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12 del mediodía, sábado, frontón Astelena de Eibar, ciudad exponente por excelencia de la fabricación de armas. En un acto doblemente simbólico y nostálgico donde se juntaron más de 1.500 personas, el Mugimendu Socialista presentó Euskal Herriko Kontseilu Sozialista (EHKS), que asumirá las labores de portavocía del movimiento.
También será la organización de referencia a la hora de mutar hacia un partido comunista. Además de esto, resaltaron que el objetivo de la organización es “la hegemonización del comunismo en el nuevo proletariado” y marcaron la hoja de ruta para llegar a este punto.
Fuentes de EHKS consultadas por Hordago aclaran que no se trata de una formación “institucional”, sino “un partido dentro de un movimiento como lo pueden ser KAS, Laia o Hasi”.
Con las elecciones autonómicas vascas a pocos meses, a la espera de conocer la fecha que designará el lehendakari Iñigo Urkullu, saltaban las dudas de si EHKS podría entrar en el tablero político. La respuesta es que no. De momento. Uno de sus portavoces, Ander Goiatxe, se encargó de aclararlo en una entrevista radiofónica. “No vamos a acudir a las elecciones al Parlamento Vasco del año que viene, ni tampoco a las europeas, pero no descartamos de ninguna manera hacerlo en el futuro”, apuntó.
“Se trata de un partido dentro de un movimiento como lo pueden ser KAS, Laia o Hasi”
De manera más técnica, según el documento estratégico, los elementos centrales del modelo de partido comunista actualizado que plantea la estrategia del EHKS son los siguientes: “la doble estructura de consejos socialistas en producción y del poder y el partido comunista como obrero colectivo compuesto de órganos de poder; la construcción de organizaciones transitorias de frentes, de carácter socialista, para la recomposición del proletariado revolucionario frente a la fragmentación y la ideología burguesa”.
Doble movimiento: táctica cultural y escala territorial
También existen dos cuestiones complementarias que quedan más explícitas en el documento de título ciertamente pretencioso, “Bases estratégicas para la composición internacional del comunismo”. Este apartado plantea una nueva táctica cultural para la fase de construcción del partido comunista y una actualización de la dimensión de escala territorial del partido.
Respecto a la construcción de este, en un esfuerzo por consolidar y fortalecer su presencia, la organización adopta la táctica de unificación. Ello implica, en sus palabras, la fusión de destacamentos y la expansión coordinada del movimiento, integrando una estructura militante diversa de escisiones y destacamentos previamente dispersos geográficamente.
Simultáneamente, refiriéndose a la formación de conciencia socialista, se refieren a la función “educativa” del partido, “crucial para la existencia de un orden civilizatorio superior.” Esto es, una base militante con una función específica: la lucha cultural por la hegemonía.
Respecto a la construcción del partido, en un esfuerzo por consolidar y fortalecer su presencia, la organización adopta la táctica de unificación del proletariado
¿De qué manera se entiende esto? “Propaganda, agitación, elección y ejecución de las luchas de forma acertada, aplicación acertada del discurso de coyuntura que despliegue la estrategia y explica cada lucha como momento del proceso, etc”. En otras palabras, confrontar en público con el enemigo, la elección correcta de dichos escenarios, la cohesión de la propaganda y el discurso en esa dirección, y que la “organización-movimiento” sea también una “fuerza efectiva que suprime toda forma de violencia sexual, de género, étnica, racial, etc.”
Tras lo mencionado entra en juego la escala organizativa territorial y la cuestión nacional. De un lado, evitando la tendencia habitual de los movimientos comunistas vascos de ser absorbidos por Madrid, aunque sin salir de cierta ambigüedad, se indica que deben existir “consejos que sean capaces de actuar de referentes del partido en cada territorio y participar en el debate político nacional”. Pese a ello, se descarta explícitamente “la idea de la revolución en un sólo país".
Por otro lado, en una pata menos pragmática sino incipientemente programática, se plantea el “derecho de autodeterminación leninista”, aunque no bajo el derecho formal burgués, “puramente negativo”, sino de acuerdo “a una reformulación directamente unida al programa socialista, al programa del estado comuna supraestatal”
En este caso, no se detallan los pasos para llevarlo a cabo.
El nuevo discurso
Después de cinco años desde que se anunciara la escisión de la izquierda abertzale bajo el nombre GKS (Gazte Koordinadora Sozialista), el ambiente en el frontón fue cálido y los asistentes derrocharon ilusión. En plena crisis capitalista, “el comunismo, como programa político, tiene más actualidad que nunca”. Durante el evento, también se señaló la incapacidad del capitalismo para ofrecer a una parte importante de la clase trabajadora unas condiciones de vida dignas y afirmaron que “el capitalismo, en cierto sentido, ha tocado techo”. En cierto sentido.
La presentación de esta nueva organización también mostró el discurso que se destilará en los próximos tiempos. Desde su habitual petición a “organizar la alternativa socialista, una llamada a organizarse contra la dominación del capital o construir el poder obrero contra los empresarios y el Estado”. Hasta una nueva hoja de ruta con una serie de claves para alcanzar un Estado socialista alternativo, según han explicado, e “imprescindibles” para “articular una conciencia, una actitud y una alternativa de clase contra lo que tenemos enfrente”.
En plena crisis capitalista, “el comunismo, como programa político, tiene más actualidad que nunca”.
Así, EHKS asume el reto de convertir el comunismo en una “opción política real” para “la transformación de la realidad de miseria” dentro del “imaginario obrero”. Además, expresan la necesidad de recorrer “nosotros mismos [...] el camino de nuestra libertad, defender los intereses universales del proletariado y construir de manera eficaz el poder obrero”. Es precisamente esta labor la que considera que debe realizarse “fuera de los esquemas organizativos y de principios que reproducen los partidos burgueses” para “abrir un nuevo ciclo político revolucionario” será necesario “extender la organización proletaria más allá de nuestras fronteras, a nivel europeo e internacional”.
En la hoja de ruta presentada para Euskal Herriko Kontseilu Sozialista se enumeraron siete cuestiones prioritarias: la lucha contra el autoritarismo estatal y el fascismo, la guerra y la OTAN, el encarecimiento de la vida, la amnistía de los presos políticos, la autodeterminación, la opresión a las mujeres trabajadoras y la destrucción de los ecosistemas.
Al final del acto los portavoces de EHKS saludaron a “todos los camaradas que en otros muchos territorios están dando paso a la organización independiente del proletariado”. Una alusión a la mayoría de las juventudes ligadas al Partido Comunista de España que, tras un congreso extraordinario, rompieron con la formación para constituirse en la Unión de Jóvenes Comunistas y abogar por la “unificación comunista” en torno al Mugimendu Sozialista.
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Las "teorías" son válidas casi todas, ahora bien, pensar y montar un partido comunista en este siglo, así, a pelo. Claro, pero las pancartas ponen "socialismo" en Eibar.
Yo Yo Yolanda Díaz quiere formar grupo en Euskadi. Ahí, podéis coger representación, además NO hacen primarias.
Cuándo se sufre lo que ha soportado la Izquierda abertzale, durante tantos años: "ilegalizaciones, muertos, torturas, cierre de periódicos, procesos judiciales, asesinatos, escuchas ilegales. . ."
NO os confundais de enemigo, buen viaje al centro del comunismo en pleno siglo XXI.
Uno se pregunta después de leer esto si la noticia no será de 1923 más bien que de 2023.
Yo pensaba que el feudalismo que vivimos es de 1900, pero el marxismo, esta mas vigente hoy que nunca. Si no es así ¿porque le temen tanto? Hay otra salida, habla pueblo habla, pero sin ferreras, marhuendas y muchos perilñistos y jueces en excedencia forzosa, así como muchos militares también. Claro como la libertad es tomar cañas, yo pensaba que era tener una vivienda, un buen sueldo y trabajo, comer tres veces al día, colegios sin curas ni chamanes, pero eso es de 1900 ¿verdad?
Ser "creyente" te quita parte de la "visión" total del problema real. ¿Quién, o quienes pueden quitar a los ferreras, marhuendas y camarillas?. Esos precisamente tienen el altavoz del régimen implantado, (mucho antes del 78). Sin "memoria", con un P$0E "bipartidista", y eso que llaman Sumar; que sencillamente es otra ecuación más para dividir, enfrentar y asquear las ideas de progreso, federalistas y republicanas. . . ¡Por esto ganan en Madrid los "topos" sociales!
Supongo eres jóven, y tienes bastante razón. Por desgracia, estas ideas ya no atraen a casi nadie. El tiempo te lo hará ver muy probablemente. Un saludo.