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Minería
Mina de Valdeflores: de cielo abierto a subterránea, el engaño imposible
Infinity Lithium, en su nuevo diseño para la mina de Valdeflores, presenta como ejemplo a la mina subterránea de Aguas Teñidas de MATSA en Huelva, como queda explicitado en su Estudio de Prefactibilidad presentado el 14/10/2021 a sus inversores en la bolsa australiana ASX.
Así, y desde que se hiciera pública la adopción de ese prototipo, se les llena la boca de la “sostenibilidad ambiental” de las minas en galería.
Minería
Victoria parcial frente a la mina de litio de Valdeflores
Pero pasemos a ver, en lo concreto y punto por punto, las características esenciales de una mina subterránea como MATSA, contrastadas con el proyecto en galería de Valdeflores:
A. Ambas son en galería.
B. MATSA procesa 4,4 MTn/año de mineral en depósito de pasta blanda.
En el proyecto de Valdeflores los depósitos o recurso de rocas que generarían sería de 65,44 M/Tn en 26 años.
C. MATSA consta de 2 bocaminas y 2 rampas de acceso, lo establecido en minería subterránea, donde una es la vía de entrada y otra la de salida de la maquinaria. MATSA se localiza en terreno llano
El Valle de Valdeflores tiene una pendiente media del 27,5%, lo que implicaría un gran desmonte en las laderas para realizar las dos bocaminas, arrasando una gran superficie del bosque mediterráneo existente.
D. En ambas se rellena con pasta de residuos las cámaras de extracción del mineral, pero no las galerías, que son las vías de tránsito de camiones y maquinaría.
E. Ambas tienen extensas áreas de acopios de roca dura.
F. En MATSA el mineral se tritura al aire libre, y posteriormente se lleva por cintas a un almacén cubierto para luego pasar a la planta química de beneficio, donde se saca de la pulpa del mineral tras su espesado y filtración.
En Valdeflores el procesamiento de la roca dura y el mineral tiene las siguientes fases: machacado, molienda, flotación, concentrado, tostación, refinado, lixiviación, espesado, purificado, espesado, precipitado. Todos estos procesos necesitan compuestos químicos como ácido sulfúrico, sulfato potásico, sosa caustica entre otros y nitrato de amonio (ANFO) para las voladuras.
La planta industrial usa un horno de tostación que funciona las 24 horas a una temperatura de 850 grados, generando a través de su chimenea gases y humos contaminantes tan agresivos y dañinos para el medio ambiente y para la salud de las personas como los que la propia empresa reconoce: 105.379 t/año de CO2 o dióxido de carbono, 206 t/año de CH4 o metano y 62 t/año de N2O u óxido nitroso (datos obtenidos del Plan de Restauración del proyecto de explotación de Valdeflórez 2018, en su página 69)
G. El residuo con los estériles de la pulpa es espesado formando una pasta para el relleno de las cámaras, solo cabe un 40 % de la pulpa generada ya que los túneles o galerías no se rellenan pues son las vías para el paso de camiones y maquinarias.
El resto, un 60% se depositan en superficie, siendo el 60% de los estériles que salen del proceso. En Valdeflores supondrían 39,26 Mt que se depositarían en el valle de la finca Cerca del Guijarro, un espacio natural de alta biodiversidad, con numerosas especies de orquídeas, pendiente de aprobación como paisaje protegido y ubicado en la cuenca del acuífero del Calerizo, al que nutre de agua de escorrentía y que se vería afectado por los lixiviados químicos y minerales de la pulpa almacenada en superficie.
H) En MATSA la gestión de aguas cuenta con dos plantas de tratamientos y con tres balsas de aguas.
En el proyecto de Valdeflores no se menciona la necesidad de ninguna balsa de agua.
A pesar de ser una mina en galería, la propuesta de Infinity Lithium, en función de las dimensiones del territorio que ocuparía y destruiría en la Sierra de la Mosca ―que son enormes―, seguiría provocando afecciones a la salud por el polvo, el ruido, las vibraciones ,los humos tóxicos y la contaminación de las aguas
De los datos anteriores, se deduce que los directivos de Infinity Lithium (Ryan Parkin, David Valls y Ramón Jiménez) en sus presentaciones públicas del cambio del proyecto de San José de Valdeflorez, de mina a cielo abierto a subterránea, dan una información sesgada de la realidad, obviando la existencia de una planta de tratamiento químico en el proyecto, reduciendo la cantidad de residuos, ocultando la ubicación de las instalaciones, de las afecciones medioambientales y de las emisiones de humos contaminantes.
Es un claro ejemplo de oscurantismo, de ocultación de la verdad, mecanismos usados hábilmente por estos directivos para engañar a la opinión pública y conseguir sus objetivos por encima de todo, por encima de las cacereñas y cacereños, por encima de su salud y de su bienestar, solo pensando en su beneficio propio y en la consecución del mayor lucro posible.
Todo lo anterior se hace mucho más evidente si nos fijamos en la siguiente vista aérea de la Sierra de la Mosca donde se ha situado a escala 1:1 las instalaciones del área industrial de MATSA sobre el Valle de Valdeflores.
En esta, sus instalaciones, las rampas de acceso a las dos bocaminas, los acopios, los acúmulos de pasta de estériles, las balsas, los aparcamientos... ocupan 266 hectáreas de superficie, siendo sus medidas de 2,75 km de largo por 1,75 Km de ancho.
Se puede sacar como conclusión que, a pesar de ser una mina en galería, la propuesta de Infinity Lithium, en función de las dimensiones del territorio que ocuparía y destruiría en la Sierra de la Mosca ―que son enormes―, seguiría provocando afecciones a la salud por el polvo, el ruido, las vibraciones ,los humos tóxicos y la contaminación de las aguas del Calerizo.
Queda claro, por tanto, que el proyecto de mina en galería de San José de Valdeflores es igual de destructivo que el anterior a cielo abierto, un completo despropósito a 800 metros del casco urbano, del que la población cacereña está mayoritariamente en contra, buscando un futuro de calidad para Cáceres y sus generaciones futuras.