Tribuna
No solo queremos politizar la universidad, queremos revolucionarla

El nombramiento de Ayuso como “alumni ilustre” no les salió como pretendían. Por ello, a esta legitima protesta le siguió una campaña de criminalización y demonización por parte del rector y las autoridades universitarias, de los políticos del régimen y de sus tertulianos y periodistas a sueldo.
Ayuso Facultad Información - 13
Alumnos de la UCM esperan a Isabel Díaz Ayuso en la Faculad de Ciencias de la Información para mostrar su rechazo al nombramiento de la presidena de la Comunidad de Madrid como “alumna ilustre”. Álvaro Minguito

Estudiante de la UCM

2 feb 2023 05:59

El pasado martes 24 de enero pudimos ver un espectáculo dantesco en la Complutense: el de una universidad puesta patas arriba para entregar un premio otorgado a dedazo a una política que es la encarnación del trumpismo en este país, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso.

Por eso, centenares de estudiantes, docentes, trabajadores de la universidad y sanitarios participamos en una protesta organizada por Contracorriente, Pan y Rosas, CGT, MATS y otros sindicatos y agrupaciones estudiantiles. Para decir que en nuestro nombre no se iba a blanquear la imagen de una señora reconocida por sus políticas neoliberales que favorecen a sus amigos empresarios y grandes fortunas.

La respuesta del rector de la UCM, Joaquín Goyache, fue la de militarizar el campus de Ciudad Universitaria con un enorme dispositivo policial proporcionado por la Delegación del Gobierno y el Ministro de Interior Marlaska. Varios controles policiales imposibilitaban el acceso a toda persona que no tuviera el carné de la facultad. Muchos estudiantes —y algún profesor— se quedaron sin poder ir a clase ese día.

Los campus están tomados por una casta de rectores y decanos unidos por todo tipo de lazos políticos, económicos y hasta personales a los políticos del régimen, a las órdenes religiosas católicas y a los grandes empresarios

En realidad, no se le negó el acceso a todos, pues varios militantes de las Nuevas Generaciones del Partido Popular —la mayoría no pertenecientes a la universidad y ninguno de la facultad— pudieron entrar sin problemas al acto invitados por la Comunidad de Madrid para que la presidenta pudiera mostrar algún apoyo. ¿Cómo no la van a apoyar si es su presidenta, la que les concede “paguitas” y becas aunque la renta de sus papis supere los 100.000 euros anuales?

A pesar de los controles y de la actitud amenazante de los niñatos del PP, un numeroso grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Información, que lograron acceder a las instalaciones, recibió entre abucheos y gritos a la presidenta. Mención especial merece la estudiante Elisa María Lozano, que aprovechó el tiempo de su discurso para criticar el galardón a Ayuso y reivindicar a las que protestábamos fuera bajo el frío.

Estos son los hechos de aquel día. El rector Goyache y la Comunidad de Madrid —con la colaboración inestimable del supuesto Gobierno “progresista” de PSOE-UP— blindaron la universidad para imponer el nombramiento de Ayuso como “alumni ilustre” y que este acto transcurriera en un clima de aparente normalidad. No les salió como pretendían. Por ello a esta legitima protesta le siguió una campaña de criminalización y demonización por parte del rector y las autoridades universitarias, de los políticos del régimen, de sus tertulianos y periodistas a sueldo.

Dicen que la Complutense está tomada por la “extrema izquierda”, nos culpan de politizar la universidad, claman por libertad y democracia y se rasgan las vestiduras por los gritos de “asesina” a Ayuso. Pero la democracia que defienden es la del rector decidiendo a dedo y a espaldas de la comunidad universitaria, sin ningún debate y haciendo caso omiso a todas las críticas al respecto. Libertad solo para que Ayuso haga de la Complutense su nuevo escenario de campaña, rodeada de policía, limitando la entrada a las trabajadoras y estudiantes que formamos parte de la universidad todos los días.

Seguiremos luchando hasta terminar con este modelo neoliberal de universidad-empresa. Hasta tumbar todas las leyes que han contribuido a darle forma en las últimas décadas

Ayuso no será una asesina en el sentido literal del término, pero es un hecho que su gestión de las residencias durante la pandemia y sus recortes en sanidad han supuesto miles de víctimas mortales. Y es que hay “políticas públicas” que matan más que las armas de fuego. Ayuso no ha dejado ni por un momento de favorecer la educación privada en detrimento de la pública. Ha intentado por todos los medios evitar bajar las tasas para matricularse en la universidad. Ha insultado a una juventud que solo conoce crisis y precariedad diciendo que lo tenemos todo y que “nos falta cultura del esfuerzo”. Por eso los estudiantes no la queremos y lo expresamos aquel día de la única forma que pudimos: protestando.

Protestamos y seguiremos protestando y luchando como los estudiantes de la Federación Universitaria Escolar contra la dictadura de Primo de Rivera y la monarquía borbónica, como el movimiento estudiantil antifranquista en los 70. No nos cuesta imaginar de qué lado estarían en aquellos años todos aquellos que ahora se llevan las manos a la cabeza por los gritos a la presidenta e invocan democracia y libertad.

Seguiremos luchando y politizando la universidad, porque el premio de Ayuso no es más que la punta del iceberg de este sistema universitario podrido. Los campus no están tomados por la ultraizquierda sino por una casta de rectores y decanos unidos por todo tipo de lazos políticos, económicos y hasta personales a los políticos del régimen, a las órdenes religiosas católicas y a los grandes empresarios. No hay más que ver las empresas que forman parte de los Consejos Sociales Universitarios: El Corte Inglés, COPE, Telefónica, Repsol, BBVA… Esos votan todos los días y ponen la educación y la investigación al servicio de sus intereses políticos.

Seguiremos luchando por una universidad completamente pública y gratuita, para que vuelvan a las clases las decenas de miles de estudiantes, hijos e hijas de la clase trabajadora, expulsados por no poder pagar las matrículas

Seguiremos luchando hasta terminar con este modelo neoliberal de universidad-empresa. Hasta tumbar todas las leyes que han contribuido a darle forma en las últimas décadas, empezando por la última reforma universitaria de los “progresistas” Castells-Subirats. Lucharemos para que la universidad rompa todos sus vínculos con el Ministerio de Defensa y continúe alimentando la industria de la guerra.

Seguiremos luchando por una universidad completamente pública y gratuita, para que vuelvan a las clases las decenas de miles de estudiantes, hijos e hijas de la clase trabajadora, expulsados por no poder pagar las matrículas. Seguiremos luchando por democratizar la universidad, para destronar a las camarillas de la casta universitaria que la han subordinado a la agenda de las políticas neoliberales, ya vengan de la derecha o del “progresismo”.

Sí, queremos politizar la universidad. Aún más, queremos revolucionarla, para poner todo el conocimiento y toda la producción científica al servicio de los intereses de las y los explotados y los oprimidos, no de los beneficios empresariales. Para terminar con la precariedad laboral, con la destrucción de la sanidad pública, para enfrentar la crisis ambiental… Esa es la universidad por la que luchamos y seguiremos luchando.

Arquivado en: Tribuna
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Tribuna
Tribuna Verde de ecosocial, verde de educación pública
En nuestras aulas se ha colado una prisa ansiosa, que juzga al alumnado como un gasto, que lo dirige, poco a poco, a un mundo laboral tecnoptimista y completamente atomizador.
Tribuna
Tribuna Una inteligencia artificial que pinta en rosa y azul
El retorno a la Casa Blanca de Donald Trump ha traído consigo el regreso de antiguas miradas reduccionistas de la realidad. La legitimación política y parlamentaria de los discursos de odio tiene una traducción social asociada.
Tribuna
Tribuna Militarismo y neofascismo
El militarismo rampante pone en grave peligro la convivencia, la cooperación, la seguridad y la paz mundial.
avellana
2/2/2023 9:24

¡Bravo!

0
0
Memoria histórica
Memoria histórica Cultura, exilio e loita das bibliotecarias galegas na Segunda República: a vida de María de los Ángeles Tobío
Durante os primeiros anos trinta, as bibliotecas tornaron en espazos de traballo ideais para un modelo de muller que aspiraba ser independente e que manifestara un claro compromiso político. A Guerra Civil remataría con todas as súas aspiracións.
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Opinión
Opinión ¡Que vivan los aranceles!
Que Trump propugne aranceles no debe hacernos caer en la trampa de defender los intereses de los grandes oligopolios.
Opinión
Derecho a la vivienda Flex Living: el caballo de Troya de la precarización del alquiler
No es una respuesta moderna a las nuevas formas de habitar la ciudad. El ‘flex living’ no es más que la última jugada del sector inmobiliario y los grandes fondos de inversión para maximizar beneficios a costa del derecho a la vivienda.
Más noticias
Opinión
Opinión La unidad del anarcosindicalismo es la acción conjunta
Al hilo de supuestos movimientos desde la CGT hacia la unificación con CNT es necesario diferenciar entre lo que es una relación en clara mejora y lo que sería un proyecto real en marcha.
Galicia
Memoria histórica Cultura, exilio y lucha de las bibliotecarias gallegas durante la Segunda República
Durante los primeros años treinta, las bibliotecas se convirtieron en espacios de trabajo ideales para un modelo de mujer que aspiraba ser independiente y que había manifestado un claro compromiso político. La Guerra acabó con todas sus aspiraciones.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Sindicatos piden el cese de la dirección del Hospital 12 de Octubre tras las obras de remodelación
Los problemas con las nuevas instalaciones han cristalizado en una unión sindical que ha reclamado formalmente el fin de la cúpula de dirección tras ser “ignorados” de manera “sistemática”.

Recomendadas

Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.