Ilustración
Extra de verano

Asqueroso Caballero

o, rara vez, una mujer. Y en la marca
de agua van ocultas la vileza y la parca.
Así de listillo se ha vuelto el caballero,
que ya no tintinea ni en papel aparece.

hacer de las suyas, es decir, las de ellos,
los de siempre. Enciende y apaga guerras
el poderoso. Crece en arcas y bancos
con cada incendio o inundación, crece
con el desastre natural o por él causado.

hay fuego y habrá desierto, pero, también,
moneda para comprar derechos, inhumanos,
de emisión de CO2 a países que no ensucian.
El caballero ordena el incendio para vender
chicha, urbanización, monterías, tonterías.

gas, ni el agua que el broker vende a futuro,
quemando sin piedad todos los mañanas.
Hay especuladores generosos, con las cuentas
de monarcas y otros prohombres acantonados
en la santa y protectora patria (léase: Suiza).

Encandilan piedras brillantes, madreperlas...
Llegados a esto, mejor gastarlo en kalimotxo
al grito de: ¡No future! ¡Qué carallo!
Nos están dejando sin papel moneda
pa’quemar en el funeral del que cayó
luchando por lo común, o pa’limpiarse el culo.
¡Asqueroso caballero!

Ramón Haniotis