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Fronteras
Lukashenko amenaza con cerrar el grifo del gas en medio de la crisis humanitaria en la frontera polaca
Al menos diez persona han fallecido como consecuencia de las bajas temperaturas y las penosas condiciones en las que un número aproximado de 4.000 personas sobreviven en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. El conflicto fronterizo y humanitario se nombra, sin embargo, con un nuevo concepto, que los oficiales de la UE repiten en distintos foros: “el ataque híbrido”. Así se califica la política que está siguiendo Aleksandr G. Lukashenko en su frontera occidental.
El presidente de Bielorrusia, en el cargo desde 1994, ha amenazado con un paso más. Cerrar la llave del gaseoducto Yamal-Europe si Polonia cierra su frontera con el país. “¿Qué pasa si cortamos los flujos de gas natural? Recomendaría a los líderes de Polonia, los lituanos y a otras cabezas huecas que piensen antes de hablar“, ha retado Lukashenko, según recoge Bloomberg. El mismo medio refiere que esa tubería transporta el 20% del gas ruso que llega hasta Alemania.
La amenaza se produce en plena crisis energética europea. Polonia ya ha cerrado el paso de Kuźnica, uno de los puntos fronterizos más importantes, y los camiones reportan colas de hasta 50 horas para cruzar de un país a otro.
Ylva Johansson, comisaria europea de Interior, ha acusado a Lukashenko de orquestar la crisis para desestabilizar a la UE
Tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, como el del Consejo Europeo, Charles Michel, han atacado a Lukashenko, a quienes desde los principales medios occidentales se acusa de estar generando una tragedia en la frontera.
El Gobierno de Minsk habría incrementado el número de vuelos procedentes de Siria e Iraq para aumentar la presión sobre la frontera de la UE, según publican distintos medios de comunicación, como respuesta a las sanciones impuestas en noviembre de 2020 por Bruselas y Estrasburgo tras las elecciones del 9 de agosto de ese año y la represión a la protesta en el país antes de ese proceso electoral.
Además, se acusa a las tropas bielorrusas de ayudar a los migrantes —a quienes tiene prohibido regresar a la capital Minsk— con herramientas para intentar el salto a Europa.
Fronteras
Fronteras Darle la vuelta a Polonia
Ylva Johansson, comisaria europea de Interior, ha acusado a Lukashenko de orquestar la crisis para desestabilizar a la UE. Parece que lo han conseguido: Lituania y la propia Polonia han declarado estados de emergencia, y el Gobierno lituano ha pedido a Naciones Unidas que abra un corredor humanitario que permita a las personas en los bosques de Bielorrusia acceder al aeropuerto de Grodno para ser repatriadas a sus lugares de origen. Los tres países bálticos han firmado una declaración conjunta en la que alertan de la “amenaza” a la seguridad europea que plantea Lukashenko.
La Comisión Europea ha ofrecido el despliegue de tropas de Frontex en la frontera polaca, algo a lo que se ha negado el primer ministro Mateusz Morawiecki
La UE ha decidido poner entre paréntesis la crisis con Polonia respecto a la prevalencia de la justicia europea sobre la nacional —un asunto que solo acaba de empezar— para mostrarse como el férreo aliado que Polonia reclama frente al que considera su principal enemigo: la Rusia de Vladimir Putin.
De momento, Putin ha instado a la UE a que discuta directamente con Bielorrusia —algo que la Comisión Europea no desea hacer— y ha realizado gestos con el envío de bombarderos al espacio aéreo bielorruso, que la república exsoviética ha presentado como parte del apoyo de su socio prioritario.
La Comisión Europea ha ofrecido el despliegue de tropas de Frontex en la frontera polaca, algo a lo que se ha negado el primer ministro Mateusz Morawiecki, partidario desde el inicio de la crisis de la total militarización de la frontera.
Fronteras
Derechos humanos La Unión Europea se alinea con Polonia en el castigo de migrantes en la frontera de Bielorrusia
Otra opción que la UE ha puesto sobre la mesa es sancionar a las aerolíneas Aeroflot y Turkish Airlines por su papel en el traslado de personas desde Oriente Medio hasta Bielorrusia. La posibilidad puede contar con el apoyo de Reino Unido y Estados Unidos. En todo caso, la próxima ronda de sanciones no llegará antes de la semana que viene. Lukashenko ha advertido que si las encuentra “inaceptables”, va a “golpear de nuevo”.
No está encima de la mesa la posibilidad de una apertura de fronteras mediante cuotas de reasentamiento como la que tuvo lugar durante la crisis de 2015, en la que Polonia se negó a acoger refugiados provenientes, en su mayoría, de Siria.