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Tribuna
Una estrategia para la movilidad sostenible y el empleo hacia la transición ecológica
Responsable de salud laboral, medio ambiente y política lingüística de CCOO de Euskadi
Los efectos que el cambio climático está teniendo ya en el conjunto del planeta no se pueden ocultar. Los medios de comunicación dan buena cuenta, habitualmente, de la devastación provocada por los fenómenos climáticos extremos y del aumento significativo del número de incendios forestales, así como de la capacidad de destrucción de entornos de estos últimos. Las olas de calor que hemos sufrido este verano e incluso las temperaturas del otoño y el invierno, superiores a las habituales en esas épocas, no pueden ser categorizadas como una simple incomodidad en nuestras vidas.
Tenemos que ver estos efectos como lo que son: una amenaza para nuestra supervivencia en el planeta. La solución requiere cambios en los modelos productivo, energético y de consumo que tienen además que adquirir el formato de lo que se denomina transición justa, sin impactos negativos en el nivel de empleo ni en su calidad, e incluso mejorando estos aspectos si es posible.
“Tenemos que ver estos efectos como lo que son: una amenaza para nuestra supervivencia en el planeta. La solución requiere cambios en los modelos productivo, energético y de consumo”, expresa Ríos Velada
Lancet Countdown es un organismo de colaboración internacional que se encarga de la monitorización de los efectos del cambio climático sobre la salud y de la evaluación de las políticas impulsadas por los gobiernos para la adaptación al mismo y la mitigación de sus efectos. El último de los informes que anualmente publican, correspondiente al año 2022, lleva como significativo y acertado subtítulo “la salud a merced de los combustibles fósiles”.
Entre los aspectos del informe que más llaman la atención figura que el uso de los combustibles fósiles es masivo en la generación de electricidad a nivel mundial, siendo la contribución de las energías renovables solo de un 8,2 %. De no revertirse esta tendencia, estamos iniciando un camino que nos lleva a un aumento de 2,7ºC para finales de siglo, lo que a su vez nos conduciría a la catástrofe y a un colapso más que asegurados, sin ningún tipo de paliativo.
Un análisis más detallado del informe permite también ver que el necesario cambio en el modelo energético se relaciona con los problemas que las prácticas actuales en este campo generan en la salud de las personas. El uso de los combustibles fósiles deteriora la calidad del aire hasta el punto de generar impactos muy negativos en la salud de la población. Entre otras soluciones para una transición energética que pueda, además, poner el acento en la mejora de la salud de las personas, el informe cita la potenciación de una movilidad y una forma de desplazarse y viajar con bajas emisiones de carbono.
Cuando se habla de la catástrofe medioambiental y los efectos nefastos del cambio climático, y cuando se presenta la transición ecológica como medio para la mitigación de estos efectos, parece obvio que el argumentario se construya sobre el agotamiento de los recursos en el planeta y las consecuencias del uso de los combustibles fósiles. No obstante, hablar de los efectos en la salud de las personas es igualmente necesario e insustituible.
En España el transporte es responsable del 27 % de la emisión de gases de efecto invernadero
En el sector energético, pero también en otros, es importante que podamos ver las oportunidades y formular propuestas, siendo el transporte y la movilidad ámbitos clave para la reducción de emisiones. En España el transporte es responsable del 27 % de la emisión de gases de efecto invernadero.
Hay administraciones que ya ven esta posibilidad, y en el mundo del trabajo se avecinan cambios a nivel estatal. Previsiblemente vendrán de la mano de la Ley de Movilidad Sostenible, que se espera que entre en vigor a lo largo del 2023. El anteproyecto de la citada ley contempla la obligatoriedad de tener planes de movilidad sostenible para las empresas de plantillas superiores a quinientas personas, lógicamente en las que hay más desplazamientos diarios motivados por el trabajo. El terreno en el que esto se tendrá que llevar a cabo será la negociación colectiva, un escenario propicio para la necesaria participación de la representación legal de las personas trabajadoras. El anteproyecto de ley contempla además que estos planes de movilidad tendrán que ser objeto de seguimiento, por lo que las obligaciones de las empresas afectadas no quedarán limitadas en ningún caso a la simple aprobación e implantación del plan, sino que tendrá que haber además una evaluación de su utilidad y del cumplimiento de lo acordado.
El anteproyecto de la Ley de Movilidad Sostenible contempla la obligatoriedad de tener planes de movilidad sostenible para las empresas de plantillas superiores a quinientas personas
Es necesario que la nueva ley sea más ambiciosa en este campo. Un grupo de organizaciones, entre las que se encuentran los sindicatos CCOO y UGT, grupos ecologistas como Ecologistas en Acción o Greenpeace, o incluso el propio Consejo de la Juventud de España, consideran necesario que esta obligación se contemple para empresas con plantillas superiores a cien personas en vez de quinientas. Consideran necesario que la descarbonización del transporte y de la movilidad al trabajo sea la verdadera prioridad.
En Euskadi no estaríamos ante una novedad. Nuestra Ley de Sostenibilidad Energética, en vigor desde 2019, así como el decreto que la desarrolla, obligan a empresas de los sectores industrial, comercial y de servicios y al sector público a implantar planes de transporte al trabajo donde ya haya más de cien personas por turno. Los objetivos que figuran en ambos textos son reducir el impacto negativo de los desplazamientos al centro de trabajo, terminar con el uso ineficiente del vehículo privado y fomentar el uso del transporte público y de vehículos alternativos de titularidad privada.
Esto no tiene únicamente una utilidad para la disminución de emisiones, sino que también es interpretable como una medida preventiva frente a los accidentes de trabajo denominados “in itinere”, es decir los que acontecen entre el domicilio de la persona trabajadora y el puesto de trabajo o viceversa. No en vano la Estrategia Vasca de Seguridad y Salud en el Trabajo para el periodo 2021-2026 establece como una necesidad que se elaboren planes de movilidad al trabajo, concretamente en el objetivo operativo 5.1 del documento. Se menciona que mediante este mecanismo es posible reducir los accidentes de trabajo “in itinere” mediante una actuación conjunta de empresas, administraciones y agentes sociales. También Osalan, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, contempla en su Plan de Gestión para el año 2022 una línea de trabajo (acción 5.17 del documento) que vincula seguridad vial y movilidad sostenible, y que incluye la participación en el Plan Estratégico de Seguridad Vial y Movilidad Segura y Sostenible en Euskadi para el periodo 2021 -2025.
Recientemente CCOO, sindicato que lleva años impulsando la formación y sensibilización de sus representantes en materia de movilidad sostenible, ha publicado un informe con sus propuestas para descarbonizar el transporte de mercancías, y que constituye una verdadera apuesta por el ferrocarril. Según el informe, en el presente el transporte de mercancías por ferrocarril ni siquiera llegaría al 5 % del total y lleva estancado los últimos veinte años. La mayor parte de las mercancías se mueve por carretera, siendo una posibilidad real que el 85 % de esas cargas que circulan total o parcialmente por carretera en España pudiesen transferirse al ferrocarril.
La mayor parte de las mercancías se mueve por carretera, siendo una posibilidad real que el 85 % de esas cargas que circulan total o parcialmente por carretera en el conjunto del Estado pudiesen transferirse al ferrocarril, que solo representan un 5 %
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana también ve posibilidades de actuación en este espacio. La aprobación en mayo del pasado 2022 de la estrategia gubernamental “Mercancías 30” se marca como objetivo fundamental potenciar el transporte ferroviario de mercancías como eje vertebrador de las cadenas logísticas multimodales. Las medidas que se plantean buscan elevar al 10 % el transporte de mercancías a través del ferrocarril antes del año 2030. Puede parecer un objetivo poco ambicioso, pero el planteamiento conlleva doblar el actual porcentaje.
Es necesario que se logre este objetivo, pero con la vista puesta en incidir en esta línea de trabajo para continuar descarbonizando el transporte de mercancías. Sobre todo, teniendo en cuenta que el propio documento cita que es algo necesario para reducir externalidades negativas asociadas al transporte, como serían el ruido y los accidentes de tráfico, pero también la congestión de las carreteras y la contaminación atmosférica. El ferrocarril es pieza básica en la lucha contra el cambio climático.
“El ferrocarril es pieza básica en la lucha contra el cambio climático”, afirma Ríos Velada, responsable de Medio Ambiente de CCOO Euskadi
Nuestras administraciones públicas tienen que trabajar en este sentido. Se necesita más formación para los responsables de las empresas que vayan a realizar los planes de movilidad sostenible. El transporte público tiene que fortalecerse para fomentar esta movilidad sostenible, por ejemplo, con más lanzaderas de autobús entre estaciones de ferrocarril y polígonos industriales. El transporte ferroviario de personas precisa de más cercanías y menos alta velocidad, ya que entre 1990 y 2018 la inversión en cercanías, que utiliza casi el 90% de las personas usuarias del ferrocarril, ha sido de 3.679 millones de euros, mientras que en alta velocidad ha sido en ese mismo periodo de 55.800 millones de euros. La potenciación del servicio de cercanías, con mayor demanda, puede tener implicaciones directas en una mayor generación de empleo.
Acometiendo estas medidas no sólo reduciríamos el uso del vehículo privado y limitaríamos las emisiones que son causa del cambio climático, sino que se contribuiría igualmente a no generar una mayor necesidad de realizar constantes ampliaciones en nuestras autopistas y autovías. En Euskadi conocemos bien este tipo de ampliaciones, infraestructuras de poca utilidad y más que dudosa necesidad.
La apuesta por la movilidad sostenible y la descarbonización del transporte permite adoptar medidas que de forma simultánea sean coadyuvantes para la mitigación de los efectos de la emergencia climática, en primer lugar, y que protejan nuestros entornos naturales de una degradación que los amenaza cada vez en mayor medida. Para incrementar nuestra calidad de vida y garantizar nuestra supervivencia en el planeta, en resumidas cuentas.
Medio ambiente
“Urkullu se apunta a la emergencia climática por oportunismo”
David Hoyos es profesor en el Departamento de Economía Aplicada en la UPV y su labor investigadora está centrada en la valoración económica de los recursos naturales.