La mirada rosa
El pin parental funciona

¿Quieres librarte de ese hijo tan amanerado? ¡Felicidades! Con el pin parental no recibirá ninguna información útil y, si tienes suerte, puede llegar a suicidarse. ¡Así nadie pondrá en duda tu masculinidad de mierda!

Cada día, justo antes de entrar en clase, siempre dedico un momento a planear concienzudamente cómo adoctrinaré a mis estudiantes. Es tan amplio el catálogo de ideas perversas que puedo transmitir a sus jóvenes mentes que es realmente difícil elegir cuál de todas ellas será la que voy a grabar a fuego en su memoria y que condicionará su vida para siempre.

Es cierto que, como docente, lo único que hago cuando llevo a cabo este malévolo plan de dominación mundial es cumplir la ley. Sucede que todas las leyes educativas de nuestro país, desde hace varias reformas, y sus correspondientes decretos, incorporan como una materia transversal obligatoria la sensibilización ante los problemas que añaden a la llamada “diversidad LGTB”. Aunque, claro está, esto forma parte de nuestra agenda activista, evidentemente patrocinada y subvencionada por oscuros poderes internacionales que, curiosamente, aún no han transferido ni un solo euro a nuestras cuentas.

Supongo que será un problema de las cajas y los bancos, que con tanto rescate y tanto piso vacío que no paga los gastos de la comunidad de propietarios es muy fácil hacerse un lío con las cuentas. De un modo u otro, hemos conseguido introducir nuestros perversos intereses en la legislación. Pero, justo cuando nuestro progreso parecía imparable, nos hemos topado con un imprevisto: ciertas personas han empezado a organizarse para detener nuestros avances y ahora exigen que los tutores legales de nuestro alumnado puedan vetar algunos de los contenidos que impartimos.

Empiezan con ese veto al que llaman “pin parental”; muy pronto progresarán en su discurso y querrán impedir que las personas LGTB ejerzamos la docencia

Es realmente curioso que ese grupo de valientes se alinee con tanta claridad con las ideologías más conservadoras, cuando en la ley educativa que aprobaron las derechas hace unos años habíamos introducido nuestras ideas sin demasiado inconveniente. Tal vez hayan despertado ahora o hayan perdido definitivamente la poca vergüenza que les quedaba y por eso nos empieza a ser cada vez más complicado defender nuestros intereses. Empiezan con ese veto al que llaman “pin parental” y, de hecho, ya está al frente de la Consejería de Educación de la Región de Murcia una señora que tiene tanto interés en esa forma de censura como poca capacidad para el trabajo que se le ha encomendado. Muy pronto progresarán en su discurso y empezarán a desvelar nuevos objetivos: volveremos a la década de 1970 y, como Anita Bryant en Estados Unidos, querrán impedir que las personas LGTB ejerzamos la docencia.

También puede que rescaten la Propuesta 28 de Margaret Thatcher, tan similar a la ley vigente hoy en Rusia, que pretendía impedir la difusión de cualquier información sobre sexualidades no normativas. Subirán un escalón más, en cuanto asienten bien sus pies tras consolidar la propuesta retrógrada de turno, y no sería extraño que, llegado el momento, se dejen de tanto disimulo y hagan claros y públicos llamamientos a la persecución de maricones, bolleras, travestidos y viciosos. Ahora parece impensable, pero también lo fue hace cien años. Siempre hay un asesino esperando a que le permitan abrir la espita del gas.

Claro que, en el fondo, es lo que merecemos. ¿A quién sino a nosotras, malditas activistas, podría ocurrírsenos que era necesario difundir determinadas ideas? ¿Quién podría tener interés en explicarle al alumnado que existen los derechos humanos, o que la sexualidad humana va mucho más allá de la heterosexualidad obligatoria? ¿Para qué evitar que un gran número de adolescentes sienta la soledad y el desamparo explicándole que ha habido siempre personas con sus mismos sentimientos, que incluso entre sus profesores somos muchas quienes sentimos como ellas y ellos sienten? Alguien tenía que pararnos los pies y, por fin, hay gente dispuesta a impedir que nos acerquemos a los niños. Los quieren solo para ellos, como siempre. No hay más que escuchar al Nuncio del Vaticano en España, que afirma que con ese problemita de la pedofilia en la iglesia católica no hay nada que hablar. Será que tenían previsto que más de ochocientas personas denunciaran sus abusos, como se ha denunciado recientemente en un periódico de tirada nacional. 

Quienes han dominado durante siglos la educación han aplicado el “pin parental” de oficio: nos negaron toda la información necesaria para crecer como las personas libres que hoy seguimos intentando ser

Lo que desde el movimiento LGTB no nos atrevemos a reconocer es que ese “pin parental” funciona. Quienes han dominado durante siglos la educación lo han aplicado de oficio: nos negaron toda la información necesaria para crecer como las personas libres que hoy seguimos intentando ser. Perdimos muchas vidas hasta que conseguimos limitar mínimamente su poder y, ahora, todos esos que intentaron impedir que nos convirtiéramos en adultos autónomos y felices se dedican en los medios y los mítines a recordarnos una y otra vez que quieren recuperar toda esa influencia que han perdido. Incluso colocan lazos naranjas en la puerta de sus centros para recordarnos que esos colegios e institutos quieren esquivar el mínimo compromiso que nuestro movimiento ha arrancado a nuestro sistema educativo y seguir empañando con sus ideas el pensamiento libre de nuestra juventud. El pin parental les ha funcionado y, en el fondo, es toda una oportunidad para preservar sus ideas. Deberían poner carteles en las carreteras: “¿Quieres librarte de ese hijo tuyo tan amanerado? ¡Felicidades! Con la censura parental no recibirá ninguna información que pueda serle útil y, si tienes suerte, puede llegar a suicidarse. ¡Así nadie podrá poner en duda tu masculinidad de mierda!”.

Lo que no saben es que es un viaje de ida y vuelta y que las personas LGTB también tenemos familias. También es una oportunidad para nuestros intereses tan oscuros y maliciosos. ¿Hay que montar una batalla cultural? ¡Montémosla! Llevamos demasiado tiempo con los brazos cruzados. Me han entrado ganas de tener hijos solo para exigir en el centro educativo al que los lleve que bajo ningún concepto pueden escuchar ni una sola palabra sobre religión. La verdad es que, ahora mismo, parece más importante evitar que un sacerdote católico se acerque a un menor que impedir que lo haga una profesora lesbiana visible. También vetaría cualquier rastro de heterosexualidad. A la mierda Bécquer y Garcilaso, exijo que mis hijos solo estudien a Lorca y a Cernuda, que, además, son mucho más interesantes. Si quieren una batalla, organicémosla. Se van a cagar. Aunque podemos hacer algo más sencillo, sin llegar a las manos ni al delirio de censura. Podemos salir a votar. A votar por nuestros derechos, que son de lo primero que tenemos que pensar cuando metemos la papeleta en la urna. Si vamos todas, ellos se van. Que no se nos olvide.  

Arquivado en: La mirada rosa
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

La mirada rosa
La mirada rosa ¿Qué fue de los gais?
No podemos olvidar en nuestro discurso a quienes forman gran parte de nuestro potencial grupo reivindicativo.
Obituario
La mirada rosa Requiem por un activista español
Miguel Ángel Sánchez ha sido uno de los activistas por la igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales y trans más importantes de nuestro país.
#88203
26/4/2021 12:59

Si VOX toca poder seremos nosotros los que veremos bien el PIN parental

0
1
Ocupación israelí
Ocupación israelí Israel ataca Rafah y se hace con el paso fronterizo con Egipto
Tel Aviv da la espalda a las negociaciones internacionales que piden un alto el fuego e invade Rafah, el último refugio de los palestinos de la Franja expulsados por la ofensiva israelí.
Sanidad pública
Sanidad Pública Aumenta el gasto en conciertos sanitarios mientras el Ministerio crea un observatorio de la corrupción
Organizaciones como Mareas Blancas piden la derogación de la ley 15/97, al tiempo que esperan el borrador de una nueva ley de gestión pública que el Ministerio de Sanidad estaría ultimando con los diferentes grupos parlamentarios.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Podemos amenaza con romper con el Gobierno si no aprueba una nueva moratoria hipotecaria
La medida vence el próximo 15 de mayo y protege al menos a 30.000 hogares. La PAH defiende que la ley no solo tiene que ser prorrogada sino mejorada para que llegue a las familias que la necesitan.
Contaminación
Contaminación Los entornos escolares suspenden en calidad del aire
Un informe analiza 114 entornos escolares de cinco provincias y los resultados son alarmantes: ninguno cumple las recomendaciones de la OMS. Solo una quincena de municipios de los 149 obligados a ello ha implantado su zona de bajas emisiones.

Últimas

Poesía
Galiza Morre aos 92 anos a poeta, activista e revolucionaria Luz Fandiño
O falecemento foi anunciado publicamente pola súa amiga e alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín.
O prelo
O prelo Collige, Kylie Jenner, rosas
A editora Catro Ventos trae á lingua galega Na sala dos espellos, de Liv Strömquist.
Universidad pública
Acampadas en Madrid “Es nuestro deber señalar la complicidad de nuestras universidades con el genocidio”
Arrancan las acampadas universitarias en Madrid para exigir el fin de las relaciones con Israel y el apoyo a las víctimas del genocidio. Las acciones de protesta están ubicadas en Ciudad Universitaria, centro simbólico de la lucha universitaria.
Palestina
Opinión Israel deja a la humanidad sin refugio
Otra vez Israel nos demuestra que puede hacer lo que quiera. Sus tentáculos de intereses económicos y sus sofisticadas bombas son capaces de asesinar a la justicia misma.
Más noticias
Sidecar
Sidecar El núcleo de Europa
En los años de auge de las décadas de 2000 y 2010, Alemania consolidó su posición como plataforma de producción globalizada, pero los triunfos de ayer ensombrecen hoy su renqueante economía orientada a la exportación.
Literatura
Azahara Palomeque “Yo quería hacer una novela que fuera un torrente de voz”
Azahara Palomeque realiza en su última obra, ‘Huracán de negras palomas’, un ácido repaso de la desigualdad, la racialización y la soledad, en el marco de unos Estados Unidos de difícil redención ética.
Análisis
Análisis Mercados de carbono sesgados, distorsionados y debilitados
Un reciente documento del Fondo Monetario Internacional reconocía que «las diferencias existentes entre los precios eficientes y los precios al por menor de los combustibles son enormes y generalizadas».

Recomendadas

Política
Política Redes clientelares, falta de autogoberno e consensos neoliberais: as claves do novo Goberno galego sen Feijóo
Políticas e analistas debullan a folla de ruta da primeira lexislatura galega da era post-Feijóo: reforzamento dos fíos de poder locais, falta de vocación autonómica, complexo de inferioridade e a axenda marcada polos grandes consensos neoliberais.
Migración
Migración Maternidades migrantes: criar entre la precariedad laboral y la ley de extranjería
Sin redes familiares en las que sostenerse y en un contexto laboral enfrentado con la conciliación, las madres migrantes se ven especialmente expuestas a la precariedad.
República Democrática del Congo
República Democrática del Congo Chikuru quiere para la República Democrática del Congo esa paz que nunca ha conocido
La vida de Chikuru ha transcurrido en una República Democrática del Congo siempre en guerra, desde su organización FoBeWorld, aspira a ayudar a la infancia y juventud a construir un futuro mejor, frente al expolio que devora su presente.