los niños y niñas: son obligadas a declarar hasta cuatro veces y algunos procesos se alargan hasta cinco años”, alerta esta organización que considera “urgente” la especialización de la justicia, incluidos jueces y fiscales. "Por incomprensible que parezca, la infancia y la adolescencia en nuestro país no están teniendo procesos judiciales justos; revertir esta anomalía ha de ser una prioridad”, señala Andrés Conde, director general de Save the Children.

“Envían a mi hija a un centro de menores porque no quiere ir con su padre y envían a mi hijo con un completo desconocido. Y las veces que se encontró con él en el punto de encuentro relataba conductas sexualizadas”

“Durante este tiempo me he estado moviendo legalmente y denuncié a la coordinadora parental, por delito de prevaricación, falso testimonio en juicio y coacción. También denuncié a los jueces que me la impusieron, ya que esta figura no está regulada y ha provocado un arrancamiento injustificado”, asegura Silvia Aquiles. Un “triple arrancamiento” en el que separan también a los menores entre ellos. “Envían a mi hija a un centro de menores porque no quiere ir con su padre y envían a mi hijo con un completo desconocido. Y las veces que se encontró con él en el punto de encuentro relataba conductas sexualizadas”, advierte Aquiles. Tras diez meses en el centro de menores, la hija de Silvia Aquiles fue enviada a la casa de su padre.

Abusos a la infancia
Madres protectoras “Me acusan de secuestrar a mi hija pero yo solo la estoy protegiendo de abusos sexuales”
Daria Sidorkevich acusa a su exmarido de abusar sexualmente de su hija Camila, mientras él la ha denunciado en comisaría y ante los medios por sustracción de menores. Sidorkevich ha sido inculpada de instrumentalizar a su hija por varias instituciones, mientras sobre su ex ha pendido una orden de alejamiento de la menor.

En la actualidad Aquiles solo ve a sus hijos una hora cada 15 días. “A mi hijo le veo desde mayo y a mi hija desde agosto”, especifica. Advierte,  además, del estado de los pequeños. El menor, que actualmente tiene seis años, “tiene varios trastornos desde el arrancamiento: retraso en el habla, distrofia muscular, aspavientos involuntarios con una de las manos, pérdida grave auditiva que ha derivado en llevar audífonos desde hace meses”. La niña, que tiene ya nueve años, “presenta un trastorno de conducta, ansiedad y come compulsivamente”.

“Me enfrenté al padre y fue lo peor que pude hacer”, repite Silvia. “Al final toda la situación se me ha vuelto en contra”, concluye.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Una entre tantas: los abusos sexuales contra la infancia
Claro y alto os lo digo: yo fui víctima de abusos sexuales cuando era niña y no soy un caso raro, soy una entre tantas, una entre cinco. ¿Se entiende? Y si se entiende, ¿qué pensamos hacer al respecto?
Madres protectoras
Convenio de La Haya Vivir “hagueada”: ocho horas de viaje para ver a su hija de 7 años una vez por semana tras dos años separadas
Laura comunicó las sospechas de que su hija podría estar sufriendo abusos sexuales por parte del progenitor y el abuelo a varias instituciones, pero ninguna actuó. Perdió la custodia de la niña y ahora espera un juicio por secuestro.
Feminismos
Feminismos As mulleres galegas ocupan o segundo posto de menor retribución por hora de todo o Estado español
A súa precariedade maniféstase na contratación temporal, oportunidades limitadas de promoción e acceso limitado a postos de dirección. A desigualdade estrutural afecta especialmente ás traballadoras do sector primario, onde permanecen invisibles.
Feminismos
En directo Los feminismos salen a la calle por el 8M
Más de 1.200 convocatorias en todos los rincones del estado muestran la vitalidad de un movimiento que hoy tendrá el handicap de las fuertes lluvias en buena parte del territorio.
Historia
Descifrando a historia As 4.000 cigarreiras da Coruña: a primeira folga de mulleres na historia de Galiza
O 7 de decembro de 1857, as mulleres da Real Fábrica de Tabacos iniciaron unha revolta polos seus dereitos que fixo historia no imaxinario do sindicalismo galego.
Salud mental
Sesgos en medicina Mujeres y consumo de psicofármacos: la medicalización de sus vidas
Las mujeres consumen el doble de psicofármacos que los hombres. Además de una mayor prevalencia de depresión o ansiedad, las especialistas avisan de sesgos de género en los diagnósticos.
Literatura
Literatura Daria Serenko: “Mi patria parece un cementerio”
La autora rusa Daria Serenko está exiliada en España desde el año 2023. Es una de las miles de personas consideradas “agentes extranjeros” por el Gobierno de Vladimir Putin. Serenko presenta su libro 'Deseo cenizas para mi casa'.

Últimas

Reducción de jornada
Seguidismo de la patronal Junts traslada a Yolanda Díaz su “no” a la reducción de jornada y peligra su posible aprobación
La negativa de Junts a apoyar la reducción de jornada (al menos por el momento), junto con el no del PP, suman suficientes votos en contra como para tumbar la ley de bajada de horas una vez llegue al Congreso.
Gasto militar
Industria militar España deberá aumentar el gasto militar otros 20.000 millones de euros para cumplir con el rearme de la UE
Los 27 aprueban el plan de la Comisión Europea para aumentar el gasto en armamento en 800.000 millones de euros. Solo este año, España debería aumentar la partida de defensa en 3.500 millones de euros, según Geshta.
Sevilla
Komando G “Sin las mujeres, el barrio se pararía”
El Komando G es una red feminista ubicada en el Polígono Sur de Sevilla en la que participan vecinas y mujeres representantes de entidades sociales que busca ser un espacio de cuidados y reivindicación para todas las mujeres del barrio.
Más noticias
Gasto militar
Industria militar Europa y su alternativa a Trump: aumentar el gasto militar
La Comisión Europea anuncia el aumento del gasto militar en 800.000 millones de euros. "Estamos en una era de rearme”, dice la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid La Guardia Civil desaloja a los bomberos forestales encerrados en Las Rozas en protesta por un nuevo convenio
La plantilla de prevención y extinción de incendios reclama un convenio actualizado, recuperar el poder adquisitivo perdido en una década y contratos estables en un contexto de catástrofes climáticas de cada vez mayor impacto y frecuencia.
Comunidad de Madrid
Sanidad privada Denuncian ante Inspección a un hospital de Quirón por poner en riesgo a una trabajadora embarazada
El sindicato CCOO ha denunciado al Hospital La Luz por forzar a enfermeras embarazadas a trabajar sin una adaptación a sus puestos, realizando tareas asociadas a riesgos como la exposición a químicos o radiaciones.
Fronteras
Fronteras PSOE y Junts no tienen los números para su acuerdo de gestión policial de la migración en Catalunya
Junts pretende asociar la concesión de permisos al conocimiento del catalán, algo que no aparece explícitamente en el acuerdo. El entendimiento para la cesión de competencias en materia de fronteras tiene por delante un tortuoso recorrido.
Represión
Policía infiltrada La ‘Directa’ destapa a una policía infiltrada en el movimiento por Palestina y la izquierda independentista
La agente actuaba bajo la identidad falsa de Belén Hammad Gómez y llegó a utilizar su DNI falso para inscribirse en un equipo de fútbol sala y realizar una formación con Novact.

Recomendadas

Urbanismo
Urbanismo salvaxe Un pobo contra o asfalto: Bembrive e Mos rebélanse contra unha autovía que arrasará o seu pulmón verde
Veciñas e veciños conseguen presentar 25.000 alegacións contra unha estrutura de dez quilómetros, defendida xa só polo PSOE en Madrid e en Galiza, que partirá en dous unha poboación enteira e forzará a expropiación de decenas de vivendas.
Derechos reproductivos
Derechos reproductivos Norma, Susana y Lucía “son niñas, no madres”: una histórica condena en la ONU por negar el derecho al aborto
El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha condenado a los Estados de Ecuador y Nicaragua por no permitir la interrupción del embarazo a dos niñas que habían sido violadas, una sentencia más que simbólica.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Trump y Netanyahu imponen a Hamás un rediseño de la tregua en Gaza
La vigencia del alto el fuego iniciado en enero pende de un hilo mientras Tel Aviv mantiene el bloqueo de ayuda humanitaria a las puertas del enclave palestino y la Casa Blanca negocia directamente con Hamás.
Memoria histórica
Memoria histórica El Patronato de la Mujer, el centro donde encerraban a las mujeres que desconoce la ministra de Igualdad
Los centros del Patronato de Protección a la Mujer y las Lavanderías de la Magdalena fueron organismos que buscaron reprimir y castigar a las mujeres durante el siglo XX. Ahora, la sociedad civil se moviliza para exigir verdad, justicia y reparación.