La mirada rosa
Dientes, dientes

El pasado domingo, Día internacional contra la LGTBfobia, un joven salió a la calle llevando como una capa una bandera arcoíris y acabó recibiendo, además de varios insultos, una cacerolada. ¿Qué han de hacer nuestras confinadas bocas mientras las suyas exhiben dientes que amenazan cuando reivindican?

El pasado domingo, cientos de personas conmemoramos el Día internacional para la erradicación de la homofobia, lesbofobia, transfobia y bifobia. Fueron muchas las acciones —todas digitales, no hay otra— que se celebraron, en las que una vez más se defendía de un modo u otro, de una forma más o menos acertada, el necesario compromiso de toda la ciudadanía con la defensa de los derechos humanos de quienes no participamos de la heterosexualidad.

Pero, con la caída de la tarde, cayó también un velo que acostumbra cegarnos últimamente: un joven salió a la calle llevando como una capa de superhéroe una bandera arcoíris y acabó recibiendo, además de varios insultos, una cacerolada. Y es que últimamente, mientras algunas personas reivindicamos en casa, otras han comenzado a manifestarse en la calle. No tienen miedo al virus, dicen, y tal vez ese privilegio —otro más— lo hayan obtenido a costa de dar mucho miedo a tanta gente.

Vuelve una vez más la pregunta de cómo enfrentarnos a esa jauría que, cacerola en mano, trata de defender, como buenos españoles que visten bandera, los intereses que heredan y les fueron creados 

Dejando a un lado el efecto de la mariposa, que aparece cuando alguien ha tenido que comerse un murciélago para que en ciertos barrios descubran dónde se guarda el menaje del hogar (la idea es de mi amiga Elena); vuelve una vez más la pregunta de cómo enfrentarnos a esa jauría que, cacerola en mano, trata de defender, como buenos españoles que visten bandera, los intereses que heredan y les fueron creados por otros malos españoles que traicionaron a su país hace ya muchas décadas. ¿Qué han de hacer nuestras confinadas bocas mientras las suyas exhiben dientes que amenazan cuando reivindican? “A los monstruos no miréis”, dicen algunos que a veces llegan a bailar el agua de la monstruosidad, por si se le cae la cartera.

El problema, claro, es que quien no mira no ve, y quien no es visto campa a sus anchas; y así parece que es como crece cada vez más ese nuevo discurso, tan antiguo, que compromete la libertad de quien también quiere vestir bandera, pero bandera con más colores. Parlem, se decía y se dice, y siempre es buena y útil la posibilidad del diálogo: la dialéctica abre puertas a nuevas formas de comprender la realidad. Pero, en este caso concreto, no considero para nada interesante invertir una vez más en argumentaciones. ¿Hasta cuándo hay que defender lo que ya prácticamente todo el mundo defiende?

Puede que me haga mayor y que empiece a estar algo cansado. Quizá por eso creo que no deberíamos dialogar con cualquiera. Un dicho popular afirma que la ironía es patrimonio de la gente inteligente y tal vez haya llegado el momento de defender que también la dialéctica ha de reservarse a la gente racional, no a los fantoches. Reconocer a otra persona la capacidad para entablar una discusión no deja de ser una forma de reconocimiento, una manera de admitir la posibilidad de que sus planteamientos sean dignos de valoración. Y, en este caso y muchos más, por mucho que se empeñen, apenas queda nadie que considere sus ideas dignas de recibir algo más que lástima. Y ni siquiera. ¿Qué hacer entonces para combatirlos? Demos un complicado salto desde el miedo hasta la risa. El riddikulus de Harry Potter bien puede ser utilizado por nuestro activismo.

Mientras hacemos nuestros orgullos en casa, esos bufones del odio siguen, cacerola en mano, paseando por la calle

Cuando ya tanta gente comparte nuestro ideario y reconoce que hay determinadas cuestiones que son incuestionables, puede que venzamos el miedo si volvemos a colocar a quien vuelve una vez más a dudar sobre ellas en el lugar que le corresponde, que no es la tribuna, sino la picota. Tal vez reconociendo su capacidad de interlocución hayamos estado minando nuestro propio campo para seguir avanzando. Habrá que tratarlos como a toda esa gente extravagante que viene a deshora a ofrecer sus ideas peregrinas.

Pensemos que terraplanistas, antivacunas y homófobos son una misma cosa y merecen una misma respuesta. No digamos más “caballero, es que yo tengo derecho...»”, sino «“caballero —es un decir—, no sea usted ridículo”. Respondamos a sus dientes amenazantes con nuestros dientes que se carcajean. Ya sabéis: “Dientes, dientes...”. Pero que no se nos olvide que, mientras hacemos nuestros orgullos en casa, esos bufones del odio siguen, cacerola en mano, paseando por la calle. Llegado el momento habrá que salir a las plazas, una vez más, a presumir de sonrisa. Y con la bandera que más nos guste, mientras sea una bandera que no deje a nadie fuera.

Arquivado en: La mirada rosa
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

La mirada rosa
Opinión Leer a cara des-cubierta
Roca Editorial acaba de publicar un libro de temática LGTBI... pero no quiere que lo sepas.
La mirada rosa
La mirada rosa Faltan activistas
Nos faltan activistas; nos sobran fascistas. El amor que defendía Roberta en su última nota —“I love you all”— corre un serio peligro, aunque aún no queramos admitirlo.
#61278
21/5/2020 21:25

Entonces estaré ahí, uno más que harán muchos. Ahora creen que el odio les da la razón. Pronto verán, que el número es mucho más importante. Contra el odio, inteligencia, paciencia y organización comunal. El movimiento social será como un iceberg, lento y sumergido, pero al final tumbará ese barco que acabará hundido en las guas profundas de donde mima debió salir

0
0
Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña e Ourense mercaron material policial a Israel por medio millón de euros en só catro anos
O alcalde ourensán, Gonzalo P. Jácome, adxudicou un contrato por 70.000 euros días despois do sete de outubro. Abel Caballero asinou outro de máis de 200.000 euros e a alcaldesa da Coruña seguiu a estela cun contrato de 170.000 euros.
LGTBIAQ+
Juicio el 9 de mayo Lidia Falcón pide cinco años de cárcel a una mujer trans por un tuit de 2021 que no la menciona
La activista antiderechos Lidia Falcón denunció a Diana Juan Cano en 2021 por un tuit que apenas tuvo repercusión. La acusación pide una pena de cinco años de prisión y 50.000 euros de indemnización.
Francia
Francia Militantes e intelectuales exigen la absolución de Anasse Kazib, perseguido por su apoyo a Palestina
El Estado francés utiliza el tipo penal de “apología del terrorismo” para perseguir a personalidades y colectivos que han mostrado su apoyo a Palestina y su repulsa al genocidio cometido por Israel.
Medio ambiente
Medio ambiente Máis de 200 colectivos esixen transparencia sobre a mina Doade e piden a intervención do Parlamento Europeo
Organizacións de toda Europa, lideradas por SOS Suído-Seixo, esixen a Bruxelas acceso á documentación sobre a explotación prevista, denunciando opacidade, privilexios empresariais e risco ambiental en zonas protexidas de Galiza.

Últimas

Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez piensa en un paréntesis legislativo para evitar roces con los socios tras una semana explosiva
El choque bronco por el caso de las compras de balas israelíes a cargo de Grande Marlaska puso sobre la mesa como nunca la ruptura de la coalición, aunque nunca fue una opción.
Opinión
Opinión “Tener correa” y la ridiculización del afecto
Existe una presión muy fuerte sobre los propios hombres para que no amen demasiado, no cuiden demasiado. El ideal de “libertad masculina” tradicionalmente se entiende como independencia, desapego, y muchas veces, desinterés.
Comunidad de Madrid
LGTBifobia Femen protesta contra las terapias de conversión en un acto de la familia de psiquiatras Rojas Estapé
El movimiento Femen ha querido denunciar públicamente la relación de esta familia con sectores ultraconservadores de la Iglesia y su postura abiertamente contraria a los derechos del colectivo LGTBIQ+
València
València Convocan una huelga general contra Mazón el próximo 29 de mayo
CGT, CNT, COS e Intersindical llaman a la movilización por la gestión de la Dana, los recortes y la situación de acceso a la vivienda.
Más noticias
Gasto militar
Gasto militar ¿De dónde sacará Sánchez el dinero para financiar el incremento del gasto en defensa?
La promesa de aumentar las partidas presupuestarias militares necesita redirigir 10.471 millones de euros para alcanzar el 2% del PIB. Cumplirlo este año abre a su vez un grave problema para hacerlo en 2026.
Opinión
Opinión Las sáficas también somos trans, deseamos trans y amamos trans
Resulta irónico que a quienes tanto nos han cuestionado la identidad de “mujeres de verdad” en función de nuestra expresión de género o la vida que decidimos emprender no levantemos antorchas al ver el mismo odio operando con estrategias similares.
Opinión
Opinión IA: un proyecto tecnosupremacista
La pregunta que me hice hace algunos años fue: ¿Por qué existe un evidente interés en “crear la cuestión de la IA”, cuando las tecnologías y las lógicas que la componen están ya operativas desde hace años?

Recomendadas

Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Turquía
Pinar Selek “Turquía sigue gobernada en base al miedo”
La profesora y socióloga turca, quien ha sufrido además de cárcel, un acoso judicial por 27 años, habla de la falta de independencia del poder judicial, del adoctrinamiento social y de la formación de la sociedad turca.
Medio ambiente
Medio ambiente Que papel xoga Abanca no proxecto da celulosa de Altri en Galiza?
A sociedade público-privada Impulsa Galica, que cimentou os primeiros plans da multinacional papeleira e Greenalia está participada fundamentalmente pola Xunta e polo banco que xurdiu da desastrosa fusión das caixas de aforro galegas.