We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Casas de apuestas
Aluche apuesta por el barrio en oposición al juego
Entidades vecinales del barrio de Aluche siguen la cruzada contra las casas de apuestas y alertan de la apertura de un tercer local en la calle Ocaña, una arteria de mucho paso de menores de edad y adolescentes. Denuncian que "ya son 14 las casas de este tipo abiertas en la zona”.
El barrio de Aluche está terminando el año con la misma frenética actividad militante que ha tenido durante toda la pandemia. A organizar una de las despensas solidarias más grandes de la ciudad, se suma la cruzada vecinal contra la instalación de nuevas casas de apuestas. “Como en los 80 con la droga, ¿se acuerda?”, le comenta una de las mujeres concentradas a una señora mayor que pasa con su carrito de la compra levantando el pulgar derecho en señal de aprobación.
La de este martes era la quinta concentración que las vecinas y vecinos organizaban contra la instalación de un tipo de negocios que ha proliferado por los barrios populares de la capital. La convocatoria a evitar “la inminente apertura” chocó con la triste realidad, a diferencia de la semana anterior cuando las puertas aún estaban cerradas, ayer el nuevo local lucía cartel de abierto y unas pocas personas jugaban en su interior.
“Es un barrio mayoritariamente de abuelos y niños de infantil y primaria y esta es la casa de juegos número 14 que abren. No tiene sentido, somos un barrio obrero, donde la mayoría de gente tiene que salir a trabajar a otros barrios de la ciudad, estamos en pandemia, hemos estado mucho tiempo confinados y no es momento para que abrir esto se vea bien”, manifiesta Ismael Clark, del grupo de jóvenes de Aluche.
El local de la marca “Sportium” está ubicado en el número 63 de Ocaña y viene a sumarse a otros dos que funcionan sobre la misma calle, en el número 1 y el 46. Lo que preocupa a las entidades vecinales es que se ubica sobre una arteria por la que a diario circulan miles de personas jóvenes, muchos de ellas menores de edad, que asisten a diferentes escuelas y colegios de la zona. “Reitero, este es un barrio de niños pequeños y abuelos, por eso sí o sí están cerca de colegios”, reafirma Clark.
“Teníamos una casa de apuestas a menos de 50 metros del colegio. A la mitad de los tíos se los captó. No teníamos ni 18 años, la mayoría entre 17 y 16 y daba igual”, recuerda Ismael Clark.
Hizo el bachillerato en el barrio, muy cerca del metro Empalme y sabe de lo que habla. “Teníamos una casa de apuestas a menos de 50 metros. A la mitad de los tíos se los captó. No tenían ni 18 años, la mayoría entre 17 y 16 y daba igual. Entraban en el recreo, gastaban dinero, varios se han metido en problemas, sus notas sufrieron muchísimo. Cuanto más de esto pase, peor nos va a ir en este barrio y peor nos va a ir en Madrid”, asegura.
La ahora casa de apuestas era hasta hace un tiempo una oficina del banco Santander. “Un lugar destinado a quitarle plata a Aluche”, lamenta uno de los manifestantes. Por la evidencia, no le falta razón. La diferencia a cualquier otro comercio barrial que abre, es que este nace con sus paredes externas con pintadas y carteles de rechazo. “Fuera de Latina”, “Apuesta por tu barrio” o “Con la clase obrera no se juega", son solo algunos de los mensajes que se lee desde afuera en los ventanales.
Por dentro el espacio tiene la homogeneidad de todos. Cristales cubiertos con pegatinas que no dejan ver hacia el exterior y una marcada iluminación artificial. “Te da la sensación que siempre es de día, como que pierdes la noción del tiempo”, apunta Clark, quien recuerda que en el que estaba cerca de su instituto “pasado un tiempo te ponían algo de comer y de beber gratis, entonces cada vez tenías menos idea del rato que llevabas enganchado ahí adentro”.
Para la presidenta de la Asociación Vecinal de Aluche (AVA), Ana del Rincón, la noticia de apertura “es una ruina para los jóvenes del barrio”, por eso afirma que el tejido vecinal está tan movilizado. “Ya veis las colas del hambre que llevamos soportando en Aluche, entregando alimentos todas las semanas y hay una situación de mucha vulnerabilidad de las familias, entonces la posibilidad de ganar diez o veinte euros en estos lugares es como jugarse a la última esperanza”, explica.
Gobierno de coalición
Indignación de la Coordinadora contra las Casas de Apuestas ante el decreto de Consumo
Protesta frente al Ministerio de Consumo después de que se haya dado a conocer el decreto sobre juego impulsado por el ministro Alberto Garzón.
“Es curioso que cuando la renta per cápita de los barrios es más baja, más casas de apuestas se abren. Si pasas en Carabanchel es un horror, aquí ahora es la tercera que se abre en la calle Ocaña. Conseguimos que cerraran la de la calle Quero 61, que estaba justo en el parque público, que es como si abrieran una casa en el Retiro. Se entraba por el parque y estaba a 25 metros de un colegio”, denuncia.
Lara, Iturralde, Lourdes, son los nombres que afloran cuando se piensa en la zona. Son los tres establecimientos educativos cercanos, “miles de chicos y chicas a las que estamos educando en la cultura del juego”, aseguran las vecinas. “Los más afectados son chicos entre 17 y 35 años, cuando deben estar formándose lo que están haciendo es jugando y eso implica perder el tren de los estudios, de su vida, de todo”, asevera Rincón.
“Es una trampa, porque les toca, a todos los chicos que he conocido les ha tocado una vez. Y claro, tocarle una vez significa que van a seguir entrando, jugando, robando en casa para volver a jugar”, denuncia Ana del Rincón.
“Justo acabamos de pasar por otra casa de apuestas, en la calle Valmojado y estaba llena de jóvenes. Es que la gente no tiene futuro, está sin trabajo, no estudia porque se ha quedado en el camino y no tiene dinero, entonces están todo el día en la calle y a lo mejor esos dos euros que llevan piensan que se va a multiplicar en veinte. Es una trampa, porque les toca, a todos los chicos que he conocido les ha tocado una vez, fíjate qué casualidad ¿no?. Y claro, tocarle una vez significa que van a seguir entrando, jugando, robando en casa para volver a jugar. Un desastre para nuestras familias”, reflexiona la presidenta del AVA, entidad vecinal a la que están llegando familias para plantear esta dificultad creciente en el barrio.
“Conozco el caso de un chico que tenía dos trabajos, trabajaba prácticamente 18 horas diarias para poder mantener la adicción al juego”, lamenta la vecina, y agrega que en torno a estas casas se genera “mucho más que juego, problema de no poder pagar deudas, drogas, robos en sus propias casas”, enumera.
El propietario del nuevo local es un vecino que tiene una cafetería muy cerca del lugar donde las vecinas están concentradas y la idea que tienen es intentar una mediación. “Hay personas que lo conocen y van a ir a hablar con él”, adelanta Clark a lo que Rincón agrega que les gustaría saber “¿por qué hace algo tan pernicioso para el barrio?”.
“Es un hombre que tiene un bar probablemente con máquinas tragaperras y habrá visto lo que han significado estas máquinas para este barrio. Ahora nos pone una casa de apuestas que supongo le dará mucho dinero, pero que va a destruir todavía más al barrio. Por eso estamos todos los vecinos y vecinas en contra”, concluye.
Casas de apuestas
Unidas Podemos pide a comunidades y ayuntamientos que regulen las casas de apuestas
Una acción conjunta entre organizaciones juveniles de Podemos e Izquierda Unida ha presentado iniciativas y mociones en varios parlamentos autonómicos y ayuntamientos con una batería de medidas.
Termina la concentración y las personas concentradas deciden auto convocarse para el martes 29 a las 19hs en el mismo lugar. Se despiden al grito de “Sportium, Codere, aquí no se las quiere” y “Apuesta, apuesta, apuesta por tu barrio”.
A esa hora ya no puede verse nada hacia adentro. Después que una vecina hiciera una foto a través del cristal pegado a la puerta de acceso, alguien ha pegado un cartel desde el interior para que sea imposible ver algo. “Lo han montado bastante bien, tiene de todo”, asegura mientras tapan la “ventana informativa”. Desde adentro, ya no hay conciencia del tiempo exterior, donde late la protesta vecinal.