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Laboral
El Hospital de la Defensa Gómez Ulla atiende con dos trabajadores sociales cuando debiera tener hasta ocho
A día de hoy, en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla solo dos trabajadores sociales se encuentran atendiendo las 520 camas que oferta este centro médico, y no es cuestión del periodo estival de julio y agosto. “Llevamos un tiempo con estas dos personas, de hecho hace unos meses hubo repercusión mediática porque estuvimos sin ningún trabajador social en todo el hospital durante un mes, lo que supuso una vulneración clara de los derechos de los pacientes que tienen derecho a la asistencia sociosanitaria que ofrecen precisamente el trabajo social. Hasta el Colegio de Trabajadores Sociales de Madrid sacó una nota de denuncia por estos hechos”, explica a El Salto un portavoz de la sección sindical de CGT de dicho hospital. Este nosocomio es dependiente del Ministerio de Defensa pero tienen un convenio con el Servicio Madrileño de Salud, SERMAS, a través del cual dispone de medio millar de camas como hospital público de referencia para los vecinos de los distritos Carabanchel y Latina.
El no tener suficiente personal de Trabajo Social dificulta trámites como el no poder dar altas ya que se realiza un informe social, lo que da lugar a la acumulación de pacientes que esperan en urgencias porque no se liberaban camas
Desde el Sindicato CGT recuerdan que en 2018 se firmó un acuerdo en la mesa sectorial de sanidad sobre la organización de los servicios de Trabajo Social en el ámbito hospitalario en el SERMAS, donde en su apartado 6.d) establece que habrá un trabajador social por cada 70 camas, en los hospitales generales regionales. Es por ello que señalan que este hospital debería de contar con un mínimo de siete trabajadores sociales para garantizar la cobertura de las necesidades sociosanitarias de su población de referencia. Y es que el no tener suficiente personal de Trabajo Social dificulta trámites como el no poder dar altas ya que se realiza un informe social, lo que da lugar a la acumulación de pacientes que esperan en urgencias porque no se liberaban camas. En la ocasión en que se quedaron sin este personal, “fue un desastre que resolvieron contratando a tres personas, una de ellas se fue porque el trabajo que haces es para muchos más profesionales. La gente se va porque las cargas de trabajo son excesivas y las condiciones contractuales tampoco son especialmente buenas”, describen desde CGT.
A día de hoy los dos trabajadores sociales que ejercen sus funciones en el Gómez Ulla se encuentran con contrato temporal y se hacen cargo de toda la tarea asistencial en cuanto a servicios sociosanitarios de los pacientes. La sección sindical de CGT ha podido tener conocimiento de que la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) en plantilla en este centro médico debería estar conformada por ocho trabajadores sociales fijos. Sin embargo la situación es otra totalmente distinta ya que de esas plazas hay seis vacantes, y las dos ocupadas actualmente ni siquiera son fijas, aseguran desde el sindicato, y ahondan que, “De camas funcionando solemos tener unas 300, en los últimos años, según las memorias de la CAM, se refieren a 370. A un promedio de 75 pacientes por cada trabajador social salen unos cinco trabajadores”.
“Nosotros lo que pedimos es que, por favor, se mantenga a estas dos personas que están trabajando ya en el hospital y que se incorporen las otras dos de la oposición para que hay un grupo de cuatro personas, que sigue sin ser lo ideal, pero de dos a cuatro se nota mucho en el trabajo”, suplican desde el sindicato
Destacan que el mismo ministerio convocó en 2022 una oposición para estabilizar dos puestos de trabajador social, que se está resolviendo en estos momentos. Según CGT, una vez resuelto el proceso selectivo, los dos trabajadores que vienen desempeñando dichas labores serán cesados para que los puestos los ocupen dos nuevos profesionales que tendrán que iniciar su trabajo en el hospital desde cero. “Nosotros lo que pedimos es que, por favor, se mantenga a estas dos personas que están trabajando ya en el hospital y que se incorporen las otras dos de la oposición para que hay un grupo de cuatro personas, que sigue sin ser lo ideal, pero de dos a cuatro se nota mucho en el trabajo”, suplican desde el sindicato.
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En sus demandas han incluido la relación las tareas que desempeña el personal de trabajo social con el fin de subrayar la importancia que tiene esta figura para el equipo asistencial del hospital ya que, se puede leer en el documento, “aporta el conocimiento de los aspectos psicosociales del paciente, familia y entorno, que pueden incidir en el proceso de salud- enfermedad, identificando precozmente las necesidades sociales y socio sanitarias, garantizando así el tratamiento psicosocial que corresponda a cada caso”. Igual de importante es la unidad administrativa de trabajo social en un hospital que apoya a los trabajadores sociales en la primera atención a familiares o profesionales (internos y externos) para apertura, registro y cierre de expedientes tramitados en Unidad de Trabajo Social , controla la agenda de las Trabajadoras Sociales, recibe llamadas telefónicas y otras tareas administrativas, y envía solicitudes de hospitales de media estancia y residencias temporales de pacientes, entre otras tareas.
En su propuesta a la dirección del hospital los sindicalistas también le urgen a convocar una nueva oposición a la brevedad para contar con cuatro trabajadores sociales fijos más y así mejorar la cobertura de las necesidades sociales y sociosanitarias de los pacientes. En este sentido, dado que el Gómez Ulla atiende a la población de dos distritos donde la media de edad es elevada y se registran altos índices de enfermedades crónicas y personas en situación de dependencia, insisten que es fundamental la atención sociosanitaria que ofrece el trabajo social hospitalario. Añaden desde CGT que hace poco se ha abierto en el hospital central de la Defensa una área infantojuvenil en psiquiatría que prácticamente requeriría un trabajador social dedicado solo a ese servicio por todo lo que supone para los y las jóvenes el acompañamiento, asesoramiento y e información de los recursos.
“Entendemos que es un desprecio hacia el trabajo de los y las compañeras y que es una vulneración de los derechos de la población a la que atiende, y que el hospital no tiene ningún interés en ponerle a esto solución”, lamentan desde la sección sindical
“Entendemos que es un desprecio hacia el trabajo de los y las compañeras y que es una vulneración de los derechos de la población a la que atiende, y que el hospital no tiene ningún interés en ponerle a esto solución”, lamentan desde la sección sindical cegetista que asegura que desde que hicieron llegar su propuesta de solución dirigida a los diferentes responsables del hospital no han sido ni atendidos ni recibido respuesta a sus demandas urgentes. Advierten que la situación puede agravarse en el momento en que cesen a los dos actuales trabajadores teniendo en cuenta de que las dos nuevas incorporaciones no conocen el funcionamiento del hospital, “eso va a ser un caos aparte de la sobrecargo de trabajo. Por eso el personal se acaba yendo o dando de baja, y al final quienes lo pagan son los trabajadores y los pacientes”, insisten desde CGT.
Por todo ello, CGT considera que el Ministerio de Defensa, responsable de las nuevas contrataciones, está desatendiendo las necesidades de los y las madrileñas que llegan al hospital Gómez Ulla, y que por ley tienen derecho a una atención sociosanitaria, “generando un auténtico agravio comparativo con respecto a la ofrecida a los madrileños en el resto de hospitales públicos de la región”. En resumen, piden una apuesta seria de contratación que busque la estabilidad de la plantilla de los trabajadores sociales. “Imagínate lo que supone que no haya una persona que pueda hacer un informe social a todos los pacientes que hay que dar de alta que acaban quedándose en el hospital, y por tanto, se colapsan las urgencias porque necesitas ingresar a más gente pero no puedes”, zanjan desde CGT.