Tribuna
Rentismo y precariedad laboral: la batalla que no podemos aplazar

A lo largo de la última década, el aumento del precio de los alquileres ha sido 2,3 veces superior al aumento de la renta de los hogares. El sindicalismo laboral y el sindicalismo social deben unirse en una lucha común.
Gabinete de Estudios de CGT
8 oct 2024 06:00

El acceso a la vivienda, lejos de ser un derecho garantizado, se ha transformado en un bien de lujo para un sector cada vez más amplio de la clase trabajadora. En un contexto marcado por la precariedad laboral —donde la inseguridad, la inestabilidad y los salarios insuficientes son la norma—, el elevado coste de los alquileres agrava aún más una situación que ya resulta insostenible. La combinación de estos dos factores —precariedad laboral y especulación inmobiliaria— ha desencadenado una crisis social de grandes dimensiones. Sólo abordando esta problemática desde la raíz, y no dejando la solución en manos de la solidaridad de los propietarios, podremos revertir esta situación.

Alquiler
Huelga de alquileres ¿Qué pasaría si dejamos de pagar una parte de los alquileres a los caseros?
Inquilinas que autorregulan su alquiler para bajar los precios, pagando menos a los caseros como forma de resistencia frente a la precariedad impuesta por el mercado.

La falta de regulación —o la nula efectividad de la regulación existente— sobre los pisos turísticos, el precio de los alquileres, y el comportamiento abusivo de los propietarios rentistas y el interés de los propietarios en que siga creciendo el “valor“ de sus “activos inmobiliarios”, así como la ausencia de medidas fiscales sobre las viviendas vacías —que ya superan los 3,8 millones—, ha alimentado una espiral especulativa sin freno. Permitir que la vivienda se rija por las dinámicas del libre mercado ha convertido este derecho fundamental en un medio de enriquecimiento para unos pocos. Actualmente nos encontramos un mercado de la vivienda que permite y garantiza que los fondos de inversión, grandes tenedores y pequeños propietarios con mentalidad especuladora prioricen el beneficio económico a costa de una parte creciente del salario de muchas trabajadoras y trabajadores. Los precios suben sin control, mientras justifican sus decisiones con el argumento de “es el mercado, amigos”. Mientras tanto, muchas personas vemos cómo esta dinámica precarizante se apropia de nuestras rentas, dificultando nuestro desarrollo vital y personal, y convirtiendo la vivienda en el epicentro de la precariedad social.

Permitir que la vivienda se rija por las dinámicas del libre mercado ha convertido este derecho fundamental en un medio de enriquecimiento para unos pocos

Si bien este fenómeno afecta con virulencia a los sectores de la población más vulnerables y en situaciones laborales realmente penosas –como la población migrante, mujeres y jóvenes–, lo cierto es que la espiral especulativa ha permitido ampliar las capas de población afectada debido al pago creciente de las rentas alquileres. Mes a mes, los precios del alquiler por metro cuadrado han alcanzado nuevos récords. Si analizamos la evolución del precio en septiembre de 2024 en relación con la burbuja inmobiliaria de 2008 o los precios de hace una década, el crecimiento es demoledor. Si además tenemos en cuenta la pérdida de poder adquisitivo que se ha dado en los últimos años a raíz de la fuerte subida de la inflación y el estancamiento salarial, la combinación es explosiva. 

Nos encontramos ante un escenario donde cada vez es mayor la sobrecarga del alquiler sobre nuestro salario, superando ampliamente el 30% recomendado. A lo largo de la última década, el aumento del precio de los alquileres ha sido 2,3 veces superior al aumento de la renta de los hogares. Literalmente el alquiler se come nuestro salario lo que obliga a buscar mecanismos de supervivencia como el pluriempleo, aceptar trabajos penosos, compartir casa, volver al hogar familiar o no poder independizarte. En definitiva, decisiones laborales y habitacionales involuntarias que empeoran nuestras condiciones vitales.

Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Más de 30 organizaciones sociales y la izquierda parlamentaria se movilizan el 13-0 por la vivienda
Tras el fracaso de la regulación de los alquileres de temporada y el bloqueo de la Ley de Vivienda, más de 30 organizaciones sociales convocan una manifestación para el 13 de octubre en Madrid y amenazan con una huelga de alquileres.

Los gobiernos, a todos los niveles, han sido cómplices de esta situación. La solución no puede limitarse a parches o medidas temporales. No bastan las subvenciones puntuales ni los incentivos a la compra. La raíz del problema reside en la lógica mercantilista que rige el acceso a la vivienda. Es necesario un cambio profundo que desmercantilice la vivienda y proteja al inquilinato de subidas infinitas y desahucios —visibles e invisibles— así como de las prácticas abusivas a las que nos vemos expuestas a la hora de negociar un contrato y sus condiciones. 

Si algo hemos aprendido del sindicalismo en el ámbito laboral es que sólo a través de la lucha colectiva y el conflicto se puede avanzar. Del mismo modo que las trabajadoras y los trabajadores han conseguido mejoras laborales gracias a la organización y la movilización, es imperativo que abracemos la lucha por el derecho a la vivienda desmercantilizada como parte esencial de nuestra acción sindical. La vivienda es un derecho, y su defensa debe estar en el centro de nuestras reivindicaciones como sindicato.

La clase trabajadora debe organizarse y enfrentarse a aquellos que están arruinando nuestras vidas y nuestros barrios

El sindicalismo laboral y el sindicalismo social deben unirse en una lucha común. No podemos desligar la precariedad laboral de la social. La clase trabajadora, en su conjunto, debe organizarse y enfrentarse a aquellos que, en su afán de enriquecimiento, están arruinando nuestras vidas y nuestros barrios. No podemos seguir tolerando que la vivienda sea un lujo al alcance de unos pocos. Es hora de organizarnos, de luchar colectivamente y de exigir que la vivienda sea, de una vez por todas, un derecho garantizado para todos y todas. 

Por ello, desde CGT apoyamos la manifestación del 13 de octubre. Salimos a las calles de Madrid, organizadas y con fuerza, para ponerle voz al hastío y la rabia que nos asfixia.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Barcelona
Derecho a la vivienda Primera conquista del 5A: acuerdo para regular los alquileres de temporada en Catalunya
El Govern junto con ERC, las CUP y Comuns pactan una ley que regulará los alquileres de temporada y por habitaciones, y creará un cuerpo de inspectores de vivienda, medidas pioneras en España.
Madrid
Derecho a la vivienda Ocupan una sede de Blackstone para pedir una solución para Virginia, obligada a vivir entre goteras
La Agencia de Vivienda Social de la Comunidad de Madrid y Blackstone “se pasan la pelota” y se niegan a dar soluciones al caso de una vecina de Tetuán con graves problemas de salud que lleva siete años viviendo en un piso público en ruinas.
Rubén_Proletkult
Rubén_Proletkult
8/10/2024 7:38

Añado al debate sobre la confluencia de actividades sindicales la necesidad de repensar el contractualismo de los sindicatos laborales. Quizá es hora de empezar a abandonar la defensa de puestos de trabajo cuya actividad es parasitaria de la sociedad. Quizá es hora también de acabar con la sectorialización que mantienen en la práctica asumiendo de facto la división del trabajo capitalista y el valor ficticio que el sistema da a cada empleo en favor de una tendencia hacia la unificación de salarios. Quizá ya es hora de que los sindicatos sean sindicatos de clase y actúen en favor de la hegemonía de la clase trabajadora en vez de intentar sobrevivir en el huracán del capitalismo.

0
0
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
O Teleclube
O Teleclube 'Sorda' o debut persoal de Eva Libertad chega a 'O Teleclube'
A directora murciana estrea a súa ópera prima ao carón da súa irmá e protagonista, Mariam Garlo.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.

Últimas

Barcelona
Barcelona Activistas de los derechos humanos piden la retención de un barco dispuesto para armar a Israel
La naviera Maersk está transportando estos días componentes para los cazas F-35. El Estatuto de Roma sobre genocidio contempla acciones legales contra las empresas que favorecen las masacres.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.
Más noticias
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.
Ayuntamiento de Madrid
Huelga de basuras Huelga indefinida de basuras en Madrid desde el 21 de abril tras romperse las negociaciones
Los representantes sindicales fuerzan el paro para obligar a las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento a escuchar sus propuestas. El Ayuntamiento fija servicios mínimos del 50 %.
València
València CGT denuncia graves incumplimientos del plan de inundaciones en la dana de València
Un informe incorporado a la causa judicial señala la falta de seguimiento de los propios protocolos autonómicos en el día de la tragedia y la víspera.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Galicia
Galicia La TVG se gasta 839.772 euros en un programa de Miguel Lago y lo saca de parrilla tras hundirse en audiencia
El programa ‘O novo rei da comedia’ apenas llegó a los 36.000 espectadores de media en su estreno y cayó en picado en su hasta ahora última emisión al 3,4% de cuota de pantalla en una cadena que tuvo de cuota media en marzo un 8,1%.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.