Laura Muñoz

Las personas especializadas en Derecho Animal dan un paso adelante para la protección legal de los animales

El documental Persona (no) humana nos invita a reflexionar sobre el trato que damos al resto de animales y presenta la posibilidad de cambiar las cosas

Es la principal causa de deforestación, pérdida de biodiversidad y extinción de especies. No aprendemos a respetar la vida del resto de animales

Abandonar la explotación animal para luchar contra el calentamiento global. 18 ciudades de todo el mundo se comprometen a una transición vegetal.

Se cumplen diez años de la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia animal

Hemos normalizado la posibilidad de divertirnos a costa del sufrimiento de otros

Los pollos son los animales más explotados en el mundo. El hecho de que su carne sea más saludable que otras para los seres humanos ha sido su condena.

Rechazo global al proyecto de Nueva Pescanova para condenar a los pulpos a la cautividad y a la explotación en la primera granja de pulpos del mundo.

Isabel González: “La Ley de Protección y Derechos de los Animales responde a la evolución de la sociedad en su trato con otras especies”

¿En qué tipo de personas nos convierte la dominación de la vida de los demás?

Cuesta entender que en la época del año que más se fomenta y se nos despierta la empatía, no seamos capaces de sentirla hacia otras especies animales.

¿Por qué cuando se muestra la contaminación y el maltrato continuo que supone la explotación animal no se rechazan los productos de origen animal?

Tenemos la oportunidad de marcar un camino revolucionario con el mayor impacto sobre el medio ambiente que se conoce: la transición a una alimentación vegetal.

Nuestra relación actual con los demás animales nos lleva a la destrucción del planeta y a una sociedad sin valores éticos basados en la empatía y el bien común.

Es hora de admitir que los animales de otras especies tienen conciencia e intereses. Son individuos.

El documental de Craig Foster sobre su relación con un pulpo consigue un Oscar, pero nos deja en la superficie. Adentrémonos en las profundidades.

Millones de animales sufren el transporte de un lugar a otro a diario, ya sea para cambiar de granja o para llegar a un matadero.

Nadie nos obliga a llevar un negocio de explotación animal. No estamos obligados a matar animales para sobrevivir.

La investigadora desvela el sufrimiento de millones de seres vivos criados y matados para beneficio humano

La pandemia con la que convivimos nos ha llevado a reconsiderar nuestros sistemas de producción global, entre ellos, el de la alimentación. En concreto, el sector cárnico está en el punto de mira de toda reflexión, ya que contribuye al cambio climático, a la deforestación, a la pérdida de biodiversidad y al malestar de millones de animales de diferentes especies. Además, implica un peligro higiénico-sanitario para nuestra salud y entraña una alta probabilidad de transmitir zoonosis.

A estas alturas, algunos tenemos claro que lo mejor que podemos hacer a partir de ahora es renunciar al egoísmo y a la hipocresía. Hace demasiado tiempo que nos dejamos caer en la comodidad de pensar en uno mismo sin preocuparnos de los demás. Sobrevaloramos la individualidad y la libertad. 

Tu móvil sabe dónde estás, dónde compras, dónde comes, dónde te desplazas y dónde te alojas. Te sugiere cosas, actividades que hacer y sitios que visitar. Es estupendo, porque es cómodo no tener que buscar lo que te apetece hacer.

¿Vamos a seguir haciendo lo que nos dé la gana para autocomplacernos, sin considerar las consecuencias? ¿O vamos a volver a aprender a respetar a los demás y a lo que nos rodea?