Energía nuclear
Fusión nuclear: del Grial energético al empeño autodestructivo

Frente a los cantos de sirena mediáticos haciéndose eco de los “recientes” —y científicamente opinables— avances en Estados Unidos con esta fuente de energía, una crítica desde la experiencia histórica reciente y la mirada ecológica.
Fusión nuclear
Fotografía: Panel de control Tokamak del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Steve Jurvetson.
Ingeniero, politólogo y periodista. Profesor jubilado de la Universidad Politécnica de Madrid. Premio Nacional de Medio Ambiente (1998)
19 dic 2022 07:00

Así de claro: hacia 1975, cuando la revuelta antinuclear rechazaba en todo Occidente las centrales nucleares de fisión, se nos dijo que sí, que eran imperfectas, pero que, en cuestión de unos años, hacia 1985, ya habría fusión nuclear, perfecto hallazgo del esfuerzo científico de la humanidad. Llegó 1985 y, como no hubo nada, más allá de inversiones cuantiosas en dos o tres instalaciones que no llegaban ni a prototipos, se desplazó para el mágico año 2000 tan espectacular promesa. En la transición entre siglos tampoco hubo novedad y entonces se cifró el momento para esa energía siempre calificada de inagotable, limpia y barata en el 2015 o así, años en los que continuó el silencio y ya dejaron de hacerse previsiones. Hasta hoy, cuando de nuevo resurge esta serpiente energética con la crisis, cuando se quiere hacer tabla rasa de esa historia de promesas interesadas ¡con las mismas notas de siempre!

Los críticos de la manipulación del átomo, del juego peligroso con las radiaciones ionizantes y del empeño en el crecimiento indefinido, sea energético, sea económico, insistíamos en que esa promesa tantas veces formulada era, a más de engañosa por contraria a las leyes de la naturaleza concretamente las de la física inevitablemente estúpida, por ignorar las limitaciones del planeta, de sus recursos y, en consecuencia, de sus expectativas.

Energía nuclear
La nuclear no ayuda en la lucha contra el cambio climático
La nuclear no puede contribuir de forma significativa a un sistema energético neutro desde el punto de vista climático, según los científicos alemanes.

Tratando de resumir esta “novedad esperanzadora” de una “energía ilimitada, limpia y barata” pueden revisarse estas realidades, tanto derivadas de la historia como de la ciencia y la tecnología, pero sobre todo de la naturaleza y sus leyes, así como de la crisis ecológica global. Así que lo primero que hay que decir es que promesas como esta de ahora las venimos recibiendo desde los años 1970, con la “explosión” de la fisión nuclear (aunque la estulticia general que provoca se data veinte años antes), sin avances sensibles ni creíbles.

En segundo lugar, y reafirmando lo anterior, persiste, inevitablemente, la imposibilidad de dar fechas realistas para gozar de tan fausto anuncio, adelantando, sin fundamento alguno, plazos de años, decenios... Y hasta el erudito, pedagógico y amistoso Manolo Lozano Leiva, catedrático de Física Atómica, que he conocido entusiasta hasta el fanatismo de la bondad del átomo, se muestra dubitativo, inseguro y hasta irónico al atribuir (con la razón de la experiencia) a la algarada de esta vez ni más ni menos que unos 40 años para alcanzar la producción comercial de electricidad (aunque podría haber aludido a 80, tan etérea es la especie propalada). Ni idea de cuándo, pues, es lo que debieran reconocer unos y otros.

Lo primero que hay que decir es que promesas como esta de ahora las venimos recibiendo desde los años 1970, con la “explosión” de la fisión nuclear (aunque la estulticia general que provoca se data veinte años antes), sin avances sensibles ni creíbles

A continuación, hay que someter a dudas radicales la esencia del éxito difundido, eso de que por primera vez se ha logrado una “ganancia neta”. O sea que, en el proceso de fusión, por intermedio de un potentísimo láser, “se ha obtenido más energía de la empleada”. Esto es imposible, en principio, en la naturaleza, pero incluso cuando el balance energético estrictamente perseguido parece ser así (trasladándonos de una forma energética a otra), se ignora sistemáticamente el ciclo completo de los materiales utilizados, con las (generalmente) altas exigencias energéticas de su procesado.

La cuarta nota es que la fusión nuclear pretende, desde siempre, mantener vivo el mito de la energía inagotable, del movimiento perpetuo, de la piedra filosofal que abre caminos extraordinarios, cuasi sobrenaturales, cumpliendo sueños (pretendidamente) anhelados por la humanidad. No solo se olvida que la “energía ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma”, sino que esa perspectiva de un recurso sin fin pretende basarse en la abundantísima presencia en el agua del hidrógeno, en cuyos átomos, o isótopos, se basa la reacción de fusión. Y se dejan de lado las limitaciones de los numerosos materiales que han de ponerse en danza en unos sistemas energéticos que necesitan de cientos de millones de grados para lograr su fin. También aquí, como en el caso del “hidrógeno verde”, la obtención de este elemento es altamente energética. Hay que tener en cuenta, además, que en un momento de crisis energética provocada por las sanciones a Rusia de Occidente, con encarecimiento e incertidumbre, ofrecer una promesa de energía “ilimitada” es de lo más sospechoso, por lo oportunista; y se reconduce por el camino contrario al que debieran señalar las circunstancias: o sea, que hay que consumir menos energía y de las formas menos peligrosas y conflictivas.

Que la fusión nuclear es ¡por fin!una energía limpia y segura es de lo más tierno. Que no hay radiactividad, que no se producen residuos radiactivos, que el proceso está confinado… Milongas incomprensibles en las que persiste esa “gran ciencia” del sobredimensionamiento material, la voracidad energética, la peligrosidad tecnológica derivada de su altísima complejidad, las exigencias de hiperfinanciación… y las crecientes necesidades de convencer a la gente para que la acepte.

Moda y servidumbre de los tiempos, la principal ventaja ambiental que se atribuye a esta energía de fusión es la de que no emite carbono y, por lo tanto, posee la providencial ventaja de combatir el cambio climático. Una estupidez de envergadura, semejante a la que cometen los que atribuyen al coche eléctrico la salvación climática

Moda y servidumbre de los tiempos, la principal ventaja ambiental que se atribuye a esta energía de fusión es la de que no emite carbono y, por lo tanto, posee la providencial ventaja de combatir el cambio climático. Una estupidez de envergadura, semejante a la que cometen los que atribuyen al coche eléctrico la salvación climática. Primero porque, de nuevo, el ciclo completo material-energético implica enormes emisiones de CO2 y, segundo, porque ¿qué y cuánto importa a las instituciones científicas (no digamos las políticas) internacionales el carbono, su huella y el efecto invernadero? Las grotescas reuniones climáticas de las COP lo dicen claramente: casi nada. La saga de la fusión no pertenece a empeño alguno por reducir la huella del carbono o la amenaza climática, sino que persigue un (vulgar) mundo prometedor de inversiones y de resultados, a partir de un colosal gasto público.

El séptimo punto sería ese, precisamente, el de sus costes astronómicos, lo que sin embargo se quiere trivializar bajo la espectacularidad de sus otras dos notas inagotable y limpia que fuerzan a la adhesión entusiasta, acrítica por supuesto. La trampa económica viene apoyada en que todo esto investigación de género militar, pruebas sin verdadera confirmación, alucinaciones científicas lo cubre el dinero público, lo que lleva a un estruendoso escamoteo de costes, a cálculos sin relación con la realidad y al escaso entusiasmo en un sector, el eléctrico, que pretende seguir siendo privado y que no puede olvidar el gigantesco descalabro de los proyectos nucleares de fisión de los años 1970 y 1980.

Es muy bueno, también, el eslogan de que la fusión es “la energía del futuro”, sobre todo porque omite definir de qué futuro se trata. En cualquier caso, este es el elemento de mayor optimismo de todo el enunciado triunfalista de la fusión nuclear y, al mismo tiempo, el más cínico, ya que viene a formularse en un momento histórico que se ha de describir como un eslabón consecuente con la catastrófica cadena de fracasos de nuestra historia, fracasos entre los que sobresale el energético-ambiental, que lleva al planeta, es decir, a toda nuestra “civilización”, al hundimiento. Los enloquecidos propagandistas de la fusión prefieren no imaginarse cómo serán nuestros países —social y ambientalmente hablando— en 40 años, si es que tomamos esta cifra para contentar a los más optimistas. Y, si fuesen capaz de razonar con normalidad, tendrían que convencer de que es precisamente la fusión nuclear la que puede mejorar en algo sustantivo esa palpable e incontenible deriva hacia el desastre.

La trampa económica viene apoyada en que todo esto —investigación de género militar, pruebas sin verdadera confirmación, alucinaciones científicas— lo cubre el dinero público, lo que lleva a un estruendoso escamoteo de costes, a cálculos sin relación con la realidad

En penúltimo lugar hay que subrayar el empeño de la mayor parte de los medios de comunicación en seguir creyendo en estas “novedades”, sin reparar en su carácter de “dosificación manipulada”, tanto por su frivolidad científica como por el oportunismo político evidente, haciendo tabla rasa del necesario espíritu crítico y de su pretendida sensibilidad ambiental cuando les llega un asunto con mucho de milonga, como éste. Un papanatismo indemne al paso del tiempo, con sus chascos asimilables a una tomadura de pelo, y que ignora cualquier sociología de la ciencia.

Energía nuclear
La nuclearización del espacio
Varios artículos apuntan a que la NASA pretende aplicar la energía nuclear para la exploración y colonización del espacio exterior tras décadas de ocultar las consecuencias e implicaciones de sus investigaciones.

En último lugar (y sin dar por concluido el recuento de la nutrida farsa de la fusión), estos últimos hallazgos publicitados por el laboratorio Livermore, de California, son neto producto de la investigación para la guerra, ya que se trata de una institución creada y dedicada al trabajo con armas nucleares, en este caso termonucleares, o bombas de fusión, con muy generosa financiación pública, aunque gestionada por manos empresariales. Asistimos, pues, a ese avance incontenible de la ciencia física, en su versión atómica, tocada por la guerra y la muerte desde hace tiempo, pretenciosa y necrófila, que acumula sobre sus espaldas, desde la Segunda Guerra Mundial (Barry Commoner dixit) una parte significativa del desvarío de la humanidad, secuestrada por esas manos privilegiadas de cofrades científico-militares ajenos al bienestar global y a la seguridad de las personas, manejados como están por implacables intereses político-hegemónicos. Que también la fusión nuclear es una energía maldita, y ningún relanzamiento político o enajenación científica podrá evitarlo: será rechazada, como la de fisión, allá donde las sociedades retengan un mínimo de libertades públicas, y no conocerá la paz ni el reconocimiento.

(Esta nueva irrupción de la “energía de las estrellas”, como dice la propaganda, se produce, en esta coyuntura terrible de 2022, en un marco obsesivo de consumo, suministros y reservas en relación con los hidrocarburos causantes de gran parte de las desdichas del planeta, así como con multiplicación de proyectos que, como los relacionados con el “hidrógeno verde”, los parques eólicos, las plantas fotovoltaicas o las nuevas centrales hidroeléctricas, auguran una gran oleada de conflictos, ya que se hace necesario combatir este panorama insensato que nos desliza, aceleradamente, por el camino de las catástrofes, tanto ambientales como sociales).

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Tribuna
Tribuna Para acabar de una vez con las nucleares: sobre el último intento de prolongar la vida de las centrales
Los voceros de la nuclear han encontrado la oportunidad ideal para difundir sus bulos con el apagón del 28 de abril. Quieren generar polémica para mantener operativa una infraestructura innecesaria, peligrosa y que genera residuos incontrolables.
Capitalismo
Opinión Araba frente a la nueva fiebre verde: cuando la transición energética amenaza a la tierra común
Más de 80 macroproyectos energéticos y una red de alta tensión planean atravesar Araba, vendiéndonos la transición verde mientras arrasan bosques, pastos y comunidades rurales. Pero este territorio ya conoce otra forma de gestionar la energía.
Energía
Energía La organización colectiva, el verdadero kit de supervivencia en tiempos de emergencia y caos
Decenas de centros sociales, cooperativas y grupos autogestionados de vecinos en todo Madrid hicieron frente a los embates del parón eléctrico a través de improvisadas iniciativas comunitarias.
Ángel Sánchez Corral
19/12/2022 16:41

Pedro, tan certero y comprometido como siempre.

0
0
Investigación
Investigación Varios refuxiados denuncian á ONG Rescate Internacional por explotación laboral e agresión sexual
A Garda Civil investiga o centro de Mondariz-Balneario tras varias denuncias por parte de voluntarios migrantes que aseguran traballar sen contrato a cambio de 50 euros semanais. A ONG xestiona 1.700 prazas do programa estatal de acollida.
Comunidad de Madrid
Luis A. Ruiz Casero “Durante la transición la cárcel de Carabanchel albergó a más presos que en algunos años del franquismo”
De los presos franquistas que construyeron el penal, pasando por los que fueron fusilados, hasta los revolucionarios que pusieron patas arriba el centro penitenciario con iniciativas como la COPEL, Luis A. Ruiz Casero ofrece en 'Carabanchel. La estrella de la muerte del franquismo', un documentado homenaje a las luchas de las personas internas.
Industria armamentística
Genocidio Las relaciones armamentísticas de España e Israel han sido “más lucrativas que nunca” desde octubre de 2023
Un informe del Centre Delàs señala diferencias significativas en las armas que España dice que ha vendido a Israel y las que Israel registra. Las empresas israelíes han firmado 46 contratos con las administraciones por más de mil millones.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
Opinión
Opinión ¡A la mierda Europa!
Hay otra Europa que es víctima de la Europa neoliberal y belicista que apuesta por la industria de las armas a costa de los derechos sociales, es una Europa que se muere de vergüenza cada vez que ve imágenes de Gaza o Cisjordania.
Laboral
Laboral Al borde de la huelga en la educación pública vasca
Los cuatro sindicatos convocantes denuncian que el Departamento de Educación vasco no se han sentado a dialogar hasta este viernes pocos días antes de los paros
Laboral
Laboral Los sindicatos convocan huelga en Mediapro durante las últimas jornadas de la liga de fútbol
El final de la liga de fútbol podría no verse en televisión si la empresa HBS, nueva adjudicataria de la producción de La Liga, no garantiza la subrogación del personal. Los sindicatos han convocado huelga del 13 al 27 de mayo en el grupo Mediapro.
Palestina
Ocupación Isarelí Primera movilización unitaria contra el genocidio en Palestina y por el fin del comercio de armas con Israel
Este sábado 10 de mayo se espera en Madrid una asistencia multitudinaria de personas venidas desde cientos de municipios de todo el Estado español para concentrar la protesta de los ataques indiscriminados del Israel contra la población palestina.
Tribuna
Tribuna Para acabar de una vez con las nucleares: sobre el último intento de prolongar la vida de las centrales
Los voceros de la nuclear han encontrado la oportunidad ideal para difundir sus bulos con el apagón del 28 de abril. Quieren generar polémica para mantener operativa una infraestructura innecesaria, peligrosa y que genera residuos incontrolables.
Análisis
Análisis ¿Existe una identidad europea?
El 9 de mayo se celebra el “día de Europa”, que conmemora la paz y la unidad en el continente y que coincide con la declaración presentada en 1950 por Robert Schuman que sentó las bases de la cooperación europea. Pero, ¿qué es Europa realmente?
Estados Unidos
Libertad de expresión Canadá recomienda al profesorado LGTBQ+ o crítico con Trump no viajar a Estados Unidos
Una circular de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT) recomienda “encarecidamente” que el personal académico viaje a los EEUU “solo si es esencial y necesario”.
El Salto Radio
El Salto Radio Malismo
Hacerse el “malote” aporta beneficios: entrevista con Mauro Entrialgo, autor de Malismo, un ensayo sobre los mecanismos de ostentación del mal

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.