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Voces de Extremadura
Ángel Calle: “Las comarcas altoextremeñas son ejemplo de esa coevolución del ser humano con respecto a la naturaleza”
Ángel Calle Collado, amigo y colaborador de El Salto Extremadura, ha presentado recientemente un documental desde el que reivindicar y dar la palabra a la comarca cacereña del Valle del Jerte, espacio en transformación y con alegrías, tensiones y duelos como tantos otros en el medio rural.
Ángel Calle Collado, amigo y colaborador de El Salto Extremadura, ha presentado recientemente un documental desde el que reivindicar y dar la palabra a la comarca cacereña del Valle del Jerte, espacio en transformación y con alegrías, tensiones y duelos como tantos otros en el medio rural. Las voces de sus vecinos y vecinas, claves para identificar un presente cargado de contradicciones y preguntas, toman la pantalla. Acerca de esa Piel del Jerte retratada y acerca de las pieles del campo hemos intercambiado algunas impresiones con el autor, mirando de reojo la ruralidad extremeña.
La piel del Jerte... ¿Por qué ese nombre? ¿Dónde acude esa metáfora?
La piel es el medio que nos da forma y también el que nos facilita intercambios. La piel del Jerte es su cultura y sus gentes, una delgada y frágil capa que habita entre un territorio que se ha formado a lo largo de miles de años y que ahora se encuentra zarandeada por los llamados mercados globales: en realidad un puñado de distribuidoras y grupos financieros que operan a nivel mundial. Las comarcas altoextremeñas son ejemplo de esa coevolución del ser humano con respecto a la naturaleza: le damos forma pero ella es la que provee de sustento y la que acaba fijando las reglas, como nos demuestra el cambio climático.
Agricultura
La cereza amarga
La cereza, este año, amarga particularmente a los agricultores y agricultoras. Por eso, y por la ambición sana de sus gentes que quieren quedarse y no emigrar, el domingo 10 de junio veíamos cómo 2.000 personas se convocaban desde la iniciativa abierta de unas pocas en el polideportivo de Cabezuela.
Trázanos una génesis. ¿En qué espacio se inserta La piel del Jerte? ¿La etnografía? ¿La denuncia? ¿La memoria? ¿La creación de comunidad? Porque evidentemente trasciende del experimento audiovisual...
Bueno, son modos de sistematización y de representación que buscan situar voces críticas con la realidad social actual en un primer plano. Es decir, el documental La Piel del Jerte intenta ser testimonio. Y, a la vez, introduce un debate crítico en el Valle y en el conjunto de comarcas que la rodean. Es también una indagación socioambiental sobre la crisis del medio rural, las razones de su despoblamiento, el alejamiento de los jóvenes de las instituciones y, al mismo tiempo, la posibilidad de abrazar una sustentabilidad social y ambiental.
Yo diría que el documental refleja un ayer y un montón de retos del presente. Reconoce un pasado pero no se reconoce en la situación actual, que es crítica, tanto del punto de vista social como económico y ambiental
Cuéntanos un poco del proceso de creación de la película. Háblanos de los quiénes, de los cómos, que seguro que describen muy bien los porqués.
Estoy muy agradecido a como Raúl y Mónica (audiovisuales Bokeh) se sumaron al proyecto. Son también del pueblo, Casas del Castañar, y han aportado su magnífico hacer fotográfico y en términos de postproducción y edición del material. También las gentes del Valle del Jerte se han mostrado abiertas a participar, han sido horas de preparación y horas de entrevista. Y las personas que aparecen y otras más lo han hecho siempre con mucho agrado. Y finalmente, para apoyar esa producción y esa difusión esperamos encontrar el apoyo financiero de dos ayuntamientos, Casas del Castañar y Piornal, así como del grupo de desarrollo local (Soprodevaje), siempre muy sensible a cuestiones de cultura y sostenibilidad.
¿Por qué la necesidad de una memoria audiovisual de este valle?
Porque nos hayamos en una encrucijada. No podemos seguir por el mismo camino. El monocultivo de cereza y los mercados globales no traen ya los recursos que se aportaron desde los 80 del pasado siglo hasta hace una década. Porque el cambio climático penaliza la mala gestión de bienes naturales como el agua, la erosión de la fertilidad de la tierra o la decreciente biodiversidad cultivada. Dice una entrevistada: “tenemos cerezos y Carrefour, poco más”. Y ese es el drama: no tenemos autonomía sobre el territorio, sobre nuestras vidas, sobre nuestra alimentación...
¿Es un proyecto de dinamización cultural o va más lejos? ¿Bebe, en este sentido, de la inspiración o la referencia de alguna fuente concreta?
Bueno, hay ciertamente reminiscencias de un documental etnográfico, pero también de una investigación de acción participativa: la cámara deja hablar, es cierto que yo coloco temas, pero me ha sorprendido cómo la gente ha ido construyendo diagnósticos compartidos. El campo de las propuestas está abierto. Pero aún así, la palabra “cambio” se repite, hay una necesidad de ir por otros senderos.
El medio rural no está en crisis en sí mismo. Sigue vigente y es muy seductor, pues como forma de vida aporta libertad y contacto directo con una naturaleza no museificada ni enclaustrada
Existe una constante preocupación en torno al abandono del campo, y no solo desde el aspecto físico, sino desde el cultural, el de la pérdida de referencias, saberes, valores y también certezas, esas certezas que da la comunidad originaria, esa que surge de referenciar en espacios geográficos, pero también inmateriales, la memoria viva de un pueblo. Entendemos que La piel del Jerte quiere aportar en esta reflexión...
El medio rural no está en crisis en sí mismo. Sigue vigente y es muy seductor, pues como forma de vida aporta libertad y contacto directo con una naturaleza no museificada ni enclaustrada. Permite encontrarse en calles y caminos. Es fuerte en cooperativismo. Pero tiene la memoria muy erosionada, la autoestima baja y un montón de dependencias que le impiden a estas comarcas, como al resto de Extremadura, tener una autonomía, decidir para sí misma. Hay mucho ocio que viene de la televisión y los canales de youtubers para adolescentes, pero poco compromiso en construir una cultura desde aquí, en unir pasado y presente, el legado popular y la necesaria innovación que traen los jóvenes. Sería bueno hacer mestizajes, bricolajes, puentes que tuvieran el amor a este territorio como la base de su hacer.
Documental La Piel Del Jerte 2018 version FINAL from La Piel del Jerte on Vimeo.
Pero la cultura no está hoy ligada, infelizmente, a nuestras tramas de vida, más bien a los deseos de unas élites que poco les importa que este territorio se despueble o no. Piensan que ya habrá otros lugares que hagan su trabajo, pero no es posible, y eso es también la desgracia para las élites económicas y para la cultura intensamente urbana. Se necesita comer tres veces al día y mañana no habrá petróleo para traer fruta o verdura o quesos desde miles de kilómetros.
Municipalismo
Municipalismo para no exportar Extremadura
La inviabilidad social y económica de la “globalización” va a ofrecer una ventana de oportunidad para el despegue de mercados locales y economías más sostenibles.
¿Qué alternativas hay para los grandes espacios ecológicos y culturales cada vez más vacíos?
Tender puentes entre la economía y la cultura y arraigarlas a su vez al territorio. Eso se llama construir sustentabilidad, no la sostenibilidad de los proyectos económicos y los intereses de otros.
Hay un potencial para impulsar mercados locales, para que las instituciones se abran a los pequeños productores, para que introduzcamos una mirada de género y hacia los jóvenes decididamente comprometida. Y a partir de ahí podemos generar otra forma de satisfacer necesidades para la población y desde las propias comarcas, lo que daría servicios orientados hacia la transición ecológica (operadores energéticos), hacia la creación de ahorro local (cooperativas de crédito o asociaciones para financiar proyectos locales), para impulsar una cultura y un ocio críticos y comprometidos con el futuro de esa tierra, para hacer de la salud un apoyo y no un negocio, para lanzar de una vez un transporte regional y apto para todas las clases sociales...
La cultura no está hoy ligada, infelizmente, a nuestras tramas de vida, más bien a los deseos de unas élites que poco les importa que este territorio se despueble o no
En definitiva, para enfrentar la situación de creciente desigualdad que padece Extremadura, en su interior y con respecto a los ejes económicos que nos gobiernan, como son las élites y los proyectos que se instalan en Madrid o en el corredor mediterráneo donde, también, existen clases y grupos sociales asfixiados por el globalismo y el consumo insostenible.
Volviendo a la película, ¿esta iniciativa busca algún tipo de feedback directo, rompiendo en parte la eterna lógica del “contemplador”, del espectador pasivo?
Los debates están funcionando muy bien. Hay muchas visitas ya en la plataforma de visionado de Vimeo, aunque aún no la hemos publicitado, pero las personas buscan el documental para intercambiarlo. La gente tiene ganas de hablar de qué ocurre en el Jerte y en Extremadura, de por qué la gente no se queda, de qué vamos a hacer frente a la crisis del monocultivo de la cereza, sabiendo que tenemos que diversificar, transformar y ofrecer otras economías no dependientes en una materia prima. Antes había espacio para ello, las calles, las faenas algunas compartidas y las cooperativas. Hoy tenemos menos de todo eso, y los bares y las tiendas dan para conversar pero con poca profundidad, como puedes imaginar.
¿Tendrá La piel del Jerte algún tipo de continuidad?
Espero que sí. Pienso ya en un nuevo proyecto que apunte más a Extremadura en su conjunto, destacando las nuevas pieles, las nuevas tramas de vida que apuesten por eso, por sostener la vida.
Suponemos que, aunque sea el principio de muchas cosas posibles, es posible adelantar un balance, a fecha de hoy, de todo lo vivido en torno a esta iniciativa...
Para mí están siendo momentos muy felices... Compartir lo que otras personas dicen, aderezar sus aportes con un nuevo público y proseguir con esas conversaciones a las que nos invitan las presentaciones, encontrarse gente por la calle que te hace sugerencias y que nos permite intercambiar puntos de vista sobre los retos de Extremadura... A veces no coincidimos, pero de eso se trata, de hablar y de construir escenarios desde la diversidad. Como subtitulo al final del documental, “continuará...”
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Excelente documental, recomiendo su visionado, que abre un debate muy necesario; ojalá se haga tb el documental que se menciona sobre Extremadura