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Memoria histórica
Los restos de Eloísa Martín Canal, granadina de 19 años ejecutada en 1936, vuelven con su familia
Hoy, sábado 4 de enero de 2025, se ha completado una de las muchas historias de memoria histórica por resolver que guardan relación con la represión fascista en Granada. En una mañana fría pero luminosa, Mario Martín Cantal ha recibido en el Ayuntamiento de Víznar los restos de su hermana Eloísa 89 años después de su ejecución. En el acto han intervenido el alcalde de la localidad, David Espigares Carrillo, y la concejala de Cultura, María Ortega Castilla, que han señalado el importante día de respeto que se ha vivido en el municipio y han mostrado todo su cariño a los familiares de Eloísa.
La joven modista, de sólo 19 años, ha sido la primera mujer identificada entre las víctimas ejecutadas en el Barranco de Víznar y su hermano, que tenía sólo tres años cuando su hermana fue asesinada, ha recibido, rodeado de sus hijas, hijo, nieto y bisnieto, los restos de Eloísa que, a partir de hoy, “estarán conmigo mientras viva”, ha declarado Mario, conmovido.
Eloísa era una joven modista que formaba parte de un grupo de 12 mujeres que fueron transportadas desde la cárcel convento para mujeres de la Cuesta de San Gregorio en el Albaicín hasta el Barranco de Víznar y murió por el impacto de una bala en la cabeza disparada desde una distancia muy corta el 6 de octubre de 1936. Mario, su hermano, dice no tener recuerdos de ella: “En mi casa nunca se hablaba de estos temas era mucho sufrimiento, lo que sé era porque yo ponía el oído porque a mi no me contaban nada directamente. Lo malo es que no pudieron encontrarla, la he encontrado yo que doy gracias a Dios porque en nombre de Dios la mataron”.
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Manuel Lasala es yerno de Mario y en la ceremonia de entrega de los restos de Eloísa ha narrado un relato popular que dice que cuando dos personas están destinadas a encontrarse están unidas por un hilo rojo “que se podrá atar y enredar pero nunca se rompe” para comparar la relación entre los dos hermanos, “Mario y Eloisa realmente estaban unidos por ese hilo rojo que ha tenido un embrollo de 90 años hasta que un día, por casualidad como suelen pasar las cosas, encontré a la investigadora Silvia González, le dí un nombre al azar y todo se desencadenó”, comenta Manuel que trabaja en el Archivo Provincial de la Diputación de Granada.
Manuel ha dado las gracias en nombre de la familia al trabajo de investigación de la Universidad de Granada y al equipo de la documentalista Silvia González; también ha tenido unas palabras para las familias que se encuentran en su misma circunstancia, “nosotros hemos tenido la suerte de que este círculo se va a cerrar y que Mario ha vivido para ver este momento y encontrar el cuerpo de su hermana” y ha denunciado el hecho de que en otras comunidades autonómicas en nuestro país se haya derogado la Ley de Memoria Democrática, “lo que se está haciendo es un uso político de este tema de derechos humanos que perjudica el sentimiento y las situaciones de estas familias”.
Un paso más para esclarecer el papel de las mujeres en la represión
Fran Carrión, sociólogo del equipo multidisciplinar de la Universidad de Granada que trabaja en la exhumación de las víctimas en la zona, ha hecho entrega de los restos de Eloísa, “un paso más a la hora de esclarecer el papel de las mujeres como sujeto político de los años 30 en la sociedad granadina y también como objeto de la violencia, habitualmente asociada a la figura del hombre”. Fran lamenta que la recuperación de la memoria se haya retrasado tanto tiempo y no sea habitual que encuentren a familiares directos de las víctimas, “estamos acostumbrados a lidiar con la generación de nietos y nietas, incluso hijos o hijas pero en nuestro trabajo en Víznar sólo hemos tratado con dos hermanos”.
El equipo de investigación del Barranco de Víznar suele entregar junto a los restos de las víctimas una cajita con los objetos que portaba en el momento de su asesinato que en el caso de Eloísa eran los restos de una pulsera, de sus zapatos y algunos botones “de la hipótesis que barajamos de que corresponden con un vestido”, aclara Fran que explica los detalles a Mario, que se encuentra embargado por la emoción.
Francisco Carrión Méndez es profesor titular del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, investigador principal y coordinador del equipo multidisciplinar que trabaja en el Barranco de Víznar, en su discurso en la entrega de los restos de Eloísa, ha destacado la investigación de cuatro años de su equipo, “un trabajo de derechos humanos por encima de cualquier ideología” que reanudará una nueva campaña el 13 de enero y ya ha exhumado a 132 personas e identificado a 3 de ellas. Paco ha señalado que “hoy es un día muy grande que no es triste, es alegre porque hemos recuperado a una persona más de esa fosa del terror, porque nuestra mayor satisfacción es la identificación de las víctimas y que vuelvan con sus seres queridos a pesar del tiempo transcurrido”.
“Hoy es un día muy grande, alegre, porque hemos recuperado a una persona más de esa fosa del terror”, Francisco Carrión, coordinador del equipo multidisciplinar de la UGR que trabaja en Víznar.
Paco Carrión asegura que ya hay un compromiso del Ayuntamiento de Víznar para instalar un mausoleo de la memoria para todas aquellas víctimas que no hayan podido ser identificadas y, si es su deseo, para las que han sido recibidas por los familiares, “como dice la Ley de Memoria Histórica, las víctimas deben tener una visibilidad y esto va a ser lo primero que se vea a la entrada al cementerio porque ya han estado muchos años invisibilizados”.
Difusión para encontrar a más víctimas
Silvia González es una documentalista especializada en mujeres represaliadas por el franquismo en Granada. Su trabajo de investigación le llevó a encontrar en 2018 unos 400 expedientes judiciales de inscripción de defunción fuera de plazo de personas fusiladas en la provincia de Granada y una serie de nombres que no figuraban en las investigaciones que se habían hecho en Granada. En uno de ellos descubre que el padre de Eloísa inscribe en 1955, 19 años después de su desaparición, la muerte de su hija, de 15 años. La documentalista comprueba después en el padrón municipal que Eloísa tenía realmente 19 años y posteriormente que su hermano, Nicolás, “es un personaje importantísimo durante la República en el Partido Socialista con una importante actividad en la UGT, que fue detenido en 1934 y pasó diferentes periodos en las cárceles de Granada y Motril”.
Silvia descubre en documentación posterior que Eloísa era modista de profesión pero que no hay prueba ninguna de que formara parte de ninguna actividad política o sindical. Según sus relatos publicados en El Independiente de Granada, “En septiembre de 1936, seis o siete hombres se presentan en la casa familiar de la calle Navarrete. Es evidente que el objeto de tal despliegue de fuerzas probablemente no es Eloísa, sino Nicolás, que, al parecer, estaba escondido en casa de una tía. Pero a la que se llevan es a su hermana pequeña”. Silvia relata a este medio que muchas veces las mujeres eran represaliadas sólo por el hecho de “ser madres, esposas, hermanas o hijas de hombres con cargos políticos o como en este caso por ser de familias republicanas con gente implicada tanto en el partido como en el sindicato”.
“Muchas veces las mujeres eran represaliadas sólo por el hecho de ser de familias republicanas con gente implicada tanto en el partido como en el sindicato”, Silvia González, documentalista.
La experta espera que se puedan identificar más víctimas y que es necesario un gran trabajo de difusión para encontrar más familiares, “por ejemplo en este grupo de 12 mujeres sólo hay dos familias que han reclamado los restos, que yo sepa no hay ningún familiar más y por tanto no se puede realizar la identificación de los restos”.
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