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País Vasco
Más de 10.000 personas recuerdan en Bilbao que “lo privado no es lo público”
En el coche de la Ertzaintza que abría paso en la tarde de ayer a la manifestación en defensa de la escuela pública había dos agentes. Uno no sabía decir cuánta gente había. El otro lleva años escoltando manifestaciones y no dudó: “Al principio eran unos 3.000; a la altura de la plaza Moyua ya eran alrededor de 6.000, y aquí hay más de 10.000 personas”. Los números son importantes, como el dinero: sirven para medir qué se quiere más, o menos. Y cómo de grande es ese amor.
En la explanada del Ayuntamiento de Bilbao no solo había más personas que en la plaza Arriaga hace justo un año —el 6 de noviembre de 2021 se celebró la primera manifestación en 40 años para reivindicar la educación pública—, sino que los discursos de los manifestantes anónimos que la secundaron eran más políticos. El rechazo hacia el anteproyecto de Ley de Educación elaborado por el Gobierno vasco ha crecido un año después de que se dieran los primeros pasos de una ley aupada por PNV y EH Bildu, un anteproyecto que blinda la red concertada más grande del Estado, y la segunda más amplia de Europa. El anteproyecto equipara la educación concertada con la pública y le ha aumentado la financiación, para hacerse cargo de las cuotas ilegales que llevan décadas cobrando sin fiscalización alguna por parte del Departamento de Educación.
En consonancia con el malestar popular, el discurso final de este año también fue más contundente: “Lo privado no es lo público”, leyeron Maribel López de Luzuriaga e Igone Bastida, de la plataforma convocante. Eskola Publikoaz Harro hizo una defensa de la escuela pública, de su papel a la hora de integrar a todo el alumnado, sin distinciones de clase, origen, sexo y capacidades. Mandaron a la religión fuera de las escuelas y reivindicaron el euskera y el papel de la escuela pública en el proceso de euskaldunización de miles de críos.
“Hay que acabar con la escuela concertada. Que se privatice, que cierre o se publifique”, resumió Mikel Arana, padre en Kontxa Eskola, donde las brigadas de limpieza del Ayuntamiento de Bilbao retiraron las pancartas a favor de la escuela pública de las verjas del centro
País Vasco
Educación PNV y EH Bildu solo recaban el respaldo de la escuela cristiana y de las ikastolas en su blindaje a la red privada
Diez autobuses llegaron de centros de Araba y Gipuzkoa. Agustí Agut, natural de Borriol (Castelló) vino con su pareja y dos hijas desde Gasteiz. Los adultos son euskaldunberris —“nos estamos sacando el C1”—, las niñas son euskaldunes, gracias a su escuela. Como dice en catalán, “això és molt gros [esto es muy gordo], la ley se preocupa más por proteger a la escuela concertada que de mejorar a la pública”.
Mikel Arana es padre en Kontxa Eskola de Bilbao, donde esta semana las brigadas de limpieza del Ayuntamiento retiraron de las verjas del centro las pancartas a favor de la escuela pública, y las de Gerrarik ez. “Hay que acabar con la escuela concertada. Que se privatice, que cierre o se publifique”, resumió.
La maestra Esti Olabarrieta, de un centro vizcaíno, recordaba que la escuela pública es “un valor social” y “toca defenderla ante una ley educativa que no hace de la educación pública el centro referencial del sistema vasco”. Lorea Bilbao vino desde Urduliz, donde estudia su hijo en Elorza Eskola, porque “la educación de nuestros hijos es importante y debe invertirse más en la pública que en la concertada, justo lo contrario de lo que pretende la ley”.
Kattalin Marin y Asier Arenal llegaron con sus dos niños desde Portugalete. Son una familia del centro Gabriel Celaya y recuerdan que es la escuela pública la que “acepta a todo el alumnado, a diferencia del concertado, que segrega y crea guetos”.
“El problema se resolvería aumentando la financiación hacia los centros públicos, pero por desgracia el poder de las concertadas prima en todos los partidos políticos”, apuntó Imanol Varona
Imanol Varona lleva a sus críos al Karmelo (Bilbao) y tampoco mostraba dudas: “Ahora y siempre hay que defender lo público”. No comparte el anteproyecto, asegura que el Departamento de Educación lleva “años haciendo parches y nada ha cambiado”. ¿Cómo se resolvería la situación? “Aumentando la financiación hacia los centros públicos, pero por desgracia el poder de las concertadas prima en todos los partidos políticos”, apuntó.
País Vasco
Acuerdo educativo vasco EH Bildu y PNV afianzan su estrategia para consolidar la escuela concertada replicando el fallido modelo catalán
Caras públicas
La timidez que se palpaba en la manifestación del año pasado ha cambiado. Ayer todas las personas preguntadas aleatoriamente dieron su nombre, incluso su apellido, y el centro donde acuden cada día —a excepción de una maestra—. El acto final de la manifestación de ayer contó con personajes públicos que pusieron su nombre y su arte en defensa de la escuela pública: la escritora Katixa Agirre leyó el texto que escribió para la ocasión, la travesti y música Yogurinha Borova puso la coreografía a la canción Maitatu bihotzez. En un acto lleno de críos y docentes, no faltó gente arrancándose a bailar.
Acudieron representantes políticos que defienden sin ambages la escuela pública: Miren Gorrotxategi e Isabel González de Elkarrekin Podemos, Alba Fatuarte de Alternatiba (partido de la coalición EH Bildu). Todas llevan a sus hijos e hijas a la escuela pública. También estuvo el responsable de educación de EH Bildu, Ikoitz Arrese, defensor y constructor del Pacto Educativo Vasco. Y representantes de todos los sindicatos, pero sobre todo de Steilas, mayoritarios en la educación pública no universitaria.
La medida presentada por el Departamento de Educación para evitar la segregación “convierte a los niños vulnerables en mercancía”, Lurdes Imaz (Ehige)
El índice de segregación
La coordinadora de Ehige, la Federación de Padres y Madres por la Escuela Pública Vasca, Lurdes Imaz, valoró para El Salto el nuevo índice de segregación presentado esta semana por el consejero de Educación, Jokin Bildarratz: “Convierte a los niños vulnerables en una mercancía”, resumió. Esta medida de mover a niños pobres y migrantes por escuelas se puso en marcha en Catalunya, sin éxito y con la previsible resistencia de las familias, que ven cómo deben desplazar a sus hijos lejos de sus barrios. Imaz volvió a recordar que este anteproyecto de ley ha nacido con la intención de “blindar el sistema dual en un contexto de bajada de matrícula”.
Indicó que la reserva de plazas para alumnado vulnerable ya está presente en el decreto de 2018, una estrategia que, o bien no se ha puesto en marcha, o bien no ha funcionado. La medida anunciada esta semana tiene tres años de margen para que los centros la pongan en marcha en la clase de los más pequeños (2 años o 3 años en los centros privados que carecen de aula de dos). Los conciertos se renovaron este año, para los seis próximos cursos, contando el actual.