La organización que destapó el ‘dieselgate’ señala al sector del automóvil que se resiste al coche eléctrico

El Consejo Internacional de Transporte Limpio pone la lupa sobre los fabricantes “rezagados” entre los que lista a Toyota, Honda, Nissan, Tata, Mazda y Suzuki.
Trafico Madrid M30 1
David F. Sabadell Tráfico en la zona este de la M30, en Madrid.

Ni termina de arrancar su mercado, ni parece ser la solución más acertada para resolver la crisis climática. Sin embargo, la transición hacia el coche eléctrico es el horizonte común de descarbonización al que la emergencia ecológica ha llevado a la industria automovilística. Para fiscalizar esos avances hacia una electrificación del automóvil, el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT por sus siglas en inglés) —la organización que destapó el dieselgate— ha publicado hoy una extensa investigación en la que pasa revista a los 20 principales fabricantes de automóviles del mundo en la transición a los vehículos cero emisiones.

Este informe, The Global Automaker Rating 2022: Who is leading the transition to electric vehicles?, clasifica a estas compañías en función de sus progresos en la eliminación progresiva de emisiones, así como del uso de energías renovables en sus cadenas de fabricación y suministro y de la adecuación de la retribución de los ejecutivos a los objetivos climáticos. Concluyen que Toyota, Honda, Nissan, Tata, Mazda y Suzuki son las empresas que más están dilatando una transición que es inexcusable, pero insuficiente. 

Los 20 fabricantes analizados por el ICCT representan el 89% de las ventas de automóviles en un total de seis mercados (Unión Europea, China, Estados Unidos, India, Japón y Corea) y el 65% de las ventas mundiales. Y amparadas en su contexto normativo, de esas seis empresas más “rezagadas”, cinco son tienen su sede en Japón menos Tata, con sede en India. Para poder analizar a fondo el trabajo de los grandes automovilísticas, el equipo de ICCT ha creado una clasificación basándose en diez parámetros personalizados que a su juicio reflejan “tanto lo que están haciendo ahora como lo que dicen que harán en un futuro próximo”. Por un lado, analizan los modelos de vehículos que tienen en venta y los procesos de producción que utilizan a día de hoy. Por otro, hacen un análisis crítico de sus políticas para el futuro inmediato. 

Uno de los parámetros en el que casi todas las marcas suspenden es el dominio del vehículo eléctrico en su mercado. Aquí analizan los porcentajes de ventas de vehículos de cero emisiones de cada fabricante de automóviles. Obviamente, los líderes en este parámetro son Tesla y BYD, ya que fabrican únicamente vehículos eléctricos. El otro pilar sobre el que se sustenta el trabajo es la eficiencia de la tecnología y con él tratan de puntuar el grado de evolución tecnológica de los fabricantes de automóviles en la línea de reducir las emisiones de los automóviles. Miden el rendimiento de cada coche, con su consumo de energía; la velocidad de carga de las baterías; el impacto medioambiental de la fabricación de sus baterías; y la autonomía que ofrecen.

Solo 5 de las 20 empresas vinculan los sueldos de sus ejecutivos directamente a los avances en el desarrollo de los vehículos eléctricos

Sobre a las emisiones, analizan cuánto ha avanzado un fabricante de automóviles en el cambio a electricidad 100% renovable en la producción y montaje de vehículos y en la fabricación de baterías. Y también estudian la implantación del reciclaje y reutilización de baterías en los vehículos. Aunque las conclusiones se dibujan en un progreso positivo, lo cierto es que en su escala sobre 100, apenas la mitad de estas grandes empresas aprueban y excepto dos de 20, el resto aprueban por la mínima. 

Por otro lado, también intenta fiscalizar la visión estratégica de cada empresa. Es decir, evalúan el grado de atención que prestan los fabricantes de automóviles a los vehículos de cero emisiones en su planificación a largo plazo a través de sus inversiones a este respecto en I+D. También a través de las remuneraciones de sus altos cargos y revelan que solo cinco de las 20 empresas (Stellantis, BMW, GM, Renault y Nissan) vinculan los sueldos de sus ejecutivos directamente a los avances en estos desarrollos. Aunque, a decir verdad, de una forma mucho menos significativa que otros parámetros como la productividad.

Lo fundamental es el cambio en la movilidad

A la pregunta de si es el coche eléctrico la solución a la movilidad del futuro, la práctica totalidad de las organizaciones ecologistas lo tienen claro: no. Lo fundamental y que además es el denominador común entre todas ellas es el cambio de modelo de movilidad. La electrificación del transporte es un paso imprescindible para reducir las emisiones de CO2 y frenar una crisis climática provocada por la quema de combustibles fósiles. “Obviamente, un cambio de esta magnitud despierta muchas dudas. ¿De dónde saldrá la energía para recargar los coches? ¿Qué pasará con las baterías? ¿Cómo compensar el coste extra de un vehículo eléctrico? Y sobre todo: ¿es el coche eléctrico la solución para la movilidad del futuro?”, sostienen desde Greenpeace.

El futuro de la movilidad, explican en su declaración de intenciones, pasa por un urbanismo que potencie la proximidad y reduzca la necesidad de trayectos largos, donde el uso del transporte colectivo siga siendo mayoritario. “Y que cuando necesitemos viajar en coche podamos elegir el más apropiado entre una flota eléctrica de movilidad compartida, de forma más eficiente en tiempo, energía y coste, y sin tener que fabricar un coche nuevo por persona”, rematan desde Greenpeace.

No se debe perder de vista, que la fabricación de coches eléctricos requiere de grandes cantidades de minerales escasos como el litio, el cobalto o el níquel que se extraen principalmente en el Sur global, donde esa extracción ya está causando graves problemas ambientales y sociales, incluso de vulneración de los derechos humanos, como también recuerdan Ecologistas en Acción en su posicionamiento al respecto: “El coche eléctrico no resolverá la crisis climática”.

Ecologismo
El mito de los coches eléctricos en la transición verde
Aunque desde Moncloa y la Unión Europea el coche eléctrico se presenta como la gran alternativa de movilidad en la llamada ‘Transición verde y energética’, perpetúa la geopolítica colonialista, supone una gran huella ecológica y acentuará las desigualdades sociales
Opinión
¿Zonas de bajas emisiones o zonas de impulso al sector del automóvil?
El principal reto de las políticas de movilidad debe seguir siendo el mismo de hace décadas: reducir los kilómetros que las personas recorren anualmente en coche.
Energía
Antonio Turiel: “Necesitamos un cambio cultural que requiere décadas; el problema es que no tenemos décadas”
El doctor en Física Teórica intentará convencer a la Comisión de Transición Ecológica del Senado de la necesaria y drástica transformación que necesitamos y de unas alternativas que “no les van a gustar”
Cargando valoraciones...
Ver comentarios 1
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...
Cargando portadilla...
Comentarios 1

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...