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Barcelona
Barcelona se vuelca en la defensa de la Casa Orsola ante su primer desahucio
Los fondos de inversión, decía la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, en una entrevista reciente en El Periódico, deben “asumir que la vivienda en este país ha dejado de trabajar en forma de instrumento financiero o de inversión”. El fondo Lioness Inversiones no parece estar al tanto del asunto y continúa con sus planes de expulsar a las familias que quedan en la Casa Orsola con alquileres tradicionales para transformar este edificio modernista situado en la Esquerra del Eixample, en Barcelona, es un catálogo impagable de pisos temporales.
Desde hace tres años, la Casa Orsola se ha transformado en todo un símbolo de “la lucha contra la especulación inmobiliaria y los alquileres de temporada”, según defiende el Sindicat de Llogateres (sindicato de inquilinas) de Catalunya, que ha hecho un llamamiento público a defender a Josep, el inquilino que Lioness Inversiones pretende desalojar el próximo viernes 31 de enero.
El contrato de alquiler de Josep venció en 2021. Desde entonces se sumó a la campaña lanzada por el Sindicat de Llogateres “Nos quedem” por el que los inquilinos se quedan en sus casas pagando la misma renta sin aceptar las subidas abusivas. Distinta suerte corrieron siete los pisos de la Casa Orsola, que ya fueron reconvertidos en pisos temporales con alquileres que van de los 2.100 a los 2.800 euros con contratos de uno a 11 meses, según cuentan a El Salto desde el Sindicat. Josep sigue pagando 700 euros por su vivienda.
El fondo que compró la Casa Orsola está expulsando a los vecinos y reconvirtiendo los pisos en temporales: de pedir 700 euros y contratos de siete años ha pasado a pedir más de 2.100 en contratos de menos de once meses
Según denuncia este sindicato, cuando este fondo de inversión adquirió este bloque en 2020, su objetivo ya era “expulsar a las vecinas y convertir los pisos en alquileres de temporada”, la fórmula predilecta de los caseros y grandes tenedores para sortear la ley estatal de alquileres y los topes al alquiler de la ley de vivienda —vigente en Catalunya— que obligan a alquileres de siete años en el caso de los grandes tenedores como este y a reducir el precio de la renta para situarse en el rango marcado por el índice de referencia.
Pese a todas las medidas anunciadas por la ministra Rodríguez y las declaraciones decretaban el fin del uso especulativo de la vivienda, nada impide que este fondo buitre vaya expulsando a estos inquilinos cuando vencen sus contratos y oferte estas viviendas como pisos de temporada, sin límites de tiempo ni de precio. Nada lo impide… salvo los vecinos y el movimiento de vivienda de Barcelona que han convertido la defensa de la Casa Orsola en la “defensa de Barcelona”.
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La lucha por la Casa Orsola —que cuenta con ocho pisos de renta antigua, seis con el alquiler residencial vigente, siete de alquiler temporal y cinco con el contrato vencido y en resistencia— ha trascendido los círculos activistas y desembarcó en la ceremonia de los Premios Gaudí, la fiesta del cine catalán, del pasado 18 de enero. Enric Auquer, ganador del premio a mejor actor secundario, llamó a participar en la defensa del bloque en lucha: “El día 31 desahucian la Casa Orsola, si no tenéis nada que hacer, cuantos más seamos, más difícil será”.
🔴 31 de gener: defensem la Casa Orsola!
— Sindicat de Llogateres i Llogaters (@SindicatLloguer) January 19, 2025
🏆 @VeinesOrsola als Premis Gaudí#PremisGaudí #Gaudi3Cat #XVIIPremisGaudí pic.twitter.com/pEzqFmpCGy
También la cantante y compositora María Arnal, ganadora de un Gaudí por la música original de Polvo serán llamó a “seguir cuidando la ciudad” y acudir el 31 de enero a la Casa Orsola para evitar el desahucio de sus vecinos. Carlos Marques-Marcet, ganador del Premio Gaudí a la mejor película en lengua no catalana, también llamó a desobedecer la ley y enfrentar al fondo de inversión: “¡Nos vemos el día 31 en el desalojo!”. También defendieron el bloque los responsables de la película El 47, que han recordado que es precisamente el artículo 47 de la Constitución española el que defiende el “derecho a la vivienda digna”. El actor Pep Ambròs, de la serie de TV3 Com si fos ahir, ha mostrado una camiseta del Sindicat de Llogateres: “¿Qué os representa más? Venir con un esmoquin de una marca carísima o con una camiseta del Sindicat de Llogateres. Yo lo tengo muy claro. Eso sí que me representa”.
El Sindicat de Llogateres als #PremisGaudí! 🔑 pic.twitter.com/VVjbnFRDXm
— Sindicat de Llogateres i Llogaters (@SindicatLloguer) January 18, 2025
El apoyo social en Barcelona a la Casa Orsola no es nuevo. En la manifestación del 23 de noviembre, la más multitudinaria protesta por el tema de la vivienda en la ciudad en la historia reciente, más de 150.000 personas pasaron por delante de este bloque situado en el número 122 de la calle Consell de Cent. Desde un balcón de este edificio, un representante del Sindicat trazó el vínculo entre las principales reivindicaciones de la manifestación y lo que estaba sucediendo dentro de las paredes de edificio: inestabilidad residencial, subidas de precios, desviación de los usos (alquileres de temporada) y operaciones especulativas.
Nada impide que Lioness Inversiones siga expulsando a los vecinos… salvo los propios vecinos y el movimiento de vivienda de Barcelona que han convertido la defensa de la Casa Orsola en la “defensa de Barcelona”
La lucha de los vecinos de la Casa Orsolan, explican desde el Sindicat, “no solo es una lucha para que no los echen de sus casas”. Es una llamada de atención, continúan, de un fenómeno generalizado por el que los caseros están “expulsando a los vecinos, la gente que trabaja y vive en los barrios para meter a otros perfiles con mayor capacidad adquisitiva”.
El desahucio de Josep es el primero programado para los vecinos que llevan años viviendo en el bloque —hubo otro de unos jóvenes del barrio que habían ocupado una vivienda en noviembre 2023—, pero hay otros tres en camino y hay hasta 19 pisos de esta finca “amenazados” por los intereses especulativos de Lioness Inversiones, advierten desde el Sindicat. La lucha por la vivienda digna en Barcelona pasa este enero por la Casa Orsola.