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Consumo
Publicidad cárnica y ‘greenwashing’: cómo las promociones del supermercado te incitan a comer peor
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), adscrita al Ministerio de Consumo, señala en sus Recomendaciones dietéticas saludables y sostenibles que, “debido a la evidencia científica sobre la relación entre el consumo de carne y la salud”, tenemos que reducir la cantidad de carne en la dieta y aumentar el consumo de otras fuentes de proteína como las legumbres. Son consejos para promover un estado de salud óptimo, teniendo en cuenta nuestras necesidades nutricionales y con el objetivo de prevenir, especialmente, enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y algunos tipos de cáncer. En la guía se tiene en cuenta, además, el impacto medioambiental de los alimentos dada la acuciante crisis climática y medioambiental.
En España, los canales más utilizados para la adquisición de alimentación y bebidas para el abastecimiento doméstico son, con mucho, supermercados, autoservicios e hipermercados. El Informe del consumo alimentario en España de 2022, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, indica que los dos primeros distribuyen el 49,5% del volumen total, mientras que los hipermercados venden el 12,8%. La suma de todos ellos llega prácticamente a los dos tercios del consumo total y está muy lejos del 12,7% que suponen las tiendas tradicionales.
Eduardo Montero: “Cuando vamos a la cámara frigorífica con alimentos preparados prácticamente todo lo que nos encontramos son alimentos con productos cárnicos. No tenemos opciones realmente saludables”
Nadie pone en duda el impacto de la publicidad en nuestra capacidad de elegir qué consumimos. Los miles de millones que las empresas gastan en publicidad y promoción son obvia prueba de ello. En lo referente a la alimentación, el informe La ilusión de elegir, realizado por tres organizaciones ligadas a consumo, la salud y el medio ambiente a propósito de la propuesta de la Comisión Europa para etiquetar los productos que venga de sistemas alimentarios sostenibles, indica una serie de requisitos necesarios para fomentar la elección de alimentos saludables. Además del hecho de que estén ampliamente disponibles, sean económicamente asequibles o de que sean la opción elegida en contratos públicos, hay otra serie de variables clave: deben ser “atractivos” —lo que implica que se coloquen en lugares destacados en las superficies de venta— y tiene que convertirse en los más promocionados.
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Pues bien, la Federación de Consumidores y Usuarios CECU ha hecho público este 17 de enero un informe en el que denuncia que cuatro de cada cinco promociones de los supermercados sobre alimentos que son fuente de proteínas versa sobre productos animales, mientras que legumbres y frutos secos ocupan menos del 20%.
“Mientras la Aesan recomienda consumir más fruta, más verdura y más legumbres, lo que nos encontramos al ir a los supermercados es que entre en torno al 80% de las promociones van dirigidas a la carne. Es decir, los consumidores recibimos el mensaje de que tenemos que consumir mejor y tener una dieta más equilibrada, pero nos es muy complicado hacerlo cuando vamos a hacer la compra”. Así lo denuncia Eduardo Montero, responsable de alimentación de la federación de consumidores, y uno de los responsables de la investigación.
Sostenibilidad engañosa
El informe, titulado Lavado verde en los supermercados españoles, ha analizado cinco grandes cadenas de alimentación —Mercadona, Carrefour, Lidl, Dia y Alcampo— y acusa a las grandes superficies de usar prácticas de greenwashing e incitar a la población a comer peor con su política de promociones. Hablan de lavado de cara verde porque la publicidad sobre su sustentabilidad y su compromiso con la crisis climática abunda pero la realidad, según señala la investigación de CECU, es muy distinta.
“El factor que más influye dentro de un supermercado respecto a la sostenibilidad y para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es, precisamente, el tipo de productos que comercializa”, señala Montero. Para denunciar la contradicción que se plantea entre los mensajes al público de las grandes superficies y la realidad pone un ejemplo que considera claro: “Cuando vamos a la cámara frigorífica con alimentos preparados prácticamente todo lo que nos encontramos son alimentos con productos cárnicos. No tenemos ni legumbres ni frutas ni verduras, más allá de gazpachos o ensaladas envasadas. No tenemos opciones realmente saludables”.
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El experto indica que las prácticas de sostenibilidad más importantes y con mayor incidencia que puede aplicar un supermercado no se comunican, “y no se comunican porque realmente no se aplican”. “Lo que hacen son prácticas pequeñas, como envases más sostenibles, y hacen mucha publicidad sobre ello para aparentar ser sostenibles”, denuncia.
Desde 2021, con la entrada en vigor de la Ley 11/2018 que modificó el Código de Comercio, los supermercados tienen la obligación de ofrecer información sobre los efectos en el medio ambiente que supone su actividad. Sin embargo, desde CECU denuncian que sus acciones de sostenibilidad tienen mucho más que ver con la publicidad para atraer clientes que en cambio reales, algo que califican de greenwashing.
El fomento de los productos de proximidad es otra de las asignaturas pendientes de los supermercados en España. “Esto se ve mucho en los productos bio”
“No incumplen la ley como tal, por eso pedimos al Gobierno que actúe”, explica Montero. “Les piden dar información y publicarla, pero no les piden los indicadores clave que tiene que comunicar ni la forma de comunicarlos; que sean realmente transparentes”, continúa. Es por ello que desde la organización exigen al Ejecutivo que establezca unos indicadores y unos criterios claros al para informar sobre sostenibilidad.
Bio, pero de las antípodas
El fomento de los productos de proximidad es otra de las asignaturas pendientes de los supermercados en España. “Esto se ve mucho en los productos bio”, señala el responsable de CECU, “pues muchos vienen de la otra punta del mundo”. Habla de legumbres y frutos secos que provienen de países lejanos sin que se aprovechen los que se cultivan en las regiones más próximas al punto de venta, e incide especialmente en la problemática de la fruta. “Nunca pensamos que va a ver tantísima cantidad de fruta y verdura que viene producida de lejos, sobre todo cuando tenemos variedades que se producen en temporada aquí”. Como ejemplo cita algunos casos concretos: “En temporada muchas de las naranjas vienen de Sudáfrica. Lo mismo que las uvas, que vienen de Perú”.
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Por todo ello, la federación de consumidores y usuarios pide a los supermercados responsabilidad y un cambio en sus políticas. Asimismo, demanda al Gobierno que tome medidas regulatorias ambiciosas basadas en las recomendaciones de la Aesan para conseguir que en 2030 la promoción de legumbres y frutos secos alcance el 70% de las promociones de productos proteínicos en los supermercados: “Proteger la producción sostenible de alimentos, garantizar el acceso a alimentos sanos y sostenibles para todas las personas y evitar que la publicidad condicione negativamente nuestras decisiones de compra”.