Ilustración
Bodegón prohibitivo

Hormiguitas y abejas hemos elogiado aquí
las aplaudimos por su sacrificio generoso
por su valentía desinteresada y siempre
sentimos el impulso de imitarlas en su afán
esforzado y solidario con su especie
como las raíces alimentan flores y frutos

Maravillados estuvimos siempre al ver
como acumulan el producto de su labor
cosa que causa envidia y luego rabia
porque todo mi barrio trabaja
como antes en la aldea lo hicieron
mis padres y abuelos y los tuyos que
igual a todos los vecinos nunca pudimos
ahorrar ni un duro ni un euro y hoy
no podemos pagar ni un poco de arroz
ni un huevo ni un pan con queso y el pescaito
ya forma parte de la mitología

Entonces cada uno se siente un individuo
más parecido a un oso que a una abeja
aunque en la tele del centro social
el plantígrado del documental comía
más salmones de los que veré en mi vida

 

La TV los diarios la radio y todas las redes
explican y aclaran que es por la guerra
enredándolo todo para que olvidemos
que apenas yantábamos antes y nunca
pudimos una moneda guardar
a pesar de vender esas armas que usan
Para luego hacer la harina aumentar

 

A todo esto la champaña no cesa de bajar
por gargantas insaciables como la avisez
del bolsillo del banquero inversor y dueño
del grano del fusil y los secuaces del estado
pero nunca de nuestro mañana