Palestina
El terror de gestar, parir y maternar en una tierra devastada

La violencia reproductiva sacude más que nunca Gaza, donde las ONG están reportando un incremento alarmante del número de abortos espontáneos causados por el estrés extremo que atraviesan las madres durante la gestación.
Personal médico desplazados
Foto: MSF
17 abr 2024 06:00

La violencia reproductiva que asola a las mujeres gazatíes desde octubre pasado no se circunscribe exclusivamente a la ausencia de medios y apoyo institucional para poder dar a luz a sus criaturas de una forma segura. Los efectos fatales en la maternidad que está provocando el genocidio palestino, y que ya se ha cobrado más de 33.800 vidas en la Franja —el 70% de ellas mujeres o niños— comienzan desde los inicios del embarazo ya que resulta imposible mantener un seguimiento médico durante la gestación y hasta el posparto, que se lleva a cabo en condiciones de insalubridad y hacinamiento extremas, sin espacios seguros donde las madres puedan recuperarse física y emocionalmente tras el alumbramiento.

Ante esto, cabe preguntarse, ¿cómo es posible gestar sin a penas acceso a agua potable, medicinas ni alimentos? ¿Qué efectos tiene el estrés que provoca el asedio en la salud materna y, por ende, la del feto? ¿Qué ocurrirá en el futuro próximo con todas esas generaciones de niños nacidos en medio del caos más absoluto? Antes de abordar todas estas cuestiones es necesario considerar que en un marco de colonización y opresión, tener hijos e hijas deviene para muchas y muchos palestinos una forma de insumisión y de resistencia antiocupación frente a un Estado israelí que quiere acabar con su pueblo para saciar los objetivos imperialistas del sionismo. La nación Palestina busca convertirse cada día en más numerosa de manera que, en este contexto, un embarazo constituye prácticamente un acto político de protesta.

Genocidio
Genocidio Unicef denuncia que diez criaturas han muerto de hambre y sed en hospitales del norte de Gaza
La falta de agua comienza a tener un impacto en el aumento de enfermedades como la diarrea y un posible brote de hepatitis. Los palestinos disponen de medio litro diario, cuando la necesidad en condiciones de catástrofe es de 20 litros, según la OMS.

Fernanda Vega, coordinadora en Médicos del Mundo y organizadora de la respuesta médica en Gaza, ha visto de cerca el horror con el que tienen que lidiar hoy las mujeres palestinas. Relata a El Salto, el periplo por el que tienen que pasar las mujeres que dan a luz a sus criaturas en el territorio semidestruido que es hoy Gaza —la mayoría de ellas quedaron embarazadas antes del 7 de octubre— y que se inicia desde el momento en que se corta el acceso a controles prenatales dada la coyuntura de los ataques en el enclave. Esto quiere decir que niños que están siendo gestados con carencias nutricionales severas y sin suplementos de ningún tipo no reciben seguimiento alguno, lo que hace que sea imposible detectar cualquier patología que los fetos puedan estar desarrollando. 

“Las ONG han llegado a mandar ecógrafos, pero hay un dilema ético en el sentido de que las personas que manejan las ecografías pueden decir ‘tu bebé tiene una enfermedad’ o ‘no se mueve’ pero luego, ¿qué haces?. Hoy por hoy no hay forma de paliar lo que pueda ocurrir a estos fetos”, sostiene Vega. Explica también que existe de facto un número altísimo pero hasta hoy indeterminado de abortos espontáneos, debido al aumento descontrolado de la tensión al que están sometidas a diario las madres gestantes, pero también se están reportando graves problemas de bajo peso al nacer, retraso madurativo o en la formación del sistema nervioso o malformaciones.

De de cara a la gestación el elemento más desfavorable es el estrés y la ansiedad que atraviesan las mujeres, tanto a causa del terror por los bombardeos,  como por la incertidumbre

De acuerdo a esta médica, las mujeres en Gaza han tenido que adaptarse a un escenario de supervivencia casi animal en el que, prácticamente de la noche a la mañana, han pasado de tener una maternidad disfrutada y compartida en comunidad a verse obligadas a gestar en condiciones extremas e infrahumanas. La ausencia de controles y seguimiento es algo verdaderamente nuevo para ellas.

“Las mujeres antes estaban acostumbradas a hacerse sus controles e ir a parir a instituciones sanitarias en donde la primera opción era siempre el parto vaginal, pero siempre había una cesárea disponible, existían hospitales que disponían de neonatologías, y ahora, de repente se encuentran muchas de ellas en situación de desplazamiento forzoso viviendo en tiendas y sin dar con un hospital donde poder parir”, declara a este medio Sofía Piñeiro, coordinadora médica de Médicos sin Fronteras en Rafah.

“Me imagino lo distinto que debe ser para una mujer que venía con un embarazo buscado, contenta y yendo a sus controles prenatales, de repente encontrarse en su tercer trimestre sin tener dónde ir a parir y siendo conscientes de que no van a poder dar alimento ni protección a sus hijos cuando nazcan”, agrega Piñeiro. Admite que de cara a la gestación el elemento más desfavorable es el estrés y la ansiedad que atraviesan las mujeres, tanto a causa del terror por los bombardeos que caen a diario sobre la ciudad, como por la incertidumbre ante el futuro nada esperanzador que les espera a sus criaturas.

Ocupación israelí
Ocupación Israelí Parir en un hospital bombardeado: 5.500 mujeres palestinas darán a luz en noviembre en Gaza
La agencia sobre salud sexual y reproductiva de las Naciones Unidas asegura que en la Franja de Gaza hay más de 50.000 mujeres embarazadas que no cuentan con un acceso seguro a atención médica por los bombardeos israelís a centros médicos.

Dar a luz en una ciudad en ruinas

Según ha transmitido la UNRWA, tras la destrucción del hospital de Al-Shifa, el más grande y el principal centro de referencia de la Franja con 750 camas, 26 quirófanos y 32 salas de cuidados intensivos, tan sólo 10 de los 36 hospitales de Gaza siguen funcionando, y varios de ellos sólo parcialmente. El hospital de Al Emirati es el único centro médico de maternidad operativo en toda la Franja de Gaza, por tanto las mujeres que tienen que parir se dirigen directamente a este lugar, pasando de acoger unos 15 partos diarios a 80. Durante los alumbramientos las mujeres deben parir, en el mejor de los casos, en estas salas totalmente abarrotadas, en lugares donde se coloca a dos o tres madres por cama a falta de más espacio, aunque muchas dan a luz en plena calle o en las tiendas de campaña. “Están dando a luz sin anestesia, las que reciben cesáreas acaban con infecciones causadas por las heridas al dar a luz en lugares totalmente insalubres y estas mismas cesáreas, al igual que el resto de operaciones, se llevan a cabo sin analgesia. A nivel mental todo eso se transmite al bebé durante el parto, afecta al vínculo con el niño”, expresa Fernanda con preocupación.

En una tradición cultural islámica, donde el pudor y la privacidad adquieren una relevancia particular, la sobreexposición a la que están constantemente sometidas las mujeres tiene repercusiones directas en su autoconcepto y en sus relaciones sociales, o, como afirma Sofía, “en toda su manera de ser, porque la cultura no es algo a lo que se renuncia o se pospone por el tema de una guerra”. Para mitigar la persistente sensación de vulnerabilidad que experimentan no faltan en ningún momento, y pese a la desesperación generalizada, las redes de apoyo y solidaridad colectivas entre mujeres que se reconocen compañeras frente a una misma adversidad. “Me acuerdo de una imagen muy latente en la sala de posparto, éramos casi todas mujeres porque es un lugar en donde se está amamantando, de manera que se restringe a casi nula la presencia de hombres en esa sala para que las mujeres puedan estar con el pelo descubierto y a gusto. Había una mujer con un pie hasta el tobillo fuera de la sábana y era la misma enfermera la que iba y le tapaba el pie, como diciendo, yo sé que si estuvieras despierta no te gustaría andar mostrando, ahí es donde se ve la sororidad”, narra Sofía.

No faltan en ningún momento, y pese a la desesperación generalizada, las redes de apoyo y  solidaridad colectivas entre mujeres que se reconocen compañeras frente a una misma  adversidad

La médica compara la sobreexposición que sienten las mujeres musulmanas en plenogenocidio a la vergüenza que sentiría cualquier occidental si tuviera que salir a comprar el pan desnuda, habiendo o no una contienda en curso. Del mismo modo, la histórica solidaridad entre mujeres en Palestina alcanza también a las que se encuentran en situación de pobreza menstrual. A comienzos del conflicto, un gran número de mujeres empezaron a compartir sus pastillas anticonceptivas para evitar tener que menstruar en condiciones que, tal y como después se ha comprobado, pondrían en grave peligro su vida.

Con el tiempo han pasado de compartir anticonceptivos a hacer lo propio con las toallas sanitarias que ellas mismas fabrican a mano con las telas de las carpas y tiendas de campaña, puesto que el kit menstrual estándar que proporcionan organizaciones de derechos humanos como el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), que incluye suministros esenciales para la higiene menstrual como jabón y compresas, resulta a todas luces insuficiente. Según desarrolla Ammal Awadallah en su artículo The forgotten women and girls in Gaza: a sexual and reproductive health catastrophe, las mujeres han estado tomando comprimidos de noretisterona que suelen recomendarse para trastornos como el sangrado menstrual excesivo, la endometriosis y los periodos dolorosos. Hay mujeres que incluso han llegado a perder la menstruación debido al estrés.

Esta ha reportadola misma UNFPA, tan solo en la Ribera Occidental de Gaza, hay más de 73.000 embarazos en estos momentos, lo que implica que más de 8.120 mujeres darán a luz en el mes de mayo en plena contienda. Estas cifras son algo superiores a las de noviembre, tan solo un mes después del estallido de los bombardeos, cuando se situaban en más de 50.000 los embarazos en curso (aproximadamente 166 partos diarios), como ya informó El Salto en octubre pasado. Siendo la precariedad más absoluta y la ausencia de todo tipo de medios tanto técnicos como humanos una realidad normalizada en Gaza, miembros del UNFPA consideran el acceso a la atención sanitaria adecuada para todas estas mujeres a punto de parir “un desafío inimaginable” para médicos y parteras. La organización señala en su artículo Opciones imposibles en Gaza cómo las mujeres están dando a luz prematuramente debido al terror de que, como consecuencia del aumento de las emergencias obstétricas, pocas sobreviven al embarazo y al parto, y las que lo logran deben regresar a refugios hacinados y asentamientos informales que carecen de agua potable e instalaciones de higiene y donde las enfermedades infecciosas abundan.

Palestina
Ocupación israelí Gaza, una historia interminable de lugares comunes y tumbas de niños palestinos
La reciente ofensiva militar sobre la Franja de Gaza es un episodio más del proceso de eliminación de Palestina que lleva a cabo el Estado de Israel. En tres días, ha causado la muerte a 46 personas, 16 de ellas menores.

Una generación sentenciada por la barbarie israelí

Una gran incógnita es qué va a pasar con los bebés que nacen en medio del conflicto. Piñeiro señala que, después del posparto, “las madres deberían quedarse por lo menos 24 horas en el hospital para realizarse todo tipo de controles, pero ese tiempo se ha reducido a seis horas o incluso cuatro. Esto probablemente está haciendo que no estemos logrando identificar a tiempo muchísimos problemas que son necesarios controlar en el posparto, más allá de que la mujer no haya tenido una hemorragia o fiebre, porque hay patologías de los bebés que suelen aparecer por lo menos a las 24 y 48 horas”. Jaldia Abubakra, del Movimiento de Mujeres Palestinas en la diáspora Alkarama, denuncia ante El Salto la ausencia de medios para atender a los bebés que nacen prematuramente: “No hay incubadoras para ellos puesto que no hay electricidad ni apenas hospitales, de hecho, el segundo mes de la agresión a Gaza vimos cómo desconectaron las incubadoras en el hospital central”.

Sobre la cuestión del futuro a medio-largo plazo de las criaturas que tengan la fortuna de sobrevivir a sus primeros meses de vida, Piñeiro teme, de momento, un aumento sin precedentes de casos de discapacidad vinculados a enfermedades no atendidas a tiempo o de manera correcta al no haber recibido una atención médica óptima como cirugías de reconstrucción o internamientos prolongados en hospitales para mantener los controles de infección. En el largo plazo, Jaldia prevé que, tras todo lo ocurrido y dado el incontable número de traumas que acumularán desde su nacimiento estas nuevas generaciones de niñas y niños palestinos, “necesitarán mucho tratamiento psicológico, mucha terapia para poder afrontar todo esto” y recuerda los efectos que tuvo en los pequeños el ataque de Israel en 2014 —Operación Margen Protector —, lo que le hace vaticinar la magnitud de los efectos del genocidio en su salud mental. “Había muchos casos de niños con miedo, con pesadillas, niños que por la noche se orinaban en la cama por el miedo y el terror, tartamudeos, miedo de salir solos de su habitación para llegar al baño, y un largo etcétera”. La activista alega en esta línea que “muchos niños han perdido a toda la familia, han visto horrores porque han visto cuerpos tirados, desmembrados delante de ellos y eso es algo que va a llevar un tiempo reparar”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Ocupación israelí
Ocupación Israelí Tel Aviv encubre en un informe “lleno de mentiras” el asesinato de 15 trabajadores humanitarios
Una investigación interna admite la masacre realizada el pasado 23 de marzo, pero oculta información, es contradictoria y llena de falsedades, según denuncia la Media Luna Roja y la organización israelí Breaking The Silence.
Palestina
Genocidio en Palestina Israel ha asesinado a más de 51.203 palestinos desde 2023, más de 1.800 desde el fin del alto al fuego
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas expone que más de 345.000 personas en Gaza se encuentran en la fase 5 de hambruna, que supone la inanición total.
Israel
Palestina Israel se ensaña con el personal médico en Gaza
La autopsia a los paramédicos de la Media Luna Roja Palestina encontrados en una fosa común revela que fueron disparados.
Acaido
18/4/2024 2:04

¿A quien va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?.
A los alemanes les valia la disculpa de la ignorancia sobre los horrores nazis, pero actualmente en la era de la información, esa disculpa no vale, somos testigos directos del peor episodio de la historia de la humanidad y nos comportamos poco menos que como un rebaño de ovejas.

0
0
Medio ambiente
Medio ambiente Que papel xoga Abanca no proxecto da celulosa de Altri en Galiza?
A sociedade público-privada Impulsa Galica, que cimentou os primeiros plans da multinacional papeleira e Greenalia está participada fundamentalmente pola Xunta e polo banco que xurdiu da desastrosa fusión das caixas de aforro galegas.
Medio ambiente
Crise climática Sarria, cun dos peores índices de calidade do aire de Galiza, á espera dunha nova planta contaminante
Sarria convive dende hai décadas coa contaminación provocada pola cementeira do Oural. Agora, Votorantim Cimientos proxecta a instalación dunha nova planta para a produción de combustible a partir da coincineración de residuos.
Religión
Religión Muere el papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano
Jorge Mario Bergoglio ha muerto este lunes 21 de abril en su residencia en la Casa de Santa Marta, en Roma, según ha informado el Vaticano. Tenía 88 años.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí Tel Aviv encubre en un informe “lleno de mentiras” el asesinato de 15 trabajadores humanitarios
Una investigación interna admite la masacre realizada el pasado 23 de marzo, pero oculta información, es contradictoria y llena de falsedades, según denuncia la Media Luna Roja y la organización israelí Breaking The Silence.
Líbano
Líbano Cinco décadas sin paz ni justicia en Líbano
El país mediterráneo conmemora el 50 aniversario desde el inicio de la guerra civil, un conflicto cuyos crímenes no se han juzgado y cuyos desaparecidos no se han encontrado

Últimas

El Salto Radio
El Salto Radio Balas de Goma
Carles Guillot y Ester Quintana perdieron un ojo tras recibir el disparo de una bala de goma disparada por un policía. En su carrera por identificar a los responsables, ambas encontraron el empuje necesario en sus compañeras y familiares.
Crisis climática
Crisis climática La UE se entrega al ardor guerrero mientras descuida la crisis social y la emergencia climática
Varios países de la UE ya están recortando drásticamente en servicios públicos y estado del bienestar para poder costear el aumento del presupuesto militar.
Opinión
Opinión Poliamor de derechas, poliamor de izquierdas
La no-monogamia no puede ser simplemente una etiqueta identitaria o una preferencia personal, sino una práctica material que cuestiona la propiedad privada, la privatización de los cuidados y la reproducción de los roles de género
Más noticias
La vida y ya
La vida y ya Días de vacaciones
No somos conscientes de que la lluvia depende, en un porcentaje altísimo, de ellas. Sin plantas hay menos lluvia. Sin lluvia las semillas no germinan. Así funciona.
València
València “‘El vol de Guillem’ ha supuesto la liberación de todos estos años de lucha”
Ricard Tàpera, autor del cuento, y Betlem Agulló, hermana de Guillem Agulló, que ha puesto voz a la historia, nos explican cómo ha sido el proceso de creación de esta obra coral, ilustrada por Helga Ambak.
Opinión
Space X Los viajes al espacio y el efecto Katy Perry
El 2024 fue el año más caliente desde que hay registros, mientras que Katy Perry y un puñado de millonarias nos deleitaron con su viaje espacial cortesía de Jeff Bezos.
Ayuntamiento de Madrid
Residuos La “motosierra de Almeida” no frena la oposición social al cantón de la limpieza en Montecarmelo
Los vecinos no entienden por qué el Ayuntamiento madrileño no accede a construir el cantón en una parcela técnicamente viable y que no afectaría a miles de niños y la única zona verde del barrio.

Recomendadas

Economía social y solidaria
Tecnología Inteligencia Artificial y economía solidaria: ¿posibles aliadas?
¿Cómo debe relacionarse la economía solidaria con una tecnología que vulnera derechos humanos y ambientales constantemente? Cooperativas e investigadoras tecnológicas animan al movimiento a perderle el miedo y a utilizarla de manera crítica.
Multinacionales
Multinacionales Maersk y las rutas de complicidad con el genocidio israelí en Gaza
Crece la presión internacional contra la naviera danesa que está aprovisionando a Israel de armas para cometer el genocidio de Gaza en contra de las medidas cautelares tomadas por la Corte Internacional de Justicia.
Historia
Historia Cuando la solidaridad antifascista reunió a musulmanes, judíos y cristianos en la España republicana
Marc Almodóvar y Andreu Rosés rescatan a los combatientes árabes de la Brigadas Internacionales en el libro ‘Moros contra Franco. El antifascismo y la Guerra Civil española en el mundo árabe’.
Minería
Minaría Bruxelas cava fondo: litio galego para o novo militarismo europeo
No medio do rearme ordenado pola UE, Galiza entra no ámbito xeopolítico como potencial provedor de litio para a industria de defensa. Un enclave de alto valor ecolóxico en Doade (Ourense) converterase en canteira de baterías militares.