Medio ambiente
Trujillo: sed de diamantes de agua

Dentro del mapa de megaproyectos con los que Extremadura está lidiando los últimos años, es tiempo de analizar la fábrica de diamantes que el actor Leonardo DiCaprio y sus socios han puesto en marcha en Trujillo a través de la empresa Diamond Foundry Europe SL (con domicilio en C/ Gustavo Fernández Balbuena 11, Madrid) y que, según declaraciones de promotores y diferentes Administraciones, prevé una creación de 300 empleos directos y 700 indirectos.

Para empezar, que la fábrica de diamantes sea de Leonardo DiCaprio es un decir, porque de los 800 millones de euros de inversión para la fábrica, planta solar y sistema de almacenamiento, la empresa pone el 40% y el 60% restante, apuntan desde la misma, vendrá de financiación pública y privada acudiendo a las diferentes ayudas europeas existentes. Es decir, que la compañía pondrá en torno a los 290 millones de euros de los 800.

“Salvemos el Berrocal” denuncia irregularidades

Redacción El Salto Extremadura

Extremadura

Salvemos el Berrocal “Salvemos el Berrocal” denuncia irregularidades

Redacción El Salto Extremadura

La Plataforma “Salvemos el Berrocal” denuncia irregularidades en la tramitación de los permisos. No descartan usar la vía judicial.

En noviembre de 2022 el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo concedió al proyecto una ayuda de 120 millones de euros a través del Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva (FAIIP). A esas alturas, la prensa recogía la creación de 180 empleos directos, por lo que el 40% del empleo directo prometido inicialmente (120 puestos de trabajo) ya se había “traspapelado”, mientras que la inversión de la empresa se rebajaba a 245 millones de euros.

Este 17 de diciembre de 2024 la Comisión Europea dió el visto bueno para una subvención directa de la Junta de Extremadura de 81 millones de euros, un 12% de la inversión considerada subvencionable. Los fondos proceden de los Incentivos Regionales, fueron aprobados por el gobierno extremeño en 2023 y trasladados a la Comisión Europea a través del Ministerio de Hacienda. Se ha necesitado el “permiso de Europa” porque superaba el máximo establecido en el artículo 4 del Reglamento 651/2014 de la Comisión Europea. 

Es importante mencionar que, de la inversión inicial estimada en 800 millones de euros, se pasó a 740 para luego hablar más recientemente de 675 millones. No hay que olvidar que las subvenciones públicas son, a menudo, un porcentaje determinado respecto a la inversión inicial. Mientras más inflado esté ese presupuesto inicial más ayudas pueden recibir.

Es público que los primeros diamantes que salgan de Trujillo se venderán en bruto, principalmente, para el sector de la joyería

Los promotores han detallado en prensa que esta iniciativa optará a recibir otras ayudas públicas a través del PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) de los microchips que cuenta en esta segunda edición con una primera fase que asciende a 110 millones de euros y cuyo plazo de presentación de solicitudes es del 13 al 31 de enero de 2025. A ello se sumará una segunda fase con otros 90 millones de euros para Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI).

Por no hablar de las subvenciones encubiertas en forma de exenciones fiscales que habrá recibido la empresa tanto del Ayuntamiento de Trujillo como de la Junta de Extremadura. Es costumbre eliminar impuestos a estos proyectos como ya ocurrió, entre otras, con la bonificación del 90 por ciento en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras que el Ayuntamiento de Mérida concedió al proyecto, aún desaparecido, de la planta de procesado de remolacha azucarera que se iba a instalar en la capital extremeña.

Mientras tanto, seguimos recopilando las ayudas públicas que va recibiendo el proyecto. De momento, se han localizado subvenciones públicas por valor de 201 millones de euros (más los que caerán) mientras que la empresa dice que va a poner 245. Dentro de poco (si no lo es ya) vamos a medias con DiCaprio y sus socios. Porque, aunque siempre se ha hablado de la fabricación de obleas de diamante monocristalinos para la creación de semiconductores o microchips, y para ello les han concedido determinadas subvenciones, es público que los primeros diamantes que salgan de Trujillo se venderán en bruto, principalmente, para el sector de la joyería. Un quilate de estos diamantes sintéticos ronda en el mercado los 1.500 dólares, de acuerdo a la revista especializada Jeweller Magazine. La planta de Trujillo comenzará produciendo unos 4 millones de quilates al año teniendo una capacidad máxima de 10 millones de quilates anuales.

Pero quien se quiera gastar el sueldo en estos diamantes tendrá que coger el coche (de trenes estamos regular) y desplazarse hasta la madrileña calle Serrano, donde está previsto que se abra una tienda con diseños exclusivos y diamantes de la compañía, según comenha aparecido en diversos medios.

Resumiendo esta parte, los 800 millones de euros de inversión inicial anunciados, finalmente quedan en 675, de los que la empresa pondrá (si no sigue bajando su monto total) 245 millones, habiéndose recibido (que se sepa) 201.

De los 300 puestos de trabajo directos que se prometieron, algún periódico estima que queden en 180. Según la prensa ya se han seleccionado a 30 personas, y habrá que ver si son de Trujillo y la comarca, creando empleo local, o vienen de otras comunidades autónomas. De los 700 empleos indirectos prometidos nadie sabe nada.

El Berrocal y la electricidad

La fábrica de diamantes prometió, además, autoabastecerse de energía eléctrica mediante la construcción de una planta fotovoltaica de 120 megavatios (MW) que contaría con un sistema de baterías de hasta 60 MW de potencia, ocupando una extensión de 200 hectáreas. De esta forma, afirmaban, la producción de diamantes se llevará a cabo de forma 100% sostenible y con una cadena de valor neutra en carbono.

Curiosamente, ese “autoabastecimiento” de la fábrica necesita de la instalación de 22 torretas de alta tensión de unos 40 metros de altura para suministrar energía a esa fábrica que se suponía autosuficiente energéticamente.

La decisión de la empresa de colocarlas en un lugar histórico y simbólico para la población de Trujillo, como es el Berrocal, ha supuesto la movilización ciudadana en torno a la Plataforma Salvemos el Berrocal. Más allá de otras cuestiones agroambientales importantes, estamos ante una grave agresión al imaginario colectivo trujillano, a la idiosincrasia del pueblo, a la personalidad y razón de ser del municipio. No se entiende Trujillo sin su Berrocal.

El citado colectivo denunció ante la Fiscalía el tendido eléctrico y consiguió su paralización temporal. Tanto Diamond Foundry como el Ayuntamiento trujillano anunciaron la posibilidad de buscar un trazado alternativo a medio o largo plazo. La realidad es que las torretas están ya instaladas en el Berrocal, lo que supone una puñalada al entorno de Trujillo, a su muralla y su casco histórico que deja una cicatriz indeleble.

El prometido autoabastecimiento a través de una planta fotovoltaica queda también, por ahora, en entredicho ya que la fábrica ha comenzado a producir en fase de pruebas conectada a la alta tensión “de toda la vida”. Pero ¿podrá conseguir el autoabastecimiento eléctrico con la planta solar y el sistema de almacenamiento proyectadas? Los paneles fotovoltaicos llegarían, tras finalizar las diferentes fases planteadas en 2027, a los 120 MW de potencia instalada, a los que se sumarían otros 60 MW más procedentes de las baterías que se quiere instalar.

La instalación solar tendría capacidad para una producción máxima de un millón de quilates al año. Una quinta parte de lo anunciado para los primeros años y una décima parte de la capacidad máxima mencionada por la empresa

Esos 180 MW proporcionarían en torno a los 258.000 MWh anuales. Diferentes revistas especializadas recogen un gasto de energía por quilate producido de 250 kWh. De esta forma, y a falta de que Diamond Foundry aporte información sobre el consumo energético total de la fábrica, la instalación solar tendría capacidad para una producción máxima de un millón de quilates al año. Una quinta parte de lo anunciado para los primeros años y una décima parte de la capacidad máxima mencionada por la empresa.

Si nos ceñimos a los datos que aporta en la Autorización de Impacto Ambiental, se menciona que producirá 567,6 toneladas de hidrógeno al año para utilizarlo como materia prima para sus obleas de diamante. Añade que el consumo eléctrico total por volumen de hidrógeno producido es de 139,2 kWh/Nm3, lo que equivale a decir que sólo en la producción de hidrógeno por electrolisis del agua la fábrica consumirá 879 GWh/año. O, lo que es lo mismo, 3’5 veces más energía de la que pueden suministrar las plantas fotovoltaicas proyectadas.

Esto supone, por tanto, que la instalación no será autosuficiente ni ahora ni en 2027  y que necesitaría estar permanentemente conectada a la alta tensión para conseguir los objetivos previstos. Otro irreal adorno “verde” para recibir exenciones de impuestos y subvenciones públicas.

Cabe mencionar que la planta fotovoltaica corre a cargo de Rafael Benjumea (familia que ha controlado históricamente Abengoa) a través de Powen Energy. Fue él, precisamente, el que convenció al consejero delegado de Diamond Foundry, Martin Roscheisen, de que Trujillo era el mejor destino para la fábrica de diamantes.

Neutralidad en carbono

Respecto a la repetida frase de que va a ser una actividad neutra en carbono, no merece la pena dedicarle mucho tiempo porque es tremendo.

Se puede comprobar en la Resolución de 5 de abril de 2023 de la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura que la fábrica emitirá a la atmósfera, entre otras cosas, 70.000 kilos de metano (CH4) al año, un gas de efecto invernadero, procedente del venteo al exterior de los reactores de plasma, principalmente en las operaciones de carga y descarga de los mismos. Al respecto, sugiere la Junta de Extremadura que lo utilice alguna empresa que se dedique al aprovechamiento del metano y que las toneladas de CO2 que emite la fábrica se compensen con reforestaciones. Es el gran timo de las plantaciones de árboles para compensar las emisiones de gases perjudiciales, un tremendo fraude para lavar la cara de las empresas más contaminantes.

Por no hablar de que su neutralidad en carbono no incluye las emisiones derivadas de la fabricación de los miles de paneles solares que van a instalar, transporte de mercancías y materias primas etc.

Otro capítulo que deja muy en entredicho, si no anula, otra promesa “verde” de la empresa.

El agua

En relación a la cuestión de las reservas hídricas en Extremadura y de los principales usos que de ella se hace, la empresa en cuestión ha mencionado siempre la reutilización de aguas residuales de Trujillo para así continuar construyendo su perfil de fábrica sostenible, verde y autosuficiente. Pero si vamos a la Resolución anteriormente mencionada, los datos de consumo de agua son claros: el proyecto requiere un volumen que asciende a la cantidad de 736.162,00 m3/año. Este volumen de agua provendrá de la red de abastecimiento municipal del Ayuntamiento de Trujillo y de la concesión de reutilización de las aguas depuradas [...] en las dos EDAR municipales (EDAR Trujillo – arroyo Mimbreras y EDAR Trujillo Zona Este y Polígono Industrial – arroyo Caballo). 

El problema viene cuando se pasa a desglosar la cantidad de agua depurada y de agua de la red que se va a utilizar: en cuanto al consumo de agua suministrado desde la red pública municipal al final de las tres fases del proyecto, alcanzaría la cifra de 714.262 m3, procedente del embalse de Santa Lucía. Este sumatorio supera el consumo de la población de Trujillo (por los abonados de la ciudad), que en el año 2018 fue aproximadamente de 650.000 m3.

La bandera “verde y sostenible” que ondeaban no llega al 3% del agua total que utilizarán. El 97% de la misma procede de la red pública municipal abastecida por el embalse de Santa Lucía y supera incluso el consumo anual de toda la población de Trujillo

Impresionante. La bandera “verde y sostenible” que ondeaban no llega al 3% del agua total que utilizarán. El 97% de la misma procede de la red pública municipal abastecida por el embalse de Santa Lucía y supera incluso el consumo anual de toda la población de Trujillo. Tremendo. La red municipal pasaría, por tanto, de aportar 650.000 m3 a aportar 1.364.262 m3, o lo que es lo mismo, 1,36 hectómetros cúbicos (hm3).

Cambio de unidades de medida para intentar explicar la posibilidad de que el mencionado embalse de Santa Lucía no tenga siquiera agua para abastecer la fábrica de diamantes, siendo exactos, habría agua suficiente para los diamantes pero la población de Trujillo tendría que comprar garrafas en el supermercado para beber, ducharse, cocinar, etc.

La citada presa tiene una capacidad máxima de 1,49 hm3 y recientemente se ha construido una balsa adicional de 1,2 hm3 por lo que sumarían una capacidad total de 2,69 hm3.

Es importante tener en cuenta un aspecto que suele pasar desapercibido cuando se habla de agua embalsada, y es el relativo al aterramiento o acumulación de sedimentos en los embalses. La tierra arrastrada por las lluvias se deposita en el fondo, reduciendo en algunos casos la capacidad de almacenamiento de forma muy importante.

En Extremadura no hay investigaciones recientes sobre la cuestión. Un estudio de 2008 sobre este tema se centra en diferentes embalses españoles. Para la demarcación hidrográfica del Tajo en Extremadura sólo aporta datos del embalse de Rivera de Gata (Villasbuenas de Gata) según el cual éste pierde 0,27 hm3 de capacidad por año. Para la del Guadiana menciona el de Cíjara con una pérdida de 5,11 hm3/año, el de Valuengo 0,08 hm3, el de Villar del Rey 0,19 hm3 y el de Zújar 1,42 hm3 al año.

Piden a la empresa de diamantes de Trujillo un trazado alternativo para la línea de tendido eléctrico

Redacción El Salto Extremadura

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Agresión medioambiental Piden a la empresa de diamantes de Trujillo un trazado alternativo para la línea de tendido eléctrico

Redacción El Salto Extremadura

El trazado actual incumple los condicionantes establecidos por la Dirección General de Patrimonio en la Declaración de Impacto Ambiental, que obligan a respetar los elementos etnológicos catalogados y un entorno de protección de 100 metros.

Estudios más recientes sobre embalses en Andalucía y en el río Ebro muestran datos de aterramiento del 20, 30, 50 y hasta ,el 90% de la capacidad de embalse. Proponen, entre otras cosas, prevenir el aterramiento mejorando prácticas agrarias que eviten la erosión, especialmente en fincas con pendiente.

Sólo con que el embalse de Santa Lucía perdiera el 0,3% de su capacidad cada año (según el estudio anterior el de Rivera de Gata pierde el 0,55% anual), estaríamos hablando de que desde su construcción en 1997 habría perdido por aterramiento el 8,1% de su capacidad (el 14,85% con datos del Rivera de Gata). De esta forma, el agua disponible en el embalse para la fábrica de diamantes y el abastecimiento a la población de Trujillo sería de 1,36 hm3, justo la demanda exacta que sumarían ambas vías de consumo. Todo ello, suponiendo que el embalse esté lleno todos los años. La realidad es que en los últimos años se han repetido problemas en este sentido. En diciembre de 2017 el embalse de Santa Lucía bajó hasta el 35%, con reservas sólo para cuatro meses, en 2012 al 36%, quedándose en 2005 en el 18,7%. 

Ni verde, ni sostenible, ni autosuficiente energéticamente, ni neutra en carbono, ni empleo, ni reciclaje de aguas residuales, ni bajo consumo de agua

Habría que recurrir obligatoriamente a la balsa adicional de 1,2 hm3, sin olvidar que desde este embalse también se suministra agua a otras ocho poblaciones más que se pretenden ampliar hasta las 25 con la nueva Mancomunidad de Aguas de la Presa de Santa Lucía, lo que supondría abastecer a unos 50.000 habitantes frente a los 8.600 que tiene Trujillo.

El suministro de agua a Diamond Foundry está, de nuevo, también en entredicho, ya que supondría serios problemas de abastecimiento para el consumo de boca para la población trujillana y alrededores.

Ni verde, ni sostenible, ni autosuficiente energéticamente, ni neutra en carbono, ni empleo, ni reciclaje de aguas residuales, ni bajo consumo de agua.

Este proyecto es la enésima muestra de colonialismo en esta Extremadura nuestra de la que extraen su agua, su energía, su tierra y su dinero público destrozando los parajes más bellos para llevarse, en este caso, los diamantes a Madrid, Londres, Nueva York o Shangai.

La movilización ciudadana contra las minas que quieren poner en Cáceres, Alconchel o Cañaveral, entre otras, están consiguiendo al menos su paralización como ya ocurrió con el macrovertedero de Tierra de Barros o la Central Nuclear de Valdecaballeros.

Aunque la Plataforma Salvemos el Berrocal no consiguió parar a Goliat, en Extremadura tenemos sobradas muestras de que la unión del pueblo lo puede todo.

Aún estamos a tiempo.