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Elecciones autonómicas
La fractura generacional del voto y otras claves de la encuesta del CIS para Galicia
El Partido Popular ganará las elecciones del 18 de febrero en Galicia y Alfonso Rueda, presidente de la Xunta desde mayo de 2022 será el candidato más votado. La encuesta publicada el pasado jueves por el Centro de Investigaciones Sociológicas deja pocas dudas en ese sentido. No obstante, el instituto público abre la posibilidad de que la mayoría del PP no sea suficiente para que Rueda sea elegido por primera vez por el Parlamento para ocupar la oficina en San Caetano, en Santiago de Compostela, que preside desde la salida de Alberto Núñez Feijóo.
El irresistible ascenso del Bloque Nacionalista Galego, que presenta a Ana Pontón, una candidata bien valorada por el conjunto de la población gallega, y el resultado previsiblemente discreto de José Ramón Gómez Besteiro, podrían combinarse, según el CIS, para arrebatar la mayoría al PP.
El 18F se reparten 75 escaños y el Partido Popular aspira, según este sondeo, a un máximo de 38 que le daría la mayoría absoluta. El PP solo gobernará si alcanza el máximo de la horquilla que pronostica el CIS, 38 diputados o si consigue 37 y entra Democracia Ourensana por la provincia del sureste, que podría apuntalar una mayoría de derechas.
El CIS pronostica que Vox, partido que ha vivido un cisma con su militancia gallega por la designación digital del candidato por parte de Santiago Abascal, en contra de la opinión de su base, seguirá sin entrar en el Pazo del Hórreo.
El suelo del que parte el PP es, no obstante, muy sólido: un 35,9% de la población manifiesta su intención directa de votar el 18 de febrero a los populares.
Las encuestas de las casas privadas, con mucha menos muestra que el CIS, elevan el rendimiento del PP muy por encima de la del instituto público: Hamalgama Métrica da 39 escaños al PP y uno a Vox; ninguno de los partidos de oposición supera los 20 escaños. Dos encuestadoras vinculadas a medios de centro-izquierda, Sigma Dos y 40 Db, sitúan al PP en la mayoría, si bien la primera de ellas deja al PP, con 39 escaños, al borde de perder la mayoría.
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El volumen de encuestas del CIS —la muestra es de 11.000— hace que sus datos, más allá de la reestimación hecha, deban ser tenidos en cuenta. Pero, además, el barómetro ofrece otras posibles claves de cara al 18F. Por ejemplo, que la victoria del PP se cimenta en el envejecimiento de la población gallega o que la pérdida de votos a la izquierda puede ser la clave de la noche si Sumar no supera la barrera en al menos una de las dos provincias en las que se la juega.
Margen de indecisos
Como en cada campaña electoral, la clave de ésta será la búsqueda del voto indeciso: casi un tercio del electorado decide su opción en la última semana, la última jornada o en el mismo día de las elecciones. En esa carrera, los partidos consolidados tienen menos que perder. Casi dos tercios de los votantes de PP y BNG no moverán su voto durante la campaña, mientras que el votante de Sumar en las pasadas generales genera la mayor incógnita: más de la mitad apurará hasta el final para decidir su voto.
En Sumar, la consigna está definida desde hace días: si se repiten los resultados de las elecciones generales, el partido magenta entrará. No es fácil, el voto de las generales y el de las autonómicas se bifurcan claramente a favor del Bloque, cuarta fuerza votada en el Congreso y segunda en los comicios gallegos.
El PP y el PSOE competirán por aproximadamente un tercio de votantes que se lo pensarán durante la campaña. Para los de Rueda, esa puede ser la diferencia entre una victoria plácida y una pírrica.
Pontón y el BNG se postulan como las estrellas de la noche electoral
La encuesta constata el buen momento del BNG y de su candidata, Ana Pontón. La sarriana tiene la mejor valoración entre todas las candidatas, es muy conocida y es la favorita de los votantes de los espacios políticos del PSOE. Un 36,1% de los votantes del PSOE en 2020 piensan que el Bloque tiene la mejor candidatura de cara al 18 de febrero: son más de los que creen que el mejor candidato es José Ramón Gómez Besteiro, el representante de los socialistas.
Otros datos corroboran la misma tendencia, seis de cada diez votantes del PSOE piensan que la oposición del BNG ha sido buena o muy buena. Los porcentajes de aprobación son mayores aun entre los exvotantes de Galicia en Común y Marea Galeguista. Los votantes de PSdeG consideran que el BNG representa mejor los intereses de Galicia que su propio partido y hasta los votantes del PP emiten señales en ese sentido: un 12,7 piensa que el BNG representa mejor los intereses de Galicia y un 23,5% cree que su oposición ha sido buena o muy buena.
Si se confirman los resultados del CIS, el BNG rompería su techo histórico en número de diputados. El mejor resultado lo obtuvo la propia Pontón en las elecciones anteriores, cuando el BNG pasó de cuarta a segunda fuerza política aprovechando el hundimiento de la política del cambio no soberanista representada por En Marea.
Los nuevos electores y las viejas mayorías
En el voto juvenil se reproduce la gran disputa del próximo 18 de febrero, PP contra BNG. Para sorpresa de nadie, el Bloque obtendrá los mejores resultados entre los 80.000 votantes que acudirán por primera vez a las urnas en unas elecciones autonómicas.
En la respuesta espontánea de intención de voto, el 45,3% del electorado afirma que votará al BNG, son casi 20 puntos más que el PP (26,2%). La tendencia se va estrechando en las siguientes cohortes de edad. Según la encuesta, el BNG ganará el voto de los 25 a los 44 y a partir de los 45 el Partido Popular obtiene mejores resultados. A partir de los 65 años, la tendencia se separa completamente: entre los mayores de 75 años el PP gana por 40 puntos al BNG, que es tercera fuerza por detrás del PSOE.
La pirámide demográfica gallega, sin embargo, marca una tendencia clara. El saldo vegetativo de Galicia —diferencia entre nacimientos y defunciones— está en cifras negativas desde los años 80 del siglo pasado, lo que se traduce en un índice de sobreenvejecimiento –proporción de la población más anciana (85 y más años)–, del 19,97% una tasa que a comienzos de siglo estaba en el 11,19%. Esa circunstancia es la clave de la victoria y de la posible mayoría absoluta del Partido Popular: casi la mitad del electorado mayor de 75, y el 40% de más de 65 años, votará a Alfonso Rueda.
Sumar y el síndrome del segundo plato
Los números de Sumar Galicia, la plataforma con la que se presenta Marta Lois, son modestos, pero el Centro de Investigaciones Sociológicas otorga ciertas esperanzas en dos provincias, las más pobladas del país, Pontevedra y A Coruña. En esta última, el último escaño en juego baila entre los cuatro partidos que obtendrán representación: el PP puede lograr hasta 13 escaños en la provincia, que reparte hasta 25 escaños. BNG será segunda fuerza, con hasta ocho posibles, y el PSdeG podría obtener hasta seis. Si cada partido llega a su máximo, no habrá posibilidades para Marta Lois, que encabeza la candidatura provincial. En Pontevedra, la provincia menos propicia para el PP, el último escaño baila entre los otros tres partidos. BNG opta a ocho (por nueve del PP), el PSdeG, y Sumar a que el sindicalista Ramón Sarmiento amarre un asiento.
El vaso medio lleno para Sumar es que, desde hace semanas, se sabe que Podemos Galicia no conseguirá representación y eso despeja parte de la ecuación de adonde no van a ir a parar parte de los votos “del cambio” que proceden de ese fuego fatuo que fue En Marea, que en 2016 fue la segunda fuerza con el 19% de los sufragios. La mala noticia es que la ruptura de la izquierda no soberanista ya se produjo antes de las elecciones de 2020 y que ninguno de los dos espacios políticos que concurrieron entonces obtuvieron representación. Galicia en Común-Anova llegó a rozar el 4% del electorado en esa ocasión (3,94%) y el CIS, en esta ocasión, otorga aun menos estimación al proyecto de Lois (3,5% en el conjunto de Galicia).
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Los temas de campaña
El paro, la sanidad y la situación económica son los tres problemas fundamentales percibidos por la sociedad gallega. Entre estos, la sanidad es el posible Talón de Aquiles del Partido Popular, que desde hace años aplica políticas de reducción presupuestaria, recortes de personal, desaparición de áreas sanitarias —que acentúa el problema demográfico— o colapsos en urgencias provocados por el deterioro de la atención primaria. Las personas que votaron al BNG y al PSOE en 2020 señalan ese problema con mayor frecuencia que los votantes del PP.
Al candidato popular, Alfonso Rueda, le conviene que la campaña electoral gire en mayor medida respecto a los temas generales de España en lugar de sobre los temas propios de Galicia. Es lo que pide una parte significativa de su electorado, concretamente el 26,4% del total. Para esos votantes, la temática está preparada: faltan infraestructuras e inversión por culpa del Gobierno central y hay un más general “abandono” por parte de éste. La denuncia del sanchismo y la equiparación del BNG con EH Bildu serán los reclamos para el electorado con menor sentimiento de pertenencia a Galicia, entre los que el PP arrasa.
En el BNG es todo lo contrario: nueve de cada diez votantes solo quieren oír hablar de los temas gallegos. Sus votantes son los más preocupados por la crisis de los pellets y por el medioambiente.
Derecho a la vivienda
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La campaña, desde esa perspectiva, funcionará mejor para el PP cuanto menos se centre en los problemas relacionados con los servicios públicos o la vivienda y más se focalice en la crítica del sanchismo. Para el BNG, el marco gallego y acercarse a los problemas de los sectores menos proclives a su propuesta —en la agricultura o entre las personas jubiladas— es la clave para superar el techo de los veinte asientos.
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Las "divisiones son todas malas", pero esta de Sumar, están destrozando todo por egos, vetos y la NO defensa de la idea y la utopía. Errejón, Mónica, Yo Yo Yolanda, Carmena, hacen de "cuña" y NO les importa "vetar", silenciar. . .¡A sus compañeros!
Al final el 1-2% que representa Podemos va a ser clave, el escenario es el peor posible, la izquierda nunca estuvo tan dividida en una elecciones gallegas, son 4 partidos, por la derecha tenemos a Vox que puede restar 3-4% al PP en cada provincia, pero seguramente habrá voto útil al final y ni llegue a esos porcentajes, DO es una relativa buena noticia si no saca escaño, porque Ourense es feudo del PP y puede perder así un escaño, haciendo matemáticas perversas, un 8% (4% de Vox y 4% de DO) menos al PP.
¿Voto útil para alguien de izquierdas no nacionalista? En Lugo y Ourense al BNG sin dudarlo, en A Coruña y Pontevedra, Sumar está en el límite de sacarlo, si no llega al 5% provincial esos votos no valen para nada, ahí estará el juego, el reparto de los escaños de los "restos".
En realidad el PP lleva varias elecciones sacando mayorías absolutas sin llegar al 50% de los votos, la brecha gerenacional ya ocurría hace 20 años, por eso hubo bipartito (movilización del voto jove), una campaña mediática atroz y populista (se vendió que la educación iba a ser sólo en gallego, algo falso, culpa del bipartito de aprobarlo justo antes de las elecciones) acabó con el bipartito (hubo mayor participación pero a favor de la derecha, algo inédito en España) y la crisis del BNG primero y En Marea después regalaron mayorías a Feijóo