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Laboral
Trabajadoras de CEAR convocan por primera vez movilizaciones para exigir mejoras de sus condiciones laborales
El 21 de diciembre de 2023 la plantilla de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) recibió la noticia por carta sobre la adopción de una subida salarial a las categorías más altas, como son los puestos de dirección de centro y responsables territoriales y estatales de área. Esta decisión fue tomada “de forma unilateral y sin negociarla con la representación legal de las personas trabajadoras”, según el comunicado de CCOO Madrid.
“Varias veces hemos intentado reforzar la plantilla sin éxito, porque la empresa siempre nos dice que no hay dinero. Por eso nos sorprendió cuando, el 21 de diciembre, nos convocaron a los comités de empresa del Estado, en unas reuniones de una hora sin documentación previa, y nos dividieron en distintos territorios en función del número de trabajadoras en plantilla, para darnos unas cifras desorbitadas de subidas de sueldo a las categorías más altas, que ya tienen un sueldo bastante elevado respecto a las más bajas”, explica para El Salto una de las trabajadoras que lleva siete años en la entidad y es representante sindical en el comité de empresa de Madrid desde hace tres, y que ha preferido no dar su nombre.
La subida oscila entre el 13,7% y el 29,46% provocando una mayor “desigualdad salarial de una entidad donde más del 95% de los fondos provienen de subvenciones públicas”, según CCOO Madrid
La subida, con carácter retroactivo desde enero de 2023, oscila entre el 13,7% y el 29,46% provocando una mayor “desigualdad salarial de una entidad donde más del 95% de los fondos provienen de subvenciones públicas”, según CCOO Madrid. La justificación de esta decisión ha sido tras la contratación de una empresa externa para la elaboración de un estudio, que no ha sido compartido con el comité de empresa según las trabajadoras, en el que se concluye esta subida como una mejora necesaria para evitar “la fuga de talento”. Este último argumento ha generado aún más la indignación de la plantilla. “El resto de personas, desde las trabajadoras de la limpieza a las de recepción, que te paran mil melones y que cobran una miseria, no tienen talento por lo que se ve”, denunció la representante sindical.
“Creemos que el talento somos las personas que estamos trabajando directamente con las solicitantes de protección internacional, dando la cara por lo que dicen que es CEAR. Subirle los sueldos a la gente que está en despachos, desvirtuada del día a día de estas personas, sus dolores, sus sentires, sus historias de vida, nos sorprende bastante y nos indigna”, explicó para El Salto una trabajadora que lleva tres años en un dispositivo de acogida para personas solicitantes de protección internacional, y que tampoco quiso revelar su nombre.
A las puertas de la negociación del tercer convenio, una vez que el actual caduque en diciembre de 2024 , la plantilla reconoce que CEAR es la organización española con uno de los mejores convenios colectivos del sector. “No hay que dar las gracias a la entidad, sino a las representantes de las personas trabajadoras que han conseguido la negociación del convenio”, alegó la trabajadora.
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"La subida la han hecho con carácter retroactivo desde enero. Es decir, ha habido primas de 10.000 euros en diciembre. De repente teníamos este dinero”
No obstante, desde el comité de empresa denuncian que “las condiciones materiales con las que realizamos nuestro trabajo día a día trascienden al convenio. Un dato muy importante es que la subida la han hecho con carácter retroactivo desde enero. Es decir, ha habido primas de 10.000 euros en diciembre. De repente teníamos este dinero”.
Además de la subida a los cargos laborales más altos, también se han incrementado en un 1,4% los sueldos a las abogadas y psicólogas. “Este aumento lo meten dentro de la subida salarial a la plantilla. Así, cifran en 287 las personas beneficiarias en el conjunto del Estado y 26 en Madrid. Pero en Madrid, restando a las abogadas y psicólogas, son siete las personas a las que se les ha subido el sueldo de esa manera desorbitada”, denunció la representante sindical.
Las consecuencias de las condiciones laborales
Las trabajadoras de CEAR aseguran que las movilizaciones nacen para denunciar las condiciones laborales que llevan arrastrando durante años, al margen de esta última decisión respecto al aumento de la desigualdad salarial. “Hace tres años hubo un ERE en diferido, en eufemismos de la directora general: un adelgazamiento de plantilla. Esto también lo comunicaron en la misma semana antes de navidad, justo cuando te llega la paga extra a ver si se te pasa el enfado, o te vas de vacaciones y te desmovilizas”, alegó la representante sindical.
“La mitad del equipo de compañeras de atención psicológica están de baja y no se cubren los puestos. Al final sostenemos mucho dolor y situaciones muy complejas..."
Entre las demandas reivindican una mayor contratación de personal. Según las trabajadoras parte de las bajas tienen que ver con el estrés y la ansiedad, factores que se reducirían con un refuerzo de la plantilla. “La mitad del equipo de compañeras de atención psicológica están de baja y no se cubren. Al final sostenemos mucho dolor y situaciones muy complejas, no son personas que hayan decidido venir, han sido forzadas a salir desesperadamente”, sostuvo una trabajadora de CEAR.
Otra de las denuncias de las trabajadoras de CEAR es el cierre del servicio de vivienda de la entidad hace unos años. Cuando las personas consiguen la protección internacional y salen de los pisos de acogida, pasan a una fase del proyecto con mayor autonomía que implica la búsqueda de un piso de alquiler. El equipo de vivienda se encargaba de apoyar a las personas en esta etapa, incluso interviniendo con las inmobiliarias.
"Igual esta subida salarial hubiese repercutido en que volviesen a generar esos puestos de trabajo que son ultra necesarios para la inclusión de las personas”
“En una situación como esta ahora el mercado de la vivienda donde cada vez es más difícil encontrar casa para cualquier persona, imagina para una refugiada teniendo en cuenta los discursos de odio y el racismo. Igual esta subida salarial hubiese repercutido en que volviesen a generar esos puestos de trabajo que son ultra necesarios para la inclusión de las personas”, explicó la representante sindical.
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Más demandas
También se demanda una mejora de la cobertura que se da en los centros. Por ejemplo, respecto al mantenimiento, la trabajadora de CEAR del dispositivo de acogida contó que “hay pisos sin calefacción desde noviembre, con las olas de frío que han habido. Vinieron a revisar los radiadores y las calderas, pero ahí se quedó todo. Es una vivienda que depende de las subvenciones del Ministerio, que no tengan calefacción o que un chico lleve con la persiana rota viviendo en penumbra durante tres meses, no es normal”.
Por este motivo, tras varios intentos frustrados de negociación, las trabajadoras de la delegación de CEAR Madrid han iniciado por primera vez un calendario de movilizaciones que empieza con un paro parcial y una concentración el próximo 21 de febrero a las 13h en la Sede de los Servicios Centrales de CEAR (Avenida General Perón, 32). A esta convocatoria se han sumado ya varias delegaciones de otros territorios en Andalucía, Euskadi y Valencia.
“Nuestro objetivo es negociar las subidas salariales y las coberturas de puestos que hacen falta para garantizar una mejor atención a las personas. Para nosotras es crucial la movilización del 21 de febrero”
“Vamos a intentar, en la medida de lo posible, ir al unísono con todos los territorios. Nuestro objetivo es negociar las subidas salariales y las coberturas de puestos que hacen falta para garantizar una mejor atención a las personas. Para nosotras es crucial la movilización del 21, además, en un contexto donde el sector de la intervención social muchas veces no es el más movilizado”, sostuvo la representante sindical.
Para la trabajadora del dispositivo de acogida, “al final las personas con las que trabajamos son las que más sufren las consecuencias. Porque me tengo que pelear con la entidad para que vengan arreglar la caldera, o que no tengan una atención psicológica digna porque no hay profesionales que puedan cubrir sus necesidades. Esta no va a ser la última movilización. Vamos a seguir luchando por una mejor atención para las personas, y eso pasa indiscutiblemente por una mejora de nuestras condiciones laborales”.