Anarquismo
Tres ratos con Lucio Urtubia

Fue un anarquista que hasta el final de su vida creyó en la revolución y no en la reforma, que apostó por la acción directa y no por la disputa institucional, que era capaz de apoyar campañas de proyectos políticos que no eran los suyos y que siempre estuvo dispuesto a colaborar activamente con causas de otras latitudes.

Mural Lucio Urtubia
Graffiti-homenaje en un edificio abandonado de La Laguna (Tenerife). Foto: Sabotaje al Montaje
Aitor Balbás Ruiz

@aitorbalbasruiz

18 nov 2020 06:40

La primera vez que discutí de política con el albañil de Cascante fue hace muchos años. Era verano y nuestra visita a París estaba finalizando. Por la mañana habíamos descansado en el pequeño piso que unas camaradas italianas tenían en Rue Lesage. Recordando la cárcel y las palizas policiales compartidas durante el asalto a los cielos en la Génova de 2001. El apartamento estaba en una callejuela paralela a Rue Ramponneau, en pleno distrito XX insurreccional, donde según Los apaches de París resistió la última barricada de la Comuna. Atrás quedaban los paseos en bicicleta, varios centros sociales okupados, la acampada permanente de sinpapeles subsaharianos, y una visita al Louvre. También las incursiones a librerías feministas, autónomas, libertarias, trotskistas, y a algunas míticas del Barrio Latino, a la búsqueda de ideas para el nuevo espacio que habíamos abierto en Pamplona.

“Su retórica favorable a la propaganda por el hecho, el apoyo mutuo y la ética sin concesiones no me evitó la sensación de ser arrollado por esa mezcla de visceralidad y honestidad brutal”

Por la tarde fuimos a su casa de Rue des Cascades, que estaba muy cerca, al otro lado del parque de Belleville. No he olvidado la hospitalidad de Lucio ni aquella conversación desordenada, apasionada y vehemente en la que, en algún momento, tropezamos con el Che. Quisiera recordar que empezamos con aproximaciones razonablemente divergentes, pero me vienen a la memoria argumentos y miradas problematizadoras chocando frontalmente con la impugnación de Lucio que, aunque respetuosa, fue áspera y reincidente. Haberme pedaleado Cuba de punta a punta o tener frescos los Pasajes de la guerra revolucionaria cubana y el Diario en Bolivia no me sirvieron para escalonar una defensa dialéctica ordenada. Y aunque la velada transcurrió después por otros derroteros, cerré desasosegado la puerta de Louise Michel cuando nos despedimos. Él interpretaba que su desencuentro con el Che, cuando le propuso inundar Estados Unidos con dólares falsos, no fue casual. Y que lo que malogró la operación no fueron las diferencias organizativas y operacionales, sino los irreconciliables (y subyacentes) puntos de vista respecto al Poder y al Estado. Mi permeabilidad a su retórica favorable a la propaganda por el hecho, el apoyo mutuo, y la ética sin concesiones, no me evitó la sensación de ser arrollado por esa mezcla de visceralidad y honestidad brutal tan suya, de esas que raramente te encuentras.

Por ironías de la vida, aquella noche fuimos a cenar a Le vieux Belleville, donde actuaba Riton la manivelle, y uno de los momentos con los que más vibró la audiencia de la taberna fue cuando el organillero interpretó Hasta siempre comandante. De vuelta a casa, recuerdo la conversación bullendo en mi cabeza. Aunque, si Lucio no había sido condescendiente con los burócratas del aparato cenetista que, en el exilio de Toulouse, abandonaron a su suerte a Quico Sabaté y a la guerrilla urbana del interior en la larga noche de la dictadura franquista, ¿por qué iba a serlo con el Che? El paso del tiempo me ha acercado a su punto de partida. Aquella lectura intransigente de la fallida colaboración con los cubanos era su forma de explicar que su verdad, la revolución y la Idea, no se plegaban ante nadie, ni aunque fuera el Che. Y que no se bajaba del burro aunque tuviera setenta y tantos años.

Hemeroteca Diagonal
“Ahora, con los medios que hay, se puede fabricar mucho dinero”

VIDA DE UN ANARQUISTA. Lucio Uturbia es una persona de acción, que no gusta de mensajes condescendientes y que se muestra todavía implacable en la lucha contra las injusticias. Se introdujo en la acción clandestina de la mano del mítico anarquista Quico Sabaté, y fue amigo del que fuera dirigente de la CNT Cipriano Mera. Toda una vida de lucha por sus ideas. “Ahora estoy muy involucrado en la lucha por la libertad de Pablo Ibar, que lleva 14 años en el corredor de la muerte, en EE UU. Es mi amigo. No sé lo que ha hecho, pero es indecente tener a una persona así. Los gobiernos son los criminales”.

La segunda vez que hablé con él fue años más tarde en La Hormiga Atómica de Pamplona, predecesora de Katakrak. Había buen ambiente en el colectivo, porque parecía que las trabajadoras domésticas migrantes, que habían celebrado varias asambleas bastante concurridas en el local, iban a montar, por fin, su propio sindicato. Una ecuatoriana y una peruana, cuadros comunistas en sus países de origen, tiraban del carro. Todo apuntaba a que nuestras hipótesis sobre la autoorganización de clase y el sindicalismo social, iban a dar un pequeño fruto. Lucio estaba contento y nos regaló alguna que otra flor. Sin duda, ayudaban los salarios precarios y las jornadas interminables de la empresa política, en la medida que encajaban con su manera de vivir la militancia: un compromiso profundo basado en una exacerbada cultura del trabajo.

“Su manera de vivir la militancia: un compromiso profundo basado en una exacerbada cultura del trabajo”

En algún momento, el debate sobre la construcción del contrapoder fue decayendo y derivó hacía las vías de financiación, legales e ilegales. Un compañero hacker explicó las incursiones de los hacklabs en sites y bases de datos de instituciones oficiales y privadas, pero no mostró gran interés por aquellos modestos ataques digitales vinculados a las campañas contra las infraestructuras nocivas que devastan el territorio. Y ya en el segundo tramo de la sesión, sus aportaciones fueron escorándose hacia la vigencia y necesidad de la expropiación. Ahora, según él, infinitamente más sencilla. ¿Cómo era posible que una parte importante de nuestro esfuerzo no estuviera orientado a expropiar a través de la red? Estábamos perdiendo el tiempo: el dinero que necesitábamos para todas las cosas que queríamos hacer lo tenían los bancos. Si volviera a nacer, afirmó tajantemente, sería pirata informático. También está vez Lucio tuvo cierta capacidad de perturbar a sus interlocutores. No es que hablara de cosas sorprendentes, pero en aquel momento, el ciclo de la lucha global por los comunes en la red, que habían abierto la red Indymedia y el activismo digital, estaba cerrándose. El capitalismo parasitario de la información estaba sentando las bases del internet 2.0, capturando la filosofía y el repertorio tecnopolítico del proyecto antagonista, y generando nuevas cuencas de extracción de riqueza, a la vez que mercantilizaba el código abierto colaborativo (en sentido amplio) neutralizando su potencia política.

En esta ocasión, mi lectura del debate, a posteriori, fue bastante literal, porque no admitía demasiado margen a la interpretación: recuperar parte de lo que roban los bancos es una tarea prioritaria, sí, pero también es una misión crecientemente complicada. Pudimos comprobarlo durante la legislatura pasada, cuando ni los ayuntamientos del cambio, ni la llamada nueva política, fueron capaces de imponer un sistema de tasas a las viviendas vacías en propiedad de las entidades bancarias.

La tercera vez que coincidimos fui un mero espectador. El pintor y escultor Juan Gorriti había quedado con él para explicarle la idea de un exposición en torno a su figura. Se suponía que dos compañeros de Katakrak iban a comisariarla y que iniciaría su andadura en nuestra sala de actos. Arte, pasión, anarquía, libertad, revolución, coherencia, espíritu libre, raíces, niñez, muerte... los conceptos, propuestas, explicaciones, aclaraciones, digresiones y divagaciones del artista durante aquellas dos horas fueron un torbellino abrumador. Y aunque después de aquella performance, no entraba en mis cálculos que volviera a sorprenderme, cuando el verano pasado, inaugurando sus cromlech en las Malloas, anunció que iba a pintar el cielo, ¡y se puso a ello!, volví a caer en la cuenta de que en esta vida hay pocas certezas. Lucio apenas habló, y creo que escuchó respetuosamente aquella propuesta caótica y apabullante porque estaba dispuesto a entenderse con alguien diferente, sin pedir nada a cambio. Si tuviera que acotar su receptividad de aquel día, diría que obedeció a una genuina falta de prejuicios y a su alegría de vivir.

“Lucio compartió su descomunal capital simbólico muchas veces, y cada vez que lo hizo, su sombra se agigantó”

Lucio compartió su descomunal capital simbólico muchas veces, y cada vez que lo hizo, su sombra se agigantó. Más aún, por contraste con las maneras izquierdistas, que convierten cualquier rincón del movimiento en oportunidad para el codazo por la hegemonía. De esto último, de apoyar las iniciativas solo cuando se ejerce el control político efectivo, tenemos a mano innumerables ejemplos. Sin ir más lejos, bien cerca de su pueblo, los mismos que reivindican al libertario ribero, mantienen dos plataformas contra el Polígono de tiro de las Bardenas, enfrentadas entre sí. Y los mismos que le aplaudían cuando él respaldaba su causa, nunca le acompañaron en un acto de apoyo a los presos de Action Directe, a cuyo programa político se sintió tan vinculado.

Él fue un anarquista que hasta el final de su vida creyó en la revolución y no en la reforma, que apostó por la acción directa y no por la disputa institucional, que era capaz de apoyar campañas de proyectos políticos que no eran los suyos o que, incluso, eran ideológicamente incompatibles con sus ideas, y que siempre estuvo dispuesto a colaborar activamente con causas ajenas de otras latitudes. Esas cuatro cualidades suyas (pasión revolucionaria, entusiasmo por la acción directa clandestina y preferentemente no violenta, solidaridad políticamente desinteresada hacia las causas ajenas, e internacionalismo activo) han decaído mucho por estas tierras en los últimos tiempos. De ahí que su figura brille con tanta fuerza.

Como solía decir, está casi todo por hacer.

Anarquismo
Muere el histórico anarquista Lucio Urtubia

Coincidiendo con la fecha del alzamiento franquista de 1936, hoy, 18 de julio, este navarro universal ha dicho adiós desde París a los 89 años, ciudad a la que tuvo que exiliarse en 1954 cuando contaba 25 años.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Memoria histórica
No olvidamos El mes de los locos
Crónica de los muchos kilómetros recorridos, de caras viejas y nuevas, de las charlas realizadas, jornadas y archivos.
Memoria histórica
No olvidamos Roc Blackblock, cuando las paredes hablan
Memoria pintada en vez de escrita o contada... memoria a fin de cuentas. Memoria reflejada en nuestros muros, en nuestras vidas, a no olvidar.
Memoria histórica
Exilio libertario Tomás Granado y Pilar Mulet, el exilio libertario extremeño en Francia
Una fotografía del exilio libertario extremeño en Francia, de sus citas, de sus nombres. De sus sus encuentros casi familiares donde se compaginaba la nostalgia y rebeldía.
#74668
18/11/2020 20:49

Lucio Urtubia, bajo esa chapela se escondía el rostro de la.integridad. Lucio Urtubia, un hombre imprescindible como diría Bertolt Brecht.
¡Salud!

0
0
Dana
València Mazón se atrinchera detrás de un militar y cierra su crisis de gobierno
El president valenciano ha remodelado el Consell de la Generalitat dando salida a dos conselleras y fichando un general en la reserva para la vicepresidencia.
COP29
Cumbre del clima La propuesta de los países ricos para cerrar la COP29 enfurece a las naciones en desarrollo
El Norte global, causante histórico del cambio climático, propone 250.000 millones de dólares anuales para la adaptación y mitigación climática del Sur, cuando el propio borrador del acuerdo establece que al menos serían necesarios cinco billones.
València
Dana La Diputación de València adjudica a dedo otros 735.000 euros a una empresa de Gürtel para obras de la dana
El gobierno del Partido Popular contrata por el procedimiento de emergencia a CHM Obras e Infraestructuras, que tienen detrás a los hermanos Martínez Berna, condenados en el marco del 'caso Gürtel' a un año y nueve meses de prisión.
Argentina
Argentina El Bonaparte: la historia del hospital de salud mental que le torció el brazo a Milei
Es el centro referente en Argentina para tratamientos de salud mental y adicciones. Javier Milei intentó acabar con él, pero los profesionales sanitarios y los pacientes del hospital no lo permitieron. Esta es su historia.
Opinión
Opinión Vacío y censura en el colonialismo del interior
VV.AA.
La historia está siendo escrita con un silencio cómplice con el genocidio y mediante la censura a su condena. El silencio implica un precio terrible, pues consolida el borrado impune de la existencia, la cultura y el futuro del pueblo palestino.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Italia
Italia Milán, cuando la ciudad de las oportunidades se hace inaccesible
Ya quedan pocos talleres, farmacias, peluquerías o papelerías de barrio en Milán, y el precio de la vivienda aniquila su población originaria.
Brasil
Brasil Bolsonaro es acusado por la policía del intento de asesinato de Lula da Silva para dar un golpe de Estado
El expresidente tenía “pleno conocimiento”, según la policía brasileña, de un plan para asesinar a los elegidos por el pueblo para ser presidente y vicepresidente después de las elecciones de 2022.
Opinión
Opinión Yo he venido aquí a licitar
El capitalismo de licitación, o capitalismo licitador, es el modelo económico que mejor define las prácticas que los diferentes gobiernos del PP valenciano han llevado a cabo a lo largo de la historia.
Cine
Cine Nicolás Pereda, el Hong Sang-soo mexicano que habla de clases y desigualdad con humor (extraño)
El realizador presenta su último largometraje, ‘Lázaro de noche’, una comedia contenidísima sobre los deseos y sobre el trabajo cultural, en el marco de L’Alternativa, Festival Internacional de Cinema Independent de Barcelona.
Opinión
Opinión El TPI finalmente emitió las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant. La lucha está lejos de terminar
La corte ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra cometidos en Gaza. Como resultado, ambos no podrán viajar a al menos 124 países.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Baleares
Crisis política La ciudadanía de Formentera se planta tras un año de parálisis institucional en la isla
Centenares de personas se concentran bajo el lema “Deim prou” para exigir un Gobierno estable y transparente ante la crisis institucional en el Consell Insular.

Recomendadas

Estados Unidos
Hari Kunzru “En EE UU hay dos tipos de nazis: los que llevan botas y los que llevan corbata”
El escritor británico reflexiona sobre la victoria de Donald Trump y cómo los conservadores han movilizado teorías como la psicología evolutiva para renovar sus posiciones y plantear una batalla cultural en foros online o redes sociales.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.