Educación
Juantxo Arakama: “Los de 'los últimos serán los primeros' y los de la construcción nacional segregan"

La segregación escolar es un mal endémico de la construcción de una sociedad vasca profundamente clasista. Un sistema educativo dual e ineficiente, basado en la sobreconcertación ilegal de aulas demográficamente innecesarias y cero inclusivas, es el principal mecanismo de separación entre unos sectores bunkerizados de la población blanca, acomodada, euskaldun o cristiana, respecto de la otra mitad de la población, diversa, popular, multi-religiosa y lingüisticamente plural, es decir euskaldun de origen o euskaldunizada por la escuela pública vasca.

Ayer la plataforma Euskal Eskola Publikoaz Harro! congregó a más de 3.000 personas en Bilbao bajo el lema “¡Contra la segregación, lo público es el camino!”, a la que acudieron numerosos colectivos locales y comarcales a favor de la escuela pública, asociaciones de familias, sindicatos, partidos políticos y comunidades educativas diversas.

“Saben que lo sabemos, y sabemos que lo saben, pero prefieren priorizar sus privilegios, aunque sean inaguantables desde las diferencias de clase que favorecen, porque la segregación escolar no es casual, sino causal”

Al final de la misma, el cantante Juantxo Arakama 'Monsieur leCrêpe' pronunció un discurso que despertó el júbilo de las familias y organizaciones asistentes. En el mismo apuntó sus afiladas rimas contra “toda segregagación, que siempre comienza por una separación, hombre y mujer, blanco y negro, propietario y trabajadora, privado y público, concertado y público”. Arakama recordó que “Todo derecho se convierte en privilegio cuando no es para todo el mundo, cualquier grupo social se convierte en élite cuando ejecuta un privilegio”.

En una clara alusión a la Iglesia y a los partidos PNV y EH Bildu, Arakama denunció que “los que dicen que los últimos serán los primeros o los que se ocupan todo el día de la construcción del pueblo o de la nación, nos hablan como si estuviéramos dispuestos a aceptar la construcción de un pueblo que nos distinga entre los primeros y los últimos”.

Más adelante, citando a Xabier Lete, recordaba que “mientras alguien tenga hambre no nos saciaremos y mientras alguién siga atado no seremos libres. Sin libertad no hay igualdad, igual que sin igualdad no hay libertad, como tampoco hay oprimidos sin opresores, ni damnificados sin beneficiados”.

Manifestando el enfado de la comunidad educativa pública, Arakama reconocía que éste sería menor si “esta aventura privatizadora se la pagarán de sus propios bolsillos”, comparando la actual situación con vampiros que chupan la sangre de los y las demás. Concluía sus proclamas recordando que necesitamos “UN sistema educativo ÚNICO público y euskaldun”. “Saben que lo sabemos, y sabemos que lo saben, pero prefieren pririzar sus privilegios, aunque sean inaguantables desde las diferencias de clase que favorecen, porque la segregación no es casual, sino causal”, concluía.

En la presentación de la manifestación en Ordizia, la plataforma Euskal Eskola Publikoaz Harro” recordaba que pueblos como Ordizia «son un vivo ejemplo de la segregación escolar que impregna todo nuestro sistema educativo» donde la escuela pública local acoge a «la práctica totalidad del alumnado o familias con necesidades sociales [...] así como el 87% del alumnado de origen extranjero». Para la plataforma por la escuela pública, Ordizia «es el reflejo perfecto de la dejadez del Departamento de Educación y de la falta de voluntad para solucionar el problema de la segregación escolar»