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Cumbre Social Granada
De blindajes y criminalización de las personas migrantes
Cumbre europea en Granada en los pasados 5 y 6 de octubre. A la Presidencia española del Consejo de la UE le correspondía, entre otros puntos, someter a debate y votación el Pacto Europeo de Migración y Asilo. Podría calificarse como una decisión lógica e inteligente el traer a Andalucía a 51 líderes de los estados de Europa. Desde Andalucía les podría ser fácil asomarse al Mediterráneo y al Atlántico para contemplar las aguas que diariamente ahogan vidas y producen terrores de muerte a personas migrantes.
Podrían tener la oportunidad de acercarse a las personas, adultas o niños, cuando dejan la patera o el cayuco y pisan suelo europeo. Mirándolos a los ojos podrían preguntarles: “¿Cómo te llamas? ¿De dónde vienes? ¿Cómo te has atrevido a tanto riesgo? ¿Quién o qué te ha forzado a dejar casa y familia?”. Después de escuchar respuestas y hacer un ejercicio de empatía, podrían preguntarse: “¿Tendrá Europa autoría en tanta muerte y en tanto sufrimiento? ¿Tendré yo, como gobernante político europeo, alguna responsabilidad?”.
Efectivamente, es de ilusos pensar que los políticos que gobiernan Europa estuvieran dispuestos a aprovechar esta oportunidad que les ofrecía Andalucía. Se desconoce si los mandatarios europeos han respondido a esas preguntas en la lejanía, aunque las mismas sean imprescindibles para una gobernanza europea ajustada a los Derechos Humanos de las personas migrantes. Lo suyo es el blindaje y una Granada blindada es lo que les ha ofrecido el Gobierno anfitrión.
Ha quedado claro que no hay protocolo, ni voluntad de que lo haya, para conectar a los gobernantes europeos con los gobernados andaluces
Sin embargo, esperando encontrar alguna sensibilidad en los gobernantes europeos, miles de personas del pueblo andaluz quisieron hacerles llegar sus voces y sus voluntades. La manifestación fue impulsada por la Cumbre Social de Granada y participaron alrededor de 50 colectivos. Ha quedado claro que no hay protocolo, ni voluntad de que lo haya, para conectar a los gobernantes europeos con los gobernados andaluces. El Gobierno central prohibió toda reunión y manifestación y fue el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el que autorizó la manifestación del 5 de octubre, poniendo 4 kilómetros de distancia entre unos y otros.
Celebrada la Cumbre de Granada, el resultado relativo a la migración ha sido decepcionante y preocupante. Entre otros compromisos previos, estaba el Tratado Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, adoptado en Marrakech en 2018 por todos los estados representados en Granada. En él se comprometían a establecer vías seguras para que las personas puedan ejercer su derecho a migrar. El compromiso no se ha cumplido y en Granada ha quedado demostrada la voluntad de continuar el incumplimiento.
Aunque resulte evidente que el incumplimiento de este compromiso obliga a hacerse cargo de las consecuencias, los gobiernos europeos seguirán repartiendo culpas y responsabilidades, haciendo gala de su cinismo tras cada nueva tragedia en nuestros desiertos y mares.
El Pacto de Migración Europeo votado por mayoría cualificada y vetado por Hungría y Polonia por no aceptar que exista solidaridad ni en grado mínimo, refleja una inhumanidad bochornosa. Toda la riqueza de humanismo, civilización y solidaridad que han caracterizado a la Europa que produjo la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el año 1948, han dejado de existir por la acción y la omisión de sus dirigentes políticos, sometidos al poder económico del Norte global.
Europa
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Estas son sus consecuencias: criminalización de la solidaridad, pues los rescatadores de náufragos podrán ser penalizados; los solicitantes de asilo podrán estar detenidos sin juicio hasta 20 semanas en tierra de nadie mientras se tramite su solicitud de asilo, sin ningún derecho mientras tanto; en casos de crisis migratoria de refugiados (¿Quién la determina?), los solicitantes de asilo podrán ser repartidos por Europa salvo pago de 20.000 euros por persona rechazada; aumentarán las repatriaciones; se intensificará la política de externalización de fronteras; regímenes autoritarios, milicias armadas, guardacostas piratas, mediante financiación europea, podrán detener y rechazar a todo migrante sin ningún respeto a sus derechos.
Las posibles causas de la migración parece que no han merecido la más mínima atención en la Cumbre. Entre ellas: tratados leoninos de comercio; deuda impuesta; catástrofes climáticas ocasionadas por el Norte global; extractivismo de la riqueza energética, mineral y forestal; gobiernos títere, violentos y corruptos que facilitan la explotación neocolonia. De quitar las zarpas del maltratado continente africano nada escucharon los leones de la Alhambra.
En lugar de degradar la palabra solidaridad, Europa, al abordar la migración, debe actuar en justicia, principio que conlleva la reparación del daño causado. Llama la atención la actitud del Gobierno anfitrión que, autoproclamándose progresista, considera la Cumbre de Granada como un triunfo de la solidaridad, cuando en lo que se ha progresado es en una propuesta de planes y medidas de detención, rechazo y expulsión de las personas migrantes. Formas de entender la solidaridad y el progreso.