Opinión
La extrema derecha culta del siglo XXI

Asociamos habitualmente la ultraderecha con los fascistas violentos. Su ruda obviedad esconde otros posicionamientos más cultos y sosegados que aprovechan la oportunidad que le brindan la ocasión para socavar los valores de una sociedad sembrada de dudas.

Fascistas en Valladolid
Concentración por la acogida de refugiados, en octubre de 2017 en Valladolid, siendo increpada por manifestantes de ultraderecha. Foto: ÚltimoCero.com
19 nov 2017 22:52

En esos meses en los que los franceses se vieron abocados a elegir entre el gobierno de la extrema derecha neoliberal, encarnada por el Sr. Macron, y la extrema derecha clásica del Frente Nacional, tuve ocasión de escuchar a Marine y Marion Le Pen y un escalofrío de espanto recorrió mi espalda. Alejado de la dialéctica macarra y ultramontana a la que nos tienen acostumbrados los “ultras”, el discurso era consistente, bien enmarcado en los problemas de la ciudadanía y, sobre todo, en sus bajas pasiones. Estructurado alrededor de ese individualismo egoísta que ha ido cultivando la publicidad y contagiando a los partidos liberales y socialdemócratas desde 1981, se mostraba muy sólido.

Vivimos aquella realidad como si Francia fuera un lejano planeta pero, esas mismas posiciones de corte ultraderechista, democráticamente cultivadas, aparecen en la prensa española de vez en cuando como el disparo certero del francotirador en una batalla. Tan sólo un ejemplo: El 13 de septiembre de 2016, el Sr. Pérez Reverte, haciendo uso de la patente de corso que le ha concedido XL Semanal, se lanzaba al abordaje de nuestras conciencias con un artículo en el que, escamoteando la verdad histórica, construía medias verdades -que son las peores de las mentiras-, para exaltar las posiciones del miedo en relación con los refugiados. Seis meses más tarde, nuestro académico T mayúscula afilaba de nuevo su pluma, esta vez alimentando la islamofobia.
Sin pudor alguno, en su habitual estilo, se quejaba de que una mujer musulmana con pañuelo, desde su papel de maestra, pueda orientar moralmente a nuestros hijos. A pesar del tiempo transcurrido, el artículo corrió en las redes como un reguero de pólvora tras el atentado de Barcelona.

El carpetovetónico narrador sabe que, reforzando el ancestral papel del hiyab, evita que la convivencia pacífica con él diluya su atávico significado. Es plenamente consciente de que provocando esa polémica se fomentan tensiones, se destruye la espontaneidad, se exacerban las posturas más radicales y se estimula el rechazo. Al mejor estilo Le Pen, el autor no tiene inconveniente en tergiversar la historia sin pudor alguno.

Afortunadamente, en este país a nadie se le hace un examen de ortodoxia religiosa antes de entrar a un aula. Por lo que ese mismo papel que le va a tocar jugar a la maestra, evidenciando con el yihad sus creencias, lo puede ejercer desde el anonimato un maestro del Opus, una ultraconservadora profesora católica, un intransigente testigo de Jehová o una ultramontana estalinista si se diera el caso.

Soy profesor, tengo alumnos y alumnas musulmanes, algunas de ellas llevan pañuelo, otras no. Pues bien, la realidad, la que escapa a la sarta de prejuicios que perlan los discursos de la ultraderecha culta, la conforman esos chicos que el Sr. Reverte olvida porque no llevan chilaba, y esas chicas que él identifica unívocamente con la sumisión machista cuando llevan el pañuelo. Españoles y españolas todas ellas, serán maestros, ingenieras, periodistas, poetas… y los juzgaremos por sus decisiones, no por su religión ni por su aspecto. A día de hoy, muchas de ellas –y de ellos- demuestran tener un criterio moral mucho más limpio que el que destila el Sr. Pérez en su artículo y, si como padre, pudiera elegir quien da clase a mis hijos o quienes orienta su posicionamiento moral, les aseguro que las prefiero a ellas con hiyab y a ellos con chilaba que a esos versados adalides de la supremacía occidental a los que parece ensalzar nuestro apuesto escritor.

Pero, ¿cómo contrarrestar ese torpedo a la línea de flotación de la racionalidad? En teoría es fácil: sirve con estimular los valores de justicia, igualdad, equidad y solidaridad que dieron corpus a la Declaración Universal de Derechos Humanos y que en Europa adoptamos como propios. Sólo en teoría parece fácil dar la vuelta a sus asertos. La realidad evidencia que es más difícil de lo que parece. El problema de los francotiradores es que gozan de un entorno de destrucción en el que eligen la oportunidad propicia para hacer un disparo selectivo. Mientras tanto, en campo abierto, algunos seguiremos defendiendo el orgullo de una cultura mestiza y defendiendo a los cuatro vientos la otra mitad de la verdad. Aquella que demuestra cómo esta civilización occidental, que algunos se empeñan en asociar de forma absoluta e inequívoca a Grecia y al humanismo, tuvo en el mundo islámico su principal valedor. Y cómo esta Europa ultraracionalista de la que nos enorgullecemos hoy, es el fruto maduro de una evolución que tuvo como protagonistas a al-Farabi, Avicena, Avempace y Averroes -desde el lado islámico- y a Maimonides e Ibn Paquda desde el judío.

Cargando valoraciones...
Ver comentarios 6
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Conversamos coa investigadora América Navarro sobre o desprazamento forzoso en Chiapas.
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

El Salto n.79
el salto
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
Ya está disponible el número 79 de nuestra revista, en el que destacamos la investigación y el rechazo social que encuentra el proyecto de macrocelulosa de la multinacional Altri.
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Crónica visual de como unha enorme multitude encheu de diversidade o centro da cidade de Vigo.
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
O Teleclube
'O Teleclube' pecha a temporada cos supervivintes de '28 anos despois'
Danny Boyle e Alex Garland volven ao mundo dos infectados que inspirou o renacemento dos 'zombis'.

Recomendadas

Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Tras o progresivo desmantelamento de varios dispositivos de acollida, moitos refuxiados foron trasladados a outros puntos do Estado sen aviso previo. Outros son simplemente desaloxados trala denegación da súa solicitude de asilo.
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Comentarios 6

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...