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Trabajo doméstico
España sigue sin ratificar el Convenio 189 de la OIT que protege a las trabajadoras de hogar
Consideradas durante la emergencia sanitaria por covid-19 trabajadoras esenciales, lo que dio lugar a un subsidio especial, las trabajadoras de hogar se reivindican cada año desde hace una década para recordarle al gobierno de turno que ratifique el Convenio 189 de la OIT (C189) y la Recomendación 201 (R201) de la OIT, sobre trabajo decente para las empleadas de hogar y de los cuidados.
Segundo año de la legislatura del gobierno de coalición PSOE-UP y no acaba de verse cumplida la promesa que en diversas ocasiones ha puesto en su boca la ministra de Trabajo, y hace tan solo unos días, durante un seminario telemático del pasado 7 de junio, las ministras de Igualdad y Derechos Sociales.
De acuerdo al informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recientemente publicado, ocho de cada diez trabajadoras domésticas, en su mayoría mujeres, están empleadas sin contrato, por lo que carecen de protecciones laborales y sociales efectivas. Esta falta de cobertura se debe, según la OIT, a “la falta de aplicación de las leyes y las políticas en vigor, o para quienes es preciso colmar las lagunas legales existentes antes de poder abordar la cuestión de la aplicación”.
“75,6 millones de personas se dedican al trabajo doméstico, pero solo 32 países han ratificado el convenio. España aún no lo ha hecho”
En las últimas estimaciones que hace el organismo internacional, 75,6 millones de personas se dedican al trabajo doméstico, pero solo 32 países —y solo ocho de la Unión Europea— han ratificado el C189. España aún no lo ha hecho. La ratificación del convenio significaría un paso más para promover y desarrollar los mecanismos internos que equiparen los mismos derechos de las trabajadoras del hogar, al resto de los trabajadores en materias como la prevención de riesgos laborales, el despido o la protección al desempleo, de la que están excluidas a día de hoy. Varias oportunidades se les han escapado a los distintos gobiernos españoles en estos diez años.
Trabajo doméstico
Empleo de hogar y cuidados Empleadas de hogar ven solo parches y retrocesos en su largo camino al reconocimiento como trabajadoras de pleno derecho
¿Hasta cuándo?
Esta mañana, empleadas de hogar en Zaragoza, Bilbao y Madrid realizaron acciones en la calle para recordarle al gobierno español la deuda en derechos laborales y sociales que tiene con ellas. Pusieron delantales reivindicativos en varias estatuas masculinas del centro de la ciudad como una manera de llamar la atención de la opinión pública y de las administraciones gubernamentales para que ratifiquen el convenio que vendría a empujar una legislación laboral más justa para con el trabajo doméstico. “Un año más 10 años luchándolo... Hasta cuándo nuestra explotación e invisibilidad?” exponían en redes sociales.
Hasta los hombres de piedra reivindican y exigen la #RatificacionConvenio189 para las trabajadoras de hogar y cuidados. 10 años luchándolo... Hasta cuándo nuestra explotación e invisibilidad? https://t.co/hV5ymNe5Q1 pic.twitter.com/iT6oyKCKrb
— @obs_jbeltran (@obs_jbeltran) June 16, 2021
También depositaron en buzones de correo sendas cartas dirigidas a a la ministra de Trabajo y Economía Social, al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y a la ministra de Igualdad. En la misiva vuelven a explicar la urgencia de sus reivindicaciones. Como punto número uno exigen “que el anunciado proceso de ratificación del Convenio 189 se tramite de manera urgente y se apliquen de forma inmediata las medidas que contempla para acabar con las situaciones de explotación, abusos y vulneración de derechos en el sector”. Piden también “decisión a la hora de afrontar los cambios legislativos necesarios, estableciendo plazos concretos para su aplicación y con el respaldo de la dotación presupuestaria necesaria para que pueda implementarse”.
También demandan el “reconocimiento de los derechos fundamentales de las personas migrantes, con la regularización de los y las trabajadores en situación administrativa irregular y la abolición de la ley de extranjería”. Por último, claman por la “implementación de políticas públicas que garanticen los cuidados como derecho básico universal, que aseguren su cobertura con criterios de equidad”.
“El subsidio extraordinario aprobado el 31 de marzo de 2020 como medida de protección es un paso importante pero solo un parche si no hay consolidación del derecho”
Asimismo, subrayan en la carta “regular el régimen de pernocta, tal como se contempla en la R201, para poner fin al abuso y vulneración de derechos fundamentales de las trabajadoras de hogar y cuidados empleadas en régimen interno”, que son los casos que presentan una mayor vulnerabilidad ante abusos de todo tipo. Exigen también la aprobación definitiva de la prestación por desempleo ya que argumentan “el subsidio extraordinario aprobado el 31 de marzo de 2020 como medida de protección es un paso importante pero solo un parche si no hay consolidación del derecho”.
La carta ha sido firmada por la Asamblea Interterritorial de Trabajadoras de hogar y cuidados en lucha de la que forman parte colectivos y asociaciones de siete comunidades autónomas: Asociación de Empregadas de Fogar Xiara (Galiza); Asociación Intercultural de Profesionales del Hogar y del Cuidado - AIPHYC (Valencia), Asociación Mujeres Migrantes Diversas (Barcelona), Asociación de Trabajadoras de Hogar de Granada, Asociación de Trabajadoras del Hogar y Cuidados de Zaragoza, Plataforma por la Defensa de los Derechos de las Personas Trabajadoras de Hogar (Castellón), Trabajadoras No Domesticadas, (Bilbao), Mujeres que Crean, Observatorio Jeanneth Beltrán. Derechos en Empleo de Hogar y Cuidados y Territorio Doméstico (Madrid).
En Granada, durante una rueda de prensa de la Plataforma de trabajadoras de hogar con el Defensor del Ciudadano, también se han sumado a las reivindicaciones.
Finalmente, la Asamblea Interterritorial enfatizó la necesidad imperiosa de poner en marcha “unas políticas públicas que garanticen los cuidados como derecho básico universal, que aseguren su cobertura con criterios de equidad; que impulsen la redistribución de los tiempos de vida laboral y personal para hacer posible una conciliación real y que apliquen medidas concretas y urgentes para integrar los costes de los cuidados en los domicilios como prestaciones del sistema público de atención, favoreciendo empleos de calidad con todos los derechos”.