Francia
Mélenchon, el “candidato de la paz”, se acerca a la segunda vuelta de las presidenciales francesas

El líder de la izquierda insumisa afronta el inicio oficial de la campaña como tercero en los sondeos, por detrás de Macron y Le Pen. Pese a los reproches de una supuesta condescendencia con Putin, la guerra en Ucrania no lastra sus opciones.
Jean-Luc Mélenchon
Jean-Luc Mélenchon se dirige a los manifestantes de La Francia Insumisa en París el 23 de septiembre de 2017. Teresa Suárez Zapater

Un posible epílogo en el final de ciclo del populismo de izquierdas en Europa. El candidato de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, cuenta con opciones para clasificarse para la segunda vuelta de las presidenciales francesas. El lunes empezó la campaña oficial de los comicios del 10 —primera vuelta— y 24 de abril —segunda vuelta—. Actualmente, los sondeos ubican en la tercera posición al aspirante ecosocialista —15-14%—, al acecho de la ultraderechista Marine Le Pen —19-16%—, aunque ambos lejos del presidente Emmanuel Macron —28-27%—.

Tras años de lamentos por la división y el declive de la gauche, no resulta descabellado un final electoral entre Macron y Mélenchon. Una hipótesis esperanzadora para la izquierda transformadora. No solo obligaría a todos los plumillas —incluido un servidor— a quemar sus sesudos artículos sobre la derechización de Francia, sino que también representaría el retorno de un candidato progresista en la segunda vuelta por primera vez desde 2012. A diferencia de hace diez años, con el duelo entre el conservador Nicolas Sarkozy y el socioliberal François Hollande, esta vez la derecha se confrontaría a un partidario de una ambiciosa planificación ecológica, de bajar la edad de jubilación a los 60 años o establecer una semana laboral de 32 horas.

Mélenchon, de 70 años, hizo el pasado domingo una demostración de fuerza con un mitin en Marsella, en el sudeste francés. Tras haber reunido a unas 100.000 personas el 20 de marzo en París, más de 35.000, según los organizadores, asistieron a la playa del Prado al acto electoral en la segunda ciudad de Francia. Más allá de las típicas guerras de cifras, el líder insumiso se ha consagrado como el presidenciable que organiza los actos públicos más multitudinarios —solo imitado por el polemista ultra Éric Zemmour — en esta descafeinada campaña presidencial, eclipsada mediáticamente por la guerra en Ucrania.

Resiste a las acusaciones de simpatizar con Putin

“Quiero dedicar nuestra concentración a la lucha por un alto el fuego en Ucrania y por acabar con la invasión rusa”, aseguró Mélenchon en el inicio de su discurso en la ciudad foceana. Tras el estallido de la guerra en Ucrania, sectores de la izquierda moderada creían que esta supondría un obstáculo difícil de superar para el veterano Mélenchon. El exministro socialista en el gobierno de Lionel Jospin (1997-2002) se presenta a sus terceras presidenciales tras lograr el 12% de los sufragios en 2012 y el 19% en 2017. Aunque muchos consideraban su figura desgastada y su programa demasiado radical, ha resistido como el único aspirante de izquierdas con opciones de llegar a la segunda vuelta.

Debido a su posición altermundialista, el insumiso había advertido en los últimos años sobre los riesgos de la expansión de la OTAN hacia el este de Europa. La costumbre occidental de poner el dedo en el ojo del oso ruso desembocó en la invasión del territorio ucraniano. Después de la brutal decisión de Vladimir Putin, la socialista Anne Hidalgo y el verde Yannick Jadot multiplicaron sus reproches contra Mélenchon sobre su supuesta condescendencia respecto al presidente ruso. Como también ha sucedido en España, el estallido de la guerra ha suscitado un cierto macartismo, alimentado desde la derecha hasta el centro-izquierda, contra el altermundialismo, acusándolo de unos vínculos con Putin parecidos a los de la ultraderecha, a pesar de encontrarse a las antípodas ideológicas del jefe del Kremlin.

Apostó por presentarse como el “candidato de la paz”, favorable a las sanciones económicas a los oligarcas, pero contrario a un envío de armas que favorezca una escalada

No obstante, Mélenchon supo adaptarse con cierta habilidad táctica ante este nuevo escenario. No solo condenó desde el minuto uno la agresión rusa, sino que también recuperó dos conceptos clásicos del altermundialismo francés: el pacifismo y la independencia diplomática. Apostó por presentarse como el “candidato de la paz”, favorable a las sanciones económicas a los oligarcas, pero contrario a un envío de armas que favorezca una escalada. En su intervención en Marsella, insistió en la necesidad de enviar cascos azules, “bajo mandato de la ONU, para proteger las centrales nucleares ucranianas”, una de sus propuestas predilectas en las últimas semanas.

“Sin duda, la guerra no resulta una ventaja para él, ya que tiene la imagen de ser un dirigente pro-Putin”, reconoce Paul, 28 años, un simpatizante ecologista y empleado en el sector de las energías renovables que acudió al último mitin. “No es cierto que defienda a Putin, pero tampoco apoya la actual escalada de discursos belicistas”, afirma, por su lado, Bruno Morit, 63 años, quien asistió al acto con una bandera arcoíris con el símbolo de la paz. “Creo que la mayoría de franceses se identifican en su posición”, añade con una visión excesivamente optimista. “Macron es mucho más cercano a una dictadura como la de Arabia Saudí y nadie dice nada”, recuerda Sophie, 26 años, que trabaja para el Ministerio de Justicia.

Un referéndum social contra Macron y Le Pen

Aunque la guerra en Ucrania no resulta el marco ideal para Mélenchon, ha comportado una ventaja: la desaparición del radar mediático de los obsesivos debates sobre la inmigración y el islam. El principal perjudicado por el conflicto ha sido Zemmour, ya que desde hace un mes su veneno islamófobo dejó de impregnar en las ondas. En cambio, con las consecuencias económicas de la guerra, ganaron en relevancia las medidas sociales para hacer frente a la inflación y la crisis energética; por ejemplo, la propuesta insumisa de bajar y bloquear los precios de la electricidad, gasolina y otros productos básicos. En este terreno social el insumiso pretende hacerse fuerte. Y quiere convertir los comicios en un referéndum contra el neoliberalismo de Macron y Le Pen.

Con las consecuencias económicas de la guerra, ganaron en relevancia las medidas sociales para hacer frente a la inflación y la crisis energética, como la propuesta de bajar y bloquear los precios de la electricidad, gasolina y otros productos básicos

“Macron es el programa económico de Le Pen con el añadido del menosprecio de clase, mientras que Le Pen es el programa de Macron con el añadido del menosprecio de raza”, criticó Mélenchon en su discurso en la ciudad sureña. Según el candidato populista de izquierdas, ambos coinciden en su voluntad de alargar la edad de jubilación, mantener congelado el salario mínimo, su falta de ambición para bloquear los precios energéticos y su apuesta por disminuir los impuestos a las empresas o construir nuevas centrales nucleares.

Para seducir al electorado conservador, la líder del partido de extrema derecha Reagrupación Nacional moderó de manera significativa sus promesas en materia económica. Pero a base de banalizarse, Le Pen se ha vuelto más insípida. Corre el riesgo de volverse invisible y alejarse de una parte de los votantes “antisistema”. “Desde 2017, casi todos los sondeos dieron a la RN unas intenciones de voto superiores a su resultado final”, advierte Jean-Yves Dormagen, director del instituto de sondeos Cluster 17, sobre la posibilidad de que la aspirante ultra logre menos votos de lo pronosticado.

Como ya hizo en el multitudinario mitin en París, Mélenchon centró buena parte de su discurso en criticar el programa de Macron, presentado el 17 de marzo y con una orientación más conservadora que el de 2017. El dirigente centrista quiere alargar la edad mínima de jubilación hasta los 65 años —tras haber cotizado 43— y obligar a ejercer una actividad laboral o formativa, de entre 15 o 20 horas, a todos aquellos que reciban el RSA —de 565 euros mensuales—, el equivalente galo del Ingreso Mínimo Vital. También propuso una reforma neoliberal del sistema educativo en aras de dar una mayor autonomía a las escuelas e institutos en la contratación de profesores y favorecer la competencia.

Un camino lleno de obstáculos hasta la segunda vuelta

“Señor Macron, es demasiado, el buen pueblo puede aceptar muchas cosas, ¡pero no toquéis a nuestros niños!, clamó Mélenchon, acusando al presidente de “transformar la educación pública en un caos”. Ante un dirigente centrista claramente anclado en la derecha, el candidato ecosocialista aspira a seducir a los votantes de otros partidos de izquierdas a través del clásico argumento del “voto útil”. “Si queréis hacer un cordón sanitario a la extrema derecha, tengo una propuesta para vosotros: haced este cordón sanitario desde la primera vuelta votando por mí”, afirmó en la playa del Prado. Como ya había pronosticado en enero en El Salto el politólogo Manuel Cervera-Marzal, este efecto de “voto útil” está funcionando y así lo reflejan los sondeos.

A pesar de ello, el camino hacia la segunda vuelta parece empinado. “Al menos se confrontará a cuatro obstáculos”, apunta el analista Fabien Escalona, periodista en el digital Mediapart. “El primero de ellos es su imagen personal mucho más desgastada que en 2017”, explica este experto en socialdemocracia. El segundo, la división de la izquierda, acentuada en estos comicios debido a la voluntad del histórico Partido Comunista de presentar su propia candidatura. El tercero, la posición de Mélenchon sobre Putin, “que lo aleja de una parte de los votantes del centro-izquierda”. Y el cuarto, un “posible efecto de voto útil en la ultraderecha” a favor de Le Pen a medida que Zemmour queda relegado en los sondeos.

Tampoco le beneficia la ausencia de debates televisivos, anulados tras la negativa de Macron de participar en ellos antes de la primera vuelta. “Teniendo en cuenta su reputación de brillante orador, es un lastre para el insumiso que no haya este tipo de programas”, apunta Dormagen. Otro obstáculo mayor puede ser la abstención, probablemente muy elevada en medio de una campaña descafeinada.

El riesgo de la abstención

Los estudios de opinión apuntan a una participación de entre el 63% y el 71%. Es decir, serían las presidenciales con el porcentaje de votantes más bajo en la historia de la Quinta República. “Aquellas categorías de la población que parecen menos movilizadas son los jóvenes y el electorado de izquierdas, justo aquellas más propicias a votar por Mélenchon”, advierte Escalona. De hecho, su clasificación para la segunda vuelta puede depender de una movilización popular en este final de la campaña.

Si Mélenchon llega a la segunda vuelta, en lugar de sobre inseguridad o inmigración, se debatiría sobre los derechos de sucesión —el insumiso quiere establecer un límite a la exención e impuestos situado en los 12 millones de euros— o la planificación ecológica

Si se confirmara esta hipótesis nada descabellada, una victoria de Mélenchon contra Macron en la segunda vuelta resultaría casi imposible. Sería un sueño de una noche de primavera. Pero simplemente su presencia en la segunda vuelta supondría un punto de inflexión para la izquierda en Francia y en el resto de Europa. No solo comportaría un batacazo para la ultraderecha, sino que cambiaría los temas de debate. En lugar de la inseguridad o la inmigración, se debatiría sobre los derechos de sucesión —el insumiso quiere establecer un límite a la exención e impuestos situado en los 12 millones de euros— o la planificación ecológica.

También daría un rol preponderante a una izquierda transformadora y popular en la reconstrucción del progresismo en Francia. De hecho, empujaría a los verdes y sectores del Partido Socialista a ser menos reticentes a pactar con los insumisos. Sin duda, supondría un capítulo inesperado en el final de ciclo de los indignados.

Arquivado en: Francia
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Senegal
Senegal El Gobierno senegalés cumple su primer año en el poder con más preguntas que respuestas
El Pastef, el partido panafricanista senegalés, llegó a la presidencia a finales de marzo de 2024 con propuestas radicales de cambio. Un año después, limitado por la deuda externa, mantiene el apoyo popular mientras busca un nuevo acuerdo con el FMI.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.
Energía
Península ibérica Apagón masivo en toda España: “entre 6 y 10 horas” para restituir la energía en todo el territorio, según REE
El cero eléctrico de origen desconocido afecta a la España peninsular, Andorra y Portugal desde las 12.38 de este 28 de abril. Parte del Gobierno está reunido en la sede de Red Eléctrica. El Ejecutivo ha convocado el Consejo de Seguridad Nacional.
#94720
3/4/2022 14:02

La gran esperanza para la izquierda francesa y europea. Francia no puede ser tan de derechas.

0
0
Investigación
Investigación Varios refuxiados denuncian á ONG Rescate Internacional por explotación laboral e agresión sexual
A Garda Civil investiga o centro de Mondariz-Balneario tras varias denuncias por parte de voluntarios migrantes que aseguran traballar sen contrato a cambio de 50 euros semanais. A ONG xestiona 1.700 prazas do programa estatal de acollida.
Comunidad de Madrid
Luis A. Ruiz Casero “Durante la transición la cárcel de Carabanchel albergó a más presos que en algunos años del franquismo”
De los presos franquistas que construyeron el penal, pasando por los que fueron fusilados, hasta los revolucionarios que pusieron patas arriba el centro penitenciario con iniciativas como la COPEL, Luis A. Ruiz Casero ofrece en 'Carabanchel. La estrella de la muerte del franquismo', un documentado homenaje a las luchas de las personas internas.
Industria armamentística
Genocidio Las relaciones armamentísticas de España e Israel han sido “más lucrativas que nunca” desde octubre de 2023
Un informe del Centre Delàs señala diferencias significativas en las armas que España dice que ha vendido a Israel y las que Israel registra. Las empresas israelíes han firmado 46 contratos con las administraciones por más de mil millones.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
Opinión
Opinión ¡A la mierda Europa!
Hay otra Europa que es víctima de la Europa neoliberal y belicista que apuesta por la industria de las armas a costa de los derechos sociales, es una Europa que se muere de vergüenza cada vez que ve imágenes de Gaza o Cisjordania.
Laboral
Laboral Al borde de la huelga en la educación pública vasca
Los cuatro sindicatos convocantes denuncian que el Departamento de Educación vasco no se han sentado a dialogar hasta este viernes pocos días antes de los paros
Laboral
Laboral Los sindicatos convocan huelga en Mediapro durante las últimas jornadas de la liga de fútbol
El final de la liga de fútbol podría no verse en televisión si la empresa HBS, nueva adjudicataria de la producción de La Liga, no garantiza la subrogación del personal. Los sindicatos han convocado huelga del 13 al 27 de mayo en el grupo Mediapro.
Palestina
Ocupación Isarelí Primera movilización unitaria contra el genocidio en Palestina y por el fin del comercio de armas con Israel
Este sábado 10 de mayo se espera en Madrid una asistencia multitudinaria de personas venidas desde cientos de municipios de todo el Estado español para concentrar la protesta de los ataques indiscriminados del Israel contra la población palestina.
Tribuna
Tribuna Para acabar de una vez con las nucleares: sobre el último intento de prolongar la vida de las centrales
Los voceros de la nuclear han encontrado la oportunidad ideal para difundir sus bulos con el apagón del 28 de abril. Quieren generar polémica para mantener operativa una infraestructura innecesaria, peligrosa y que genera residuos incontrolables.
Análisis
Análisis ¿Existe una identidad europea?
El 9 de mayo se celebra el “día de Europa”, que conmemora la paz y la unidad en el continente y que coincide con la declaración presentada en 1950 por Robert Schuman que sentó las bases de la cooperación europea. Pero, ¿qué es Europa realmente?
Estados Unidos
Libertad de expresión Canadá recomienda al profesorado LGTBQ+ o crítico con Trump no viajar a Estados Unidos
Una circular de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT) recomienda “encarecidamente” que el personal académico viaje a los EEUU “solo si es esencial y necesario”.
El Salto Radio
El Salto Radio Malismo
Hacerse el “malote” aporta beneficios: entrevista con Mauro Entrialgo, autor de Malismo, un ensayo sobre los mecanismos de ostentación del mal

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.