En las primeras horas de la tarde del 3 de noviembre, vecinas de Bilbao recibieron una alerta sobre la presencia de una empresa de desokupación que intentaba llevar a cabo un desalojo ilegal en un edificio de la calle Mena, en el barrio de San Francisco.
La empresa, contratada por un particular, había desplazado a cuatro miembros vestidos con polos negros para chantajear a los moradores de la vivienda. Gracias a la resistencia organizada del tejido barrial, finalmente el desalojo fue impedido.
La empresa de desokupación estuvo en todo momento escoltada por unidades de antidisturbios de la Ertzaintza debido a la fuerte presión vecinal en el popular barrio bilbaíno. Finalmente no pudo llevar a cabo el desalojo contra los vecinos. El propietario particular de la vivienda que había contratado a la empresa de desokupación, tras negociar con los abogados de los moradores, puso fin al intento de desalojo. Tras ello, la empresa Horus se vio obligada a abandonar el lugar.
Conviene señalar que en todo momento la empresa de desokupación contó con la complicidad de los agentes de la policía autonómica, tanto en el momento del intento de desalojo en la calle Mena como cuando acompañaron a los miembros de la empresa hasta sus vehículos, ubicados en Zabalburu. A causa de la persistente presión popular y de los llamamientos públicos realizados por el sindicato de vivienda AZET denunciando la presencia de la empresa de desokupación en el barrio, el personal de Horus Desokupa pudo abandonar la zona en sus coches, siendo escoltados en todo momento por la ertzaintza que ha protegido a la empresa frente a los grupos de vecinas y antifascistas que se han presentado a denunciar la presencia de la empresa.
Horus Desokupa y su gerente
Gracias a las identificaciones visibles en los uniformes del personal, se pudo determinar que la empresa ejecutora del desahucio es Horus Desokupa SL, con sede en Talavera de la Reina. La única persona que figura a nivel público como socio y apoderado de la compañía es Rafael González Romero. El asimismo gerente de la empresa es un viejo conocido en el sector de la desokupación. Como es frecuente en este ámbito, su trayectoria profesional se inició como portero de discoteca y en el campo de la seguridad privada.
El gerente de la empresa de desalojos, Horus Desokupa, ha compartido publicaciones que lo vinculan con entornos de peñas futbolísticas de ideología fascista en Valencia y Andalucía
De acuerdo con la labor de investigación desarrollada por el medio Sistema 161, Rafael ha trabajado previamente para DIO Express 24H y, además de ser el dueño de Horus Desokupa, desarrolla su actividad laboral en la empresa D&S. Esta última fue expulsada de Antsoain (Navarra) en junio de 2024, cuando intentaba desahuciar a una anciana de un edificio que iba a ser demolido.
A esta información se suma que, en sus redes sociales, Rafael ha compartido publicaciones que lo vinculan con entornos de peñas futbolísticas de ideología fascista en Valencia y Andalucía. De acuerdo con información de caracter público que trascendió a los medios de comunicación en octubre de 2025, Rafael González Romero fue condenado por la Sala 15 de los Juzgados de Toledo por un delito de tráfico de drogas. La sentencia impuesta ascendió a una multa de 70.000 euros y una pena de prisión de dos años y siete meses.
San Francisco, el barrio más presionado
El barrio de San Francisco, epicentro de este intento de desalojo, es la zona con mayor número de desahucios de Bilbao, además de ser el barrio de la capital vizcaína que más ha sufrido la subida del precio de la vivienda, al mismo tiempo que también es el barrio más saturado por la proliferación de pisos turísticos. Actualmente, en Bilbao hay más de 1.500 pisos turísticos, de los que casi la mitad se concentran en San Francisco y los barrios limítrofes de Bilbao la Vieja, Atxuri y Siete Calles. Ello también explica por qué la zona se ha convertido en una de las más atractivas para fondos de inversión y bancos: debido a los cambios urbanísticos, la gentrificación, el soterramiento de las vías del ferrocarril y la llegada del tren de alta velocidad.
Los discursos securitarios han coincidido con una intensificación de los dispositivos de control y con denuncias sobre desalojos ilegales ejecutados por la policía municipal con violencia y sin orden judicial, especialmente cuando los inquilinos son jóvenes migrantes
Siendo además el barrio que acoge de forma más frecuente a población extranjera no comunitaria, San Francisco ha sido a menudo criminalizado en medios públicos a través de discursos securitarios. Esta narrativa ha coincidido con una intensificación de los dispositivos de control y con denuncias sobre desalojos ilegales ejecutados por la policía municipal con violencia y sin orden judicial, especialmente cuando los inquilinos son jóvenes migrantes. Todo ello ha convertido a San Francisco en una de las zonas con mayor presencia policial y densidad de cámaras de vigilancia de todo el área metropolitana.
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