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Educación
El caótico inicio de curso en los colegios de Madrid planea sobre el debate del estado de la región
El curso escolar arranca entre obras y sin el profesorado al completo. El sindicato CC OO espera que el presidente autonómico, Ángel Garrido, anuncie en el el debate sobre el estado de la región, que tiene lugar los días 13 y 14 de septiembre, mayores beneficios para las escuelas privadas.
El Colegio Miguel de Cervantes de Getafe empezó a construirse en el 2014. La iniciativa formaba parte del programa electoral del entonces alcalde, el popular Juan Soler, pero perdió las elecciones y fue el gobierno municipal de la socialista Sara Hernández quien tuvo que hacerse cargo.
El CEIP, como todos los colegios públicos en la Comunidad de Madrid en los últimos años, iba a ser construido por fases. Y como la mayoría de los centros levantados bajo este modelo, iba tarde. Tan tarde que las primeras alumnas y alumnos matriculados se encontraron con que, llegado septiembre, allí no había colegio alguno. Así que durante todo el curso, a cuenta del Ayuntamiento, una ruta escolar recogía a los niños y los llevaba a otro colegio de la ciudad.
Han pasado cuatro años, es otra vez septiembre. El viernes pasado, en el Miguel de Cervantes arrancaron el curso con varios actos de protesta, que culminaron con el encierro de las familias en el centro. En estos cuatro años, nos cuenta Alberto, padre integrante del Ampa cuyos hijos estuvieron entre los primeros alumnos del centro, se ha avanzado muy poco. La situación es compleja: para el segundo curso aún no había sitio para todos, y cien alumnos nuevos, de 3 y 4 años, siguieron siendo desplazados diariamente en autobuses a otros colegios, ante la preocupación de sus familias.
Quienes se quedaron en el nuevo centro —en aulas de pequeñas dimensiones, pues inicialmente iba a ser una escuela infantil— pasaron el curso hacinados. Tras mucho luchar, a principios de año se licitó una nueva fase en la que se iban a ampliar cuatro aulas de infantil y construir 12 de primaria, un comedor, y un gimnasio. Tenían cinco meses para hacerlo. De todo lo prometido, por ahora, solo hay seis aulas más.
Según nos cuenta Alberto, la corta historia del Cervantes ha sido agitada: una empresa implicada en el caso Lezo que paraliza las obras —no es el único caso en Getafe— múltiples retrasos en las licitaciones, castigos por ser una de las escuelas que más ha protestado, presiones a docentes para que no se sumen a la movilizaciones.
Los hijos de Alberto no saben lo que es un gimnasio: en su cole se dan clases de música y religión en los pasillos, la sala de profesores funciona como aula, la sala polivalente como comedor
“El primer día de clase nos encontramos el edificio con cables sueltos, de los cuatro lavabos solo había dos montados, durante el día se salió el agua, no había luz, estaban con luz de obra: no estaba en condiciones”. La situación se mantiene en el inicio del año escolar: “Ha comenzado el curso y vemos dos o tres obreros haciendo casi nada. Tienen que romper el extremo del edificio para seguir construyendo las aulas que faltan de primaria, no van a poder hacerlo durante el curso. La ampliación de las aulas de infantil lo mismo, tienen que romper edificios, hacer cimientos y esas historias y tampoco pueden construir, porque les es inviable poner una grúa y cumplir normativas de seguridad con los niños de por medio”, resume Alberto.
Este padre del Cervantes de Getafe teme que durante el curso la situación no mejore: “Como mucho nos construirán para enero el comedor y el gimnasio que están en la zona más alejada, pero es que no vemos movimiento, le vamos a dar cancha una semanita o dos y vamos a empezar a hacer ruido otra vez para que no puedan abandonar las obras”.
Los hijos de Alberto no saben lo que es un gimnasio: en su cole se dan clases de música y religión en los pasillos, la sala de profesores funciona como aula, la sala polivalente como comedor. Cuando toca gimnasia, si hace buen tiempo los profes cruzan con los niños dos calles para ir a las pistas deportivas del barrio y si hace frío se quedan dentro a hacer algo tranquilo, como yoga.
Construcción por fases
La Plataforma por la Defensa de Centros Educativos Públicos de Calidad en Madrid muestra en su página web vídeos donde numerosos centros afectados por las obras denuncian su situación, entre ellos está el Cervantes. El colegio se encuentra en los Molinos, un barrio de nueva creación con una gran población infantil. El modelo de construcción por fases afecta particularmente a barrios de esas características.
“No han previsto bien el crecimiento poblacional y han construido colegios privados y concertados en espacios que deberían de haber quedado para los públicos. Ahora se han encontrado con que no hay colegios suficientes”, dice Camilo Jené
“Con el pretexto de la crisis y el contexto de los recortes se empezó a aplicar el modelo de construcción por fases que tiene que ver con la masificación de la enseñanza pública”, denuncia Isabel Malvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras en Madrid. “Faltan plazas porque han cerrado aulas durante los recortes y porque no han abierto centros donde se necesitan. Más del 30% de las unidades de las diferentes etapas y zonas están por encima de ratio, y esto se ha mantenido o incluso se ha agudizado”, explica.
Malvín asegura que son más de 80 los centros afectados por las obras. Paralelamente, se siguen cerrando unidades en los centros públicos mientras se abren en los privados.
El diagnóstico de Camilo Jené, presidente de la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado, Francisco Giner de los Ríos, coincide: “No han previsto bien el crecimiento poblacional y han construido colegios privados y concertados en espacios que deberían de haber quedado para los públicos, de manera que lo que han hecho es fomentar este modelo en contra de lo público y ahora se han encontrado con que la demanda de lo público es importante y que no hay colegios suficientes para absorberla”.
Así, explican desde la Giner de los Ríos, “han empezado a construir colegios públicos tarde y el seguimiento ha sido malo y el resultado final es que los niños empiezan con los colegios en obras y teniendo que dar clase en pasillos y comedores”. Jené no cree que el PP vaya a cambiar esta política: “En principio empiezan con las aulas de infantil y el comedor, y en otras fases hacen gimnasio y aulas de primaria, pero esa es la teoría y la realidad es que no acaban a tiempo y hay niños de primaria que no tienen el pabellón de primaria y tienen que adaptarse a las instalaciones de infantil, sin comedor ni aulas específicas ni bibliotecas”. Es el caso de los hijos de Alberto y sus compañeros en el CEIP Cervantes de Getafe.
Inicio caótico
Pero el de las obras, no es el único problema. Mari Carmen Morillas es la presidenta del AMPA del CEIP Jose María de Pereda en Leganés: “Este curso que inicia está siendo un caos absoluto: nos hemos encontrado con que no hemos recibido el maestro de apoyo que nos correspondería. Además ahora no tenemos auxiliar administrativo, es decir los mismos profesores del centro son los que tienen que hacer toda esa labor, y por último el maestro de pedagogía terapeútica lo tenemos compartido con otros centros”.
Mari Carmen Morillas cree que “el alumnado se va a ver muy afectado, los maestros no van a poder hacer con la calidad que necesitan los desdobles, los apoyos que tienen que dar. Seguramente se tendrán que reducir las sesiones que necesitan los niños que están siendo tratados y los que están en lista de espera pues ahí seguirán y seguramente no se les podrá atender. Además nuestro orientador se ha jubilado y estamos todavía a espera de ver qué profesional viene y cuándo”. Las familias de este centro también iniciaron el curso con una acción de protesta, una cacerolada. A los problemas de personal que sufre este y otros centros, se suma el retraso de la incorporación de docentes, que afecta a la mayoría de los colegios e institutos de la comunidad.
“Ellos mismos sacaron la ley diciendo que este curso comenzaba la gratuidad, y lo han pospuesto un curso más que no sabemos en realidad si se hará o no pues estamos en año electoral”, explica Camilo Jené
Isabel Malvín explica las circunstancias del comienzo del año escolar: “Hemos empezado el curso, con la planificación, el día 3, infantil y primaria empezaron las clases el día 7 y el 10 el alumnado de secundaria. Bueno, pues empezamos las clases el día 7 y faltaban como 3.300 profes al menos. Nombraron ese mismo viernes a 1.075, estábamos por lo tanto en 2.300 profes de menos. He estado hoy (por ayer, 11 de septiembre) todo el día en la Consejería de Educación y han nombrado 754 profesores. Luego a día de hoy faltan en torno a 1.500 profesores. Para mañana han citado a doscientos y pico así que mañana faltarán mil doscientos y pico. Cuando quieran hacer sus contratos, estaremos en el 13 de septiembre y habrá empezado el curso”.
Malvín hace la cuenta de carrerilla, el retraso de la incorporación del profesorado no solo afecta al alumnado, “la otra consecuencia es el maltrato a las y los docentes: los contratan a mitad de mes, y es medio mes lo que les van a cobrar, pero tienen que trabajar como si les hubiesen contratado el día 1, haciendo la planificación que no pudieron abordar en su momento.”
Aún hay más, a pesar de lo prometido por la Comunidad de Madrid, los libros de texto no serán gratuitos este año. “Ellos mismos sacaron la ley diciendo que este curso comenzaba la gratuidad, y lo han pospuesto un curso más que no sabemos en realidad si se hará o no pues estamos en año electoral y claro, pues no se sabe quién ganará. Una de las razones era porque no podían dar a los centros más de 15.000 euros por la ley de concurso públicos. Con esa excusa solo han dado 15.000 euros a los institutos y los colegios, pero claro, se necesitaría mucho más dinero. Dicen que el año que viene sacarán el concurso y se solucionaría”, dice, escéptico, Jené.
Para Galvín lo que han hecho es totalmente insuficiente: “Apenas es una ley de préstamo de libros y además es muy perverso porque las familias tienen que adelantar dinero.” La sindicalista señala limitaciones que también tienen que ver con otras ayudas: “En Madrid nadie tiene beca absoluta de comedor, ni las familias que cobran la RMI [renta mínima de inserción]. Es que se les tenía que caer la cara de vergüenza, una comunidad como la de Madrid que es de las más ricas de España”, denuncia Galvín, que califica como “una redistribución a la inversa” lo que sucede en la Comunidad: “Le dan más al que más tiene a través de desgravaciones fiscales y demás, y se lo arrebatan al que más lo necesita. Esa es la realidad de la educación en Madrid: desigualdad y desequilibrios”.
Estado de la región
Hoy jueves, Ángel Garrido dará su discurso del Estado de la Región, y está previsto que la Educación sea uno de los temas centrales de su discurso. Malvín teme que el gobierno del PP, al que acusa de rehuir cualquier tipo de acuerdo o consenso, optando por la imposición, “salga con algún tipo de iniciativa para reforzar la enseñanza privada porque han venido diciendo que, con la política del gobierno de España, ésta podría correr peligro”.
Cuenta esta sindicalista que, hasta ahora, los compromisos adquiridos en el acuerdo sectorial de enero de 2018 (tras 10 años sin convenio colectivo) en el que se pedían 2.200 nuevos profesores y la bajada de los ratios, no han sido satisfechos.
Si bien Galvín valora positivamente el grado de movilización y coordinación de la comunidad educativa, que visibiliza cada vez más la situación, también advierte: “realmente estamos preocupados porque los problemas que existían se están agudizando, este año además es un año electoral y su plan es seguir desmantelando la educación pública a través de las diversas vías que tienen a su alcance: no construir, no ofertar, poner obstáculos a las familias que llevan a sus hijos a la escuela pública”.
Educación
Vuelta al cole en barracones
Los sindicatos estiman que más de 1.000 alumnos madrileños no han comenzado el colegio en sus aulas. Padres y madres denuncian también que sus hijos no tienen profe porque la Comunidad de Madrid no ha llamado a los interinos.