We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Personas sin hogar
Entidades demandan un recurso habitacional específico para la población LGTBIAQ+ en situación sin hogar
En una sociedad capitalista, el sinhogarismo ha sido una realidad constante, especialmente en las grandes ciudades. Conforme los derechos sociales se recortan y por tanto, la poca inversión que se dedica a las necesidades vitales de la población, el sinhogarismo “ha diversificado sus perfiles en las últimas décadas convirtiéndolo en un fenómeno multidimensional que requiere una intervención multidisciplinar que ayude a la persona a salir de dicha situación”. Bajo esa premisa se fundamenta el informe de la Mesa Técnica de atención a personas LGTBIAQ+ en riesgo de exclusión residencial de Madrid (MAPER), y que ha trabajado a partir de los datos recogidos en 2022, por las entidades que trabajan con este colectivo. “Se habla de personas sin hogar en general desde el binarismo de hombres y mujeres, pero no hay una recogida de toda la diversidad que hay dentro del sinhogarismo, y queda invisibilizado totalmente” explica a El Salto Abraham Mesa, de la Fundación San Martín de Porres, una de las organizaciones participantes en el informe, titulado Los derechos de las personas LGTBIAQ+ son derechos humanos y los derechos humanos son derechos de las personas LGTBIAQ+.
“A día de hoy solo a un 25% de las personas que solicitan el recurso se las da una respuesta porque no tenemos plazas suficientes para tantísimas personas”
El resultado de este análisis muestra datos reveladores sobre una población invisibilizada para los recursos de servicios sociales. De 429 peticiones de personas LGTBIAQ+ con necesidad de un recurso habitacional, recibidas entre todas las entidades, solo se pudo atender a un total de 116. Lo que contrasta con la escasez de plazas disponibles, un total de 67 plazas que ofrecen entre algunas de las entidades en la Comunidad de Madrid que disponen de proyectos y plazas de alojamiento específicos para personas LGTBIAQ+ sin hogar. Así lo confirma Clara Castillo, de Apoyo Positivo, otra de las entidades de la mesa MAPER: “A día de hoy solo a un 25% de las personas que solicitan el recurso se las da una respuesta porque no tenemos plazas suficientes para tantísimas personas”.
Por su parte, Juan Daniel Ugalde, trabajador social y compañero de Abraham en la Fundación San Martín de Porres, reconoce que la mayoría de las plazas de alojamiento que gestionan las organizaciones sociales son recursos estables que ofrecen una permanencia de hasta un año, con lo cual, admite, “como hay tan pocas y la temporalidad es tan grande el movimiento de plazas es muy pequeño”. Esta fundación atiende hasta 27 personas en los pisos que gestiona.
La investigación refleja que la capacidad de respuesta está condicionada no sólo a los propios límites en la oferta de estas plazas estables sino también a la ausencia de plazas de emergencia temporales con las cuales cubrir las situaciones de emergencia. “Cuando surge la urgencia de que una persona se queda en la calle porque sus padres se acaban de enterar que es una persona LGTBIAQ+, desde las entidades no podemos responderle adecuadamente la mayoría de las veces, teniendo que ser asistidas desde otro tipo de recursos generalistas, sin que haya un trabajo específico” describe Ugalde. El trabajador social se refiere a la derivación que se hace de estas personas LGTBIAQ+ hacia la red normalizada de recursos para personas sin hogar. El convivir con personas no LGTBIAQ+ y las situaciones complicadas que se dan en la red de albergues municipales pueden generar situaciones de violencia, lo que lleva a “una reamarización, de nuevo, para que no se les note lo que son. El armarizarse para eliminar situaciones de estrés hace que al final tengas más estrés también porque no eres quien tu eres”, interviene Mesa. En ello insiste su compañero: “Tener que vivir en un albergue generalista donde además no se suele trabajar la diversidad genera muchas veces que te tengas que volver al armario porque no puedes expresarte”. A ello también se refiere Castillo desde Apoyo Positivo, “Es una realidad que pasa, por desgracia, con demasiada frecuencia. Después de que han salido del armario con sus familias y sus entornos es, otra vez, volver a dar pasos hacia atrás”.
“Tener que vivir en un albergue generalista donde además no se suele trabajar la diversidad genera muchas veces que te tengas que volver al armario"
La invisibilidad de este colectivo la constataron las entidades cuando fueron a los centros municipales donde los mismos trabajadores sociales no tenían registros de personas LGTBIAQ+. “Que la gente no se identifique como tal no significa que no hubiera. Los estudios internacionales hablan en su gran mayoría que en torno a un 25% de personas sin hogar son LGTBIAQ+, entonces, ¿cómo no vamos a tener estas personas en estos los albergues? Claro que las hay, pero que no se atrevan a expresarse, es otra cosa” argumenta Juan Daniel. Por otro lado el informe también observa que las personas se pueden ver obligadas al ejercicio de la prostitución, u otras vías de acceso a ingresos económicos, que les permita mantenerse en algún alojamiento, aunque este sea de extrema precariedad.
LGTBIAQ+
Día de las personas no binarias El primer estudio a nivel estatal sobre personas no binarias visibiliza sus necesidades y demandas
Más población joven y migrantes
De acuerdo al informe, la edad media de las personas atendidas por las diferentes entidades que conforman la mesa MAPER es de 29 años, es decir, principalmente joven. Los motivos que aducen estas personas al quedarse sin hogar guardan relación con la expulsión del domicilio familiar o bien con su proceso migratorio forzado por la necesidad de huir de su lugar de origen. Las diferentes entidades exponen haber atendido en un 65% a hombres cisgénero, muy por encima de las mujeres cisgénero con el 16%, seguidas por las mujeres trans con el 14%, los hombres trans un 2%, y de género no binario solo un 0,1%. Estos datos reflejados en el informe representan una media de edad muy por debajo de la expuesta para personas sin hogar en general.
Los datos reflejados en el informe representan una media de edad muy por debajo de la expuesta para personas sin hogar en general
Una de las principales barreras para la inclusión, además de la nula existencia de plazas en albergues públicos antes mencionada, es la situación administrativa de las personas usuarias, que implica necesariamente mayores plazos de atención si el objetivo es evitar que las personas retornen a situación de calle. En este sentido la cuestión más importante que resalta el informe es el empadronamiento. Desde la Fundación San Martín de Porres señalan que desafortunadamente muchas veces depende de las oficinas a las que se acuda y de los requisitos que les exigen. “Cuesta muchas reuniones el acompañar a las personas a hacer los trámites. Incluso las personas que están de cara al público en las administraciones ponen trabas ellas mismas” señala Abraham Mesa.
En cuanto al origen de las personas que han recurrido a las entidades LGTBIAQ+, un 12,7 % eran españoles/as, un 86,9 % pertenecían a países extracomunitarios y solo un 0,4 % a un país comunitario. Entre las personas procedentes de países extracomunitarios, Colombia (26,6 %); Venezuela (21,5 %), Perú (7,7 %) y Marruecos (5,2 %) son las principales nacionalidades registradas. Una dificultad añadida cuando se trabaja con personas migradas es que los procesos de regularización son más largos y complejos para ellas. “Actualmente tenemos una gran parte de población migrante en los recursos habitacionales y nos encontramos que apenas podemos abordar nada por temas tan básicos como el empadronamiento, sin el cual, en la ciudad de Madrid, no se te atiende en ningún sitio” recalca Juan Daniel.
El trabajador social apunta que, a pesar de que existe el decreto 2020/194 por el que se homogenizan los criterios para el empadronamiento en la red de Servicios Sociales municipales del Ayuntamiento de Madrid, muchas veces “depende de la buena praxis del trabajador o trabajadora social de turno que lo quiera hacer. Esto hace que se alarguen los procesos. Hoy en día, también, pedir cita para los solicitantes de asilo está bloqueadísimo. Todo eso hace que se alarguen las estancias y que no podamos tener cierta movilidad en los recursos”.
“Cuando una persona accede a una de nuestras plazas, ya ha estado durmiendo en la calle con el desgaste físico y emocional que llegan, es brutal”
Recursos especializados
“Las noches y los días de la gente que se queda en la calle no son nada fáciles. Cuando una persona accede a una de nuestras plazas, ya ha estado durmiendo en la calle con el desgaste físico y emocional que llegan. Es brutal”, puntualiza Castillo desde Apoyo Positivo, organización no gubernamental con más de 30 años de trabajo, y que ha ido cambiando sus prioridades de acuerdo a las demandas de la población LGTBIAQ+. Esta organización la crearon médicas y médicos del hospital de la Paz para ayudar a personas que estaban muriendo por Sida en aquella época. ”Obviamente todo ha cambiado muchísimo y eso ya no es necesario”, apunta Clara, a la vez que señala que ahora lo importante es conseguir crear recursos especializados para las personas LGTBIAQ+ no solo con problemas de alojamiento sino con problemas de de adicciones, algún tipo de discapacidad y, o de salud mental.
En concreto Apoyo Positivo tienen un piso con seis plazas y la estancia máxima es de un año, aunque se va renovando mes a mes según se van cumpliendo los objetivos que se van pactando con las personas usuarias. Castillo indica que en su entidad se busca un plan integral, no solo el piso, por tanto realizan actividades de acompañamiento a través de orientación laboral, formativa, plan de ahorro, redes sociales, sanitario, administrativo... “Lo que queremos es que para cuando estas salgan de los recursos, salgan habiendo cumplido todos esos objetivos y sean totalmente independientes y no necesiten ayudas”.
“Lo que se necesita es que se dé la importancia necesaria para dar continuidad y estabilidad a los proyectos y que permita el crecimiento de plazas“
LGTBIAQ+
Delitos de odio La desconfianza en la Policía dificulta la denuncia del odio contra las personas LGTBIQ+
Propuestas
Con todo lo expuesto por el informe, no son pocos los retos a los que se enfrenta esta mesa técnica de atención a personas LGTBIAQ+ en riesgo de exclusión residencial de Madrid. Les preocupa el aumento exponencial de solicitudes de plaza en recursos de alojamiento específicos para este colectivo, con respecto a otros años. Es por ello que en la parte final del informe se añaden una serie de propuestas para abordar a corto y medio plazo. Entre ellas, el aumento de fondos y la estabilización de los mismos para aumentar la capacidad de respuesta de las entidades con más plazas de alojamiento y la creación de un recurso de emergencia específico para personas LGTBIAQ+ sin hogar. “Lo que se necesita es que se dé la importancia necesaria para dar continuidad y estabilidad a los proyectos y que permita el crecimiento de plazas, o bien, que la propia red pública de alojamiento para personas sin hogar creara un centro de estas características”, subraya Juan Ugalde.
Asimismo reclaman recursos que atiendan problemáticas específicas de población LGTBIAQ+ con problemas de adicción, discapacidad, salud mental, así como planes de mejora de la empleabilidad que permita su inclusión social a través del ejercicio laboral. No menos importante apunta a una mejora del sistema de asilo, con especial atención a las personas que huyen de sus países por razón de LGBTIfobia. “Tenemos que trabajar todas esas cosas con las persona para que pueda seguir avanzando” estima Clara Castillo, de Apoyo Positivo. Desde la mesa MAPER consideran que la falta de atención a nivel residencial en recursos específicos puede conllevar otros riesgos para estas personas.
Castillo resalta, de entre las propuestas del informe, la importancia de crear la comisión de buenas prácticas para que se pueda supervisar el cumplimiento de los criterios que permitan a las personas ejercer su derecho a ser empadronadas en servicios sociales municipales. Castillo constata que la consecuencia de que una persona no tenga padrón le cierra muchísimos recursos y servicios a los que pudiera acceder. “No puede acceder a servicios sociales, a determinadas formaciones, a la sanidad y en caso de estar en situación de calle no puede acceder a determinados comedores. Por eso es importante crear esa comisión que verifique si se está cumpliendo la ley”.
”Si vas sumando opresiones o traumas, situación migratoria o las propias de cada identidad pues es que se necesitan recursos especializados integrarles que traten las cosas que van más allá del sinhogarismo”
En resumen, el informe de las entidades que forman la mesa MAPER reclaman más recursos económicos y más recursos especializados para la población LGTBIQ+ en situación de calle, que obedezcan a las necesidades específicas del colectivo. “Hay unas especificidades que vienen dadas por las vivencia de estas personas. Si vas sumando opresiones o traumas, situación migratoria o las propias de cada identidad pues es que se necesitan recursos especializados integrales que traten las cosas que van más allá del sinhogarismo”, concluye Abraham Mesa.
Las entidades participantes en la Mesa MAPER, autoras del informe, son: Apoyo positivo, Asociación Arcópoli, COGAM, Fundación 26 de Diciembre, Fundación Eddy-G, Fundación San Martín de Porres, Imagina Más, y el Programa Madrileño de Información y Atención LGTBI.