Memoria histórica
La política de la memoria

“La acción humana alcanza su máximo valor cuando es consciente, y la conciencia tiene dos fuentes: el sentido común y la experiencia pasada. Si se controla la experiencia vivida y el sentido común, se determina la actividad colectiva”.
22 nov 2022 07:00

La tragedia de Antígona nos muestra cómo opera el poder político con la memoria colectiva: sitúa en el lugar sagrado a sus partidarios, mientras intenta borrar el recuerdo de sus opositores. Esa tragedia volvió a repetirse en España durante el siglo XX, a raíz del golpe fascista del sector monárquico del ejército contra la II República, el llamado Alzamiento Nacional. Y todavía padecemos sus consecuencias, aunque se haya empezado a remediarlo. Entre ellas, la impunidad de los crímenes cometidos para sostener la dictadura de Franco. Solo cuando ha desaparecido aquella generación asesina y ya no queda casi nadie para responder por sus crímenes, nos ha llegado una ley que podría castigarlos. Al menos tendremos el derecho a negarles su valor y construir una cultura diferente.

Solo cuando ha desaparecido aquella generación asesina y ya no queda casi nadie para responder por sus crímenes, nos ha llegado una ley que podría castigarlos. Al menos tendremos el derecho a negarles su valor y construir una cultura diferente

La memoria es selectiva, y eso es aprovechado por la clase dominante para configurar la cultura de acuerdo con sus intereses. Lo innombrable queda fuera de la conciencia colectiva. El poder dictatorial utilizó toda su violencia para eliminar los contenidos que podían cuestionar su control de la acción colectiva bajo su mando. En voz baja, sin embargo, escapando a los oídos que llevaban la información hasta los agentes del poder, corría un murmullo de palabras prohibidas que alimentaron otra memoria. El murmullo creció y se hizo incontenible, y trajo la libertad de expresión, las libertades. Siempre bajo control, con limitaciones y amenazas; la presión social tiene formas sutiles de manifestarse en muchos sentidos diferentes. Y cuando esa presión social no fue suficiente para controlar los discursos, los agentes del poder buscaron altavoces para gritar más fuerte y apagar las voces discordantes; los medios de comunicación transmitieron una información intoxicada, manipulada, mentirosa.

Memoria histórica
Emilio Silva “La Ley de Memoria Democrática habla de justicia y no va a juzgar a nadie”
La Ley de Memoria Democrática está en los últimos pasos de su trámite parlamentario. El presidene de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva, un pionero de la lucha por la memoria y la recuperación de cuerpos de represaliados en España, hace balance de la nueva ley, un texto que para él “no da ni un paso para acabar con la impunidad del franquismo”.

¿Por qué ese empeño en configurar la memoria? La acción humana alcanza su máximo valor cuando es consciente, y la conciencia tiene dos fuentes: el sentido común y la experiencia pasada. Si se controla la experiencia vivida y el sentido común, se determina la actividad colectiva. Ortega y Gasset, amigo de aristócratas y banqueros, lo puso muy claro para la clase dominante: las categorías con las que comprendemos el pasado son las mismas que nos sirven para pensar el futuro. Configurar la memoria en función de los intereses del poder político es fundamental para crear el consenso social acerca de su dominación. Por eso decía Walter Benjamin: ni los muertos estarán seguros cuando el enemigo venza. Y el enemigo no ha dejado de vencer. La manipulación de la historia por el poder político es una constante de la historia.

Decía Walter Benjamin: ni los muertos estarán seguros cuando el enemigo venza. Y el enemigo no ha dejado de vencer. La manipulación de la historia por el poder político es una constante de la historia.

También es una constante de la historia la lucha contra esa manipulación, en nombre de una moralidad colectiva que no se conforma con los crímenes del poder. Antígona se empeñó en rescatar la memoria de su hermano vencido, y fue condenada a muerte por ello. También el heroísmo de Antígona se repitió entre nosotros. Miles de personas sufrieron la cárcel y la persecución por mantener una memoria diferente de los acontecimientos que terminaron con la República. Y si bien hemos avanzado mucho desde aquellos tétricos tiempos de la Dictadura, hemos de reconocer que todavía queda mucho trabajo cultural por hacer, para que la lucha de los represaliados tenga consecuencias en la narrativa histórica de nuestro país.

La guerra cultural de la clase dominante, falsificando los hechos que suceden a la sociedad histórica, tiene una clave importante en la política de la memoria que George Orwell resumía en su distopía titulada 1984: controlando el pasado, se controla el futuro; quien controla el presente controla el pasado. Hemos de darle la vuelta a esa situación: si recuperamos nuestro pasado, podremos configurar nuestro futuro; y solo si conseguimos poder político podremos recuperar nuestro pasado. Quizás el mejor índice del actual desarrollo político republicano sea la Ley de Memoria Histórica Democrática que acaba de ser aprobada en el Congreso. Y esa ley todavía tiene que hacerse efectiva. Hemos avanzado mucho, pero las espadas están en alto. La lucha entre las clases es el motor de la historia.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Memoria histórica
No olvidamos Aparato expropiador, 2ª parte
Como la cosa daba para mucho, nueva entrega sobre los grupos expropiadores que actuaron en Francia tras la 2ª guerra mundial.
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
Palestina
Genocidio La ONG anti-UNRWA lanzada por exespías y marines de EEUU siembra el caos en el reparto de alimentos en Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) creada a comienzos de este año y vinculada a agentes del ejército y la inteligencia estadounidense ha sido acusada de desaparecer a una persona y disparar a quienes estaban esperando ayuda.
Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.
Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.

Últimas

Universidad
Genocidio Las universidades españolas han firmado 44 proyectos con Israel desde septiembre de 2024
Los acuerdos dentro del programa Horizon Europe se han sucedido a pesar de las declaraciones de decenas de universidades de suspensión de relaciones con Israel.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.